Uploaded by Pablo Jiménez Salgado

CÓMO CREAR UN ESTUDIO DE GRABACIÓN

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CÓMO CREAR UN ESTUDIO DE GRABACIÓN
"Deseo montarme un estudio y la cantidad de
factores a tener en cuenta me supera. Además, no
sé por qué equipo empezar y me gustaría evitar
"tirar el dinero" ya que no tengo claro el nivel
inicial que debo proponerme ni el material que
necesito. ¿Por dónde empiezo?" Bien, tratemos de sintetizar
mínimamente los parámetros que rigen la creación de un estudio
de grabación, ya sea a nivel de iniciación, o ya sea con
ambiciones más profesionales.
Por: Redacción de SYA (Tana)
INTRODUCCIÓN
Para montar un estudio primeramente
hay que plantearse a qué nivel
queremos empezar y qué pretensiones
de futuro tenemos, para obrar en
consecuencia en el momento de
afrontar los primeros gastos. Teniendo
en cuenta que la curva de aprendizaje
de un técnico/productor es bastante
pronunciada, de poco sirve comenzar
adquiriendo equipo de alta gama al que
sacaremos más bien poco partido, y lo
más recomendable, como sucede en la mayoría de vertientes en la
vida, pasa por la siguiente regla que generalmente se cumple: para
disfrutar y entender un escalón superior, antes hay que haber asimilado
el anterior, o de otra forma se corre el riesgo de aprender mal. Un
ejemplo claro sería un productor en potencia que acaba de empezar, y
que adquiere un micrófono de alta gama para sus grabaciones. Resulta
que como no tiene referencias en su experiencia con las que poder
comparar, no pude decidir cómo de bien suena su nuevo micro. Si por
el contrario ese mismo micrófono de gama alta se adquiere después de
un escalón inmediatamente inferior, el pequeño productor podrá
disfrutar y elogiar el pequeño avance resultante de la nueva compra.
Esto se cumple para todo, y si pretendemos sacar partido al material
que usemos, además de poder apreciar los pequeños cambios positivos
que van asociados a la adquisición de mejor material, debemos usar la
lógica y ser conscientes de que el mejor camino se encuentra en el
hecho de ir poco a poco, comprendiendo cada pequeño paso y
ascendiendo de nivel sólo cuando sea realmente necesario, y creamos
que hemos "tocado techo" con el material que hasta ese momento de
duda hayamos usado.
Teniendo en cuenta esta regla básica que considero tan importante,
pasemos a conocer los diferentes elementos que conforman la creación
de un estudio, que desglosaremos a diferentes niveles con el fin de
abarcar un mayor rango de usuarios, en base a sus aspiraciones y
experiencia.
SALAS
Uno de los factores más importantes en el sonido de un estudio, es la
sala. La acústica juega las peores pasadas sobre todo en salas de
paredes paralelas, que son las que encontraremos en la mayoría de
ocasiones debido a razones económicas de construcción
(aprovechamiento del espacio). El problema está relacionado con el
hecho de que las ondas rebotan y "chocan" contra sí mismas,
provocando sumas y restas de presión que acaban convirtiendo la sala
en un desastre auditivo, siendo más evidente el casos que se forma en
frecuencias graves. Para evitar esto, existen los "golden ratios", que
son una selección de proporciones óptimas (largo x ancho x alto) que
se han convertido en el método más apropiado para solventar los
problemas asociados a salas de paredes paralelas.
Las frecuencias problema en este tipo de salas suelen llamarse "modos"
y existen varios tipos, siendo los más importantes los modos axiales, ya
que son los que más realces y declives producen en dB´s dependiendo
de la posición del emisor y del oyente. Existen otro tipo de
modos(tangenciales y oblicuos), pero decrecen en importancia respecto
a los modos axiales, y merecen ser tratados en un artículo más
especializado en acústica.
Por lo tanto, a la hora de escoger una sala apropiada hemos de tener
en cuenta lo antes expuesto, procurando elegir un recinto lo más
apropiado posible (acústicamente hablando) para comenzar con nuestro
estudio.
Dependiendo del rango de frecuencias a controlar, se usan diferentes
tipos de tratamiento. Por ejemplo, para mitigar problemas en
frecuencias graves, se usa absorción (sobre todo en esquinas y en
lugares estudiados mediante el uso de fórmulas matemáticas) como
puede ser la utilización de trampas de graves. También se usan
"resonadores de helmholtz" en algunas ocasiones en que la frecuencia
problemática se encuentra localizada en un rango estrecho (un factor Q
estrecho). Para el tratamiento de otro tipo de frecuencias también
veremos técnicas de difusión, centradas en evitar que las ondas
reboten sobre sí mismas en las paredes, y facilitando el que éstas se
dispersen de manera irregular ayudando así a que el sonido mantenga
el máximo equilibrio posible.
