Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. Universidad Libre Cali Medicina Guía Electrocardiograma (EKG) Hospital Simulado Objetivo: Generar en el estudiante conceptos básicos para adquirir y analizar la señal del electrocardiograma (ECG o EKG), Utilizando un monitor de registro electrocardiográfico. Identificar diferentes anormalidades electrocardiográficas generados por la inadecuada conducción eléctrica del corazón. Equipo y Materiales: Sala de simulación (Hospital simulado) Monitor de trazado electrocardiográfico Equipo Hall Table de control Electrocardiógrafo Cables Electrodos Camilla hospitalaria Alcohol Conceptos Básicos: Arritmias cardíacas Se denomina arritmia cardíaca a cualquier trastorno del ritmo cardíaco (concepto en el que se incluyen la frecuencia de los latidos cardíacos y la regularidad de su cadencia) resultante de una alteración de la formación de los impulsos eléctricos (automatismo cardíaco) o de la conducción de estos a través del corazón. En la práctica clínica, las arritmias cardíacas se identifican mediante el ECG . La presencia de una arritmia no indica necesariamente que exista una patología cardíaca subyacente, ya que algunas son frecuentes en sujetos sanos (p. ej., latidos prematuros aislados) e incluso constituyen la expresión de mecanismos fisiológicos, como la taquicardia o bradicardia sinusal por activación del sistema nervioso simpático (ejercicio físico o emociones) o parasimpático (sueño), respectivamente. Entre las diversas enfermedades cardíacas asociadas con arritmia, son ejemplos destacados la isquemia miocárdica, las miocardiopatías y las valvulopatías. Ciertas arritmias cardíacas tienen una base genética (p. ej., la displasia arritmogénica de ventrículo derecho o el síndrome de Brugada, ambos causantes de arritmias ventriculares graves). También provocan arritmias cardíacas algunas patologías sistémicas (p. ej., asociación de hipertiroidismo Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. con fibrilación auricular), cualquier situación causante de hipoxia, sobre todo hipoxémica, trastornos metabólicos (patología del equilibrio acidobásico y del metabolismo del calcio o del potasio), o bien la acción de ciertos medicamentos (p. ej., digital) y tóxicos (p. ej., alcohol, cocaína). Clasificación No hay una clasificación totalmente satisfactoria de las arritmias cardíacas. Teniendo en cuenta su forma de presentación, en la práctica clínica pueden diferenciarse dos grandes grupos: Arritmias hiperactivas o taquiarritmias: son aquellas en las que existe un aumento de la actividad eléctrica del corazón, lo que determina un aumento más o menos persistente de la frecuencia cardíaca. Arritmias hipoactivas o bradiarritmias: en ellas subyace un descenso de la actividad eléctrica del corazón, asociado generalmente con un enlentecimiento de la frecuencia cardíaca. Como se sintetiza en la figura 1, combinando mecanismo y clasificación generales de las arritmias cardíacas, el aumento o el descenso del automatismo del nódulo sinusal determina arritmias hiperactivas o hipoactivas, respectivamente, mientras que el foco ectópico y los pospotenciales originan arritmias hiperactivas. El enlentecimiento de la conducción causa arritmias hipoactivas, mientras que la conducción acelerada y, sobre todo, el fenómeno de reentrada originan arritmias hiperactivas. Figura 1 Clasificación y mecanismos generales de las arritmias cardíacas. Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. Arritmias hiperactivas Taquicardia sinusal: Se produce como consecuencia de un aumento del automatismo propio del nódulo sinusal, que induce una cadencia de generación de impulsos y una frecuencia cardíaca superior a 100 latidos/min; en el ECG, el único dato anormal es una menor distancia entre la onda T de un ciclo cardíaco y la onda P del ciclo siguiente. Extrasistolia Las extrasístoles figura 2 son contracciones suplementarias del corazón que se presentan antes de que tenga lugar la contracción normal, de ahí que también reciban la denominación de latidos prematuros. Cada extrasístole es la consecuencia del impulso eléctrico generado en un foco ectópico o, más a menudo, proveniente de un foco de reentrada. En