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Fluir en el Deporte - Jackson

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Entrenamiento psicológico
FLUIR EN EL
DEPORTE
Claves para las experiencias y actuaciones óptimas
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Susan A. Jackson
Mihaly Csikszentmihalyi
EDITORIAL
PAIDOTRIBO
Prólogo........................................................................ 5
Prefacio....................................................................... 7
Agradecimientos....................................................... 11
PARTE I: COMPRENDER LA FLUENCIA............................. 13
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares
del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos
la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella
mediante alquiler o préstamo públicos.
Capítulo 1: Fluir.............................................................................. 15
Capítulo 2: Aspectos fundaMentales de fluir................................. 31
Título original de la obra: Ftow in Sports
PARTE II EXPERIMENTAR LA FLUENCIA...........................55
© Human kinetics Publishers, Inc.
Traducción: Mauro Valenciano
Capítulo 3: Encontrar el propio equilibrio
entre desafíos y habilidades.................................... 57
Capítulo 4: Trascender la atención normal................................. 93
Capítulo 5: Saber adonde te diriges........................................... 113
Capítulo 6: Sacar partido del feedback..................................... 133
Capítulo 7: Focalizarse en el presente....................................... 153
Capítulo 8: Controlar lo controlable.......................................... 173
Capítulo 9: Focalizarse en la diversión..................................... 193
Epílogo:
A partir de aquí, ¿adonde nos dirigimos?.............. 211
Diseño cubierta: Carlos Páramo
Revisor técnico y director de colección: Dr. Josep Roca
© 2002, Susan A. Jackson
Mihaly Csikszentmihalyi
Editorial Paidotribo
Consejo de Ciento, 245 bis, Io Ia
08011 Barcelona
Tel: 93 323 33 11 - Fax: 93 453 50 33
http: //www.paidotribo.com/
E-mail: paidotribo@paidotribo.com
Notas....................................................................... 225
Bibliografía.............................................................. 235
Sobre los autores................................................... 241
Primera edición:
ISBN: 84-8019-576-2
Fotocomposición: Editor Service, S.L.
Diagonal, 299-08013 Barcelona
Impreso en España por A & M Gráfic
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n su reciente historia, la aplicación de la psicología al deporte
ha evolucionado desde una actividad inicial de psicodiagnóstico y asistencia psicológica, hacia una creación de técnicas de entre­
namiento que comportasen una mejora en el rendimiento del de­
portista.
En la actualidad, el objetivo de la psicología aplicada al deporte
consiste en adecuar estas técnicas a la singularidad de cada deporte
y de cada situación deportiva. La colección de libros de Entrena­
miento Psicológico quiere servir, principalmente, a este objetivo y
por ello tiene un especial interés por los textos de psicología aplica­
da a cada deporte. Sin embargo, textos actuales de carácter más ge­
neral también son tenidos en cuenta, en la medida que aporten nue­
vas ideas o aproximaciones originales a la mejora del rendimiento
humano. Pensamos que , en su conjunto, los libros editados han de
servir a entrenadores, a deportistas y a los mismos psicólogos, para
realizar desarrollos concretos de las técnicas de entrenamiento
psicológico a las situaciones singulares de entrenamiento y competi­
ción en las que se encuentren.
A Stephan y a \ack
Susan A. Jackson
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en
entirse completamente en sintonía con lo que se está hacien­
do, saber que uno es fuerte y capaz de controlar su destino al
menos por un momento, y conseguir un sentido del placer inde­
pendiente de los resultados, eso es experimentar la fluencia. El
estado de fluencia tiene diversas denominaciones: experiencia óp­
tima, jugar en la zona, experimentar un sentimiento superior, estar
totalmente centrado son algunas de las descripciones más comu­
nes. Cualesquiera que sean las palabras que se utilicen para descri­
bir las experiencias de fluencia, seguro que estarán asociadas con
los momentos más preciosos de los recuerdos.
El deporte ofrece multitud de oportunidades para experimentar
la fluencia, aunque este estado se les escapa a la mayoría de atletas
y parece misterioso e inalcanzable para muchos entrenadores. De
hecho, la mayoría de los atletas experimentan la fluencia por ca­
sualidad. Por esto no debe sorprendernos, pues ocurre porque las
condiciones que mejor conducen a experimentar fluencia y sus
componentes no han sido adecuadamente explicadas a los atletas
y entrenadores. Sus opciones son las de esperar que la fluencia
aparezca o tratar de forzar que ocurra, pero esto raramente lleva al
resultado deseado.
Hemos escrito Fluir en el deporte para incrementar la comprensión
y la incidencia de la experiencia de fluencia en el deporte. Éste no
es un libro tipo «los doce pasos para alcanzar la fluencia». La fluen­
cia sería un fenómeno más simple pero más superficial si el acceso
fuese tan sencillo. Por el contrario, encontrar la fluencia implica
una atención intensa y una comprensión de una serie de factores
que se combinan hasta conseguir la situación que permite que su­
ceda. Hay complejas destrezas mentales que fundamentan la expe-
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riencia de fluencia. Proporcionaremos información para compren­
der y aplicar los componentes de la fluencia a cada situación espe­
cífica.
En los capítulos que siguen esperamos familiarizarle con la
fluencia, convirtiéndola no por eso en un fenómeno menos excitan­
te, ya que uno puede experimentarla y utilizarla para sus propósi­
tos particulares sin acabar de controlarla a placer. Explicaremos
cada componente clave en la fluencia y, gracias a ejemplos y frag­
mentos de entrevistas con atletas, demostraremos su relevancia.
Después de leer este libro, entenderá y reconocerá mejor la fluen­
cia, y mediante la aplicación de principios efectivos, estará en una
posición que le permitirá experimentar la fluencia en el deporte de
manera más consistente, así como en otras actividades de la vida.
Mientras que ésta es una colaboración de autoría entre noso­
tros, usted podrá darle más sentido al material si explicamos nues­
tras respectivas aportaciones. Como mayor experto mundial en
fluencia, el Dr. Csikszentmihalyi (pronunciado «Chic-sent-mi-jai-i»)
contribuyó en el proyecto con su riqueza de conocimientos y el ma­
terial de investigación en el tema. Ayudó a identificar las áreas cla­
ve que debían ser abordadas y estableció el marco del libro gracias
a sus muchos años de investigación. A lo largo de la elaboración
del manuscrito, aportó observaciones valiosísimas a partir de su
comprensión del estado de fluencia. La Dra. lackson fue la fuerza
directriz que llevó este trabajo tan necesario a convertirse en reali­
dad. Sus estudios y entrevistas específicos acerca de la fluencia con
atletas encauzó en la misión de escribir el libro que está a punto de
leer. Durante una temporada de excedencia, visitó la Universidad
de Chicago, donde consultó al coautor y confirmó su compromiso
con el proyecto. La Dra. Jackson realizó la mayoría de las entrevis­
tas de los materiales que se citan en este libro. Hemos intercalado
citas que parecían apropiadas de personas reconocidas; estos ma­
teriales provienen de variedad de fuentes impresas, incluyendo pe­
riódicos y semanarios deportivos.
No sugerimos que éste sea el trabajo final y definitivo en el tema
de fluencia en el deporte. Muchos autores e investigadores han
hurgado en esta intrigante área de estudio, y nosotros hemos aña­
dido en la sección de notas al final del libro varios de sus trabajos
relacionados con este tema, que pueden ser relevantes para su in­
formación.
Tanto si es usted un atleta que busca maximizar sus actuaciones
y experiencias deportivas, como si es un entrenador que trata de
ampliar sus métodos y conocimientos para comunicárselos a sus
jugadores, o bien es un estudioso del deporte que desea aprender
más datos sobre esta importante área de estudio, esperamos que
la experiencia de la lectura y sus resultados valgan el tiempo inver­
tido.
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ra
scribir este libro, en sus varios estadios desde su concepción
hasta su producción final, ha sido una meta ansiada que no hu­
biera sido posible sin el apoyo y la ayuda de numerosas personas.
Mi gratitud va en primer lugar dirigida a Mihaly Csikszentmihalyi,
con quien tengo el honor de ser coautora de este libro. Tener la
oportunidad de escribir mi primer libro con un autor de best-sellers y
la autoridad más prominente en la fluencia ha sido efectivamente
un privilegio especial.
He sido también afortunada al conocer a mentores y amigos
como Dan Gould, Jay Kimiecik, Herb Marsh, Ken Ravizza y Tara
Scanlan, cada uno de los cuales me ha dado apoyo y ayuda a medi­
da que desarrollaba mi trabajo en el área de la fluencia. Ha habido
otros muchos pertenecientes campo de la psicología del deporte
que me han aportado coraje, colaboración ofeedback. En particular,
quisiera mencionar a Steve Ford, Doug Newburg, Glyn Roberts,
Gary Stein y Pat Thomas por su contribución en las investigaciones
acerca de la fluencia en el deporte. El tiempo dedicado en la Uni­
versidad de Chicago me permitió interactuar con una serie de estu­
diantes de la fluencia, y me gustaría agradecer especialmente a Antonella Delle Fave (Universidad de Milán), Jeanne Nakamura, John
Patton y Jennifer Schmidt por sus preciadas conversaciones y cola­
boraciones.
A los atletas y entrenadores que han participado en los estudios
de la fluencia, y a los muchos amigos que he hecho a través del de­
porte que me han ayudado a observar y experimentar la fluencia en
acción, gracias por sus percepciones.
Rainer Martens, quien respondió de manera entusiasta ante mi
idea original de escribir este libro y me ofreció apoyo continuo a
i
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I
medida que éste tomaba forma, ha permitido la realización de este
proyecto. Todo el equipo de la editorial Human Kinetics involucra­
do en el libro en sus diferentes fases me ha brindado una estimu­
lante colaboración. Especial agradecimiento a Anne Heiles por su
apoyo entusiasta y su atención al detalle, y a Laurie Stokoe por su
ayuda concienzuda.
A mi marido Stephan, gracias por tu inagotable paciencia, estí­
mulo y apoyo durante los tiempos de desafío en que el libro ha si­
do escrito; y gracias también a nuestro hjjo Jack, mi fuente de ale­
gría e inspiración.
Susan A. Jackson
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Fluir
i se detiene a pensar, estará probablemente de acuerdo en que
cuando dejamos que las cosas ocurran, la vida puede ser bas­
tante ingrata. Mucho de lo que realizamos en nuestras vidas es es­
tresante, desde las épocas en que sentíamos verdadero pavor ante
la posibilidad de que el profesor nos llamase a la pizarra, hasta los
años en que el trabajo, la familia o la salud se convirtieron en las
principales preocupaciones. Aunque estos tiempos son mucho
más seguros y cómodos que cualquier otro momento de la historia,
los peligros e incomodidades no están nunca demasiado lejos. Y
cuando no estamos estresados o ansiosos, rozamos el aburrimien­
to en una bochornosa clase, oficina o apartamento.