Si no tenemos en cuenta todos estos posibles problemas acústicos,
jamás escucharemos lo que está pasando realmente, ya sea en la etapa
de grabación o en la de mezcla, con lo que en el procesamiento de
pistas estaremos tratando errores que posee nuestra sala de grabación,
o nos encontraremos ecualizando nuestra propia sala de control más
que la pista que pretendemos manipular en principio. Como ejemplo,
pongamos que tenemos un problema en nuestra sala de control, y
desde nuestro punto de escucha se nos presenta un realce de 10 dB en
80 Hz. Por consiguiente, siempre escucharemos más graves de los que
en realidad hay en la grabación, por lo que tenderemos a atenuar esa
banda... obteniendo a cambio nefastos resultados que se plasman en
grabaciones desequilibradas, delgadas, flojas... y ese no es el fin. Lo
mismo ocurre en todo el rango de frecuencias del espectro, así como la
imagen estéreo se ve seriamente afectada por este tipo de problemas.
Resumiendo, la acústica toma una marcada importancia en el mundo
de la grabación y producción de audio y no debería descuidarse lo más
mínimo.
Si el estudio está enfocado a un uso profesional, se hace necesario el
disponer de varias salas. Una de control, donde se situará el técnico de
grabación y mezclas, y una o varias de grabación. La construcción de
varias salas permite disponer de varios diseños, posibilitando habilitar
así por ejemplo, una para voces, una más grande para baterías...etc.
PREVIOS Y MICROS
No sabría decidir qué es más
importante en la pirámide estructural
de un estudio, si la sala, o los
previos/micrófonos. Si la sala es
pésima y disponemos de un buen
micrófono, éste captará todos los
defectos acústicos de nuestro recinto, y
de poco servirá la excelsa calidad del
micro en este caso. De lo contrario, si el micro es malo y la sala buena,
contaremos con una acústica perfecta, pero el micro tendrá carencias
que harán de cuello de botella en este caso. Creo que lo más racional
es que ambos factores se encuentren al mismo nivel, o que si
empezamos desde abajo y tenemos pretensiones de ascender rápido, lo
ideal sería comenzar con una buena sala y micros económicos, con el
fin de invertir a corto/medio plazo en mejores micrófonos aprovechando
así las posibilidades de la sala.
¿Y qué es más importante, el previo, o el micro?? Pues nos
encontramos en un caso similar al anterior, ya que un buen micro pasa
relativamente desapercibido si lo conectamos a un previo mediocre, y
un buen previo no puede hacer milagros con un micrófono económico.
En mi opinión, invertiría más dinero en un buen previo, siempre que
pudiese afrontar el gasto de un micrófono de calidad media que no
desmereciera en gran medida el rendimiento del previo. Para
comprobar esta relación, lo más fácil es conectar un micro tipo "shure
57/58" (unos 100 euros) a un buen previo y escuchar el resultado. La
primera impresión es preguntarse ¿esto es un micro dinámico? Sin
embargo, la sencilla electrónica de un previo de gama baja poco puede
hacer para extraer un mínimo del potencial que posee un buen
micrófono. Los previos de las habituales mesas de mezclas suelen ser
bastante básicos, con vistas a no encarecer demasiado el producto
final, aunque hay mesas profesionales de estudio que incorporan
previos muy valorados por los técnicos y productores, y que aún siguen
usándose e imitándose.
-Previos-
En cuanto a previos, valoraremos el número que necesitamos en base a
las pistas que pretendamos capturar simultáneamente a la hora de
grabar. Siempre que haya una batería de por medio, se hace necesario
el disponer de al menos 8 canales de previo de micro para poder
registrarla dignamente, aunque con 12 entradas nos ahorraremos
posibles quebraderos de cabeza en más de una ocasión. Los interfaces
"todo en uno" pueden representar la solución más acertada para el
home-studer, pero los estudios más profesionalizados requieren de
previos dedicados que aporten un rendimiento acorde al resto del
equipo, y acorde a los resultados que se esperan de un estudio. En
cambio, si las grabaciones constarán como mucho de uno o dos canales
simultáneos, como puede ser el caso de voces o una guitarra capturada
en estéreo, un previo de dos canales es lo más recomendable (si
disponemos de interfaz de audio con previos incluidos, podemos
prescindir de esta última opción, siempre que no tengamos en mente
usar micrófonos de gama alta).
Dentro de los previos nos encontramos con varios tipos, dependiendo
de los componentes y circuitería a través de los cuáles transcurrirá
nuestra señal: Previos en estado sólido (transistores), previos de
válvulas, y previos híbridos que basan su funcionamiento en el uso de
estas dos tecnologías.
