Uploaded by Victor Ramazzini

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Al morir, ¿A dónde irá su a
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El Precio de Seguir a Cristo, Salvación, Vida Cristiana
Al morir, ¿A dónde irá su alma?
Génesis 2:7 Jubile Bible 2000 (JBS)
7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo
de vida; y fué el hombre en alma viviente.
(La palabra hebrea que se traduce al castellano como “alma” es Nefesh y es amplia en su
significado, y no hay ninguna palabra castellana que la abarque plenamente. Por lo que puede
traducirse como “ser viviente”, “vida” y “persona”. Pero sí indica que proviene de Dios y que
nos transmite alguna de Sus características incluyendo Su Espíritu (Aliento de Vida) que la
hace inmortal.)
En el pasaje de Génesis de la Creación del hombre, vemos dos características que son
exclusivas de los seres humanos:
PRIMERA: El cuerpo fue formado por Dios del polvo de la tierra (con los elementos
necesarios para crear su cuerpo). Cuando ocurra su muerte volverá a la tierra. Esto hace que
el cuerpo sea temporal, aunque será levantado de la tumba cuando acontezca la resurrección
de los muertos.
Génesis 3:19
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste
tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Mateo 8:20
20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del
Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
El modelo del cuerpo del hombre fue como el que tendría Jesucristo cuando viniera a este
mundo en Su Encarnación. Jesucristo se llamó a Sí Mismo “El Hijo del Hombre”.
SEGUNDA: El alma del hombre provino del soplo del Aliento Divino de Dios,
Génesis 1:26
por lo que el alma es un ente espiritual que posee inmortalidad desde que es creada por Él
impartiéndole algunas de Sus características.
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;
y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en
todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Salmo 139:13
13 Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
El alma pues solo sale del cuerpo cuando éste muere.
Génesis 35:18-19
18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre
lo llamó Benjamín.
19 Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.
Entonces, el alma salvada de sus pecados retorna a Dios Quien la creó:
Eclesiastés 12:7
7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
Así, la imagen y semejanza de Dios del hombre está en su alma y no en el cuerpo en que
habita. El alma perdura por la eternidad, aunque haya dejado el cuerpo físico temporal que
Dios formó en el vientre de su madre.
Es por eso que Dios dice que no quiere que ninguno se pierda, porque Él decidió que las
almas pecadoras vayan al infierno y no al Cielo, si no se arrepienten.
2 Pedro 3:9
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.
Lucas 12:5
5 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida,
tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.
Mateo 18:11
11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
Entonces comprendemos más por qué dice Jesucristo que Él vino a salvar lo que se había
perdido.
Cuando el alma abandona el cuerpo en el que habita, Dios estableció dos posibles destinos
para ella: el Cielo o el infierno.
Aunque nuestras almas son inmortales, es importante recordar que no somos eternos de la
misma manera que Dios lo es. Desde la persona más sabia hasta la más humilde tiene la
intuición de que es un alma viviente que seguirá existiendo por la eternidad.
Dios siempre ha existido y siempre continuará existiendo.
1. Usted es un alma viviente en un cuerpo mortal. Sin duda usted es inmortal. Esto
lo dice Dios claramente en Su Santa Biblia y no hay ninguna excepción.
Todas las demás almas humanas o angelicales, son finitas, porque tuvieron un principio, es
decir, comenzaron a existir cuando Dios las creó.
Cuando su cuerpo físico haya muerto, la mayoría no saben a dónde van. Debido a que no
están seguros de a dónde irán sus almas, solo perciben que hay algún otro lugar que les está
preparado después de la muerte.
Esta incertidumbre produce ansiedad y temor en la mayoría de las personas que no son salvas
y su agonía angustiosa antes de morir evidencia su noción de la inmortalidad que Dios le dotó
a cada alma humana.
Fue a Salomón a quien Dios le reveló que todos los hombres, aunque no alcancen a
comprender su condición de inmortalidad de su alma, sí la presienten.
Eclesiastés 3:11
11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que
alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
Ese temor a la muerte se deriva de los pecados que han cometido durante su vida, pues está
escrito por Dios que:
Romanos 3:23
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Romanos 6:21-23
21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin
de ellas es muerte.
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por
vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro.
2. Jesucristo es la propiciación por nuestros pecados y es ofrecido por Dios como el
Único Salvador de la humanidad que limpia y perdona a todos los hombres de
toda contaminación, pero advierte que no existe ninguna otra forma de
Salvación.
Romanos 3:24-26
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo
Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús.
También el Apóstol Juan recibió del Espíritu Santo esta verdad divina:
Y está escrito también que la consecuencia del pecado es la muerte en el sentido que produce
la separación del alma del cuerpo, pero también en el sentido de la condenación eterna que
también significa estar separados de Dios en el infierno y posteriormente en el lago de fuego
por la eternidad por haber rechazado a Jesucristo como su Salvador.
