Nº1 MARZO 2019 NUEVOS ARTÍCULOS ¡ ¡TODOS LOS MESES! ¡! ¡ La frecuencia de entrenamiento en hipertrofia Estrógenos más allá de la función sexual Ingesta de carbohidratos en deportes de fuerza ¿Afecta el desayuno a la pérdida de peso? Eneko Baz Ismael Galancho Maelán Fontes Sergio Espinar A los lectores... BIENVENIDOS Si tú o tus clientes estáis interesados en deportes de fuerza, ganar masa muscular o mejorar la composición corporal, de la forma más eficiente y efectiva posible y basado en la evidencia científica, NATISS es para ti. Todos los meses haremos una selección de los estudios más interesantes publicados en este ámbito y os los explicaremos, detallaremos y resumiremos de manera fácil y práctica. Pero antes de nada... ¿Qué es NATISS?, ¿Cómo surgió?. Hace unos meses Eneko, Sergio e Ismael estábamos haciendo una mesa redonda sobre hiper- trofia en YouTube y se nos ocurrió que podríamos ahorrarle tiempo y dinero a cualquier entrenador o deportista recopilando y analizando los mejores estudios sobre entrenamiento y nutrición para ganar fuerza, masa muscular, perder grasa o aprender sobre fisiología del ejercicio. Lleva mucho tiempo ir buscando revista a revista los estudio que a ti te interesan. Y lleva aún más tiempo leer y digerir esos estudios y ponerlos en contexto respecto a toda la bibliografía existente sobre cada tema. Por eso existe NATISS. Hacemos todo el trabajo pesado para ti y te traemos en formato revista cada mes los mejores estudios con su aplicación práctica. Mantenerte actualizado conseguir tus objetivos. como entrenador o deportista es esencial para NATISS te interesa si... Eres una persona curiosa Eres friki del entrenamiento o la nutrición Eres entrenador/entrenadora Eres atleta y quieres saber por qué haces lo que te mandan Eres estudiante de alguna rama relacionada con la nutrición y el deporte Quieres aprender a analizar e interpretar estudios Al estar metidos entrenamiento, tanto entendemos en la el mundo académico, complejidad que como supone leer en el del un estudio donde se ofrecen muchos datos. Puede llegar a ser tedioso y confuso, así que, aparte de hacerlo fácil, te enseñamos a que puedas hacerlo tú mismo. Además del número mensual de la revista, todos los suscriptores tendréis cada mes acceso una mesa redonda en directo en la que hablaremos sobre ciencia aplicada al rendimiento y la mejora de la estética corporal y responderemos todas tus dudas. Este ejemplar de muestra es solo una idea de lo que puedes esperar de NATISS. Trataremos cómo cuantificar el volumen de entrenamiento para hipertrofia, la importancia de los carbohidratos en el deportista y la relación entre el ayuno intermitente y la pérdida de grasa. En cada ejemplar te mantendremos al tanto de la última evidencia científica y las implicaciones prácticas de ésta. Esperamos que lo disfrutes y te suscribas para mantenerte actualizado y conseguir los mejores resultados para ti y para tus clientes. GRACIAS POR LEERNOS EL EQUIPO DE NATISS AUTORES ENEKO BAZ Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Máster en Alto Rendimiento Deportivo, Máster en Investigación, ponente en congresos nacionales e internacionales, investigador, colaborador en el grupo Better by Science, uno de los mayores divulgadores en entrenamiento para hipertrofia a nivel nacional y culturista natural. ISMAEL GALANCHO Graduado de EF en Granada, Técnico Superior en Dietética en Málaga, Experto en Entrenamiento Personal en Málaga, Máster en Nutrición Deportiva en Granada, Máster en Nutrición y Salud en Universidad de Cataluña, MBA Sport Management en Barcelona, Entrenador Nacional de Fisicoculturismo en Madrid, etc. MAELÁN FONTES Fisioterapeuta, comparto mi trabajo en la clínica con la investigación en Nutrición Humana. Actualmente haciendo un doctorado en la Universidad de Lund, Suecia. Además, desde hace años me he interesado por la biología evolutiva. SERGIO ESPINAR Licenciado en Farmacia y Graduado en Nutrición Humana y Dietética, Máster en Salud y Nutrición (actualmente), profesor en másteres universitarios, Investigador, integrante del grupo Better by Science, miembro del equipo de Iraki Nutrition, colaborador en la NSCA y uno de los mayores divulgadores de nutrición a nivel nacional. CONTENIDO 6 ENEKO BAZ La frecuencia de entrenamiento en hipertrofia (6-13) 14 ISMAEL GALANCHO Estrógenos más allá de la función sexual (14-21) 22 MAELÁN FONTES Ingesta de carbohidratos en deportes de fuerza (22-31) 32 SERGIO ESPINAR ¿Afecta el desayuno a la pérdida de peso? (32-39) LA FRECUENCIA DE ENTRENAMIENTO EN HIPERTROFIA ESTUDIO: La frecuencia de entrenamiento en el campo de la hipertrofia. L a frecuencia de entrenamiento es una de las variables más estudiada a lo largo de los años en el campo de la hipertrofia, y se refiere al número de veces a la sem ana que se entrena un grupo muscular en concreto. A pesar de la evidencia que hay al respecto, en el mundo del culturismo y el entrenamiento con pesas, se han generado diferentes corrientes sólidas que defienden a capa y espada posturas extremas en cuanto a la frecuencia de entrenamiento. En el pasado 2017, en un trabajo de Dankel y cols. (2017), se propuso que entrenar de forma muy frecuente y con poco volumen de entrenamiento por sesión era una de las mejores opciones para maximizar el estímulo anabólico. Los autores realizaron un modelo teórico basado en la hipótesis de la elevación de la síntesis proteica muscular (MPS), sugiriendo que hay un techo límite por sesión en cuanto a la elevación de la MPS, y que vuelve a sus valores basales en poco tiempo (cerca de 48h post entrenamiento), con lo que, entrenar un grupo muscular de forma frecuente y con menor volumen por sesión, hará que no se sobrepase el techo límite, y al mismo *Heterogeneidad entre los sujetos: Las características de los sujetos en los diferentes estudios eran muy diferentes. POR ENEKO BAZ tiempo, se conseguirá un mayor estímulo cumulativo de la MPS, que por consiguiente, esto hará que se maximicen las ganancias de masa muscular. Aunque los autores estuvieran muy convencidos de su hipótesis, la revisión sistemática con meta-análisis que teníamos hasta el momento (Schoenfeld, Ogborn & Krieger, 2016), nos decía que entrenar un grupo muscular 2 días a la semana podía generar mayores ganancias que entrenarlo 1 día a la semana. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que solo 7 estudios se incluyeron en el meta-análisis, y de esos 7 estudios, había bastante heterogeneidad entre los sujetos* de los diferentes estudios. 