La diferencia entre el carácter de los transistores y las válvulas está
fuertemente marcada por las capacidades intrínsecas de cada tipo de
circuitería. Por ejemplo,las válvulas, aun produciendo un porcentaje de
distorsión más elevado que los transistores, suenan más plenas y
"calientes" a nuestro juicio... ¿A qué se debe este fenómeno? Pues al
hecho de que las válvulas producen distorsión asimétrica (distorsión
que afecta en mayor medida a crestas que a valles o viceversa, en la
forma de onda), cuestión que favorece la predominancia de armónicos
pares, siempre más musicales que los impares, que son los que los
transistores distorsionan. Los armónicos pares, al ser múltiplos directos
de la fundamental (artículo "principios de la ecualización", para más
información sobre armónicos) presentan una respuesta temporal más
cercana a la forma que tiene de escuchar el oído, haciendo que
percibamos los sonidos "valvuleros" de forma diferente a los más fríos
"transistorizados". Apuntar que ningún tipo es mejor que el otro, y que
la elección de uno u otro previo debería depender exclusivamente de
gustos personales o de preferencias de la tarea a realizar en cada
momento.
Entre los previos que menciono, algunos son simplemente previos, y
otros son canales de grabación más completos, incluyendo también
algún interface de audio multi-canal.
- Home-studio: Art tube MP, Behringer MIC 100 Tube Ultragain,
Presonus Tube-pre, Behringer MIC 2200 Ultragain PRO, Presonus
Bluetube DP (tened en cuenta la elección de un previo mono o estéreo
dependiendo de nuestras necesidades).
- Estudio de proyectos: FMR Audio RNP 8380, SPL Goldmike 9844,
Focusrite Trackmaster PRO,TL Audio 5051/5021, Focusrite
Octopre/Octopre LE (8 previos), Presonus Firepod (Interfaz + 8
previos).
- Estudio profesional: Avalon M5, TL Audio C1 Classic, MIllennia STT-1,
Rupert Neve Portico 5012, Focusrite Red 7, Avalon VT-737 SP.
Respecto a las unidades multi-previo, o sea, que cuentan con varios
previos en un mismo soporte físico, decir que son útiles por ejemplo
para grabar baterías sin falta de invertir en previos "sueltos", o como
complemento ideal de otra unidad (sea mono o estéreo) que
utilizaremos para las tareas más importantes que no requieran de
muchas entradas simultáneas. Algunas de estas unidades cumplen la
función de interface de audio a la vez, valor añadido para estudios que
comienzan y que cuentan con presupuesto limitado.
Otros ejemplos sobre este tipo de unidad: Motu 8PRE, Presonus
Firepod, M-Audio Octane, Millennia HV-3D, SM Pro Audio PR 8E, etc
-MicrófonosLo más importante que debemos diferenciar a la hora de adquirir un
micrófono es que existen dos tipos usados fundamentalmente en
estudio: Los dinámicos, y los de condensador.
Los dinámicos son más "duros" en cuanto a sensibilidad, y no captan la
señal con la misma precisión que los micros de condensador, que
poseen más sensibilidad, pero menos capacidad para soportar altas
presiones sonoras. Es por esto que los micrófonos dinámicos son
utilizados habitualmente en directo, con vistas a reducir la posibilidad
de que se produzcan "acoples" (realimentación acústica), y en estudio
cuando se trata de grabar instrumentos agresivos y técnicas de
microfonía cercana a la fuente: Amplificadores de guitarra
microfoneados, baterías, percusiones, etc. Los micros de condensador
son más aptos para instrumentos acústicos en general y para voces,
debido a su mayor definición y la posibilidad de poder usarlos sin
saturarlos (produciendo distorsión) a base de altos niveles SPL.
También debemos tener en cuenta si el micrófono es cardiode (unidireccional), omni-direccional, con figura de 8, etc. De esta forma
elegiremos el micrófono apropiado para cada situación, siendo los unidireccionales más apropiados para capturar señales que se encuentren
frontalmente al micrófono, y los omni-direccionales más aptos para
aplicaciones que requieran de un mayor ángulo "de acción", por
ejemplo cuando se trata de capturar ambiente de sala aparte del
instrumento, o grabar una banda con un sólo micro, etc. El atenuador
que encontramos en multitud de micrófonos sirve para ajustar su
respuesta al nivel de emisión de la fuente (a veces es necesario atenuar
un micro porque de otro modo no conseguimos capturar una señal
fuerte sin que el micro sature, ni ajustando la ganancia al mínimo).
Existen kit´s económicos de batería para los bolsillos menos solventes,
pudiendo optimizar dichos kit´s sustituyendo los micros de bombo y
caja por algo más serio, ya que estas dos piezas son las más
importantes (y las que suelen marcar el ritmo y aparecer por lo tanto
constantemente en la mezcla) para que la batería "suene". Es
recomendable poseer al menos un micro de condensador "decente"
para todo tipo de tareas, y si es posible, un par estéreo que nos servirá
para todo tipo de aplicaciones, incluyendo los overheads (aéreos o
ambiente) de las baterías. Gracias a la avalancha de fabricantes de
micrófonos procedentes de China, podemos disfrutar a día de hoy de
micrófonos de una relación calidad/precio impresionante e impensable
hace tan sólo unos años. No dividiré los dinámicos en secciones ya que
la mayoría de modelos son un stándar en la mayoría de estudios de
todo el mundo, y su precio es asequible para todo tipo de economías.