el ECG, las extrasístoles se anticipan a la secuencia P-QRS-T, propia del ritmo sinusal, y se siguen de una pausa denominada compensatoria. Figura 2. Extrasistolia Las características de las extrasístoles dependen del lugar donde ha surgido el impulso anormal. Las extrasístoles supraventriculares pueden generarse en la aurícula o en la unión auriculoventricular: • Extrasístole auricular: se manifiesta por una onda P prematura seguida de un complejo QRS de características normales. La morfología de la onda P extrasistólica (no sinusal) difiere de la onda P Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. sinusal, pero sigue siendo positiva, ya que el vector de despolarización de las aurículas se dirige en el sentido descendente normal. • Extrasístole de la unión auriculoventricular: también se sigue de un complejo QRS de morfología normal porque el ventrículo se despolariza por las vías normales. La onda P producida por el impulso prematuro es negativa, dado que el vector de despolarización de las aurículas se dirige hacia arriba (se aleja del electrodo explorador). Puede inscribirse en el ECG antes o después del complejo QRS correspondiente (onda P anterógrada o retrógrada, respectivamente), dependiendo de que el impulso prematuro llegue primero a las aurículas o a los ventrículos; la onda P extrasistólica no se detecta en el ECG cuando coinciden la despolarización auricular y la ventricular, al quedar enmascarada por el complejo QRS. Figura 2. Las extrasístoles ventriculares se originan en la pared ventricular y se reconocen en el ECG porque el complejo QRS prematuro es ancho, sin estar precedido de onda P. El ensanchamiento del complejo QRS se debe a que el impulso extrasistólico generado en un ventrículo debe pasar al otro a través del miocardio contráctil, un tejido que conduce lentamente. No se ve onda P porque queda enmascarada por el complejo QRS ancho. Se denominan extrasístoles monotópicas las que tienen características morfológicas idénticas (extrasístoles monomórficas) porque surgen siempre de un mismo foco, mientras que las extrasístoles politópicas tienen una morfología variable (extrasístoles polimórficas) por originarse en distintos focos auriculares o ventriculares. Asimismo, es posible que las extrasístoles se combinen regularmente con los latidos sinusales: recibe la denominación de bigeminismo la alternancia de un latido sinusal y una extrasístole; trigeminismo, la sucesión de dos latidos sinusales con una extrasístole, etc. Por último, la pausa compensatoria puede ser incompleta o completa. Pausa compensatoria incompleta significa que el intervalo entre la onda P sinusal del latido normal que precede a la extrasístole y la onda P del latido normal que la sigue es inferior al doble de un ciclo sinusal normal; ello es debido a que la extrasístole despolariza el nódulo sinusal (hecho habitual en las extrasístoles supraventriculares), y este, al tener que reajustar su automatismo, origina inmediatamente una nueva onda P, antes de lo que le correspondería de acuerdo con el ritmo sinusal de base. En la pausa compensatoria completa, el latido adelantado no despolariza el nódulo sinusal (es el caso en las extrasístoles ventriculares), que sigue su ritmo automático normal, y el intervalo entre la onda P sinusal del latido normal que precede a la extrasístole y la onda P del latido normal que la sigue es el doble de un ciclo normal del ritmo sinusal. Taquicardia supraventricular y ventricular. Figura 3. Generalmente, ambos tipos de taquicardia se instauran de forma brusca, como consecuencia de la actividad persistente de un foco ectópico o por un fenómeno de reentrada repetitivo, con una frecuencia de emisión de impulsos en ambos casos de entre 120 y 250 latidos/min. En otras palabras: estas taquicardias pueden considerarse como una sucesión rápida y regular de extrasístoles supraventriculares o ventriculares. Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. Figura 3. Taquicardia, flúter y fibrilación. En la taquicardia supraventricular, las puntas de flecha señalan ondas P negativas retrógradas. En la taquicardia ventricular, las puntas de flecha señalan ondas P sinusales (disociación auriculoventricular) Siguiendo el mismo razonamiento empleado en la extrasistolia supraventricular, en la taquicardia supraventricular la onda P no sinusal puede ser positiva o negativa y, a su vez, la onda P negativa puede ser anterógrada, retrógrada o no visible en el ECG por quedar escondida al superponerse el complejo QRS. Es característica del síndrome de Wolff-Parkinson-White la taquicardia supraventricular secundaria a preexcitación ventricular por macrorreentrada a través del haz de Kent, los impulsos conducidos al ventrículo por vía normal acceden a la aurícula de forma retrógrada, a través de la vía accesoria; desde la aurícula se propagan otra vez al ventrículo por la vía normal, reingresando de nuevo en la aurícula, y así sucesivamente. En la taquicardia ventricular, los complejos QRS son anchos por la razón expuesta al referirse a la extrasistolia ventricular. Generalmente, los impulsos anómalos ventriculares no atraviesan el nódulo auriculoventricular, por lo que las aurículas siguen despolarizándose a partir del nódulo sinusal con un ritmo propio, independiente del ritmo ventricular, y una frecuencia inferior a la de este; se establece así lo que se denomina disociación auriculoventricular, identificable en el ECG por la existencia de ondas P sinusales intercaladas entre los complejos QRS anchos. Si el impulso sinusal encuentra al nódulo auriculoventricular fuera de período refractario, es posible que consiga activar al ventrículo, lo que se traduce por un latido de captura, llamado así porque es el resultado de la captura por parte del ventrículo del impulso de origen sinusal; se reconoce en el Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. ECG por ser un complejo QRS normal inscrito en medio de la secuencia de complejos QRS anchos propios de la arritmia. La taquicardia ventricular puede ser monomórfica, lo que significa que todos los complejos QRS que la forman son iguales, o polimórfica, en la cual los complejos QRS cambian continuamente de morfología. La taquicardia ventricular polimórfica más característica es denominada torsade de pointes, constituida por complejos QRS cuyo eje cambia de dirección alrededor de la línea de base del trazado electrocardiográfico (como si se torcieran alrededor del eje basal del ECG, de ahí la denominación de esta arritmia cardíaca), generada por pospotenciales y asociada con un alargamiento del intervalo QT. Flúter o aleteo El flúter auricular se origina en un único foco, de reentrada o ectópico, localizado en la aurícula, que genera impulsos de forma regular y repetitiva a una frecuencia aproximada de 300 latidos auriculares por minuto. Se manifiesta en el ECG por una rápida sucesión de ondas de activación auricular, denominadas ondas F (inicial de flúter), con una morfología «en dientes de sierra» (rama ascendente casi vertical y descendente más oblicua). Debido al enlentecimiento fisiológico de la conducción auriculoventricular, no todos los impulsos auriculares acceden al ventrículo, y es habitual la conducción 2:1, lo que significa que de cada dos impulsos auriculares solo uno accede a los ventrículos, de forma que la frecuencia ventricular (y la cardíaca) es de 150 latidos/min. Cuando la conducción auriculoventricular se enlentece más, el ritmo ventricular alcanza, por ejemplo, una frecuencia de 100 o 75 latidos/min, lo que corresponde a una conducción 3:1 o 4:1, respectivamente. En el flúter ventricular, el foco ectópico o de reentrada se localiza en el ventrículo, donde descarga impulsos regulares a una frecuencia superior a 250 latidos/min; se identifica por un típico trazado electrocardiográfico de aspecto sinusoidal. Fibrilación La fibrilación auricular es una de las arritmias cardíacas más frecuentes en la práctica clínica. Se produce porque el automatismo del nódulo sinusal está continuamente reemplazado por la actividad de múltiples focos auriculares ectópicos o de reentrada que actúan al mismo tiempo emitiendo impulsos a una frecuencia diferente cada uno de ellos (es decir, existe una generación no sincronizada de los impulsos) y con vectores de despolarización auricular que se propagan en distintas direcciones. Cada impulso solamente consigue despolarizar una