6 OBJETIVO El objetivo principal de la revisión sistemática actual, es incluir los nuevos estudios publicados desde la última revisión sistemática (desde el 2016), y ver de qué manera influye la frecuencia de entrenamiento en las ganancias de masa muscular, analizando una gran variedad de opciones, en diferentes situaciones. Estrategia de búsqueda Se realizó una búsqueda sistemática siguiendo los pasos de la guía PRISMA. Las bases de datos utilizadas fueron las siguientes: Pubmed/MEDLINE, SCOPUS y SPORTDiscus; la búsqueda se hizo desde los inicios, hasta agosto del 2018. Se utilizaron las siguientes palabras claves junto con varios operadores booleanos: (“frequency” OR “frequencies”) AND (“resistance training” OR “resistance exercise” OR “strength exercise” OR “strength training” OR “weight training” OR “weight exercise”) AND (“hypertrophy” OR “body composition” OR “muscle size” OR “muscle thickness” OR “cross-sectional area” OR “growth” OR “muscle fiber” OR “muscle fiber” OR “lean body mass” OR “muscle mass” OR “lean tissue” OR “biopsy” OR “fatfree mass” OR “fat free mass”). Criterios de inclusión Finalmente, se evaluaron un total de 972 estudios, que después de pasar por dos investigadores independientes, se incluyeron 25 estudios para el análisis. Los criterios de inclusión utilizados fueron los siguientes: INFORMACIÓN DESCRIPTIVA SEXO ESTADO DE ENTRENAMIENTO EDAD NÚMERO DE SUJETOS POR GRUPO DURACIÓN DEL ESTUDIO FRECUENCIA DE ENTRENAMIENTO POR GRUPO MUSCULAR SI EL VOLUMEN DE ENTRENAMIENTO ESTABA IGUALADO O NO SELECCIÓN DE EJERCICIOS NÚMERO DE SERIES POR EJERCICIO EL TIPO DE MEDICIÓN MORFOLÓGICA LUGAR DE MEDICIÓN Además de utilizar esta estrategia, se analizaron las listas de referencias de los artículos incluidos. 7 Estadística Para los resultados en cuanto a hipertrofia, se calculó el tamaño del efecto (ES) con el cambio del pre-test al post-test, dividido por la desviación estándar (SD) combinada del pre-test; calculándose también el cambio en porcentajes. Se hizo un meta-análisis principal en todos los estudios con un volumen de entrenamiento igualado, y después se realizaron meta-análisis adicionales en diferentes subgrupos: VOLUMEN IGUALADO ULTILIZANDO MEDICIONES DIRECTAS VOLUMEN IGUALADO ULTILIZANDO MEDICIONES DIRECTAS EN EL TREN SUPERIOR VOLUMEN IGUALADO ULTILIZANDO MEDICIONES DIRECTAS EN EL TREN INFERIOR VOLUMEN IGUALADO ULTILIZANDO MEDICIONES INDIRECTAS VOLUMEN IGUALADO CON SUJETOS ENTRENADOS VOLUMEN IGUALADO CON SUJETOS DESENTRENADOS A parte de estos meta-análisis, se realizaron varias meta-regresiones con el objetivo de ver el efecto de diferentes frecuencias de entrenamiento individuales. En la primera, utilizando estudios con volumen igualado (frecuencias 1, 2, 3 ó 4-6), y en la segunda, con los estudios que no igualaron el volumen de entrenamiento (frecuencias 1, 2 ó 3+). El resultado según la d cohen podría clasificarse en: 0.2 = Efecto pequeño 0.5 = Efecto mediano 0.8 = Efecto grande 1.3 = Efecto muy grande Tamaño del efecto (ES): El tamaño del efecto se utiliza para medir la magnitud del efecto estudiado. En el caso del entrenamiento, se suele utilizar para ver cómo de grande ha sido el efecto de un entrenamiento (del pre al post), o entre los entrenamientos (este punto es el que nos interesa). 8 RESULTADO ME T A - AN ÁLISIS ES T UD I O S D I F. SI G ES ( D I FER ENCI A) EFE C T O V ol u m en igu alado 13 No 0.07 +- 0.04 Si m i l a r V o l u men igu alado / medidas dir ect as 9 No 0.07 +- 0.06 Si m i l a r V o l u men igu alado / medidas dir ect as/tren superio r 7 No 0 . 0 1 + - 0 . 11 Si m i l a r V o l u men igu alado / medidas dir ect as/inferio r 7 No 0 . 15 + - 0 . 0 7 D e t r i v i al a p eq u e ñ o - Al t a fr ec. V ol u m en ig u alado / m edidas indir ectas 5 No 0.07 +- 0.03 Si m i l ar V o l u men ig u alado / s u j et os ent r enado s 10 No 0.07 +- 0.06 Si m i l ar V o l u men ig u alado / s u j et os desent renad o s 3 I n s u f i c i en t es es t u d i os En la siguiente tabla podemos ver los resultados de los meta-análisis realizados en diferentes subgrupos. De forma general, no hubo diferencias significativas en las ganancias de masa muscular independientemente de la frecuencia de entrenamiento utilizada, y el tamaño del efecto es similar en todos los subgrupos excepto en el sub-grupo que analizó de forma específica el tren inferior. 9 INTERPRETACIÓN En esta reciente revisión sistemática con meta-análisis, a diferencia de la anteriormente publicada (Schoenfeld et al., 2016), se puede ver que independientemente del subgrupo, si el volumen de entrenamiento está igualado, la frecuencia de entrenamiento pasa a ser una variable secundaria. Viéndose efectos muy similares tanto con frecuencias bajas, medias y altas. En el caso del efecto del tren inferior, podemos ver una tendencia a mayores ganancias utilizando una frecuencia de entrenamiento alta, pero el efecto que se muestra es trivial (ES= 0.15), lo que finalmente hace que no podamos sacar conclusiones, y que, si las sacáramos, estaríamos pegando disparos al aire. Por otro lado, analizando algunos de los estudios incluidos en la actual revisión sistemática, veríamos diseños de los entrenamientos poco reales en cuanto a la práctica se refiere. Por ejemplo, en el trabajo de Brigatto y cols. (2018), el grupo que realiza la frecuencia uno, mete todo el volumen de entrenamiento en 2 únicas sesiones; y el grupo que realiza la frecuencia dos, lo que hace es dividir todo ese volumen en dos sesiones más (4 sesiones en total). El modelo de rutina utilizado, es un modelo fullbody donde se trabaja una media de 16 series por grupo muscular a la semana. Basándonos en el modelo teórico de Dankel y cols. (2016) imaginando que el techo límite por sesión está cerca de 16 series, sería lógico pensar que el estímulo sería efectivo en los dos casos, y que las ganancias van a ser muy similares. Pero, en el momento que el volumen de entrenamiento se eleva, la cosa cambia. Por el contrario, en el trabajo incluido de Gentil y cols. (2018), cuando se compara una frecuencia 1 VS una frecuencia 2, únicamente se ven diferencias significativas en el grosor muscular de los flexores de codo en el grupo que realiza la frecuencia 1. Aquí el mayor problema puede estar debido al poco volumen de entrenamiento por sesión que metía el grupo 2. Lo que nos sugiere que en el modelo teórico de Dankel y cols. (2016) tendríamos que tener en cuenta también un volumen mínimo de entrenamiento por sesión (algo que los autores no contemplan). ferentes estudios eran muy diferentes Así pues, vemos que, si el volumen de entrenamiento por sesión está dentro de los límites inferiores y superiores, las ganancias van a ser similares independientemente de la frecuencia de entrenamiento utilizada. Es más, dependiendo del volumen de entrenamiento utilizado, convendrá utilizar un tipo de frecuencia de entrenamiento u otro, para poder llegar al mínimo necesario por sesión, y no superar el límite máximo tolerable. 