Sin embargo, el valor de nuestras vidas depende ampliamente
de cómo nos sintamos con nuestras experiencias a medida que
nos desplazamos del nacimiento a la vejez. Algunos de nosotros
desperdiciaremos la oportunidad de experimentar la vida como
hubiera podido ser: un estado maravillosamente divertido, esti­
mulante y satisfactorio, debido a que año tras año nos sentimos
estresados y aburridos.
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A pesar de todo, en la actualidad la vida ofrece una gran riqueza,
y ciertamente no es completamente estresante y aburrida. Hay mo­
mentos que nos liberan del caos diario como faros alumbradores.
Bien podría decirse que el esfuerzo completo de la humanidad a
través de tantos milenios de historia ha intentado capturar esos
momentos fugaces de plenitud y convertirlos en una parte más co­
tidiana de la vida. Los rituales religiosos, las obras de arte y las ac­
tuaciones musicales son algunos de los ejemplos de cómo nos pro­
ponemos reemplazar «la naturaleza violenta de los colmillos y las
garras» por prácticas sistematizadas que incrementan nuestra cali­
dad de vida.
Uno de estos frutos de la civilización es el deporte. Desde el alba
de los tiempos, hombres y mujeres han aprendido a utilizar su
cuerpo de manera que proporcionase el máximo placer físico y dis­
frute mental. Y estas actuaciones y pruebas atléticas han sido tan
intensas que en algunas culturas llegaban a ser las piezas centrales
de las celebraciones religiosas. Desde los Juegos Olímpicos en la
Antigua Grecia a los juegos de balón de los mayas, las competicio­
nes atléticas reglamentadas han servido de demostración concreta
de la superioridad del espíritu sobre la materia, de la esencia divina
presente potencialmente en el cuerpo físico.
Mucho ha llovido desde esos tiempos, y ahora la mayor parte de
la gente se ve atraída por el deporte por razones más prácticas: de­
sean mantener su peso o su presión sanguínea bajos, quieren so­
bresalir en la competición o sueñan con ganar mucho dinero en las
ligas profesionales. Pero, cualesquiera que sean las razones que
motivan al atleta, la esencia del deporte es la calidad de las experiencias
que proporciona. Contrariamente a lo que ocurre en la mayor parte
de asuntos de la vida, el deporte puede ofrecer un estado anímico
tan gratificante que uno lo practica por la única razón de formar
parte de ello. Aquí vemos cómo un nadador que entrevistamos
describe este tipo de experiencia:
estilo, y también con todo el resto de elementos a mi alrede­
dor. .. Estaba verdaderamente en sintonía con lo que hacía. Sa­
bía exactamente cómo iba a efectuar la prueba, y simplemente
sabía que lo tenía todo bajo control; y cuando empecé y me fijé
con atención en todo lo que hacía el resto de la gente ... Esta­
ba totalmente absorbido en mi estilo, y sabía que los estaba
superando, pero no me importaba. Quiero decir, no es que no
me importase; yo me decía «¡Vaya, está yendo fenomenal!» Y
simplemente nadé y gané, y tenía toda la situación bajo con­
trol. Me sentí verdaderamente fenomenal.
Un corredor ofreció una descripción similar:
Sentía que lo controlaba todo de verdad, me sentía fantástico
todo el tiempo, y no sentía el dolor que normalmente debería
sentir en una carrera así. Simplemente, disfruté realmente de la
experiencia de correr, y de verdad hice, probablemente, la ca­
rrera más exitosa de toda mi vida... No fue tan dolorosa como
las otras. Sentía que dominaba la situación, me sentía muy
fuerte. Era capaz de correr como lo había planeado... Me sentía
absolutamente concentrado. Me sentía, ya sabes, como dicen
los atletas: «Sentí un clic»; me sentí grandioso todo el tiempo.
Atletas en todos los deportes, alrededor del mundo entero, al­
canzan momentos como éstos. Las sensaciones que explican se
cuentan entre las más intensas, las más memorables experiencias
que uno puede conseguir en su vida. El estado que describen es lo
que nosotros llamamos fluencia, o experiencia óptima. Una vez
alcanzadas, las experiencias de fluencia dejan su huella guardada
en la memoria y permiten así volver a ese estado óptimo de nuevo.
Sin embargo, no es fácil alcanzar la experiencia de fluencia. Este li­
bro explicará cómo lograrlo e identificará las condiciones que ofre­
cen más posibilidades para que ello ocurra.
Las veces que he estado más satisfecho con mi actividad, he
experimentado una sensación de unidad con el agua y con mi
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FLUIR EN EL DEPORTE
FLUIR
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corredor así lo demuestran. Por ello, la Fluencia transporta las ex­
periencias de lo ordinario a lo óptimo, y es en esos momentos
cuando nos sentimos verdaderamente vivos y en sintonía con lo
que estamos haciendo.
La fluencia es un estado que presenta cualidades universales
que las personas pueden experimentar en un variado rango de con­
textos. Ancianos jardineros alemanes describen el sentimiento de
intenso compromiso que ellos experimentan cuando cuidan sus
rosas con palabras similares a las que solían utilizar los adolescen­
tes japoneses para describir qué sensaciones les daba conducir
una motocicleta. Pastores navajos montados a caballo siguiendo a
sus rebaños también mencionaban experiencias semejantes, en las
que resuenan aquellas relatadas por los místicos hindús, o por los
dedicados atletas de todo el mundo.
Entre todas las cosas que la gente hace en sus vidas, el deporte
presenta una oportunidad especial para que .la fluencia ocurra. Hay
pocas actividades -como la música, el teatro o el juego del ajedrezque sean tan aptas para que se dé la fluencia. Pero incluso cuando
el marco del deporte está estructurado para realzar la concentra­
ción, la mayoría de los deportistas tienen problemas para alcanzar­
la. Mientras que no podemos garantizar que leer este libro haga
más frecuente la experiencia de fluencia, sí puede arrojar luz sobre
las energías dentro y fuera de la persona que ofrecen más posibili­
dades para experimentar la fluencia. Nosotros le podemos ayudar a
analizar qué es lo que específicamente pone en marcha la fluencia
para usted y cómo experimentar este estado óptimo. Le podemos
explicar cómo otros han descubierto la fluencia, y puede extraer de
sus experiencias lo que le pueda ayudar a comprender y maximizar
las experiencias óptimas durante su participación deportiva.
Estudiando la calidad de la experiencia que la gente ha tenido
con la fluencia en diferentes deportes, Csikszentmihalyi et al. han
mostrado que el deporte en particular está asociado con un cierto
número de cualidades muy positivas. En la figura 1.1, que expone
una muestra de adolescentes, se compara el deporte con el traba­
jo académico escolar y con ver la televisión. El eje vertical repre-
© Claus Andersen
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DEFINIR LA FLUENCIA
Los testimonios que dieron los dos atletas, el nadador y el co­
rredor, describen diversos componentes de la experiencia de fluen­
cia. En primer lugar, es un estado de conciencia en el que uno llega
a estar totalmente absorbido por lo que está haciendo, hasta alcan­
zar la exclusión de todo otro pensamiento o emoción. Así que la
fluencia se basa en focalizar. Más que simplemente focalizar, de to­
dos modos, la fluencia es una experiencia armoniosa donde mente
y cuerpo trabajan juntos sin esfuerzo, dejándole a la persona la
sensación de que algo especial ha ocurrido. De modo que la fluen­
cia se basa también en el disfrute. La gente asocia la fluencia con
las actuaciones sobresalientes, y los comentarios del nadador y el
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FLUIR
FLUIR EN EL DEPORTE
Respuestas ESM
senta las respuestas del Kxperience Sampling Method (ESM, Método
de Muestreo de Experiencias), o los resultados para cada una de
las variables del eje horizontal; estos resultados se obtienen pre­
guntándole a la gente en diversas ocasiones escogidas de manera
aleatoria cada día cómo se sienten mientras realizan varias activi­
dades.
✓
\/
7
i:
/
/
/
EL EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS
Y HABILIDADES Y LA FLUENCIA
z
-
- Estudios
Televisión
**----- 1------------ 1------------ 1------------ 1-------------1
r
i
Estado Compromiso Deseo Desafíos Habilidad Disfrute Fluencia
de ánimo
Figura 1.1 Las respuestas ESM de una muestra de más de 800 adolescentes es­
tadounidenses representativos entre los i 1 y los 18 anos. Fuente: datos no publi ­
cados del Sloan Study o f Adolescent Development (i 995), C. Bidwell, M. Csikszentmihalyi, L. Hedges y B. Schneider, investigadores principales. Universidad de
Chicago.
trataron de extender las fronteras de la actividad humana en esta
disciplina. Cuando la milla en cuatro minutos fue alcanzada, se
propusieron nuevos desafíos; hoy, los corredores de fondo de élite
tienen momentos de su propia factura que fijan los límites de real ización potencial.
Vayamos brevemente a ver cómo el equilibrio DH prepara la escena para la fluencia. Piensa en una situación en el deporte en
cual sientas que puedes realizar el desafío. Quizás era una competi­
ción para la cual te habías preparado duramente. En cuanto te sitú­
as en la línea de salida, te sientes ilusionado y un poco nervioso:
en
E
CC
c
Un primer requisito para fluir es encontrar un equilibrio positivo
entre dos elementos: los desafíos que crees que deben afrontar y
las habilidades que crees tener. Es un concepto sencillo pero im­
portante al que nos referiremos a lo largo de todo el libro como
equilibrio DH, y es de importancia crítica para la comprensión de có­
mo ocurre la fluencia. D de desafíos, H de habilidades.
El equilibrio DH es la regla de oro de la fluencia. Más adelante
en el libro presentaremos información más específica de cómo
puede cambiar el equilibrio entre desafíos y destrezas para incre­
mentar las situaciones óptimas para que ocurra la fluencia.
Un punto a recordar aquí es que es la percepción subjetiva la
que predice la fluencia. Esto quiere decir que no son tanto los de­
safíos o habilidades objetivas en una situación lo que determina la
calidad de la experiencia, sino lo que la persona piensa de las opor­
tunidades disponibles y de su capacidad de actuar. Así que, ya esté
en fluencia en deporte o si sufre de ansiedad o aburrimiento, eso
depende en gran medida de su percepción.
Tanto desafíos como habilidades pueden ser desarrollados pro­
gresivamente en estadios claramente definidos de complejidad
creciente. Cuanto más mejoramos en la dimensión de las habilidades, más difíciles son los desafíos. Romper la marca de
en cuatro minutos era visto en su día como un desafío final: mu­
chos corredores de élite de media distancia aceptaron este reto y
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FLUIR EN EL DEPORTE
FLUIR
ilusionado porque estás bien preparado, nervioso porque esta
competición significa mucho para ti, y querrás dar lo mejor de ti
mismo. Crees que podrás lograr tu meta, pero dado que no es una
situación fácil, debes disponer de todo el esfuerzo de que seas ca­
paz.