porción limitada del miocardio auricular, lo que genera una pequeña onda de morfología variable denominada «f» (de fibrilación), a veces apenas perceptible en el trazado electrocardiográfico. El conjunto de todas las ondas f se manifiesta en el ECG por oscilaciones de la línea isoeléctrica, en sustitución de la onda P, a una frecuencia mayor de 400 latidos/min. El nódulo auriculoventricular actúa como filtro de la elevada actividad eléctrica auricular y solo deja pasar hacia los ventrículos alguno de los múltiples impulsos eléctricos que recibe, y no siempre el mismo. Por ello, la sucesión de los complejos QRS Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. es totalmente irregular, y la frecuencia cardíaca resultante varía constantemente, lo que justifica su denominación: arritmia completa. El mecanismo eléctrico de la fibrilación ventricular es superponible al de la fibrilación auricular; es decir, la coexistencia de múltiples focos ectópicos o de reentrada localizados en el ventrículo, con una frecuencia de automatismo alta, que emiten al mismo tiempo sus impulsos, cada uno de ellos despolarizando una pequeña zona del miocardio ventricular. La expresión electrocardiográfica se representa con ondas de despolarización ventricular cuyos rasgos morfológicos varían constantemente, y se suceden de forma rápida e irregular. Arritmias hipoactivas Bradicardia sinusal Es el resultado de un descenso del automatismo propio del nódulo sinusal, por lo que se generan impulsos con una frecuencia inferior a 60 latidos/min; en el ECG, el único dato patológico es una distancia mayor de lo normal entre la onda T de un ciclo cardíaco y la onda P del ciclo siguiente. Disfunción intrínseca del nódulo sinusal También denominada enfermedad del seno, la disfunción puede ser debida a distintos mecanismos y expresarse de diversas maneras: • Descenso del automatismo del nódulo sinusal, que se manifiesta por bradicardia sinusal. • Cese súbito del automatismo del nódulo sinusal: determina una pausa sinusal, de duración variable, que en el ECG se traduce por una línea isoeléctrica en sustitución de la secuencia P-QRS-T figura 5A. • Bloqueo de la conducción del impulso sinusal al tejido auricular o bloqueo sinoauricular: no se despolarizan las aurículas ni los ventrículos y, al igual que la pausa sinusal, se identifica por la presencia de una línea isoeléctrica de duración variable. • Síndrome de bradicardia-taquicardia: es la alternancia con ciertas taquiarritmias (p. ej., taquicardia auricular, fibrilación auricular, flúter auricular) de alguna de las bradiarritmias mencionadas. Cuando el cese del automatismo sinusal o el bloqueo sinoauricular tienen una duración excesiva, y en tanto que no se restablece el ritmo sinusal normal, toman el relevo como marcapasos del corazón la unión auriculoventricular o el tejido específico de los ventrículos. Cuando dicho marcapasos únicamente interviene una vez antes de que se reanude la despolarización auricular, se habla de latido de escape; una actividad más persistente de ese marcapasos eventual origina un ritmo de escape figura 5B. Siguiendo el mismo razonamiento expresado al estudiar las extrasístoles, el escape de la unión auriculoventricular se identifica en el ECG por la presencia de complejos QRS normales y una eventual onda P invertida, anterógrada o retrógrada figura 5B o Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. incluida en el complejo, y en el escape ventricular los complejos QRS son anchos. Cuando se establece un ritmo de escape, su frecuencia será la correspondiente al automatismo de las estructuras que lo imponen (entre 40 y 60 latidos/min en el ritmo de escape emanado de la unión auriculoventricular, y entre 25 y 40 latidos/min en el ritmo de escape de origen ventricular). Figura 5. Pausa sinusal (A) y ritmo de escape de la unión auriculoventricular (B). Las puntas de flecha señalan ondas P negativas retrógradas. Bloqueo auriculoventricular. Figura 6 Es una arritmia debida al enlentecimiento de la conducción a los ventrículos del impulso originado en la aurícula. Hay que advertir que el término bloqueo se utiliza en un sentido amplio, incluyendo desde el mero retraso de la conducción