10 Relacionado con esto, los diferentes ejercicios utilizados (independientemente del número de series), pueden ser un condicionante de la frecuencia de entrenamiento. ¿Qué quiere decir esto? Que hay ciertos ejercicios que producen más daño muscular que otros, y, por tanto, el tiempo de recuperación aumenta. Del mismo modo, realizar un rango de recorrido (ROM) mayor, puede afectar también al daño muscular generado (normalmente, a mayor ROM, más daño muscular). Estas variables afectarían a la frecuencia de entrenamiento y habría que tenerlas en cuenta a la hora de programar el entrenamiento. Es importante hablar de las limitaciones de la mayoría de estudios incluidos en esta revisión, y es que aquellos que realizan mediciones directas por ultrasonidos (gran parte de ellos), tienen en cuenta únicamente el grosor muscular de las extremidades (vasto lateral, recto femoral, flexores de codo y extensores de codo). Esto hace que los resultados únicamente se puedan extrapolar a estas condiciones y para grupos musculares como el pectoral, los isquios, deltoides… sean únicamente pistas a considerar. APLICACIÓN PRÁCTICA En el siguiente apartado vamos a intentar ofrecer datos relacionados con el número de series y la frecuencia de entrenamiento. Son datos orientativos que os pueden ayudar a la hora de programar el entrenamiento y decantaros hacia una frecuencia de entrenamiento u otra. Menos de 10 series semanales: De 10 a 15 series semanales: Frecuencia 1 Frecuencia 1 ó 2 De 15 a 20 series semanales: De 20 a 25 series semanales: Frecuencia 2 Frecuencia 2 ó 3 Más de 25 series semanales: Frecuencia 3 o más De esta manera, nos estamos asegurando de pasar el volumen mínimo de entrenamiento por sesión, y no superar el volumen máximo que somos capaces de tolerar. Es importante remarcar que estos datos son muy generales, pero cada sujeto, así como los diferentes grupos musculares pueden responder de manera diferente tanto al volumen como a la frecuencia de entrenamiento. Otro punto a tener en cuenta con la frecuencia de entrenamiento es la especialización de un grupo muscular en concreto. Como comenta Greg Nuckols en su revisión con tema-análisis tan completo que hizo, la frecuencia de entrenamiento puede ser una herramienta para aquellos grupos musculares rezagados. Con un mismo volumen de entrenamiento, aumentar la frecuencia, en algunos casos puede dar resultados muy positivos, ya que las series que se van a hacer, van a ser de mayor calidad. 11 ¡! CONCLUSIÓN Y PUNTOS CLAVE Según la revisión que hemos analizado, podemos decir que la frecuencia de entrenamiento es una variable secundaria, e independientemente de la que se utilice, si el volumen de entrenamiento está igualado, los resultados van a ser muy similares. A mayor volumen de entrenamiento, mayor frecuencia ¡! Puede que el tren inferior responda mejor a mayor frecuencia ¡! Si quieres mejorar un grupo muscular estancado, prueba a aumentarla frecuencia de entrenamiento mientras mantienes el volumen de entrenamiento Se necesitan estudios midiendo diferentes grupos musculares y no solamente las extremidades ¡! 12 ¡! REFERENCIA PRINCIPAL Schoenfeld, B. J., Grgic, J., & Krieger, J. (2018). How many times per week should a muscle be trained to maximize muscle hypertrophy? A systematic review and meta-analysis of studies examining the effects of resistance training frequency. Journal of Sports Sciences, 1-10. REFERENCIAS Brigatto, F. A., Braz, T. V., Zanini, T. C. D. C., Germano, M. D., Aoki, M. S., Schoenfeld, B. J., ... & Lopes, C. R. (2018). Effect of Resistance Training Frequency on Neuromuscular Performance and Muscle Morphology after Eight Weeks in Trained Men. Journal of strength and conditioning research. Dankel, S. J., Mattocks, K. T., Jessee, M. B., Buckner, S. L., Mouser, J. G., Counts, B. R., ... & Loenneke, J. P. (2017). Frequency: the overlooked resistance training variable for inducing muscle hypertrophy?. Sports Medicine, 47(5), 799-805. Gentil, P., Fisher, J., Steele, J., Campos, M. H., Silva, M. H., Paoli, A., ... & Bottaro, M. (2018). Effects of equal-volume resistance training with different training frequencies in muscle size and strength in trained men. PeerJ, 6, e5020. Schoenfeld, B. J., Ogborn, D., & Krieger, J. W. (2016). Effects of resistance training frequency on measures of muscle hypertrophy: a systematic review and meta-analysis. Sports Medicine, 46(11), 1689-1697. 13 ESTRÓGENOS MÁS ALLÁ DE LA FUNCIÓN SEXUAL ESTUDIO: Papel de los estrógenos en el desarrollo, maduración y envejecimiento. E n las mujeres jóvenes, el estrógeno se produce a partir del colesterol en una serie de reacciones dentro de los ovarios. La reacción final en el proceso, es la conversión de testosterona en estradiol por la enzima aromatasa. En hombres y mujeres posmenopáusicas, esta reacción ocurre comúnmente en el tejido adiposo, que tiene una alta actividad de la aromatasa (Nelson y Bulun, 2001). La secreción de estrógeno varía naturalmente en las mujeres jóvenes, aumentando de 10 a 100 veces durante el ciclo menstrual. Más allá del estrógeno, el ciclo menstrual se caracteriza por cambios significativos en otras hormonas plasmáticas importantes, como la hormona folículo estimulante (FSH), la hormona luteinizante (LH) y la progesterona. POR ISMAEL GALANCHO Para prevenir el embarazo, o simplemente para regular los niveles hormonales, muchas mujeres toman anticonceptivos orales que proporcionan niveles bajos de estrógeno y progesterona diariamente. Estas píldoras generalmente mantienen los niveles de estradiol en concentraciones de ~ 25 pg /ml y atenúan el aumento del estrógeno en la fase de ovulación. Esta dosis diaria de estrógeno y/o progesterona también elimina el aumento cíclico de LH y FSH. En ausencia de anticonceptivos orales, el ciclo menstrual ocurrirá desde la pubertad hasta la menopausia (cuando finaliza la menstruación), fase donde aumentan la FSH y la LH, y las concentraciones plasmáticas de estradiol y progesterona permanecen constantemente bajas. ANÁLISIS Recientemente, se ha publicado una revisión (Chidi-Ogbolu, N., & Baar, K. 2019) donde realizan un análisis exhaustivo de la literatura científica al respecto, la cuál vamos a analizar y resumir. 