Nombre comercial: La dexametasona se comercializa bajo diversos nombres comerciales en diferentes países. Algunos de ellos incluyen Decadron, DexPak, Dexone, Hexadrol, Maxidex, entre otros. Forma farmacéutica: La dexametasona se encuentra disponible en varias formas farmacéuticas, que incluyen tabletas, soluciones inyectables, suspensiones oftálmicas, cremas y geles tópicos. Vías de administración: La dexametasona se puede administrar por vía oral (tabletas), intravenosa (IV), intramuscular (IM), intraarticular, tópica oftálmica (gotas y pomadas), tópica dérmica (cremas y geles), y también se encuentra disponible en forma de implantes intravitreales. Usos terapéuticos: La dexametasona se utiliza en una amplia variedad de afecciones médicas. Algunos de los usos terapéuticos más comunes incluyen el tratamiento de enfermedades inflamatorias y reumatológicas, condiciones alérgicas, asma, enfermedades dermatológicas, enfermedades respiratorias, trastornos endocrinos, enfermedades autoinmunes, enfermedades oculares, terapia antineoplásica (cáncer), entre otros. Posología: La dosis y el régimen de administración de la dexametasona varían según la enfermedad, la gravedad de los síntomas y la respuesta individual del paciente. Es importante seguir las indicaciones precisas del médico en cuanto a la dosis y la duración del tratamiento. Para afecciones inflamatorias y reumatológicas, la dosis inicial en adultos generalmente oscila entre 0,75 mg y 9 mg al día, dividida en dos o cuatro dosis. En niños, la dosis inicial varía entre 0,02 mg y 0,3 mg por kilogramo de peso corporal al día. Para enfermedades respiratorias y asma, la dosis inicial para adultos suele ser de 0,5 mg a 6 mg al día, dividida en dos o cuatro dosis. En niños, la dosis inicial generalmente oscila entre 0,02 mg y 0,3 mg por kilogramo de peso corporal al día. La dosis y duración del tratamiento para enfermedades dermatológicas dependen del tipo y la gravedad de la afección cutánea. Se pueden utilizar preparaciones tópicas de baja potencia o, en casos más graves, puede ser necesario el uso de formulaciones orales o parenterales. Mecanismo de accion La dexametasona es un glucocorticoide sintético que se une a receptores de glucocorticoides presentes en el citoplasma de las células de diferentes tejidos. Una vez unida al receptor, la dexametasona forma un complejo receptor-hormona que migra al núcleo celular. En el núcleo, este complejo se une a regiones específicas del ADN conocidas como elementos de respuesta a glucocorticoides (GRE, por sus siglas en inglés) presentes en los promotores de ciertos genes. La interacción del complejo receptor-hormona con los GRE en el ADN regula la transcripción de genes específicos. La dexametasona puede tanto activar como reprimir la expresión génica, dependiendo del gen y del contexto celular. Esto da lugar a una amplia variedad de efectos en el organismo. Algunos de los efectos de la dexametasona a nivel molecular incluyen: 1 Supresión de la expresión de genes proinflamatorios: La dexametasona inhibe la transcripción de genes que codifican para enzimas inflamatorias, mediadores proinflamatorios y factores de transcripción relacionados con la inflamación. Esto conduce a una disminución de la producción de mediadores inflamatorios y a una reducción de la respuesta inflamatoria. 2 Modulación de la respuesta inmunitaria: La dexametasona puede suprimir la respuesta inmunitaria mediante la inhibición de la producción y función de células del sistema inmunitario, como linfocitos, monocitos y macrófagos. También puede reducir la liberación de citocinas proinflamatorias y regular la función de las células dendríticas. 3 Regulación del metabolismo: La dexametasona puede influir en el metabolismo de carbohidratos, proteínas y lípidos. Aumenta la gluconeogénesis hepática, lo que resulta en un aumento de los niveles de glucosa en sangre. También puede inducir la degradación proteica y la redistribución de la grasa corporal. Efectos adversos: Efectos endocrinos: El uso prolongado de dexametasona puede suprimir la función del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, lo que puede resultar en insuficiencia suprarrenal secundaria. También puede provocar alteraciones del metabolismo de carbohidratos, como hiperglucemia, resistencia a la insulina y aumento del riesgo de diabetes. Trastornos hidroelectrolíticos: La dexametasona puede causar retención de sodio y agua, lo que lleva a edema y aumento de la presión arterial. Además, puede aumentar la excreción de potasio, lo que puede conducir a hipocalemia. Trastornos gastrointestinales: Los efectos adversos gastrointestinales comunes incluyen dispepsia, úlcera péptica, pancreatitis, distensión abdominal y aumento del apetito, que puede resultar en aumento de peso. Efectos neuropsiquiátricos: La dexametasona puede causar cambios de humor, insomnio, nerviosismo, irritabilidad y depresión. En casos raros, se han reportado reacciones psicóticas, incluyendo delirio y alucinaciones. Efectos oculares: El uso prolongado de dexametasona en forma tópica oftálmica puede causar cataratas, aumento de la presión intraocular y posiblemente glaucoma. Efectos cutáneos: El uso prolongado de dexametasona tópica puede causar adelgazamiento de la piel, estrías y retraso en la cicatrización de heridas. Farmacocinética: Absorción: La dexametasona se absorbe bien por vía oral, intramuscular y tópica, pero su biodisponibilidad puede variar. La administración intravenosa proporciona una absorción completa. Distribución: La dexametasona se distribuye ampliamente en los tejidos y atraviesa la barrera hematoencefálica y placentaria. Se une en un alto grado a proteínas plasmáticas. Metabolismo: La dexametasona se metaboliza principalmente en el hígado a metabolitos inactivos, que luego se excretan en la orina. Excreción: La eliminación de la dexametasona y sus metabolitos se produce principalmente a través de la orina. Contraindicaciones: Hipersensibilidad: La dexametasona está contraindicada en personas con hipersensibilidad conocida a la dexametasona o a otros corticosteroides. Infecciones sistémicas: No se recomienda el uso de dexametasona en presencia de infecciones sistémicas no controladas, ya que puede suprimir la respuesta inmunitaria y exacerbar la infección. Vacunación con virus vivos: El uso de dexametasona está contraindicado en personas que están recibiendo vacunas con virus vivos, ya que puede interferir con la respuesta inmunitaria