-DINÁMICOSShure SM-57, Senheisser MD 421/441, Akg E-604/904, Shure Beta 52,
Akg D-112.
-CONDENSADOR- Home-studio: Studio Projects B1, MXL 990, Oktava MK 319, SE
Electronics SE-2200, Oktava MK 012, MXL 603, Behringer C1.
- Estudio de proyectos: Akg C-3000, Audio Technica AT 4033 ST/4040,
Studio Projets C1, Akg Solidtube, Studio Projects C4, Akg C-1000/C-
391, MXL V69M, Akg C-451B, Shure SM 98.
- Estudio profesional: Neumann U87/TLM 103, Microtech Gefell UM 900
NI, Brauner VM1 KHE, DPA 4041, Neumann KM 184, Akg C-414,
Eathworks TC30-MP.
ORDENADOR/GRABADOR
-GrabadoresA la hora de plantear un estudio, es necesario disponer de un soporte
que nos permita grabar y gestionar posteriormente el audio capturado.
La posibilidad del ordenador es muy atractiva en cuanto a prestaciones
se refiere, pero existe un problema para todo el que empieza en esto, y
es que la informática en general, y más concretamente los programas
secuenciadores/grabadores profesionales de audio, cuentan con una
curva de aprendizaje tan pronunciada que lo más normal es acabar
frustrado antes de haber conseguido lo que buscamos, aparte de la
mayor complejidad que encierran estas máquinas para plasmar ideas
en tiempo real,lo que termina habitualmente por hacer que olvidemos
esa genial idea antes de haber conseguido registrarla mínimamente.
Esto sin contar los casi siempre presentes problemas de
incompatibilidad y demás lastres que dificultan la convivencia de
trabajo con un ordenador. No obstante, cuando llegan a ser estables,
los ordenadores se convierten en herramientas muy potentes.
Si nos decidimos por un grabador hardware, los más iniciados tendrán
más fácil el primer contacto y seguramente se encuentren grabando
cómodamente en poco tiempo, al contrario de lo que pasa con un
ordenador si no se posee cierta experiencia en su manejo.
Los grabadores suelen ir preparados y ser bastante completos en
general, contando con diferentes tipos de conexiones y posibilidades
midi, así como un grabador de cd´s o dvd´s integrado que los encuadra
como dispositivos hábiles para llevar una producción hasta el final,
pudiendo plasmar el resultado en un soporte físico que nos permita
escuchar después en reproductores tradicionales.
También existe la posibilidad de usar grabadores a disco duro externos,
en forma de rack, que requieren de un monitor de ordenador y de
ratón/teclado para su gestión, pero que cuentan con su propio sistema
operativo especializado para audio, buscando así mayor estabilidad que
los sistemas habituales basados en ordenador/grabador software. La
diferencia con los grabadores completos "todo en uno" estriba en que
los grabadores en formato rack no incorporan previos ni mezclador, por
ejemplo.
- Grabadores "todo en uno" que no requieren de aditamentos
informáticos: Roland VS-2400CD, Yamaha AW2400, Boss BR 1600CD,
Edirol R-4, Korg D32 XD, Yamaha AW16GCD, Fostex MR-8 HD, Tascam
2488, Toneworks PXR 4B, Korg D3200.
-Grabadores externos de disco duro: Alesis HD 24, Fostex D2424LV,
Mackie SDR 24/96, Fostex D824 MkII, Tascam DA-78 HR B-Stock,
Alesis HD 24 XR.
-OrdenadoresSi finalmente nos decidimos por la opción de usar un ordenador como
corazón del estudio, surgen dudas acerca de qué máquina será
suficiente potente para el trabajo que vayamos a encomendarle en el
día a día.
Para mover pistas de audio suele ser necesaria menos potencia de la
que se puede pensar en un principio. Gracias a la velocidad de los
discos duros actuales, y a los sistemas en general, lo que hace una
década costaba procesar es "pan comido" hoy día. Un viejo Pentium III
ya era capaz de reproducir con solvencia un número superior a 20
pistas de audio.
El problema viene cuando comenzamos a insertar plugins en las
diferentes pistas de audio ( filtros, compresores, reverbs...), y cuando
empezamos a usar instrumentos virtuales(samplers, cajas de ritmos,
sintetizadores...). Los plugins e instrumentos virtuales cada vez suenan
mejor... y consumen más, al llevar algoritmos más y más depurados
que necesitan de más recursos de la cpu para llevar a cabo los cálculos
pertinentes.