14 15 MÁS ALLÁ DE LA FUNCIÓN SEXUAL Más allá de su función como hormona sexual, el estrógeno tiene un papel importante en el desarrollo, maduración y envejecimiento de tejidos extragonadales como el hueso, el músculo o tejidos conectivos. Los receptores de estrógeno están presentes en todos los tejidos musculoesqueléticos, incluidos los músculos, huesos, ligamentos y tendón. Dentro de estos tejidos, se sabe que el estrógeno regula el metabolismo (Nelson y Bulun, 2001), sin embargo, todavía no está claro si estos efectos son beneficiosos o perjudiciales. Consistente con el papel del estrógeno en la regulación de la función musculoesquelética, la menopausia se caracteriza por un mayor riesgo de lesión musculoesquelética (Enns y Tiidus, 2010), pérdida de hueso, pérdida de masa muscular y resistencia anabólica (sensibilidad reducida a los estímulos anabólicos) (Bamman et al., 2003). Para contrarrestar muchos de los aspectos negativos de la menopausia, la terapia de reemplazo hormonal (TRH) se ha utilizado para reducir la pérdida de masa ósea y muscular y restablecer el equilibrio de proteínas musculares. e igualando a los niveles de las mujeres premenopáusicas, la respuesta a los estímulos anabólicos se normalizó (Hansen et al., 2012). La síntesis de proteínas miofibrilares en mujeres que usan terapia de reemplazo también aumenta en respuesta al entrenamiento de fuerza. Estos estudios resaltan la importancia del estrógeno en la determinación de la sensibilidad del músculo a la señalización anabólica. Por el contrario, los anticonceptivos orales (AO) proporcionan un nivel de estrógeno moderado, pero relativamente constante, con o sin progesterona. Teniendo en cuenta que el uso de AO altera las fluctuaciones regulares de los niveles hormonales, esta podría ser una buena herramienta para comprender cómo afecta el estrógeno a la síntesis de proteínas miofibrilares en respuesta a estímulos anabólicos. En las mujeres jóvenes, el papel del estrógeno en el anabolismo muscular aún es incierto, sin embargo, está claro que los AO con alta progesterona tienen un impacto negativo en el músculo. Por tanto, el estrógeno es claramente bene- ficioso para la masa muscular y la fuerza y además, en ausencia de estrógeno, el músculo es más propenso a las lesiones. Esto sugiere que una disminución crónica del estrógeno en la menopausia, atenúa la respuesta a los estímulos anabólicos (Hansen y Kjaer, 2014). En apoyo de esta hipótesis, cuando los niveles de estrógeno se elevaron usando una terapia de reemplazo hormonal 16 LESIONES Curiosamente, las mujeres sufren menos lesiones musculares y más roturas de ligamentos que los hombres. Estas observaciones son consistentes con una menor rigidez del tendón en las mujeres que en los hombres. Dado que la laxitud de la rodilla cambia con los niveles de estrógeno a través del ciclo menstrual (Shultz et al., 2005), se cree que el estrógeno disminuye la rigidez del tendón, lo que podría llevar a lesiones. Las rupturas de ligamento cruzado anterior (LCA) ocurren entre 2 y 8 veces más a menudo entre las atletas femeninas que entre sus homólogos masculinos. Del mismo modo, Shultz et al. (2005) encontraron que la laxitud de la rodilla aumenta en relación directa con la elevación en los niveles plasmáticos de estradiol. Cuando la concentración de estrógeno aumentó durante el ciclo menstrual, la laxitud de la rodilla también aumentó. Evolutivamente, esto tiene sentido ya que las articulaciones más laxas facilitarían un parto más fácil y saludable. Los estudios en general encuentran un mayor riesgo de lesión de LCA durante las fases preovulatoria y ovulatoria que las fases lútea o folicular del ciclo menstrual. Dado que la “relajación” de la rodilla cambia con la fase del ciclo, muchas mujeres activas desean saber si los anticonceptivos orales podrían prevenir esta “relajación” y por tanto el riesgo de lesiones. En conjunto, los estudios hasta la fecha sugieren que la laxitud del ligamento cruzado anterior cambia a lo largo del ciclo y las mujeres que usan anticonceptivas orales y que por tanto reducen los cambios en los estrógenos a lo largo del ciclo, presentan una disminución en el riesgo de rotura del ligamento cruzado anterior. Pero a nivel muscular y tendinoso, lo estrógenos parecen presentar un efecto protector. De hecho, como se mencionó anteriormente, las mujeres sufren menos lesiones musculares que los hombres. En el fútbol profesional, las mujeres sufren un 54% menos de distensiones musculares que sus contrapartes masculinas (Hägglund et al., 2009). Una disminución en la rigidez del tendón también podría dejar al tendón menos propenso a lesionarse. De hecho, las mujeres tienen un riesgo menor de sufrir una ruptura del tendón de Aquiles 17 que los hombres hasta la menopausia, después de la cual el riesgo se vuelve similar en ambos sexos (Hansen y Kjaer, 2014). El uso de anticonceptivos orales (que mantienen niveles moderados de estrógeno) se ha relacionado con un mayor riesgo de tendinopatía de Aquiles (Holmes y Johnny, 2006), lo que indica que el aumento periódico de estrógeno a niveles fisiológicamente altos, puede ser necesario para disminuir la lesión de Aquiles. ¡! APLICACIONES PRÁCTICAS En mujeres jovenes Las mujeres jóvenes que no están compitiendo en nada a nivel élite, el ciclo menstrual normal es beneficioso para la salud musculoesquelética y el rendimiento. En esta población, los beneficios del estrógeno alto en la respuesta anabólica al ejercicio, tanto en músculos como en tendones, así como la reparación muscular mejorada, significa que con el tiempo estas mujeres tendrán músculos, tendones y huesos más fuertes (si permiten el aumento periódico de estrógenos que ocurre de forma normal antes de la ovulación). ¡! En mujeres atletas competitivas Los beneficios del ciclo menstrual normal se pueden comprobar al contrastarlos y compararlos con aquellas atletas que experimentan una deficiencia energética. Con una deficiencia crónica de energía, las mujeres detienen el ciclo menstrual normal y los niveles de