© Mario Martín Merino, 2017 La Escuela Martinista de los Filósofos Desconocidos Símbolo de la Orden Martinista Esta orden secreta, de tendencia paramasónica, fue fundada en la ciudad francesa de Burdeos en 1754 por el teósofo Martínez de Pasqually bajo el nombre de Élus Cohen. Su obra fue continuada por el marqués Louis Claude de Saint-Martin, que firmaba sus escritos bajo el sobrenombre de “El Filósofo Desconocido”. Tanto Pasqually como el Marqués de Saint-Martin habían militado en la Orden Rosacruz, pero debido a diferencias con los preceptos rosicrucianos, tomaron la decisión de escindirse y crear su propia orden esotérica, la cual fue organizada en logias. Pese a que no se conocen muchos detalles sobre la vida de Pasqually, se sabe que nació en 1727 en Grenoble y acabó sus días en Haití, en donde murió en 1779. Respecto a sus actividades, poco se sabe hasta 1760, debido posiblemente a los múltiples nombres que adoptó a lo largo de su vida. Su logro más destacado fue la fundación de la Élus Cohen, antecedente de los que serán conocidos posteriormente como Martinistas, en donde militaran masones de alto grado, entre los cuales destacaba el Marqués de Saint-Martin. © Mario Martín Merino, 2017 En lo que respecta a Saint-Martin, éste nació en la localidad de Amboise en 1743 en el seno de una familia nobiliaria, y dedicó gran parte de su tiempo al estudio de la mística judeo-cristiana. Cursó estudios de Derecho y sirvió como subteniente en el regimiento de Foix, acantonado en Burdeos, en donde pudo proseguir con sus estudios esotéricos. Gracias a la intermediación de un compañero de armas, conoció a Pasqually, que le introdujo en la Élus Cohen como miembro de pleno derecho en 1765, desempeñando el cargo de secretario general. Tras la muerte de Pasqually, la Elús Cohen entro en decadencia, y junto a algunos miembros de la misma, como Jean-Baptiste Willermoz, Saint-Martin decidió fundar en Lyon entre 1773 y 1774 el Rito Escocés Rectificado. En 1775 escribió su primera obra, titulada De los errores y de la verdad, en donde se puede apreciar la fuerte influencia del místico y teósofo protestante del siglo XVII Jakob Böhme, a quien Saint-Martin consideraba uno de sus maestros más importantes. Saint-Martin murió en Aulay en 1803. © Mario Martín Merino, 2017 El sistema de pensamiento filosófico de los Martinistas estaba profundamente basado en la gnosis cristiana, lo cual se refleja claramente en la obra de Pasqually titulada Tratado de la reintegración de los seres a sus originales virtudes, poderes y cualidades, escrita entre 1770 y 1772. En líneas generales, la doctrina de Pasqually es muy similar a la mayoría de pensadores ilustrados de la época. De acuerdo con su pensamiento, Pasqually creía que el ser humano nacía en un estado de gracia divina que se perdía a lo largo de su existencia, y el único modo de recuperarla era mediante el sacrificio constante. En sus escritos hace referencia al mito del Paraíso Perdido, y concebía el mundo como un exilio en donde el ser humano estaba privado de gran parte de sus capacidades, pero no obstante, era posible alcanzar el máximo potencial siguiendo una serie de enseñanzas. Saint-Martin dio a las teorías de Pasqually un enfoque más contemplativo y espiritual, proponiendo como modo de alcanzar la iluminación lo que denominó como “El Camino Interno”. A lo largo del siglo XIX se mantuvo el interés por los escritos de Saint-Martin, y en 1891 los Martinistas fueron refundados por el médico y ocultista francés de origen español Gérard Encausse (conocido en círculos esotéricos como Papus) y por el historiador y publicista Augustin Chaiboseau. Tras la Primera Guerra Mundial, los Martinistas prácticamente dejaron de existir, aunque resurgirán en 1931 bajo dirección de Chaiboseau con la denominación de Orden Martinista Tradicional, que pasará a integrarse en la Antigua y Mística Orden de la Rosacruz (AMORC), permaneciendo actualmente en activo. Gérard Encausse “Papus” © Mario Martín Merino, 2017 Los Martinistas admiten entre sus filas a miembros de ambos sexos sin importar su nacionalidad o creencias, integrados en logias o “heptadas” pero sin imponer ninguna doctrina concreta, permitiendo completa libertad de acción a sus integrantes. En lo que se refiere a su estructura interna, están organizados en tres grados, siendo de mayor a menor importancia los siguientes: Asociado, Iniciado y Superior Desconocido. De acuerdo con los estatutos de la orden, para ser miembro se requiere ser mayor de 21 años de edad, ser libre, honrado, de moral intachable y cumplidor de las leyes de su país de residencia, así como no ser ateo y respetuoso con cualquier otro credo, además de considerar al resto del género humano como sus hermanos, a los que debe prestar auxilio siempre que estos lo necesiten. Bibliografía Dachez, R. (2007) “Martinist Orders and Freemasonry in France since the time of Papus”, en: The Canonbury Papers. Volume 5: Knowledge Of The Heart: Gnostic Movements and Secret Traditions, London: The Canonbury Masonic Research Centre De Biasi, J.L. (2011) El Martinismo, Madrid: Ed. Dilema Saint-Martin, L.C. (trad. E. Burton Penny, 1864) Man: His True Nature & Ministry, London VV.AA. (2011) The Light of Martinism ; Supreme Grand Lodge of the Ancient & Mystical Order Rosae Crucis Inc.; Grand Lodge of the English Language Jurisdiction , AMORC