En el momento de montar un adquirir un ordenador, existen varias
soluciones dependiendo del tipo de cpu (Mac, Mac-Intel, o Intel/Amd).
Los pc´s "de marca", al igual que los Mac de Apple, gozan de un
porcentaje más alto de supuesta estabilidad si atendemos a que están
formados de piezas testeadas entre sí, evitando así posibles problemas
de compatibilidad que echan abajo nuestro trabajo. No obstante, con
un poco de experiencia se puede montar un pc clónico, más económico
que las otras opciones, que rinda adecuadamente y que cuente con una
estabilidad suficiente para trabajar con soltura. En el caso de los pc´s
es importante investigar sobre el chipset que montará nuestra placa
base, ya que de éste depende en gran parte la estabilidad y uso de
recursos del sistema. En mi experiencia, los ordenadores intel son más
estables al esta basados en cpu intel (una cpu hace las veces de
triturador de cálculos), y el chipset también desarrollado por intel (el
chipset es el verdadero cerebro de un sistema), cuestión que puede
desencadenar una mayor estabilidad general, gracias al estar
desarrollados ambos (cpu y chipset) por el mismo fabricante. En el otro
lado, en los Amd nunca he encontrado tanta estabilidad al haber
encomendado el desarrollo de chipsets a terceros fabricantes desde la
proliferación de los Amd Xp ( antes desarrollaban sus propios chipsets),
pero sí los considero algo más capacitados en lo que a potencia bruta
se refiere (procesado de plugins e instrumentos virtuales, por ejemplo).
Los Mac gozan de posiblemente la mayor estabilidad para trabajar
entre los ordenadores, debido en gran parte a su sistema operativo,
menos multimedia que los basados en windows ( hacer muchas cosas
bien es más difícil que hacer menos, lógico), y es por esto que se
escoge Mac como el sistema que sostiene el trabajo de multitud de
estudios en todo el mundo. Actualmente se encuentran en fase de
expansión las plataformas Mac que funcionan bajo una cpu intel, por lo
que se supone que la estabilidad continuará siendo su fuerte al seguir
usando un sistema operativo de Apple.
Digamos que para un uso normal, un ordenador a 2Ghz (2000 mhz)
con 512 mb de ram ya debería permitir manejar proyectos
relativamente completos, pero sin excesos. Si se trata de pistas de
audio "a pelo", sin uso de plugins prácticamente, este ordenador iría ya
bien para mover un gran número de pistas sin mayores problemas. Si
necesitamos de un uso más exigente de plugins, pensaremos ya en un
2.5/3.0 Ghz con 1 gb de ram. Si nuestros proyectos incluyen
instrumentos virtuales y sobre todo, hacemos un uso masivo de
samples, deberemos decantarnos por una máquina más potente, como
puede ser una cpu por encima de 3.0 Ghz, si puede ser, multiprocesador ( varias cpu´s en una misma placa) o multi-core (varios
cores en una misma cpu), a la que añadiríamos 2 gb de ram en vistas
de poder alojar en ram la mayor parte de los samples, evitando el más
lento acceso al disco duro, lo que podría ocasionar pequeños artefactos
en la reproducción del audio, como pueden ser pequeñas pausas, ruidos
extraños, o el colapso momentáneo de la máquina. Hoy día la memoria
funciona en modo dual channel (128 bit en vez de 64bit) siempre que
usemos parejas de bloques de ram iguales. Por lo tanto, es más
aconsejable usar 2 bloques de 512 mb que un sólo bloque de 1 gb, ya
que en el primer caso la ram será más efectiva.
Para poder visualizar y manipular todo lo que ocurre en la aplicación, es
necesario disponer de uno o varios monitores, ya sean crt o tft. Un
monitor puede ser suficiente (si es de tamaño considerable), pero para
mayor comodidad optaremos por 2 al menos, facilitando así la
presentación de multitud de ventanas en pantalla sin falta de estar
poniendo al frente cada poco una y otra ventana para poder trabajar
sobre ellas. Las tarjetas gráficas actuales ya permiten la conexión de
varios monitores simultáneamente, pero mejor consultar antes de
adquirirla para asegurarnos de que la tarjeta contará con esa función.
Si dudamos o no tenemos la suficiente confianza en nosotros mismos
como para elegir una máquina por nuestra cuenta, siempre podemos
acudir a empresas especializadas que se dedican a montar
"workstation" preparadas para audio y video, testeadas y con
componentes escogidos en busca de la mayor estabilidad y fiabilidad de
trabajo.
A parte de los sistemas mencionados, queda por hablar de Pro-tools,
que estaría englobado entre los grabadores a disco duro que requieren
de un pc para su gestión, pero que se erige como una solución más
completa al ser un sistema completamente cerrado. (Más información,
en el artículo sobre Pro-tools).