estrógeno bajan a niveles muy bajos, lo que da como resultado amenorrea, pérdida de masa ósea y un mayor riesgo de lesión musculoesquelética (conocido como triada del atleta femenina). Nuevamente, debido a los efectos beneficiosos sobre los músculos, tendones y huesos, las atletas competitivas deben buscar mantener su ciclo menstrual normal para maximizar su adaptación al entrenamiento: durante la temporada baja o en la fase base de su entrenamiento. Sin embargo, durante la fase específica de preparación del entrenamiento, podrían considerar tomar un anticonceptivo oral que contenga niveles bajos de progesterona. El bajo nivel de estrógeno inducido por los anticonceptivos orales, disminuiría los efectos negativos del pico de estrógenos en la fase ovulatoria sobre los tendones y los ligamentos, mientras que el trabajo de Hansen et al. (2011) mostró que solo los anticonceptivos con alta progesterona disminuyen la síntesis de proteínas musculares. De esta manera, el entrenamiento se realizaría en ausencia de anticonceptivas, teniendo por lo tanto menor rigidez del tendón e inducir respuestas anabólicas más elevadas al entrenamiento. Esto daría como resultado menos tirones musculares y un mayor costo metabólico del entrenamiento, aumentando el estímulo para la adaptación. ¡! 18 En mujeres postmenopáusicas La estrategia es menos clara. En esta población, el reemplazo hormonal mejora la masa muscular y la función al mejorar la reparación muscular y la respuesta a la alimentación y el ejercicio. La TRH también mejora la masa ósea y la función. El problema es que el uso de TRH a largo plazo se asocia con una disminución del área de la sección transversal del tendón, especialmente en población activa (Cook et al., 2007). El resultado puede ser un músculo más grande y más fuerte que tira de un pequeño tendón quebradizo, que a su vez está conectado a un hueso más rígido. Esto daría como resultado diferencias en la rigidez entre los tejidos conectados, que pueden producir concentraciones de tensión y promover lesiones. Sin embargo, no tomar TRH aceleraría la sarcopenia y la osteoporosis. Por lo tanto, hasta la fecha, los datos sugieren que la TRH es beneficiosa para la función musculoesquelética en mujeres posmenopáusicas, pero se debe tener mucho cuidado para maximizar la función del tendón. Lo que realmente faltaría para estas mujeres con menopausia, es una forma de obtener los efectos positivos del estrógeno en la reparación muscular y ósea y las respuestas anabólicas a la carga y la nutrición, sin los efectos negativos a largo plazo en el tendón. Los fitoestrógenos pueden proporcionar alguna esperanza, pero se necesita mucho más trabajo para establecer la eficacia de estos productos naturales. ¡! 19 REFERENCIAS Artículo resumido: Chidi-Ogbolu, N., & Baar, K. (2019). Effect of Estrogen on Musculoskeletal Performance and Injury Risk. Frontiers in physiology, 9, 1834. doi:10.3389/fphys.2018.01834 Nelson, L. R., & Bulun, S. E. (2001). Estrogen production and action. Journal of the American Academy of Dermatology, 45(3), S116-S124. 2.- Enns, D. L., & Tiidus, P. M. (2010). The influence of estrogen on skeletal muscle. Sports medicine, 40(1), 41-58. Bamman, M. M., Hill, V. J., Adams, G. R., Haddad, F., Wetzstein, C. J., Gower, B. A., ... & Hunter, G. R. (2003). Gender differences in resistance-training-induced myofiber hypertrophy among older adults. The Journals of Gerontology Series A: Biological Sciences and Medical Sciences, 58(2), B108-B116. Hansen, M., Miller, B. F., Holm, L., Doessing, S., Petersen, S. G., Skovgaard, D., ... & Kjaer, M. (2009). Effect of administration of oral contraceptives in vivo on collagen synthesis in tendon and muscle connective tissue in young women. Journal of Applied Physiology, 106(4), 1435-1443. Hansen, M., & Kjaer, M. (2014). Influence of sex and estrogen on musculotendinous protein turnover at rest and after exercise. Exercise and sport sciences reviews, 42(4), 183-192. Shultz, S. J., Levine, B. J., Nguyen, A. D., Kim, H., Montgomery, M. M., & Perrin, D. H. (2010). A comparison of cyclic variations in anterior knee laxity, genu recurvatum, and general joint laxity across the menstrual cycle. Journal of orthopaedic research, 28(11), 1411-1417. Shultz, S. J., Sander, T. C., Kirk, S. E., & Perrin, D. H. (2005). Sex differences in knee joint laxity change across the female menstrual cycle. The Journal of sports medicine and physical fitness, 45(4), 594. Hägglund, M., Waldén, M., & Ekstrand, J. (2009). Injuries among male and female elite football players. Scandinavian journal of medicine & science in sports, 19(6), 819-827. Holmes, G. B., & Lin, J. (2006). Etiologic factors associated with symptomatic achilles tendinopathy. Foot & ankle international, 27(11), 952-959. 20 Hansen, M., Langberg, H., Holm, L., Miller, B. F., Petersen, S. G., Doessing, S., ... & Kjær, M. (2011). Effect of administration of oral contraceptives on the synthesis and breakdown of myofibrillar proteins in young women. Scandinavian journal of medicine & science in sports, 21(1), 62-72. Cook, J. L., Bass, S. L., & Black, J. E. (2007). Hormone therapy is associated with smaller Achilles tendon diameter in active post‐menopausal women. Scandinavian journal of medicine & science in sports, 17(2), 128-132. 21 INGESTA DE CARBOHIDRATOS EN DEPORTES DE FUERZA CARBOHIDRATOS Y RENDIMIENTO DEPORTIVO A principio de los años 70 trabajos clásicos como el de Bergström y colaboradores (Bergström, Hermansen, Hultman, & Saltin, 1967) o Karlsson y colaboradores (Karlsson & Saltin, 1971) demostraron que los niveles de glucógeno (forma en la que el cuerpo almacena los carbohidratos) iniciales determinaban el rendimiento en deportes de resistencia. La principal razón es que las reservas de glucógeno en el hígado y el músculo son limitadas (80-100g y 300-400g, respectivamente) (Coyle, Coggan, Hemmert, & Ivy, 1986) y, por tanto, dependen de la cantidad de carbohidratos en la dieta y del volumen de entrenamiento. Es decir, que para mantener un rendimiento adecuado durante un esfuerzo prolongado se necesita reponer los niveles de glucógeno almacenado ya que éstos son limitados. Por el contrario, las reservas de grasas aportan energía para mucho más tiempo, pero no es un sustrato que permita hacer ejercicio a alta intensidad. Décadas después existe un consenso sobre la necesidad de tener unas reservas adecuadas de glucógeno para un correcto rendimiento