auriculoventricular hasta su interrupción intermitente o constante, por lo que, en virtud de ello, se distinguen el bloqueo auriculoventricular de primero, segundo y tercer grado. El bloqueo puede localizarse en el nódulo auriculoventricular, el haz de His o sus dos ramas; para identificar el sitio concreto, hay que registrar directamente el potencial eléctrico en el haz de His, previo cateterismo cardíaco: el bloqueo se califica de suprahisiano cuando se sitúa en el nódulo auriculoventricular, y de infrahisiano si se halla en las ramas del haz de His. En el bloqueo auriculoventricular de primer grado solo se produce un retraso de la conducción auriculoventricular; el ECG muestra ondas P sinusales seguidas siempre por un complejo QRS, pero con un intervalo PR superior a 0,2 s. El bloqueo auriculoventricular de segundo grado se caracteriza porque algunos impulsos auriculares quedan bloqueados y no acceden a los ventrículos, de forma que en el ECG algunas ondas P no van seguidas del complejo QRS. Se distinguen tres tipos de bloqueo auriculoventricular de segundo grado: Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. • Bloqueo de tipo Mobitz I: está caracterizado por la existencia de un fenómeno de Wenckebach, consistente en el enlentecimiento progresivo del tiempo de conducción auriculoventricular, hasta que un impulso queda interrumpido; el fenómeno se repite de nuevo en los ciclos siguientes. La traducción electrocardiográfica es un alargamiento progresivo del intervalo PR, hasta que una onda P no se sigue de un complejo QRS. • Bloqueo de tipo Mobitz II: falla ocasionalmente la conducción auriculoventricular, y por tanto una onda P no se sigue de un complejo QRS. • Bloqueo de segundo grado avanzado: varias ondas P (no solo una) no van seguidas de complejo QRS. El bloqueo auriculoventricular de tercer grado, también llamado bloqueo auriculoventricular completo, se caracteriza porque ninguno de los impulsos auriculares accede a los ventrículos, lo que propicia el establecimiento de un ritmo de escape de la unión auriculoventricular, si el bloqueo asienta en el nódulo auriculoventricular, o un ritmo de escape ventricular, si se bloquean las dos ramas del haz de His. Figura 6. El ECG muestra ondas P a una frecuencia propia del ritmo sinusal, intercaladas entre complejos QRS cuyo ritmo es independiente del ritmo auricular (disociación auriculoventricular). Las características morfológicas y la frecuencia de los complejos QRS dependen de la localización del escape (v. anteriormente). Figura 6. Bloqueo auriculoventricular. Las puntas de flecha señalan ondas P. Luz Mercedes Vallecilla. Bcs, Msc, PhD. Julián Andrés Rivera Motta. FT, Esp, Msc. Yecid Mina Paz. FT, Msc. Desarrollo de Laboratorio Parte 1 una vez en el hospital simulado se encuentre identifique La primera parte de este ejercicio es familiarizarse con el EKG y la morfología de la onda del EKG en condiciones de normalidad. Ubique en Hall anatómicamente la colocación de las derivaciones bipolares y monopolares Identifique anatómicamente la colocación de las derivaciones del plano horizontal Monitorice el trazado electrocardiográfico. Identifique: ondas P, Q, R, S Y T Identifique: los intervalos P-R, QRS y Q-T Parte 2 una vez en el hospital simulado se encuentre identifique La segunda parte de este ejercicio es identificar y familiarizarse con la morfología anormal que puede presentarse en un electrocardiograma, para lo cual debe identificar: • • • • Flutter auricular Fibrilación auricular Taquicardia auricular taquicardia ventricular Fibrilación ventricular Actividad eléctrica sin pulso Línea isoeléctrica Bloqueo auriculoventricular de primer grado Bloqueo auriculoventricular de segundo grado Bloqueo auriculoventricular de tercer grado Infarto del miocardio con elevación del segmento ST Infarto del miocardio con descenso del segmento ST Bradicardia Bibliografía: Introducción a la medicina clínica. Fisiopatología y semiología, 4.ª ed., de F. Javier Laso Guzmán. © 2020 Elsevier España, S.L.U. ISBN: 978-84-9113-352-0, ISBN: 978-84-9113-760-3. Berne R.N y M.Levy.Fisiología Humana. Mosby Doyma.7 Edición 2018. Ganong. 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