INTERFACES
Si escogemos un ordenador como la base que sustentará nuestro
estudio, entonces se hace necesario el uso de una tarjeta de sonido o
un interfaz de audio, que nos permita introducir/extraer audio de la
máquina. Aquí entra de nuevo en juego el número de canales que
necesitamos capturar simultáneamente, si necesitamos previos de
micro incorporados o preferimos adquirirlos aparte... con los
conversores pasa algo similar ya que existen módulos dedicados que
realizan exclusivamente labores de conversión A/D - D/A, disponibilidad
de entradas/salidas midi.... etc. Os remito al artículo de interfaces de
audio para poder aclarar todo este asunto más tranquilamente, por lo
que no haré más hincapié en este apartado.
Recordemos que existen previos que realizan exclusivamente el trabajo
de preamplificador de señal, y que necesitan de las demás etapas para
que el sonido pueda ser introducido y procesado en el ordenador, como
puede ser la etapa de conversión analógica/digital que realiza el A/D, y
que también existen interfaces de audio que realizan todo el trabajo, en
los que previos van incluidos en el propio dispositivo.
MONITORES
La elección de monitores debe depender sobre todo del tamaño de la
sala de control. De nada sirven una scajas con buena extensión en
graves si nuestra sala tiene unas medidas poco favorecedoras, que
además de colorear la señal, nos hará imposible la percepción fiel de lo
que ocurre en la zona más grave del espectro. Del mismo modo, si
nuestra sala no estrá tratada correctamente para que frecuencias
medias y agudas se reproduzcan con exactitud, no tendrá sentido la
adquisición de unos monitores serios, ya que echaríamos por tierra la
precisión que estos poseen debido a una sala inapropiada.
Existen monitores de campo cercano, apropiados para recintos
reducidos en los que se pretende que el sonido que emana de las cajas
predomine sobre las reflexiones que las paredes proporcionan,
ayudándonos a mezclar en basándonos más en el sonido directo, que
en el reflejado. Los monitores de campo medio ya requieren de una
sala de medidas respetables, y permiten mezclar con mayor fidelidad
(sobre todo por la extensión añadida en graves) que los de campo
cercano. Para poder usar monitores "mainfield", que son los de mayor
tamaño y que suelen ir adosados a las paredes frontales (evitando así
el uso de una caja y favoreciendo la fidelidad), necesitamos una sala
"gigante", y por ejemplo, para mastering, este tipo de monitores son
completamente necesarios.
Lógicamente, hoy día ya no resulta ético la adquisición de monitores
pasivos, encontrándose ya establecidos los más efectivos monitores
activos. Puede plantearse a veces la posibilidad de adquirir
satélites+subwoofer en vez de cajas "full range", y esto ya depende de
nuestra experiencia en acústica, ya que la correcta colocación de cajas
y subwoofer se muestra como una tarea más complicada de lo que
parece en principio, debido principalmente a problemas de fases que
pueden generarse entre el "sub" y los satélites.
Para profundizar sobre el mundo de las cajas acústicas y conocer qué
tipo y tamaño se ajustará mejor a nuestro trabajo, nos remitimos al
artículo sobre "cajas acústicas" que encontraréis en esta web.
CONTROLADORES MIDI
Debido a la frialdad que conlleva el manipular un ordenador destinado a
trabajar con audio, la llegada de los controladores externos supuso el
principio de el re-acercamiento a las habituales maneras de trabajar
cuando no existía el entorno digital. Gracias a estos controladores, todo
se hace más fácil e intuitivo. de este modo, podemos actuar sobre
ciertos parámetros usados a menudo en nuestro
grabador/secuenciador, a través de superficies de control externas, con
el aspecto y funcionalidad de los tradicionales mezcladores analógicos,
evitando así el uso continuo de ratón y teclado. Algunos mezcladores
digitales cuentan con la opción de controlar a través de ellos nuestro
software preferido, con lo que se convierten en soluciones "2 en 1".
Dependiendo de nuestra configuración, escogeremos unos u otros con
el fin de completar nuestro estudio.
También existen teclados maestros que permiten disparar vía midi los
distintos instrumentos virtuales que se ofrecen como parte de los
grabadores software más conocidos, o como aplicaciones que pueden
adquirirse opcionalmente. Dependiendo de nuestra habilidad y de
nuestras necesidades como "pianistas" podemos escoger entre teclados
de 2 a 7 octavas, contando estos últimos con teclado "acción martillo",
por lo general, en busca de emular el fee-ling y las sensaciones de
pulsación que transmite un piano acústico.
Desde hace pocos años se han incluido "knows" (potenciómetros) y
"faders" (deslizadores) programables en los teclados maestros,
añadiendo nuevas funciones que nos permiten manipular parámetros
internos de los secuenciadores/grabadores, como puede ser la gestión
de plugins, filtros, mixers, etc. También en algunas variantes se añaden
pads (golpeadores de goma) con los que resulta más agradable
disparar las baterías y percusiones. Por otro lado, este tipo de
dispositivos puede adquirirse por separado, sin falta de que vayan
incorporados en el propio teclado. En definitiva, la inclusión de este tipo
de extras contribuye a que la creación musical y el trabajo diario se
torne menos frío y más intuitivo y eficaz. Todo lo que repercuta en una
mayor productividad musical, será de agradecer siempre.