deportivo (Kerksick et al., 2017). POR MAELÁN FONTES No obstante, la mayoría de estudios se han centrado en las necesidades de carbohidratos en deportes de resistencia, y concretamente en hombres (Kerksick et al., 2017). Además, el índice de oxidación de carbohidratos y grasas es distinto en hombres que en mujeres (Riddell et al., 2003). CARBOHIDRATOS Y DEPORTES DE FUERZA En cuanto a los deportes de fuerza (tanto con el objetivo de fuerza como de hipertrofia), existe menos investigación, más controversia y, por tanto, menos consenso acerca de las cantidades, timing o tipo de carbohidratos que son óptimas. Utilizar las recomendaciones de deportes de resistencia para extrapolarlas a los deportes de fuerza es un error debido a las diferencias en las necesidades energéticas y las respuestas moleculares de ambos tipos de deporte (Escobar, VanDusseldorp, & Kerksick, 2016). Debido al menor volumen de los deportes de fuerza, en principio la necesidad de carbohidratos es también menor y se debería centrar la atención en la ingesta de carbohidratos en los días previos a una competición (Kerksick et al., 2017). 22 De hecho, una revisión de Escobar y colaboradores (Escobar et al., 2016) cuestiona las recomendaciones habituales en los deportes de fuerza que son de 3-7g/ kg/d. Estas recomendaciones tienen el objetivo, teóricamente, de evitar la depleción de glucógeno y así mejorar el rendimiento y las adaptaciones al entrenamiento (Cholewa, Newmire, & Zanchi, 2018; Slater & Phillips, 2011). Sin embargo, investigaciones recientes y nuevos descubrimientos de biología molecular, sugieren que esas cantidades de carbohidratos aconsejados no son necesarias (Escobar et al., 2016). De hecho, algunos estudios indican que una ingesta de carbohidratos por debajo de lo recomendado no afecta al rendimiento de fuerza (Sawyer et al., 2013) ni a las respuestas celulares que dan lugar a la síntesis de proteínas musculares (Camera et al., 2012). Además, hay una corriente que defiende el uso de dietas restringidas, o incluso cetogénicas (menos de 20g de carbohidratos al día), para mejorar el rendimiento deportivo, sobre todo en deportes de fuerza (Volek, Noakes, & Phinney, 2015). RECOMENDACIONES DEPORTE Resistencia (1h/día) RECOMENDACIONES CARBOHIDRATOS 5-7g/kg/día Resistencia (1-3h/día) 6-10g/kg/día Resistencia (>4-5h/día) 8-12g/kg/día Fuerza 4-7g/kg/día Tabla 1. Carbohidratos para deportes de resistencia y fuerza. (American College of Sports Medicine). Por lo tanto, no solo no hay consenso en cuanto a las cantidades adecuadas, sino que hay corrientes con ideas polarizadas donde unos son anti carbohidratos y otros están a favor de una dieta alta en carbohidratos. Así que el debate está servido. DEPORTES DE FUERZA Y DEPLECIÓN/REPLECIÓN DE GLUCÓGENO Una sesión intensa de fuerza puede producir una bajada de glucógeno de 25-40% (Robergs et al., 1991), lo que sugiere que se debería aportar una cantidad adecuada de carbohidratos durante periodos de entrenamientos continuos. Los mismos autores (Robergs et al., 1991) midieron el glucógeno en 8 sujetos antes, justo después y 2 horas después de 6 series de 6 repeticiones de extensión de cuádriceps al 70% del 1RM. Los sujetos no comieron durante las 2 horas posteriores y lo que observaron fue que justo después de entrenar los niveles de glucógeno estaban en un 61% respecto al inicio y a las dos horas estaban en un 79%. Este experimento indica que incluso sin comer las reservas de glucógeno se pueden reponer si hay suficiente tiempo. Además, en el mismo estudio Robergs y colaboradores observaron que si el volumen es igual no hay diferencias en la depleción de glucógeno entre diferentes intensidades de trabajo siempre y cuando las series se realicen cerca del fallo muscular. 23 ESTUDIOS CON RESTRICCIÓN DE CARBOHIDRATOS Y DEPORTES DE FUERZA O HIPERTROFIA Los efectos de diferentes protocolos de entrenamiento sobre las reservas de glucógeno son interesantes, pero lo que realmente nos interesa es el efecto de la ingesta de carbohidratos en el rendimiento. Algunos estudios han demostrado que una ingesta de carbohidratos por debajo de esas recomendaciones mencionadas no reducen el rendimiento en deportes de fuerza o la hipertrofia muscular (Escobar et al., 2016), incluso con una dieta cetogénica (muy baja en carbohidratos) durante 30 días (Paoli et al., 2012). Además, dos revisiones del tema apuntan en la misma dirección, donde una concluye que no es necesario una ingesta tan alta (4-7g/kg/d) de carbohidratos (Escobar et al., 2016) y la otra concluye que hay resultados dispares entre los estudios, aunque con algunas recomendaciones interesantes dependiendo del objetivo (Cholewa et al., 2018), como veremos luego. Si se hicieran dos sesiones de mucho volumen para el mismo grupo muscular con un tiempo entre una y otra de menos de 24 horas sí podría haber problemas. Pero habitualmente las sesiones de fuerza dejan 2-3 días de recuperación para el mismo grupo muscular lo que sería suficiente para repletar las reservas de glucógeno con una dieta moderada en carbohidratos. Con moderada me refiero a unos 130g que en una persona de 75kg que son unos 1,7g/kg/d. 24 DIFERENCIAS ENTRE ENTRENAMIENTO CON OBJETIVO DE GANAR FUERZA O HIPERTROFIA MUSCULAR Algunos estudios como el de Robergs y colaboradores. (Robergs et al., 1991) indican que el volumen de entrenamiento es el factor más importante en cuanto al gasto de energía y carbohidratos, siempre y cuando se comparen series cercanas al fallo muscular. De manera que 6 series de 6 repeticiones al 70%1RM y 6 series de 12 repeticiones al 35%1RM producen aproximadamente la misma depleción de glucógeno (30%). En este sentido podemos dividir a los entrenamientos de fuerza en dos grandes grupos: los destinados a ganar fuerza y los destinados a la hipertrofia, de manera que la gran diferencia entre ellos es el volumen de trabajo. La variable más importante para la hipertrofia es el volumen de trabajo y menos para el entrenamiento de fuerza. En conclusión, podemos decir que el entrenamiento dirigido a la hipertrofia muscular puede necesitar mayor cantidad de carbohidratos que el destinado a la fuerza. Por otro lado, de manera interesante, algunos estudios muestran que aumentar la glucosa en sangre, mediante la ingesta de carbohidratos, previo a un trabajo de hipertrofia mejora el rendimiento (Oliver et al., 2016; Wax, Kavazis, & Brown, 2013).. Por lo tanto, aunque en general no es ne- cesario una ingesta alta de carbohidratos para entrenamiento de fuerza o hipertrofia, algunas estrategias parecen mejorar el rendimiento, pero se necesitan más estudios para corroborar esos hallazgos. Como hemos visto, aunque la depleción de glucógeno parece no afectar al rendimiento en una programación de fuerza o hipertrofia, algunos estudios con limitaciones sugieren que ingerir una cantidad de 4-7g/kg/d de carbohidratos 1-3 días previos pueden aumentar el rendimiento en una competición de powerlifting o CrossFit (Cholewa et al., 2018; Slater & Phillips, 2011). 