Los mejores atletas se crecen en tales situaciones. Saben lo que
deben hacer y creen que pueden triunfar. Su mente está ordenada,
con metas claras que encauzan sus pensamientos tan intensamen­
te que no queda lugar para preocuparse de uno mismo o de sus
problemas. La concentración está dirigida totalmente hacia la acti­
vidad. Los jugadores están tan en sintonía con lo que están hacien­
do que rápidamente perciben los matices más imperceptibles de
su juego y hacen ajustes para mantenerse en la brecha.
Este estado óptimo de fluencia aparece cuando las habilidades
de una persona encajan con sus oportunidades de actuar -en otras
palabras, cuando el equilibrio DH está actuando. Ahora utiliza el
ejercicio siguiente para ver si puedes recordar otros momentos en
la práctica de tu deporte en que experimentaste el equilibrio DH y
recuerda con más detalle cómo te sentiste durante esos momentos.
Habras experi mentado este estado en una actividad en muchas
ocasiones o sólo una vez. Tu experiencia puede que ocurriese en
trabajo, durante la actividad deportiva o mientras pasabas un buen
rato con tus amigos. Algunas personas experimentan fluencia a
menudo; otros, raramente, si es que les ocurre alguna vez. Cuanto
más claros sean tus recuerdos de lo que estaba ocurriendo antes y
durante el momento en que experimentaste la fluencia, más fácil
será preparar la escena para que suceda de nuevo.
DESCRIPCIÓN DE FLUENCIA
POR UN CICLISTA
A menudo podemos conectarnos con la fluencia escuchando a
otros describir sus experiencias óptimas. Aquí les presentamos a
Simón, un ciclista de élite cuya descripción de la experiencia de
fluencia viene a continuación. En el capítulo siguiente, en el cual se
explican las diferentes dimensiones de la fluencia, de nuevo nos re­
feriremos a ejemplos acerca de las experiencias óptimas aportados
por Simón. Encontrarás ejemplos de Simón intercalados a lo largo
de todo el libro.
Rememorar experiencias de fluencia
Era el último día del Tour. Vestido con la malla amarilla, tenía por
delante 100 km para defenderla hasta la meta. El final de esos 100
km era un puerto de 7 km, y estaba con internacionales mejores
escaladores que yo mismo. Había allí mucha presión, pero el pres­
tigio en juego ayudaba a superarla, y me «salí». Estaba totalmen­
te absorto, actuando al 110%; eso era lo único que me importaba
en la vida en aquel momento. Simplemente me maravilló ver có­
mo pude mantener esa concentración tan alta durante tres horas.
Estoy acostumbrado a que mi mente divague, especialmente bajo
presión. Sentía mi cuerpo genial. Sentía que nada podía salir mal
y nada podía detenerme o interponerse en mi camino. Y estaba
preparado para enfrentarme a lo que fuera, y no temía nada que
me pudiera ocurrir, era sencillamente estimulante. Después de es­
ta experiencia, no podía volver a un estado normal, estaba como
El siguiente ejercicio te servirá para comprender la fluencia. Coge una hoja
de papel y escribe tu respuesta a lo siguiente:
Piensa en un momento en el que estuvieses totalmente absorto en lo que
estabas haciendo: un momento en el que te sintieses fuerte y positivo, sin
preocuparte de ti o de una posible derrota. Describe la situación de forma
tan precisa como te sea posible: cuándo y dónde ocurrió, con quién esta­
bas, qué estaba sucediendo para que llegaras hasta ese estado, y cómo em­
pezó la experiencia. Mientras recuerdas tu experiencia, utiliza tantos senti­
dos como puedas para imaginar el suceso. Apunta los pensamientos, las
sensaciones y las impresiones de la experiencia, incluyendo cómo te sentis­
te después de que acabase.
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FLUIR
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«chutado». Me sentía como si quisiera seguir pedaleando y subir
esa colina de nuevo.
© The picture Desk
Experiencias como la que describe Simón corresponden a mo­
mentos de fluencia muy especiales, el tipo de experiencias que
quedan grabadas en la mente de los atletas. No todas las experien­
cias de fluencia serán tan estimulantes, pero todas son valiosas.
Saber qué condiciones llevan a la fluencia puede ayudar a conse­
guir el máximo disfrute del deporte y de la actividad física. En este
libro discutiremos los factores que a los atletas les han parecido
útiles a este respecto. De cualquier modo, tú eres probablemente
tu fuente más importante de información acerca de experiencias de
fluencia. Es decir, la fuente crucial es la que reside en cada uno de
nosotros como individuos, ya que es el modo en que uno utiliza la
información lo que determina la experiencia que se tiene. Así pues,
cuanto más clara sea tu idea de lo que te permite disfrutar la fluen­
cia, mayores serán las opciones de reproducir la experiencia una y
otra vez.
En nuestra investigación, ha sido apasionante descubrir cómo
los atletas describen consistentemente sus sensaciones en estos
momentos cumbre. Algunas de las citas puede que te sugieran un
sentimiento familiar para ti, y te ayuden a recordar momentos simi­
lares en tu propia participación deportiva:
Me siento como si estuviera muy involucrado en la prueba, pero
tal implicación incluye una enorme aprobación personal. Es casi
como si estuviera flotando de un lugar a otro... puramente por
instinto más que por cualquier otra cosa. Lo cierto es que en mo­
mentos así no sientes dolor. No sientes que estés yendo demasiado
«a saco» o que eres demasiado blando; simplemente fluyes. Senci­
llamente fluyendo no sientes que respiras -no es trabajoso. Es real­
mente eficiente: sientes que estás siendo realmente eficaz. Y pare­
ce que seas un motor: una máquina. Pero estás controlando tu má­
quina. Es como estar en un estado de suspensión: juzgas el ritmo
necesario para tu condición física; es algo psíquico.
En esta descripción, puedes ver por qué esta experiencia óptima
se conoce como fluir. El atleta de la segunda cita se refería a la
fluencia y fluir en su descripción de lo que estaba ocurriendo cuan­
do se hallaba en este estado especial. Cuando Mihaly Csikszentmihalyi investigó por primera vez estados de total compromiso en­
tre un gran abanico de gentes y actividades, encontró que sus en­
trevistados usaban el término fluir en sus descripciones. El término
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FLUIR
FLUIR EN EL DEPORTE
captura la esencia de lo que ocurre cuando uno está totalmente
abosorto en una actividad.
Se han encontrado temas comunes en descripciones de compro­
miso total que guiaban a una experiencia óptima. En realidad, la
fluencia parece tener un conjunto de características universales, las
cuales describimos con detalle en el siguiente capítulo. Acabare­
mos este capítulo intentando incluir el concepto de fluencia en el
contexto de otros términos que han sido utilizados en asociación
con momentos óptimos.
Tabla 1.1
Expresiones utilizadas por los atletas
para describir el estado de fluencia
EXPRESIONES QUE LOS DEPORTISTAS
UTILIZAN PARA DESCRIBIR EL ESTADO
DE FLUENCIA
En una burbuja
Yendo como una seda
Satisfacción completa
Focalizado
No importa nada más
Levedad
En la zona
Compromiso total
fn la brecha
Ritmo óptimo
Sosegado
Con el piloto automático
Todo está conectado
En marcha
Duro y no blandengue
Concentración
Se han empleado muchos términos para describir esos momen­
tos en que las cosas van verdaderamente bien en el deporte: «en la
brecha», «chutado», «con el piloto automático» o «en la zona», pa­
ra mencionar unos cuantos. La tabla 1.1 contiene algunas de las ex­
presiones que los atletas usan habitualmente para describir el es­
tado de fluencia. Tú tendrás probablemente tu propia manera de
describir los momentos óptimos, y podrás añadirlos a la lista en el
espacio inferior de la tabla 1.1.
Fluir, en primer lugar, fue descrito como una experiencia autotélica, para denotar así un estado mental que es intrínsecamente va­
lioso. La palabra autotélico proviene de dos palabras griegas que des­
criben la realización de algo por el propio bien (auto = uno mismo;
telos = meta, finalidad). Fluir es un término más sencillo, y que la
gente utiliza más a menudo para describir este tipo de experiencias.
Cuando la gente habla acerca de sus experiencias de fluencia
menciona dos características clave: que estas ocasiones especia­
les aportan disfrute y son óptimas. Por esta razón, los términos dis­
frute y experiencia óptima se usarán indistintamente como sinónimos
del término fluir a lo largo del libro. Puedes pensar en el disfrute y
Yendo rápido y haciéndolo fácil
Ideal
Imparable
Fluyendo
En sintonía / En la onda
Rapidez fácil
Bajo control
Consistente
Compostura y confianza
totales
Flotando
Supervivo
Control total
Describe la fluencia con tus propios términos:
en la experiencia óptima como dos puntos a lo largo de una «línea
continua». El disfrute estaría más acorde con los niveles bajos
hasta los medios de la fluencia, mientras que la experiencia ópti­
ma alude a los niveles más altos.
Para distinguir fluir de otros conceptos similares, la actuación
cumbre se utilizará para describir los niveles más altos de la activi­
dad. Los atletas experimentan a menudo fluencia durante las ac­
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tuaciones cumbre, pero no necesariamente sigue siempre una ex­
periencia de fluencia a cada actuación cumbre.
Otro término que comparte muchas similitudes con fluir es expe­
riencia cumbre. Originalmente acuñada por el psicólogo Abraham
Masiow, la experiencia cumbre se refiere a momentos de máxima
alegría que pueden deberse o no a nuestro propio mérito. Estas ex­
periencias también pueden tener las características de la fluencia,
pero fluir no está únicamente reservado para estos momentos ex­
traordinarios. La fluencia puede ocurrir durante actividades senci­
llas, como jugar a pasarse una pelota con un amigo. Ésta no es pro­
bablemente un prueba definitoria de la vida de uno, pero puede ser
una experiencia de disfrute, que levante los ánimos momentánea­
mente. La fluencia deportiva también ocurre, por supuesto, en los
momentos cumbre de la línea, continua antes mencionada, donde
emergen las experiencias óptimas y culminantes. Son los momen­
tos que los atletas recuerdan y atesoran, y como están tan por enci­
ma de lo ordinario, son los primeros que recuerdan cuando descri­
ben ocasiones en las que han estado fluyendo.
produzcan. Cuando estás demasiado centrado en los resultados,
puede perderse fácilmente la experiencia. Si estás demasiado preo­
cupado por vencer en un prueba, podrías no alcanzar el estado
mental necesario para la victoria. Esto puede ser desastroso para la
actividad. Incluso peor, si pierdes la sensación de disfrute que justi­
fica en primer término la existencia de los deportes. En tal situa­
ción, ¿qué beneficio has obtenido?
De este modo, mientras que una prueba que incluye la fluencia
podría se definida también como experiencia o actividad cumbre,
hay muchas otras oportunidades para la fluencia que no están re­
servadas para momentos de la máxima felicidad o mejor actividad.
La fluencia empieza con simples momentos absorbentes en un ex­
tremo de la línea continua y con los momentos definitorios de la
experiencia óptima al otro extremo. Ambos tipos de experiencia
hacen valioso el compromiso deportivo, y en este libro cubrimos
estrategias que deberían ayudar a los atletas y entrenadores a en­
contrar la fluencia a varios niveles.