Por lo general, este tipo de teclados controladores se conectan (y se
alimentan en la mayoría de casos) a través del puerto USB, evitando la
necesidad de una entrada MIDI típica, ya que el protocolo USB se ha
convertido en un estándar y lo normal es que esté presente en todo
tipo de ordenadores (siempre que no sean demasiado antiguos). No
obstante, hoy día existen convertidores MIDI > USB para aquellos
usuarios que posean controladores midi que no incorporen salida USB
como opción.
Veamos algunos ejemplos de controladores DAW ( estación digital de
audio), teniendo en cuenta que algunos poseen previos de micro,
entrada/salida MIDI, etc... y que otros son simplemente controladores
MIDI "a pelo". Algunos son más completos que otros, siendo los más
básicos sencillas superficies de control con knows y faders.
- Controladores DAW: M-Audio Project Mix I/O, Behringer BCF 2000,
Yamaha O1X, Mackie Control Universal C-4, Behringer BCR 2000,
Evolution UC 33E, Tascam FW-1884, JL Cooper CS10 II Midi, Mackie
Control Universal, Tascam US-2400, Evolution UC 16, Native
Instrumentos Kore, Digidesign Command 8, JL Cooper, CS32 Minidesk
USB.
Como teclados controladores, disponemos de varias opciones
dependiendo de número de teclas y extras, como puede ser el cumplir
funciones simultáneas de teclado maestro, y de tarjeta de audio.
- Teclados maestros controladores: Alesis Photon 25, M-Audio Radium
49, Roland PC 180A, CME UF-7, M-Audio Ozone, Korg microKONTROL,
Novation Remote 61, Edirol PCR-M30, M-Audio Axiom 25, Emu X-Board
25, Roland PC 160A, M-Audio Keystation, Doepfer PK88, Fatar SL-880.
Existen opciones de teclados controladores con sonidos incluidos, lo que
puede ser más recomendable en algunos casos, sobre todo para la
gente que pretenda usar el teclado en aquellas situaciones en las que
no contemos con un ordenador.
Afortunadamente, la gran cantidad de programas disponibles a día de
hoy suelen estar ya bastante depurados y son muy completos en todos
los sentidos. No obstante hay matices que marcan la diferencia entre
unos y otros, y que pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro
dependiendo de nuestra manera personal de trabajar, así como de
nuestras necesidades.
Como comentaba, a medida que profundicemos en programas más y
más profesionales, la curva de aprendizaje se convierte en una rampa
muy lenta y dura de ascender, por lo que lo más lógico al final supone
el comenzar poco a poco, con software sencillo, aprendiendo a extraer
todo su potencial para después dar el salto al escalón inmediatamente
superior. De otro modo, nuestras producciones corren el peligro de
contener menos calidad en general, tanto de composición como de
sonido, debido principalmente a las trabas que impone el hecho de usar
un software que nos cuesta controlar cada vez que nos disponemos a
"ir al grano".
Existen tanto secuenciadores, enfocados generalmente a la composición
de variantes electrónicas, y que permiten trabajar con samplers
(además de sintetizadores, cajas de ritmos, procesadores de efectos...)
para que nuestras obras puedan presumir de ese toque humano que
aporta el uso de samples de sonidos reales (voces, guitarras, etc).
Ejemplos de este tipo de software son los siguientes programas
secuenciadores:
- Acid (Sony), Fruity-Loops, Reason (Propellerheads): Son los mejores
programas para empezar, y gracias a la creciente evolución de este tipo
de aplicaciones, permiten a día de hoy una variedad de funciones que
los engloban como unas sencillas, pero a la vez completas herramientas
de composición. Debería tenerse en cuenta este grupo de
secuenciadores, ya que a veces se llega más allá con ellos, que con
programas más especializados en principio, gracias como comentaba a
la facilidad de uso, que repercute directamente en la posibilidad de
plasmar ideas directamente, sin problemas. Reason es un poco más
complejo que los otros dos, al poseer un interface (acceso a las
funciones del programa) quizá más "lento", aunque incluye exclusicas
posibilidades de interconexión entre los diferentes módulos que lo
forman, cuestión que puede resultar muy atractiva a los más
"exploradores del sonido". La "pega" de Reason es que no captura
audio externo, funcionalidad que Acid, por ejemplo, sí posee. Para
home-studios y estudios que no requieran de captura de audio externa,
esta serie de programas pueden ser la solución ideal para todo tipo de
menesteres.