25 CARBOHIDRATOS, INSULINA Y SÍNTESIS DE PROTEÍNAS MUSCULARES Se suele abogar por el consumo elevado de carbohidratos para ganar masa muscular o fuerza porque en estudios in vitro (en células en una probeta en un laboratorio) se ha visto que la insulina estimula la síntesis de proteínas al aumentar el complejo de proteínas mTORC1 (grandes responsables de la síntesis de proteínas musculares), pero sobre todo al disminuir la degradación de proteínas (Cholewa et al., 2018; Fujita, Rasmussen, Cadenas, Grady, & Volpi, 2006). Sin embargo, un meta-análisis (resumen de muchos estudios sobre un tema) de Abdulla y colaboradores (Abdulla, Smith, Atherton, & Idris, 2016) no observó un efecto aislado de la insulina si la ingesta de proteínas es adecuado (25g por comida). Es decir, que añadir carbohidratos a una comida rica en proteínas no aporta un efecto extra en la síntesis de proteínas musculares. Como se mencionó antes, el complejo de proteínas llamadas mTORC1 juegan un papel importante en la producción de proteínas para la hipertrofia muscular, tanto que una de las principales razones por las que se toma suero de leche es porque se sabe que estimula mTORC1. Este complejo de proteínas tiene su «enemigo» si quieren llamarlo así, se llama AMPK, cuya actividad aumenta si los niveles de glucógeno son bajos (Hawley, Burke, Phillips, & Spriet, 2011). Estos hechos han dado lugar a muchas investigaciones para ver si es cierto. Sin embargo, varios trabajos como el de Creer y colaboradores (Creer et al., 2005) muestran que diferencias en los niveles previos de glucógeno no afectan a la actividad de mTORC1. Figura 1. Estímulos que facilitan la activación de mTORC1 y factores que la inhiben 26 RESUMEN Se ha demostrado que la fuerza máxima, el volumen de entrenamiento y la hipertrofia se mantienen incluso con varios días de ingesta baja de carbohidratos o incluso una dieta cetogénica. No solo eso, sino que la señalización dentro de la célula y la síntesis de proteínas parece que no se altera. Por otro lado, la insulina por sí sola no es suficiente para aumentar la producción de proteínas si la ingesta de proteínas no es adecuada. ¿Por qué no es necesario ingerir tantos carbohidratos en deportes de fuerza o hipertrofia? Por último, en general existe resultados contradictorios en muchos estudios, lo que indica que es necesario realizar más estudios para obtener más información. Así que debemos tomar con cautela los resultados de estos estudios. Las razones que pueden explicar estos hallazgos son: 1El ejercicio de fuerza no tiene suficiente volumen como para vaciar las reservas de glucógeno 2El glucógeno se puede reponer lenta- mente incluso con una ingesta muy baja de carbohidratos LIMITACIONES La primera es que no todos los estudios igualaban la ingesta de energía total o de proteínas. En segundo lugar, en la mayoría de estudios no se daba la comida a los participantes y se hizo una estimación mediante registros de alimentos, que pueden tener errores. En tercer lugar, el número tan reducido de participantes hace que sea imposible extrapolar esos resultados a toda la población. 27 ¡! APLICACIÓN PRÁCTICA El entrenamiento destinado a ganar fuerza o hipertrofia muscular no produce un vaciamiento relevante de las reservas de glucógeno, al menos si lo comparamos con actividades de resistencia. Una disponibilidad baja de glucógeno no afecta negativamente a un programa de fuerza si es bajo en volumen (<8 series) y duración (<45 minutos), y la intensidad es alta (>85%1RM). Un periodo de restricción de carbohidratos seguido de un aumento en su consumo (4-7g/kg/d) puede mejorar el rendimiento agudo en una competición de fuerza (1RM en una competición de powerlifting) o de Crossfit. Por otro lado, aumentar la glucosa en sangre mediante el consumo de carbohidratos pre entrenamiento puede aumentar el rendimiento en sesiones largas (>50 minutos) si el volumen es medio-alto (>10 series) y la intensidad moderada (50-75%1RM). RECOMENDACIONES TIPO DE ACTIVIDAD RECOMENDACIONES CARBOHIDRATOS Fuerza (volumen <8 series, <45min duración e intensidad >85%1RM) <4g/kg/día Hipertrofia (volumen >10 series, >50min duración e intensidad 5075%1RM) Ingesta aguda de carbohidratos pre-entrenamiento 1-1,2g/kg Fuerza/Crossfit (días previos a una competición) 4-7g/kg/día Tabla 2. Carbohidratos para deportes de resistencia y fuerza. (American College of Sports Medicine). ¡! 28 En general (exceptuando competición), una ingesta de 3-4g/kg/día de carbohidratos es suficiente para poder entrenar y rendir adecuadamente. En una persona de 70kg estamos hablando de 210-280g de carbohidratos al día, una cantidad fácil de conseguir. En la siguiente tabla podemos ver la cantidad de carbohidratos por cada 100g de alimento: ALIMENTO (100g) CARBOHIDRATOS (GRAMOS) Avena 66 Plátano 21 Papas al horno 23 Pan 47 Arroz integral hervido 25 Pasta hervida 22 Pera 11 Tabla 3. Concentración de carbohidratos en algunos alimentos 29 REFERENCIAS Abdulla, H., Smith, K., Atherton, P. J., & Idris, I. (2016). Role of insulin in the regulation of human skeletal muscle protein synthesis and breakdown: a systematic review and meta-analysis. Diabetologia, 59(1), 44–55. Bergström, J., Hermansen, L., Hultman, E., & Saltin, B. (1967). Diet, muscle glycogen and physical performance. 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Effects of supplemental carbohydrate ingestion during superimposed electromyostimulation exercise in elite weightlifters. Journal of strength and conditioning research / National Strength & Conditioning Association, 27(11), 3084–3090. 