Pero la fluencia no es sólo para aquellos involucrados en el de­
porte profesional. Es verdad que muchos de los ejemplos y de las
Ideas contenidas en el resto del libro provienen de la investigación
de los autores con deportistas de élite, y tales atletas deberían en­
contrar útil Fluir en el deporte en su búsqueda del máximo rendimien­
to. De cualquier manera, la capacidad de experimentar la fluencia
no está limitada a los que son deportistas de alto nivel, y cierta­
mente no depende de la posición social. El concepto de equilibrio
DH sirve para todos; todos nosotros podemos encontrar la fluencia
en el nivel, apropiado de competencia. Los aficionados y los que
buscan mantenerse en forma, como los deportistas de élite, tam­
bién buscan la mayor satisfacción mental y experiencias óptimas a
partir del esfuerzo que dedican a la actividad física.
Añadiéndose a la transformación positiva de la experiencia, la
fluencia es un espacio para alcanzar el crecimiento personal me­
diante el desarrollo de una mayor complejidad. Dado que la fluencia
es tan agradable, tendemos a buscar situaciones en que la poda­
mos experimentar. Esto supone necesariamente desarrollar habili-
POR QUÉ LA FLUENCIA ES IMPORTANTE
PARA LOS ATLETAS
Realizar actuaciones cumbre es una meta muy importante para
los atletas y entrenadores de deportes de competición, y la fluencia
puede facilitar tales resultados. La mentalidad que acompaña la
fluencia tiende a presionar a la persona para que vaya más allá de
sus límites, y ésta es una de las razones por las que la fluencia están
importante para los atletas que buscan hacerlo lo mejor posible.
Tanto atletas como entrenadores saben que es difícil que el cuerpo
dé su máximo rendimiento cuando la mente no está centrada.
Mientras que la fluencia es importante para aquellos que bus­
can las actuaciones cumbre, las experiencias de fluencia son tam­
bién valiosas por sí mismas, sin importar los resultados que éstas
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FLUIR EN EL DEPORTE
•S
30
dades y enfrentarse a mayores desafíos de manera progresiva. Des­
cubrirás, si no lo has hecho ya, que el equilibrio DH no es estático,
sino que está en constante superación. Lo que quiere decir que pa­
ra mantener la fluencia en tu deporte debes incrementar tus habili­
dades. Más allá incluso, el hecho de incrementar la intensidad de la
sensación te está guiando ascendentemente a niveles más altos de
actividad atlética.
Comprender la fluencia, de todas maneras, ofrece más que el
desarrollo del potencial atlético. Una vez las claves para fluir han si­
do entendidas, la oportunidad de desarrollar la propia vida de
acuerdo a los principios de la fluencia empieza a emerger. A esas al­
turas, llega a ser posible transformar la vida entera de una persecu­
ción estresante y caótica en algo parecido a una agradable danza.
Aspectos
fundaMentales
de fluir
¿Es lo que sientes durante una prueba deportiva estimulante
-un gran partido o competición de natación, una fabulosa carrera
colina abajo- similar a lo que experimentas cuando estás leyendo
una novela absorbente o jugando una partida disputada de aje­
drez? A bote pronto la respuesta podría ser un exclamativo «¡Claro
que no!». Después de todo, en el deporte fuerzas tu cuerpo a sus lí­
mites de velocidad, habilidad y resistencia, mientras que las activi­
dades pasivas, como leer o jugar al ajedrez, suponen sólo un es­
fuerzo mental, de imaginación o razonamiento. Así que podrías lle­
gar a la conclusión que la experiencia deportiva es exclusiva para
las actividades físicas, que difiere de otras actividades, e incluso de
aquéllas que son también agradables y merece la pena hacerlas por
sí mismas.
Sin embargo, uno de los resultados inesperados de nuestros es­
tudios con las experiencias óptimas de la gente ha sido que a pesar
de las enormes diferencias entre las actividades que los individuos
realizaban, cuando lo que hacían era agradable, describían su esta­
do mental, o su conciencia, en base a términos parecidos. Artistas y
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32
FLUIR EN EL DEPORTE
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE FLUIR1
cirujanos -o bailarines y escaladores- parece que comparten un
conjunto de sensaciones cuando están verdaderamente absortos
en lo que les gusta hacer. Aunque los contextos pueden diferir mu­
cho, la experiencia de la gente totalmente involucrada en lo que es­
tá haciendo se caracteriza por un conjunto común de sensaciones
similares. Cirujanos en una operación de vida o muerte, jugadores
de ajedrez pensando en sus siguientes movimientos o escaladores
afrontando un pico, todos describieron un conjunto consistente en
sensaciones que nosotros identificamos como dimensiones de la
fluencia. En este capítulo, describimos nueve de estas dimensio­
nes y las ilustramos con entrevistas a atletas de élite.
Observa que el «fundaMentales» en el título del capítulo contie­
ne una M mayúscula. Ello sirve para enfatizar lo importante que es
el factor mental para encontrar la fluencia en el deporte. La fluencia
es un estado psicológico, y este libro se centra en cómo uno puede
alcanzarlo mediante el control mental -o de la atención. Los aspec­
tos físicos, técnicos y contextúales del deporte también desempe­
ñan un papel importante; también se muestran los aspectos en que
éstos son relevantes para el enfoque de este libro. De todas mane­
ras, ya que es la mentalidad la que abre la posibilidad de que la
fluencia aparezca en muchas situaciones deportivas, son los com­
ponentes fundaMentales de la fluencia lo que describiremos con
más detalle.
Las siguientes nueve dimensiones o componentes fundamenta­
les describen mejor la disposición mental para alcanzar la fluencia:
Describiremos cada una de estas dimensiones y demostraremos
cómo se experimentan en el contexto deportivo. Simón, el ciclista
citado en el capítulo anterior, aportará ejemplos de cada una de es­
tas dimensiones en el ciclismo. Citas de multitud de deportistas
ilustrarán de forma más completa la mentalidad para lograr la fluen­
cia en el deporte.
33
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 1:
EQUILIBRIO DESAFÍO-HABILIDAD
Esta dimensión de la fluencia (como se ha visto en el capítulo
l) es la regla de oro de la fluencia. ¿Cómo pueden los atletas expe­
rimentar este equilibrio desafío-habilidad (DH)? «Desafiante, pero
capaz de superarlo» es como un remero describió este tipo de si­
tuación, donde las oportunidades para actuar están en el extremo
superior de las capacidades de uno. Para experimentarla fluencia
no es suficiente que los desafíos igualen las habilidades; ambos
factores deben superar a la persona, llevándola hacia nuevos nive­
les. Los atletas a menudo se encuentran en situaciones desafian­
tes; de hecho, el deporte se basa en poner el cuerpo físico a prue­
ba y hacer progresivamente más difíciles las condiciones de las
pruebas. Los desafíos en el deporte provienen de una variedad de
formas, incluyendo las físicas, mentales y técnicas. Diferentes ti­
pos de desafíos deportivos son discutidos en el capítulo 3.
Los atletas de élite están siempre compitiendo contra oponen­
tes que sólo son ligeramente mejores o ligeramente peores, forzán­
doles a desplegar todas sus habilidades para mantenerse en su lu­
gar. Para los atletas es esencial saber que, por muy difícil que sea la
tarea, aun así se puede hacer. Un finalista de la Copa del mundo de
rugby dijo sobre el partido final de su equipo: «Supongo que éste
era el máximo desafío, pero nosotros no lo afrontamos como un
obstáculo mayor». Esta cita apunta a la segunda parte del equili­
brio DH: las destrezas percibidas.
1. Equilibrio desafío-habilidad.
2. Fusión acción-atención.
3. Metas claras.
4. Feedback sin ambigüedad.
5. Concentración en la tarea encomendada.
6. Sensación de control.
7. Pérdida de conciencia del propio ser.
8. Transformación del tiempo.
9. Experiencia autotélica.
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¿Por qué el equipo no afrontó la final de la Copa del mundo
como un obstáculo mayor? Porque los jugadores estaban bien pre­
parados y creyeron en su capacidad para tener éxito, habiendo de­
mostrado destrezas superlativas en su camino a la final. Este equipo
australiano ganó la final de la Copa del mundo en un despliegue
con estilo de las habilidades del rugby.
Pocos atletas encontrarán el equilibrio desafío-habilidad en una
final de la copa del mundo. Para la mayoría, ésta presentaría una si­
tuación donde los desafíos superarían tremendamente a las des­
trezas, y se encontrarían experimentando ansiedad. Cada persona
puede encontrar su propio equilibrio apropiado a su estado actual
del potencial de habilidades, y de este modo dar un marco para la
fluencia. Los desafíos pueden ser definidos de manera personal, y
pueden ser muy diferentes de las demandas obvias procuradas por
la estructura de una prueba deportiva. Por ejemplo, la mayoría de
los deportes están diseñados con la meta de superar a los oponen­
tes como desafío principal. De todas maneras, esta necesidad no
tiene que ser la principal en las mentes de todos los atletas que
participan en la competición. Es lo que el atleta escoge para definir
como desafío lo que determina cuáles son las habilidades necesa­
rias para encajar con la oportunidad percibida.
Las destrezas están establecidas según un rango de límites para
diferentes individuos, esto es, todos diferimos en nuestras propias
capacidades en diferentes áreas. De todos modos, no son las des­
trezas objetivas las que llegan a ser cruciales en el equilibrio DH, si­
no más bien cómo las percibe uno en relación con los desafíos rele­
vantes (véase capítulo 3). Es importante darse cuenta de que lo que
tú crees que puedes hacer determinará tu experiencia más que tus
capacidades reales. Como dijo un corredor que discutía sobre los
factores importantes para alcanzar la fluencia: «Pienso que proba­
blemente lo más importante es la sensación de que tengo la capa­
cidad para alcanzar esa situación».
En la mayoría de situaciones deportivas es muy corriente que
los desafíos sean muy grandes, lo cual convierte en cruciales los
componentes de la habilidad o la confianza. Siempre pueden incre-
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36
FLUIR EN EL DEPORTE
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE FLUIR
mentarse los desafíos, pero aumentar la confianza es algo más difí­
cil. Para los atletas de élite, las expectativas de rendimiento son a
menudo estresantes porque las exigencias son muy grandes. Ser
capaz de convertir los agentes estresantes en desafíos es una clave
para fluir, tal como lo describe el ciclista Simón:
37
sin diferencias. Y es este proceso, el del cuerpo y la mente actuan­
do en los límites de sus capacidades y al mismo tiempo haciéndolo
sin esfuerzo, el que finalmente hace que uno se quede totalmente
absorto, esto es, el que conduce a la fusión de la acción y la aten­
ción. Cuando esto ocurre, una persona se siente en unidad con sus
acciones. Simón explica lo que pasa cuando se siente como si se
transformase en una unidad con su bicicleta:
Creo que hay un cierto punto en el cual puedes convertir las situa­
ciones estresantes en desafíos -en lugar de agentes estresantes-,
que es donde la fluencia se desencadena. Y allí te diriges, y es co­
mo si nada se pudiese interponer en tu camino.