- Cubase/Nuendo (Steinberg), Logic Audio (Emagic), Sonar (Cakewalk),
Pro-tools LE/M-Powered (Digidesign): Este grupo corresponde a los
programas más especializados y usados en muchos estudios,
compitiendo directamente contra las versiones basadas en hardware de
Pro-tools (HD en la actualidad). Poseen todo tipo de funciones
audio/midi, así como características avanzadas que no encontraremos
en los programas más básicos presentados en el párrafo anterior. Este
grupo de programas está destinado a aquellos estudios dedicados a la
grabación de audio basada en ordenador. La elección final de uno u
otro ya depende de los gustos personales del usuario, así como de la
comodidad que le transmita cada una de estas aplicaciones. En
realidad, todos son más potentes de lo que pudieran parecer en un
principio, y a medida que manejemos cualquiera de ellos nos iremos
encontrando funciones ocultas que no conocíamos, y que nos harán la
vida más fácil, ahorrándonos tiempo y posibles quebraderos de cabeza.
Existe otro programa llamado "Audition", que no es más que el antiguo
"Cool-edit", y que posiblemente suponga la opción que hace de perfecto
puente entre las aplicaciones del primer párrafo y las de este último.
Como recomendación, quizá lo mejor sea decantarse por el programa
"Audacity", aplicación gratuita y de código abierto, y que en teoría
debería permitirnos llevar a cabo las principales funciones que
incorporan los programas más profesionales. Total, ¡que no hay excusa
para empezar!
Por lo demás, poco más necesitaremos. Quizá un editor de audio para
aquellos que no mastericen desde el propio secuenciador/grabador, así
como para realizar funciones aisladas de edición de archivos de audio.
Un programa grabador de cd´s, librerías de samples, etc.... son ya
cuestiones que dependen del usuario final. Posiblemente muchos no
necesitarán de nada más que un programa para todo uso.
PEQUEÑOS DETALLES
Hay algunas cuestiones más secundarias que también deberíamos
valorar, como es la posibilidad de disponer de instrumentos propios en
el estudio para aquellos grupos o formaciones que carecen de
instrumentos propios. Una batería, una guitarra, un bajo, un teclado
maestro... pueden ser algunos instrumentos básicos que pueden
ayudar a que nuestro estudio tenga más "status", o simplemente llame
la atención de potenciales clientes que no disponen de su propio
material.
El cableado es otro factor al que se debería dar importancia. Usar cable
de calidad para cada uno de los dispositivos que enlazan nuestro
estudio, y cuidar que las fases de corriente de alimentación y audio
vayan separadas, así como cables de audio y alimentación, evitando
que estos dos tipos guarden paralelismo. Con todo esto, evitaremos
ruidos e interferencias en la medida de lo posible, aunque para
profundizar en este tema mejor lo dejamos en manos de un profesional
que conozca los problemas y entramados de corriente eléctrica y audio.
Si se pretende grabar a menudo a varios músicos, necesitaremos poder
suministrar auriculares para cada uno de ellos, si es que graban a la
vez, o al menos disponer de alguna vía de monitorización para el
músico solista. Para este menester, lo más fácil es optar por
amplificadores múltiples de auriculares, que proveen salida para 2, 4, 6
o más unidades, así como un número apropiado de auriculares,
cerrados o semi-cerrados para evitar el fenómeno "leakage", producido
cuando lo que monitorizamos por los audífonos entra de nuevo por el
micrófono, realimentándose de este modo, causando una pérdida de
definición de la señal al mezclarse con la original. Para la monitorización
se suelen usar auriculares de gama media, sin falta de hacer grandes
inversiones en auriculares más especializados.
La elección de la iluminación también influye en el nivel de ruido del
estudio. Es recomendable escoger una iluminación silenciosa, tanto en
relación al ruido ambiental -que influirá por tanto en la captura de
audio-, como en el ruido eléctrico interno (el que se transmite a través
del cableado). Lo mismo se cumple para aparatos de aire
acondicionado, ventiladores, el sonido del propio ordenador.... todo
constituye ruido que deberíamos tener alejado de las salas de
grabación y de control, ya que se colaría por los micros, o supondría
ruido de fondo a la hora de mezclar, haciendo más incómoda la tarea e
imprecisos los resultados.
Resaltaré de nuevo la importancia que tiene el evitar crear cuellos de
botella en nuestro equipamiento. Aunque comprendo que la adquisición
de un producto de gama alta considerado por todos como estándar
constituye una buena ayuda psicológica, en la realidad supone una
pérdida de coherencia al no encontrarse a la altura el resto de la
cadena de audio del estudio, comenzando por la sala.
Para finalizar, espero que este pequeño resumen sirva de ayuda, sobre
todo para el que empieza en este mundo de la grabación y se siente
abrumado por tanta cantidad de material e información disponible en la
red. Una vez "metidos en faena", todo se va volviendo menos espeso y
complicado. ¡Ánimo y adelante!
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