31 A ¿AFECTA EL DESAYUNO A LA PÉRDIDA DE PESO? ESTUDIO: El impacto del desayuno en el peso corporal. A POR SERGIO ESPINAR día de hoy, el desayuno es considerada la comida estrella del día, llegando a atribuírsele diferentes beneficios sobre la salud como la mejora del rendimiento cognitivo, el control del peso corporal o incluso reducir el riesgo de diabetes (1-4), no obstante, en los últimos años se ha observado cómo la corriente del ayuno intermitente ha ganado cada vez más adeptos, lo cual ha hecho que se plantee si realmente el desayuno es tan importante para nosotros o si por el contrario, es una comida más en nuestra alimentación diaria. Aunque numerosos meta análisis han observado que el número de comidas no afecta a la composición corporal (5,6), si que se han propuesto nuevas hipótesis para validar la importancia del desayuno en la pérdida de peso corporal. Entre ellas, destacamos las siguientes 4: 1. Hipótesis del sueño Esta hipótesis se basa en la idea de que la falta de ingesta de nutrientes durante nuestras horas de sueño aumenta la degradación protéica, lo cual se traduciría como un mayor riesgo de perder masa muscular si no realizamos un aporte protéico al despertarnos 2. Hipótesis del gasto calórico En este caso, la defensa del desayuno se basa en la idea de que al estar tantas horas sin consumir alimentos, nuestro cuerpo detecta la falta de nutrientes y pone a a nuestro organismo en “metabolismo ahorro”, reduciendo la cantidad de calorías que gastamos durante el día 3. Hipótesis del estrés Basándonos en la idea de que al despertarnos nuestros niveles de cortisol (conocida como hormona del estrés) se encuentran elevados, siendo necesario el aporte de alimentos para reducirla a niveles basales 32 Desgraciadamente, ninguna de las tres hipótesis tiene suficiente evidencia para apoyar la idea de la necesidad de desayunar (7-9), lo cual podría reflejar que los beneficios del desayuno obtenidos en algunos estudios puedan deberse a otros factores como mejores hábitos de alimentación (ejemplo: las personas que desayunan tienen mejor organización en las comidas) y no por el desayuno en si (10-12). Para conocer si realmente el desayuno es tan importante, recurrimos a este meta-análisis publicado esta semana sobre el impacto del desayuno en el peso corporal (13). OBJETIVO El objetivo de este meta-análisis fue examinar la evidencia de los ensayos clínicos controlados aleatorios sobre el efecto del consumo regular del desayuno y su relación con en el cambio de peso (pérdida o aumento de peso) y su impacto sobre la ingesta diaria de calorías. 33 MÉTODOS Para ello, hicieron una búsqueda de todos los estudios en inglés sobre el desayuno publicados entre el año 1990 y 2018, descartando aquellos estudios que no fuesen aleatroizados, no hicieran un seguimiento del peso y de la ingesta calórica de los sujetos, o fueran en poblaciones que pudiesen alterar el resultado por su contexto, como pueden ser el caso de niños, adolescentes, personas con trastornos de la conducta alimentaria, sobrepeso/obesidad o diabéticas. Finalmente, de los 604 artículos iniciales, solo 13 estudios cumplían el requisito de inclusión. 34 RESULTADOS De acuerdo a los estudios obtenidos, se observó que a las personas que se les aportaba un desayuno, consumían (de media) 259,79 calorías más al día que aquellas personas que estaban en el grupo de ayuno intermitente. En otras palabras, se pudo apreciar que la idea de que las personas que se saltan el desayuno tienen más hambre y consumen más calorías durante el día es errónea y que incluso, podría facilitar la pérdida de peso gracias a una mayor facilidad para conseguir el déficit calórico. Figura 1. Diferencias en la ingesta calórica (Kcal/día) entre las personas que consumían desayuno o personas que se saltaban dicha comida Tal como podemos ver en la figura superior, la mayoría de estudios muestran que las personas que desayunan no tienen menos apetito durante el día, llegando incluso a consumir más calorías en total. En lo que al peso corporal se refiere, los resultados volvieron a mostrar una vez más que el desayuno no tiene un impacto positivo sobre la pérdida de peso corporal, tal como muestra la siguiente figura. 35 Figura 2. Impacto del desayuno sobre el peso corporal. No hubo diferencia de peso entre saltarse el desayuno o realizar dicha comida ¡! INTERPRETACIÓN Y CONCLUSIONES Como hemos podido apreciar, la mayoría de estudios que muestran beneficios en el consumo de desayuno son estudios observacionales, en los que se sacan conclusiones observando el comportamiento de las personas y sin hacer ningún tipo de intervención. Teniendo en cuenta que las personas que desayunan suelen tener mejores hábitos de alimentación y mejor status socioeconómico, es de esperar que la tendencia sea que estas personas consigan mejor salud que aquellas personas que no realizan dicha comida. Sin embargo, cuando observamos los resultados estudios aleatorizados, en los que se reduce el riesgo de sesgo, podemos ver que el saltarse el desayuno no se relaciona con un aumento del peso corporal ni mayor riesgo de obesidad, llegando incluso a ser una posible estrategia para controlar la ingesta calórica. No obstante, de igual manera que el desayuno podría ser una comida más, podemos también afirmar que los beneficios otorgados al ayuno intermitente (en lo que al peso corporal concierne), puedan deberse a una mayor facilidad para conseguir el déficit calórico y no a una ventaja metabólica como algunos divulgadores han propuesto. 36 Teniendo en cuenta que el factor de adherencia es uno de los factores más importantes en lo que a control del peso se refiere, podemos concluir que la inclusión del desayuno en la planificación nutricional debe ser una decisión individualizada. Aún así, existen contextos en los que el desayuno puede ser de interés, como podría ser el caso de dietas con un elevado aporte calórico, día de competición o incluso deportistas con buena tolerancia gastrointestinal que se enfrentan a entrenamientos de alta intensidad y larga duración, debido a que los niveles de glucógeno hepático se encontrarían a niveles subóptimos por el descenso durante la noche. En resumen, los últimos datos evidencian que las recomendaciones sobre el desayuno emitidas por diversos organismos de salud necesitan actualizarse, lo que mejoraría la calidad de la alimentación de la población al mejorar la adherencia. ¡! 37 REFERENCIA PRINCIPAL Sievert, K., Hussain, S. M., Page, M. J., Wang, Y., Hughes, H. J., Malek, M., & Cicuttini, F. M. (2019). Effect of breakfast on weight and energy intake: systematic review and meta-analysis of randomised controlled trials. BMJ, 364. 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