No parece que estés montando una bicicleta. Te sientes completa­
mente como si todo fuese una pieza de maquinaria trabajando
conjuntamente... como si fueses una parte de esa máquina con la
que naciste, y así es como te desplazas.
Es necesaria la confianza en uno mismo para ser capaz de cam­
biar la ejecución de una situación particular. Para desarrollar esa
confianza es más útil pensaren los éxitos pasados que en las derro­
tas. Ello ayuda a focalizar la mente en tus fuerzas actuales, cuales­
quiera que éstas sean.
Diferentes atletas describen esta unidad con variedad de expre­
siones, dependiendo de su especialidad. Los remeros explican que
el remo deviene una extensión del brazo; los jugadores de balon­
cesto se sienten literalmente fundidos con el equipo -como los bra­
zos se sienten parte del cuerpo- y cuando lanzan a canasta, el arco
del balón en dirección a la canasta es como la extensión de su
mente y de su voluntad.
La acción y la atención se funden únicamente cuando se llega
a estar totalmente absorto en lo que se está haciendo. Esto suce­
de cuando sientes que tienes las habilidades para superar tu de­
safío y cuando centras toda tu atención en la tarea encomendada.
Como con todas las dimensiones de la fluencia, la función acciónatención es parte de una experiencia holística y depende de los
otros componentes. Los atletas describen la experiencia de en­
contrarse completamente absortos en términos muy positivos:
«Todo lo encuentro muy tranquilo y fluido», «Estoy totalmente
absorto en mi estilo», «Estoy en la brecha». Algunos atletas insis­
ten en que ninguna otra cosa acapara su atención durante esas
ocasiones. Uno de ellos apunta, por ejemplo: «Eso era lo único
importante en toda la mi vida». La atención llega a estar tan foca­
lizada en la prueba que los atletas cuentan que no ven u oyen na­
da ni a nadie más. Para otros deportistas, los ruidos y los movi­
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 2:
FUSIÓN ACCIÓN-ATENCIÓN
Cuando te sientes como una unidad con los movimientos que
estás haciendo, estás experimentando la segunda dimensión de la
fluencia: la fusión de la acción y la atención. Digamos que, en lugar
de que la mente mire al cuerpo desde fuera, la mente y el cuerpo se
funden en uno. Son los momentos a los que el poeta William B. Yeats hace referencia en este verso:
Oh cuerpo mecido por la música,
oh mirada iluminadora,
¿cómo podemos diferenciar el bailarín
del baile?
Esta unidad con el movimiento no requiere esfuerzo en la fluen­
cia. En realidad el feedback se procesa en la mente de manera espon­
tánea, igual que se respira o se pedalea, como parte de un proceso
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38
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE FLUIR
FLUIR EN EL DEPORTE
39
tos devuelve las emociones positivas de fluencia y puede ser una
fuente de motivación, capaz de crear un mecanismo que permita
volver de nuevo a ese estado óptimo.
mientos del público se doblan dentro de la totalidad de la expe­
riencia.
•Los deportistas que fluyen sienten que sus acciones se ejecutan
sin esfuerzo y son espontáneas. Aunque uno puede estar haciendo
un esfuerzo sobrehumano, en ese momento lo nota como algo
completamente natural. Los jugadores y los participantes descri­
ben el fenómeno de esta manera: «Las cosas ocurren automáticamente», «Las reacciones son mas
rápidas; parece que las cosas
piemente ocurran», «Confiando totalmente en los sentidos de
mi cuerpo». Uno incluso dijo: «De algún modo, me sentí como si
estuviese teledirigido».
Estas sensaciones aparecen durante la fusión de los procesos
mentales con los físicos, creando una sensación unificada y un
ajustado sentido de coordinación de los movimientos. La concien­
cia unificada que acompaña a la fusión de acción y atención es qui­
zás el aspecto más revelador de la experiencia de fluencia.
Aun así, otros atletas mencionan sensaciones de estar flotando
o fluyendo, en las que sienten que las cosas son sencillas. Un senti­
do de ligereza y de facilidad de movimientos es también a menudo
mencionado, a medida que los deportistas experimentaban un
cambio en las percepciones del esfuerzo y de su cuerpo físico en el
espacio. Debido a la exigente naturaleza de algunos deportes, a
menudo los deportitas se sienten exhaustos, doloridos, casi inca­
paces de mover un músculo llegado un momento. Los corredores
de maratón, los nadadores de largas distancias y los esquiadores
de fondo, por ejemplo, deben extraer una enorme reserva de volun­
tad y estamina para acabar sus actuaciones. Y a pesar de todo, in­
cluso entre estas experiencias dolorosísimas y atroces, los depor­
tistas describen momentos en los que son capaces de ignorar el
dolor y entrar en un ritmo sin esfuerzo que transforma la agonía en
un éxtasis. A menudo los atletas se refieren a esos momentos co­
mo «estar en la zona».
La experiencia de fundir el yo con las acciones que uno está ha­
ciendo aporta sensaciones muy positivas, que a menudo dejan al
atleta una sensación de estar «chutado». Recordar estos momen­
3
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 3:
METAS CLARAS
'A'
Las metas dirigen la acción y aportan un objetivo. Atletas y en­
trenadores utilizan la proposición de metas para ayudarse en la re­
alización de lo que quieren hacer, tanto a largo como a corto plazo.
Para entrar en fluencia, la metas deben ser establecidas claramente
con anterioridad, para que el atleta sepa exactamente lo que debe
hacer. A medida que la actividad progresa, entonces el deportistas
conoce a cada instante cuál es el siguiente paso que debe dar y es
más probable que experimente la fluencia. Esto sucede por que te­
ner una intención clara ayuda a concentrarse y evita las distraccio­
nes. Debido a que lo requerido está claramente especificado, no
hay necesidad de adivinar o de dudar sobre lo que uno está haciendo.
este estado mental se facilita sabiendo
La predisposición
exactamente qué es lo que se quiere conseguir. Visualizar la activi­
dad con antelación es una manera de mantener tu mente centrada
en metas claras. Simón describe la claridad del intento que alcanzó
visualizando exactamente lo que iba a hacer antes de su carrera de
este modo: «Casi puedes tocar o saber que puedes predecir el re­
sultado de la prueba incluso antes de que ocurra».
lunto a la claridad del intento está la atención constante de lo
que se debe realizar a lo largo de la prueba. Para la etapa final de
una carrera que estaba liderando, Simón mencionaba que tenía
varias metas. Éstas incluían mantenerse cerca de la cabeza; con­
centrarse durante toda la etapa, reaccionando rápidamente si al­
guien atacaba; saber exactamente qué corredores entraban en
cualquier ataque súbito; controlar al menos a siete corredores en
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toda ocasión (ya que debía mantener cierta posición para conser­
var su malla de líder); y, junto con sus compañeros de equipo,
mantener la carrera bajo control en la medida de lo posible, des­
de el inicio hasta el último puerto. Dependía entonces de Simón
colocarse en cabeza en los kilómetros finales, lo que consiguió
hasta ganar la etapa y la carrera. El ciclista, cuando contaba de
nuevo sus objetivos, mencionó cómo los tuvo bajo control cons­
tantemente durante las tres horas de la carrera. A cada instante
Simón sabía qué era lo que tenía que hacer y sentía que tenía una
inacabable reserva de energía para enfrentarse a cualquier inci­
dencia. Su atención estaba centrada en las metas, y controlarlas
era, en sus propias palabras, «como un acto reflejo».
Cuando los atletas describen sus experiencias deportivas ópti­
mas, aparecen dos temas relacionados con las metas. El primero
es un claro anteproyecto de lo que se supone tiene que comple­
tarse, ¡lustrado por afirmaciones como éstas: «Sabía exactamente
cómo iba a nadar esa prueba» y «Sabía lo que tenía que hacer».
En segundo lugar, los atletas cuentan a menudo que tienen una
intuición antes de una prueba de que su rendimiento va a ser
bueno. Describen esto como «estar confiados para lograr un
tiempo rápido», «verte a ti mismo haciendo exactamente lo que
habías planeado hacer» y «sabía que en un cierto punto iba a des­
pegar y no habría quien me parase», ilustrando así sus sensacio­
nes positivas.
Saber por adelantado lo que uno va a hacer ocurre en el nivel
inmediato, así como en un término a más largo plazo, como ilus­
tra este jugador de fútbol americano: «En una ocasión fui a cazar
un balón y sabía, cuando patearon la pelota, que iba a cogerlo».
Evidentemente, este tipo de «conocimiento» no necesita ser jus­
tificado objetivamente. A menudo el deportista está equivocado,
y las cosas no salen de la manera que él esperaba. Pero como
aportación de una seguridad subjetiva de obtener un resultado
favorable, tal conocimiento ayuda a centrar la mente en la activi­
dad y a demarcar un escenario para la experiencia de fluencia.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 4:
FEEDBACK SIN AMBIGÜEDAD
Sería imposible participar en cualquier deporte si uno no supie­
ra, a cada instante, cómo andan las cosas o cómo le marchan a uno.
Un jugador de tenis que no pudiese ver dónde caen sus golpes o un
esquiador que no pudiese decir si está o no en la pista pronto tira­
rían la toalla. E\ feedback describe el conocimiento sobre la actividad
que los atletas reciben, y permite la continuidad en la búsqueda de
sus metas.
El feedback es un elemento claro para alcanzar el éxito, y los atle­
tas sintonizados con el feedback aportado por sus propios movi­
mientos y cuerpos, así como por la pistas externas en el entorno,
son capaces de mantenerse conectados con lo que están haciendo
y controlar hacia dónde se dirigen.
Saber que «todo estaba perfectamente bien», tener las cosas
«funcionado como un reloj» o «yendo como la seda», aporta a los
atletas pistas de que andan por el buen camino y claramente orien­
tados hacia sus metas. Otra expresión que los participantes utili­
zan para decribir la sensación de estar en sintonía con la actividad
es la de que «todo encaja». En la fluencia el individuo sabe lo que
quiere, y la actividad revela que sabe que está apuntando a conse­
guir sus metas. El feedback es continuo, al igual que los objetivos
que mantienen al atleta hacia adelante.
El tipo de feedback con el que los deportistas pueden sintonizar
proviene de muy diferentes fuentes. Primero, y probablemente el
más importante, es el feedback que el propio cuerpo aporta, particu­
larmente en la forma de la atención kinestésica o del conocimiento
de la situación del cuerpo en el espacio. Estar atento a la calidad de
la actividad a medida que se desarrolla y ver cómo se convierte en
una actividad ideal es una habilidad que permite a los atletas saber
en cada instante si están creando los movimientos que quieren.
Pueden realizar ajustes en la medida que sean necesarios para
mantener o regresar a un nivel óptimo.