1 Juan 1:8-10
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está
en nosotros.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad.
10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en
nosotros.
1 Juan 2:1-2
1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo.
Romanos 10:8-10
8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de
fe que predicamos:
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Juan 3:3
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios.
Pero está establecido por Dios que la Salvación del alma requiera arrepentimiento de pecados
por cada persona en lo individual y que crean con el corazón y confiesen con su boca que
Jesucristo es El Señor.
Solo así es que ocurre el milagro del perdón de los pecados y se les otorga el nuevo
nacimiento desde “arriba”, tal y como Jesucristo lo anunció.
Es pues absolutamente necesario confiar en Jesucristo como el Único Salvador para nacer de
nuevo aquí en la tierra y estar vivas nuestras almas con Él por la eternidad.
Hechos 4:12
12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.
1 Timoteo 2:5
5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
3. Jesucristo dijo que los impíos irán al castigo eterno y los justificados por Él irán
a la vida eterna.
Mateo 25:46
46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Así lo declaró Jesucristo en:
Marcos 9:43-48
43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que
teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,
44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo
dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado,
46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
La clara enseñanza de la Santa Biblia es que todos los seres humanos, ya sea que se salven o
se pierdan, pasarán la eternidad en el Cielo o en el infierno.
47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un
ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,
48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
El énfasis que Él hace repitiendo la condición del Cielo o el infierno es con la evidente
intención de que se tema a la realidad del infierno y nos gocemos con la realidad del Cielo si
ya hemos aceptado Su Salvación.
La verdadera vida espiritual del alma no cesa cuando nuestros cuerpos físicos terminan su
función vital al morir, pero es obvio que el alma siente dolor y sufrimiento al estar en el
infierno como también el gozo indescriptible de estar en el Cielo.
El Apóstol Pablo tuvo la dicha de que El Señor le mostrara el Cielo cuando aún estaba su
alma en su cuerpo físico y, por lo tanto, al volver, supo que lo que le esperaba a su alma
cuando partiera al Cielo definitivamente era muchísimo mejor que cualquier cosa que hubiera
en este mundo.
2 Corintios 12:1-4
1 Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del
Señor.
2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera
del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),
4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre
expresar.
Filipenses 1:21-24
21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué
escoger.
Por esta revelación celestial es que el Apóstol Pablo nos dice que “el morir es ganancia”.
¡Nunca pudo expresar con palabras humanas lo que nos espera cuando vayamos al Tercer
Cielo, que es el Paraíso!
23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor;
24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
2 Corintios 5:6-8
6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo,
estamos ausentes del Señor
7 (porque por fe andamos, no por vista);
8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
4. La tragedia que amenaza el alma inmortal de cada ser humano es terrible ya que
por sus pecados irán al infierno si no se arrepienten y reciben a Jesucristo como
Su Salvador.
Pero nosotros, como Iglesia, ¿podemos hacer algo más por los guatemaltecos?
¡Deberíamos intentarlo en el nombre de Jesús!
Juan 3:16
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Las enfermedades terminales, los accidentes mortales y los asesinatos consuetudinarios,
privan a muchos de la Salvación de sus almas. ¿Podemos hacer algo para ayudarlos a que
reciban la Salvación de sus almas?
Es entonces que cobra el sentido completo el mandato de Jesucristo de que cumplamos la
gran comisión porque para algunos puede ser demasiado tarde si no conocen del amor de
Dios que envió a Jesucristo para salvar su alma.
Lucas 15:7
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por
noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Dr. Luis Fernando Solares B.
Pastor General
Iglesia de Jesucristo La Familia de Dios
¿Por qué necesita ser salvo?
Porque todos somos pecadores y no podemos salvarnos a sí mismos, estamos en una
condición de condenación: Romanos 3:23 dice: por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios.
Pero Dios ha mostrado su amor al darnos el medio de la salvación: Juan 3:16 (LBLA) 16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Lo único que necesita para recibir la salvación es dar una respuesta de fe creyendo en el
Señor Jesucristo: Hechos 16:30-31 (DHH) 30 Luego los sacó y les preguntó: —Señores,
¿qué debo hacer para salvarme? 31 Ellos contestaron: —Cree en el Señor Jesús, y
obtendrás la salvación tú y tu familia.
¿Quiere ser salvo? Haga esta oración de fe:
Creo en ti Señor Jesús para ser salvo
Reconozco que soy pecador,
me arrepiento de todos mis pecados.
Te recibo en mi vida para que me hagas hijo de Dios
confieso con mi boca que eres mi Señor
creo en mi corazón que resucitaste al tercer día
gracias por amarme, perdonarme y salvarme hoy. Amén.
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