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a
El feedback también puede ser externo al deportista. Una de las
ventajas del deporte es la cantidad de fuentes potenciales de feed­
back que éste puede aportar. Normalmente hay otros competidores
o participantes que nos dicen cómo lo estamos haciendo. Los en­
trenadores son capaces de darnos consejos durante la actividad o
durante las pausas. Los espectadores aportan feedback abucheando
o aplaudiendo. El lugar donde se desarrollan los pruebas y las ins­
talaciones pueden también aportar feedback. Por ejemplo, un nada­
dor sabe por la sensación de los brazos y del cuerpo a través del
agua si está creando una brazada suave o, contrariamente, dema­
siada resistencia aerodinámica. Un jugador de tenis sabe cuando
golpea con la raqueta si su posicionamiento es correcto o necesita
un ajuste.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 5:
CONCENTRACIÓN EN LA TAREA
ENCOMENDADA
Cuando las metas están claras, el feedback es inmediato y tus ca­
pacidades se enfrentan a un desafío adecuado, aún necesitas toda
la atención posible que puedas reunir para ocuparte de lo que ten­
ga que hacerse. Si eres un esquiador que debe bajar una pendiente
difícil, no puedes permitirte pensar en tu trabajo o en tu vida amo­
rosa en ese momento; si tu atención se desvía de la carrera por tan
siquiera un instante, hay posibilidades de que te caigas en la nieve.
El luchador cuya mente divaga acabará tumbado en el suelo, y el
corredor que se remonta demasiado atrás o demasiado adelante
perderá el ritmo de su carrera. Centrarse en la fluencia es algo com­
plejo y concreto, carente de pensamientos extraños que te distrai­
gan de la tarea encomendada.
Los atletas hablan de estar centrados en su trabajo, en los mo­
vimientos que están intentando crear, de estar en marcha y mante­
ner su concentración durante un largo periodo de tiempo. Otros
temas incluyen controlar dónde están los competidores, y la esce­
na en general, y el oír a la gente pero percibiéndola sin que sea
una influencia y cause efecto. A primera vista, estos últimos aspec­
tos puede que no encajen con la idea de plena concentración en la
tarea, pero sí describen una acción centrada para algunos atletas
en determinadas ocasiones. En una carrera de media distancia,
por ejemplo, parte de la tarea es controlar dónde está el resto de
competidores, y en los deportes de equipo, como el fútbol ameri­
cano o el hockey, lo más importante es ser capaz de no perder de
vista lo que está ocurriendo a tu alrededor.
Oír a la multitud puede que no indique una falta de concentra­
ción, sino más bien un estado de total sintonía con la prueba, tanto
que el estadio y sus asistentes llegan a ser parte de la experiencia
personal global. En la fluencia no hay espacio para otros pensa-
Simón explica que cuando su atención está centrada en sus
metas, controlar las mismas es como un acto reflejo. Esta res­
puesta automática a lo que está ocurriendo alrededor de uno su­
cede cuando el feedback se presenta clara e inmediatamente, tal
como ocurre en un estado de fluencia. Durante una carrera en la
carretera las siguientes cosas son las que más preocuparon a Si­
món, que era capaz de obtener un claro y rápido feedback sobre lo
que estaba haciendo a partir de la información que le ofrecían
estos factores:
A qué marcha pedaleas; en qué posición estás situado; dónele es­
tán 5/tuados el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto corredor
en el pelotón; cuáles están en la escapada; cuántos corredores es­
tán delante tuyo... todas estas cosas atraen tu atención.
Simón confiaba en que estos fragmentos de información le ayu­
darían a evaluar lo bien que lo estaba haciendo con relación a sus
metas y a mantenerse en sintonía con su actividad, la siguiente di­
mensión de la fluencia que vamos a comentar. La importancia del
feedback y más detalles acerca de cómo obtenerlo y usarlo para faci­
litar la fluencia ocupan el capítulo 6.
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FLUIR EN EL DEPORTE
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE FLUIR
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mientos que no sean qué estás haciendo o sintiendo justo en ese
instante, el «ahora». Si durante una carrera ciclista viertes toda tu
energía en la bicicleta -agarrando el manillar, pedaleando, ajustando las marchas- se deriva que la realidad de tu experiencia es que
los músculos, los pulmones y los nervios trabajan conjuntamente
con el metal y el caucho como si fuese uno solo. De hecho, tal comaquina y
mo tú lo sientes, te has convertido en una unidad con
ritmo de la carrera.
En el ciclismo las carreras pueden durar varias horas. No obs­
tante, es posible mantener la mente concentrada incluso en condi­
ciones difíciles, tal como recuerda Simón haber experimentado en
una ocasión:
Rodé un día durante cuatro horas con lluvia y nieve, y no creo re­
cordar ninguna otra cosa que la línea blanca pintada en la calza­
da, en segunda posición durante cuatro horas. Y la rueda de
aquel tipo delante de mí. Durante cuatro horas eso es todo lo que
recuerdo.
A pesar de este aparente estrecho foco de atención, Simón des­
cribió ser capaz de captar todo lo que estaba ocurriendo a su alre­
dedor, y explicó que sentía que estaba viendo a través de una lente
gran angular, captando mucho más de lo habitual pero sin ser
consciente de estar mirando alrededor.
La concentración es un componente clave y una de las caracte­
rísticas de las experiencias óptimas que más a menudo se mencio­
nan. Aprender a desechar los pensamientos irrelevantes de la
conciencia y en su lugar sintonizar con la tarea encomendada es un
signo de una mente disciplinada. Ser capaz de excluir todos los
eventos de distracción que están ocurriendo alrededor de tu activi­
dad no es fácil, pero es una importante habilidad que dominar si
quieres experimentar la fluencia en el deporte. El capítulo 7 trata
con más detalle cómo alcanzar y mantener la concentración en tu
actividad.
© Claus Andersen
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DEPORTE
ASPECTOS F UNDAMENTALES DE FLUIR
47
La sensación de control proviene de la creencia de una persona
de que tiene las habilidades requeridas para la tarea encomendada.
Ello resulta en una falta de preocupación por las diferentes posibili­
dades, particularmente la del fracaso, que raramente entra en la
mente de un atleta que fluye. Aunque la relación entre control y
fluencia se describe más extensamente en el capítulo 8, deberíamos
mencionar aquí que ésta es una conexión de frágil equilibrio. En re­
alidad, demasiado control o demasiada ansia de control le saca a
uno de la fluencia. Demasiado poco control, y de nuevo es menos
probable llegan a la fluencia; en tal caso, más probable es experi­
mentar ansiedad.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 6:
SENSACIÓN DE CONTROL
Simón recuerda alcanzar una «autoestima indestructible» du­
rante la carrera que nos acaba de describir, sintiendo que podría
afrontar lo que fuese y ser capaz de llegar hasta el final. Esta carrera
marcó la diferencia con otras en diferentes aspectos, incluyendo la
sensación de tener recursos ilimitados que le permitirían afrontar
cualquier cosa que se interpusiese en su camino.
Recordando cómo se sienten cuando están en estado de fluen­
cia, las personas cuentan que entonces no pueden equivocarse.
Como un sentimiento de invencibilidad, la sensación de control li­
bera al atleta del miedo al fracaso y crea una impresión de fortaleza
para afrontar lo que debe cumplirse. Realmente, más que controlar,
se trata de saber que, si lo intentas consistentemente, puedes llegar
a controlarlo todo: confías en tus habilidades y sabes que la tarea
es realizable. La respuesta de este conocimiento es una sensación
de poderío, confianza y calma.
Algunos deportistas se refieren directamente a sentir que con­
trolan, otros que piensan positivamente o con confianza. La idea
«no me puedo equivocar» proviene de la descripción del senti­
miento de «imbatibiIidad», «como si pudiese hacer cualquier co­
sa, sin ningún miedo», «como si nada pudiese irme mal». La cal­
ma total es indicativa de la sensación de control. Estas sensacio­
nes pueden ocurrir incluso cuando los desafíos parecen increíble­
mente inalcanzables para el observador externo. Por ejemplo, un
nadador ante una final olímpica dijo: «Ni tan siquiera estaba pas­
mado ante toda esa gente, incluyendo al poseedor de la plusmar­
ca mundial, ni ante el hecho de que había batido al anterior pose­
edor de la plusmarca mundial en el fragor del campeonato». La
competición llegó a ser algo muy especial para el nadador que hi­
zo estos comentarios, quien obtuvo un excelente resultado más
dulce todavía por la sensación de fluencia experimentada mien­
tras nadaba.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 7:
PÉRDIDA DE CONCIENCIA
DEL PROPIO SER
La preocupación por el uno mismo desaparece cuando se está
fluyendo, igual que los agobios o los pensamientos negativos. Sim­
plemente, no hay atención sobrante para preocuparse de las cosas
a las que normalmente en la vida diaria dedicamos tanto tiempo.
La fluencia libera al individuo de la preocupación y de la duda so­
bre su propio ser. La pérdida de la conciencia del propio ser es una
característica reforzadora: después de la experiencia de fluir, la per­
cepción del propio ser es más fuerte y más positiva. Abandonar las
preocupaciones sobre el uno mismo por un lapso de tiempo es
también algo estimulante y liberador.
Puede que, paradójicamente, sea mediante una sensación de
control cuando se facilite Ja pérdida de la conciencia del propio ser.
Simón explica que cuando te sientes en la mejor forma, puedes de­
jar de preocuparte sobre cómo te ven los otros o sobre si tienes lo
necesario para lograr el éxito. La íntima conexión con la actividad
no deja rastro de dudas sobre el propio ser, y en su lugar aporta a
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48
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE FLUIR
FLUIR EN EL DEPORTE
49
cada instante la certeza de lo que tiene que hace y el feedback de todo
lo que sigue en camino.
Esta dimensión está alineada junto con la fusión de la acción y
la atención: no preocuparse sobre uno mismo libera al propio ser
para entregarse completamente a la actividad a realizar. De manera
similar, sentirse como una unidad con la actividad evita los pensa­
mientos relacionados con uno mismo que se deslizan en la
conciencia y molestan en ese momento. Cuando los atletas hablan
de formar una unidad con la actividad, se están refiriendo también
a liberarse ellos mismos de la conciencia de su propio ser.
El tema acerca de reaccionar instintivamente es una de las ma­
neras en que los deportistas se refieren a esta dimensión. Por ejem­
plo, un jugador de rugby dijo «estar muy involucrado, pero de forma
instintiva»; un triatleta lo describió como «perderme en lo que esta­
ba haciendo». Una manera particularmente perceptiva de expresar
esta pérdida de la conciencia del propio ser la dio un ciclista que la
llamó «una expresión o liberación subconsciente: mi mente cons­
ciente no estaba interfiriendo». Dada la estrecha conexión entre es­
tas tres dimensiones de la fluencia -la fusión de acción y atención, la
pérdida de conciencia del propio ser y la transformación del tiempo, estas características son tratadas conjuntamente en el capítulo 4.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 8:
TRANSFORMACIÓN DEL TIEMPO
© Robert Oliver
Estar atento al tiempo es un justo castigo al que el estilo de vida
que llevamos nos condena. Continuamente consultamos nuestros
relojes para calcular cuánto tiempo nos queda o cuánto tiempo fal­
ta para que empiecen mejores acontecimientos. La dependencia
del tiempo es una carga que puede evitar que estemos verdadera­
mente absortos en lo que estamos haciendo.
La fluencia tiene el potencial de liberarnos de esta presión: una
de las características de fluir es tener una sensación modificada del
modo en que pasa el tiempo. Generalmente, lo que se experimenta
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50
FLUIR EN EL DEPORTE
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE FLUIR
en la fluencia es una reducción del tiempo, de modo que las horas
pasan como si fuesen minutos y los minutos como segundos. Tam­
bién puede ocurrir a la inversa, con minutos estirándose hasta pare­
cer lujosos periodos más largos, aportando la percepción de que se
tiene todo el tiempo del mundo para realizar las acciones.
Los atletas informan tanto de que el tiempo parece pasar más
lento como de que se acelera en la fluencia. Tener tiempo para pen­
sar es una de las maneras en que los atletas describen la percepción
alterada. Para otros, parece más bien una desorientación temporal,
ya que experimentan una mezcla de ralentización y aceleramiento
del tiempo. Esta desorientación parece que es lo que Simón descri­
bió acerca de una competición en la que 11 segundos pasaron como
a cámara lenta, pero aun así sintió que todo ocurrió en un instante:
51
resistencia extrema, la concentración total puede dar la impresión
de que las cosas van mucho más rápido de lo que de hecho van, de
este modo se mantienen el esfuerzo y la concentración del atleta
centradas durante el tiempo necesario.
Parece que la transformación del tiempo es un resultado de la
concentración total. Cuando estás completamente centrado en la
tarea, no puedes atender al paso del tiempo, el cual, cuando refle­
xionas más tarde sobre la prueba, puede llevarte a percepciones al­
teradas sobre cómo transcurrió. Cuando estás concentrado, pue­
des olvidarte del tiempo, así que la prueba puede parecer que haya
acabado «antes de que tú lo sepas». La deceleración del tiempo
puede también estar relacionada con la concentración: cuando tu
mente está realmente centrada, captas las cosas con más claridad.
Por ejemplo, una bola lanzada muy rápida en softball hacia tu bate
puede parecer lenta; así es como percibes incluso las costuras y la
curva que describe la bola, todo ello en cuestión de milisegundos
antes de que el bate contacte con la pelota.
No todos los deportistas experimentan una transformación del
tiempo. Perder el sentido normal del tiempo puede depender de si
mantener el seguimiento del tiempo forma parte de la tarea depor­
tiva. Un nadador en una carrera, por ejemplo, puede ser consciente
de cada segundo que pasa porque parte de su desafío es mantener
el seguimiento del tiempo para poder guardar energías para el mo­
mento adecuado de la carrera. Así que esta dimensión de la fluen­
cia puede que no sea experimentada tan universalmente como las
otras. Cuando se experimenta la transformación del tiempo, puede
ser muy liberador vivir un momento atemporal.
Me sentía como si hubiese reducido el ritmo de todo y me hubiese
asegurado de que todo estaba bien, que todo era fluido... Lo sen­
tí muy rápidamente, pero todo era lento al mismo tiempo.
La transformación del tiempo que a veces ocurre en la fluencia
puede parecer contradictoria: dependiendo de la prueba y de la
manera en que el atleta la encara, el tiempo se experimenta de for­
ma harto distinta. Así, para algunas personas parece que el tiempo
se frene en algunas ocasiones, mientras que en otros momentos
las horas pasan como minutos. La experiencia de una corredora de
resistencia extrema ilustra la sensación de que el tiempo pasa rápi­
damente:
Durante dieciséis horas y media estuve básicamente fluyendo. Si
me preguntas «¿Sentiste que fuesen dieciséis horas y media?», te
diría que sentí que sólo fueron tres.
COMPONENTE DE LA FLUENCIA N° 9:
EXPERIENCIA AUTOTÉLICA
Para algunas pruebas, como un sprint, que necesitan velocidad y
requieren reacciones rápidas, es probable que el tiempo parezca
que se estira en el estado de fluencia, aportando una aparente
oportunidad más extensa para responder de la manera apropiada.
Cuando las pruebas duran bastantes horas, como las pruebas de
¿Qué es una experiencia autotélica? Es aquella intrínsecamente
valiosa, una que escogemos hacer por ella misma. La fluencia es
una experiencia autotélica; ésta fue la expresión primera que se
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52
SMBBHHHHMmales de fluir
FLUIR EN EL DEPORTE
53
Nos metimos en el coche directamente y atravesamos Alemania y
la euforia duró todo el viaje. Fue el viaje más corto de mi vida.
Normalmente es un viaje de 10 horas. No me importaba tener que
ir en coche durante 10 horas en mitad de la noche y meterme en
la cama a las cuatro de la madrugada. ¡Era como si no existiesen
las preocupaciones! Y no pudimos parar a esas horas en una tien­
da para comprar nada. No me importaba lo más mínimo. «No, no
necesito comer ni beber nada, estoy bien». Y sentía que quería se­
guir rodando, volver a subir esa colina.
utilizó, de hecho, para denotar momentos de plena implicación en
lo que se está realizando (véase capítulo 1). Esta es una dimen­
sión que los atletas defienden con convicción, y es lo que hace de
la fluencia algo tan tentador; una vez experimentada, se la persi­
gue una y otra vez.
Los deportistas utilizan un amplio rango de términos para des­
cribir la parte divertida de la fluencia. Algunos mencionan lo diver­
tido de la experiencia cuando ésta ocurre, con afirmaciones como:
«Me sentí magnífico todo el rato», «Fue divertido de verdad» y «Fue
como una ráfaga». Otros se centran más en los estupendos que son
los movimientos: «te sientes como un campeón, como un verdade­
ro atleta» o experimentas «la estimulación de los movimientos,
una señal». Incluso otros atletas describen esta sensación como no
sentir dolor, sentirse fuerte, tener inagotables reservas de energía o
disfrutar del esfuerzo.
La percepción de actuar perfectamente es otro de los compo­
nentes del disfrute y un efecto del fluir. Los atletas explican que es­
tán colgados, «chutados», sintiéndose magníficos, y que han expe­
rimentado algo tremendamente valioso. «Te da la señal para seguir
haciendo lo que estás haciendo», «Lo que consigues es mucho
más de lo que pones» y «Saber que puede ocurrir de nuevo te per­
mite seguir adelante durante los malos momentos» son afirmacio­
nes que muestran claramente que la fluencia es tan altamente va­
lorada como extremadamente valiosa para aquellos suficiente­
mente afortunados que la han experimentado.
La experiencia autotélica, tratada más ampliamente en el capí­
tulo 9, es el resultado final de los otros ocho componentes de la
fluencia. La fluencia es tan valiosa que los atletas hablan de estar
«chutados» por largos periodos de tiempo después. «No puedes
bajarte», apunta sencillamente Simón. Todo parece positivo para
este ciclista después de ganar una larga y difícil etapa en la cual ha
experimentado la fluencia, incluso teniendo que viajar durante 10
horas inmediatamente después de la carrera que ganó, fue una ex­
periencia especial, como él explica:
cu
Tales experiencias excepcionales están el alcance de todo el
mundo, no sólo de los ciclistas de élite u otros deport istas profesionales. El recuerdo de la experiencia de fluencia llega a ser un faro que nos muestra el camino de vuelta desde las olas rugientes
un puerto seguro. Simón decribe su poderoso efecto de esta manera:
No hay nada, no hay ninguna experiencia en el deporte que sea
tan estimulante o valiosa como fluir. Es es lo que [el deporte] es. Es
lo que me mantiene pedaleando, sabiendo que quizás podré vol­
ver a conseguirlo.
La fluencia nos permite vislumbrar la perfección, y por eso vol­
vemos a intentar experimentarla una y otra vez después de haberla
alcanzado. De modo que, ¿hay una manera de encontrar la fluencia
en el deporte? Estas nueve características definitorias que acaba­
mos de detallar describen cómo es la fluencia. También contienen
las claves para mejorar la calidad de la actividad en nuestra prácti­
ca física favorita. Un análisis detallado de cómo cada una de estas
dimensiones contribuye a hacer del deporte una actividad más pro­
vechosa se presenta a continuación en la segunda parte del libro.
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■
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Experimentar
la fluencia
rv
Encontrar el propio
quilibrio entre desafíos
y habilidades
«Siempre fallas el 100 %
de los tiros que no haces».
i preguntas a una persona cualquiera: «¿Qué es lo que te hace
falta para ser feliz?», las típicas respuestas mencionarían la sa­
lud, el dinero o una vida acomodada de lo más lujosa. Sin embargo,
de manera contraria a estas creencias profundamente arraigadas, la
investigación muestra que los momentos más memorables y diver­
tidos en la vida de la gente habitualmente incluyen un trabajo bien
hecho que requería de habilidades y concentración, o la lucha por
superar un obstáculo difícil. La gente es feliz cuando tiene un pro­
pósito y está activamente involucrada en tratar de alcanzar su desa­
fiante meta. Cuando no hay nada que hacer, no hay cantidad de di­
nero ni caras posesiones que hagan feliz a una persona.
Parece que la evolución nos ha proporcionado un poderoso me­
canismo de supervivencia: la sensación de alegría que experimen-
S
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58
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE
FLUIR EN EL DEPORTE
LOS CUADRANTES DESAFIOS-HABIUDADES
tamos cuando cumplimos un desafío. Gracias a este sistema de re­
compensa incorporado, los exploradores están motivados para
arriesgar sus vidas en pro de alcanzar nuevos continentes o nuevos
planetas, los inventores trabajan durante años de miseria desespe­
ranzada para perfeccionar un nuevo artilugio y los artistas luchan
por expresar al óleo una visión única. Si no consiguiéramos experi­
mentar diversión con la búsqueda y dominio de los desafíos, pasa­
ríamos probablemente nuestro tiempo despiojándonos junto a los
chimpancés, con los que compartimos aproximadamente el 98% de
nuestros genes. Es la alegría que conseguimos a base de forzar las
potencialidades físicas y psíquicas en nuevas direcciones lo que
motiva la creatividad humana y lo que lleva a los hallazgos que nos
hacen diferentes de cualquier otra forma de vida.
Estas dos dimensiones de la experiencia -desafíos y habilidadesse refieren a condiciones básicas de la conciencia. «Desafío» se
queda realmente corto para un concepto más amplio, que conven­
dría extender hasta «oportunidades para actuar» o «requisitos con­
textúales». Imaginemos, por ejemplo, a una persona encerrada en
una habitación vacía. Le podrían faltar desafíos externos, pero aún
podría planear la posibilidad de una huida de la habitación, de ju­
gar una partida mental de ajedrez o recordar la letra de una can­
ción. El concepto de «habilidades» es también muy amplio, y se re­
fiere a la habilidad de actuar de cada uno o a la capacidad de afron­
tar una situación. Se necesitan habilidades específicas, por su­
puesto, para jugar con un gatito, escuchar música clásica o hacer
un salto de 90 metros en esquís con elegancia. En un sentido más
general, de todos modos, podemos utilizar el término común habi­
lidades para referirnos a todo este tipo de aptitudes.
Así como los desafíos y las habilidades deben estar bien nivela­
dos para que la fluencia ocurra, ambos factores tienen que ser rela­
tivamente altos para cada individuo particular. El punto de inicio
para que ocurra la fluencia se da cuando los desafíos y las habilida­
des van más allá de las posibilidades del nivel de la persona.
El cuadrante de «fluencia» de la figura 3.1 ilustra el equilibrio
DH, y es bajo esta condición que la experiencia de la fluencia ocurre
típicamente. Los otros cuadrantes de la figura se refieren a estados
no óptimos que surgen cuando hay un desequilibrio entre los desa­
fíos de la persona y sus habilidades, o cuando ambos están en nive­
les bajos. El cuadrante en el extremo superior izquierdo se llama
«ansiedad», que describe la sensación que uno tiende a tener cuan­
do los desafíos son percibidos como superiores a las propias des­
trezas. Todos podemos recordar momentos en el deporte en el que
hemos experimentado ansiedad. Probablemente estábamos en una
situación en la que nos faltaba confianza en nuestra capacidad para
salir con éxito, que es otra manera de describir lo que les ocurre a
nuestras sensaciones cuando percibimos que los desafíos sobrepa­
san nuestras habilidades.
.
z
Desafía
jL
Ansiedad
Alto/
Fluencia
Bajo
Alto
Habilidades
Relajación
Aburrimiento
Apatía
Bajo
Figura 3.1 Modelo
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del estado defluenda (adaptado.de i, M., y i, M.„ 1988)
60
FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES
Los dos cuadrantes inferiores de la figura 3.1 también describen
condiciones comunes del deporte. «Relajación-aburrimiento», en
el extremo inferior derecho, es el resultado de grandes habilidades
y desafíos pobres. Cuando juega con un oponente más flojo, un
atleta más diestro a menudo se relaja y puede incluso experimen­
tar aburrimiento, debido a la falta de desafío percibida en esa
situación competitiva. Los deportistas probablemente experimen­
tarán «apatía» en situaciones en que ni las habilidades ni los desa­
fíos están presentes a un nivel significativo, creando una sensación
de nivel bajo de energía, y una falta de atención. La práctica monó­
tona de las destrezas básicas puede dejarle a uno una sensación de
apatía, y gran parte del tiempo que se espera entre pruebas, calen­
tando o viajando de una concentración a otra, puede producir esa
misma sensación.
mos la energía. Todos nosotros debemos superar esta inercia in­
corporada antes de que podamos comprometernos en el deporte, y
a menudo este primer obstáculo desanima hasta el punto de hacer­
nos abandonar nuestras mejores intenciones.
El segundo desafío es el de llegar a ser cada vez mejor en lo que
hacemos. Esto implica mejorar frente a los competidores y, de ma­
nera más importante, frente a nuestras actuaciones previas. En par­
te el deporte es tan propicio para experimentar la fluencia, porque
nunca se agota la oferta de desafíos: siempre existe la posibilidad
de mejorar las actuaciones personales. Esta actividad nos garantiza
desafíos eternos. Cuando una meta es alcanzada, siempre pode­
mos mirar un nivel superior, una oportunidad refrescante.
En tercer lugar, el deporte implica un elemento de riesgo. En la
escalada, por ejemplo, el riesgo puede ser alto; perder la propia vi­
da. Esquiando te apuestas la seguridad de tus miembros. En prác­
ticamente todos los deportes hay algún elemento de peligro -para
el propio ego, al menos. Dominar estos riesgos no sólo aporta
fluencia en su momento, sino que construye un sentido de autoconfianza y de seguridad que constituye uno de los puntos clave
para superar los desafíos.
EL LADO DEL DESAFÍO EN LA
ECUACIÓN DE LA FLUENCIA
En la vida de la mayoría de la gente, las oportunidades para ac­
tuar repletas de sentido son escasas. Los adolescentes se sienten
aburridos con su familia y con la escuela, y muy a menudo les ocu­
rre lo mismo a sus padres con sus trabajos y su vida hogareña. Aquí
es donde aparece el deporte: para mucha gente, la actividad física
aporta las más claras y concretas experiencias de superar retos.
Hay tres vías principales a través de las cuales el deporte aporta
oportunidades para conseguir los desafíos. La primera y más obvia
es el modo en que nuestros cuerpos se plantan ante el ejercicio -a
través de la resistencia que tienen hacia el esfuerzo físico. La fluen­
cia no es la única fuente de motivación en nuestras vidas: más anti­
guo y poderoso incluso que las gratificaciones de lograr los objeti­
vos está el placer de la homeostasis, de encontrar la comodidad y
la saciedad. Hay una disposición de teleadictos en todos nosotros
que trata, de mantenernos sentados, tranquilos y de que conserve­
El esquiador Picabo Street se sintió motivado por el escepti­
cismo de los otros: «Cuando alguien me dice que sólo hay
una manera de hacer las cosas, siempre se me enciende
fuego bajo el culo. Mi reacción instantánea es: te voy a de­
mostrar que estás equivocado».
I
Los deportistas que son buenos encontrando nuevas oportu­
nidades para la acción en cualquier cosa que hagan, y que están
preparados para arriesgarse, son más capaces de preparar el esce­
nario para que la fluencia ocurra que los atletas que simplemente
siguen la rutina y juegan seguro. Tomar riesgos te pone en el filo de
la ecuación del equilibrio desafíos-habilidades, extendiendo los
desafíos (y de ese modo las destrezas) más allá de las situaciones
cómodas.
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ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS V HABILIDADES 63
Algunas personas tratan de vivir más allá de las situaciones apa­
rentemente cómodas sólo encontrando satisfacción en el peligro
extremo. Este tipo de gente consigue más que la mayoría, pero
también se arriesgan más a sufrir consecuencias calamitosas que
la mayoría preferirá evitar. Los escaladores se marcan, una tras
otra, una meta más difícil con montañas como el Everest, conside­
rado el máximo reto. Un escalador de talento y escritor también,
Jon Krakauer, fue miembro de una de las cuatro desgraciadas expe­
diciones al Everest en 1996 que se cobraron nueve vidas en el curso
de un día de escalada. En su visión de la tragedia del Everest, \nto
Tfiin Air, Krakauer escribió:
Alcanzar el máximo de la montaña era tangible, inmutable,
concreto. Los peligros que nos afectaban revistieron a la activi­
dad de una seriedad nunca antes experimentada en toda mi vi­
da. Me estimuló la perspectiva refrescante de pronosticar que
el plano ordinario de la vida llegaba a su fin.
No todo el mundo puede afrontar los riesgos del montañismo,
pero encontrar actividades cuando el siempre cambiante equilibrio
DH se inclina hacia los desafíos aporta una oportunidad de creci­
miento, una oportunidad para fluir.
© Anthony Naste
El miembro de.l Hall of Fame y uno de los mayores corredoires de béisbol de todos Jos tiempos, Lou Bróc.k, corPprendió la importancia de vivir -y jugar- al filo del riesgo. Él hizo
que las cosas funcionasen en el ataque de su equipo, el St.
Louis Cardinals. En lugar de esperar 3 que un compañero
bateara, Brock avanzó por las basss, apenteme.nte ?¡n mie­
do de que pudiese ser eliminado. Como decía él: «Múestrame un tüpo en quien te pueda? cebar, y te mostraré un tipo
al que puédeos ganar cada vez».
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¿Hasta qué punto buscas tú nuevas oportunidades, nuevos de­
safíos, cuando participas en un deporte? ¿Puedes pensar qué de­
safíos has creado o encontrado como deportista, entrenador o es­
pectador? El desafío es un eje que te guía en el mapa del camino
64
FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 65
hacia la fluencia, y a través de la comprensión de las oportunidades
en las actividades en las que participas, entenderás mucho mejor
crear fluencia en dichas actividades.
campo de juego e incluso comportamientos esperados en cierto ti­
po de pruebas. Esto se debe a que el deporte ha definido claramen­
te que los desafíos son un contexto donde la fluencia puede experi­
mentarse fácilmente. De todos modos, hay muchos momentos en
los que un reto puede no estar bien definido o comprendido. Esta
ambigüedad puede poner trabas a la experiencia de fluencia. Un
entrenador o un maestro puede ayudar a asegurar que un individuo
tenga claro su papel y sepa cuáles son los desafíos importantes en
cada situación. Pero, en última instancia, es importante que cada
atleta aprenda cómo encontrar nuevos desafíos cuando el aburri­
miento amenaza con aparecer. Más allá de lo que la estructura de
las actividades en el deporte aporta, hay muchos posibles desafíos
u oportunidades para la acción que puede crear para sí mismo un
deportista.
Hace unos años, Sue empezó a hacer escalada. Escalar presenta­
ba muchos desafíos, pero para Sue uno de ellos sobresalía: contro­
lar la ansiedad que experimentaba cuando se sentía insegura o in­
capaz de proseguir en la escalada. Habiendo estudiado la ansiedad
en el deporte, conocía Jos síntomas demasiado bien: palmas de las
manos y de los pies sudorosas, incremento del ritmo cardíaco, boca
seca, temblor en piernas y pies. Anteriormente había participado en
deportes que contenían menores riesgos obvios, así que nunca ha­
bía experimentado esos niveles de ansiedad que sentía en la mon­
taña. La escalada deportiva hoy es segura si se practica correcta­
mente. Pero saber esto calmaba poco sus miembros nerviosos o su
mente acelerada, confrontada a desafíos que ella percibía como pe­
ligrosos. Sue dependía de habilidades de las que dudaba. Una vez
había razonado consigo misma que su miedo era irracional (¡des­
pués de caerse y sobrevivir!) y se había centrado en alcanzar el si­
guiente anclaje que tenía que alcanzar, empezó a moverse sin es­
fuerzo de un paso a otro.
La clave fue definir el desafío apropiado y centrarse sólo en él.
Los desafíos que Sue definió eran bastante diferentes de los que
sus compañeros de escalada (instructores expertos en dicho de­
porte) se marcaban en ese momento. Ella se podía centrar en ir a
El desafío como vía hacia la fluencia
Para comprender cómo el desafío guía hacia la fluencia, es útil
remontarnos al modelo de fluencia (véase figura 3.1). La fluencia es
predecible que ocurra cuando los desafíos del individuo están por
encima de su media particular, pero a la vez en consonancia con.
sus habilidades percibidas (dando por descontado que éstas estén
también por encima de la media). Así que, de acuerdo con la teoría
de la fluencia, la gente siempre está buscando progresar más allá
en el canal de fluencia creado mediante la equiparación de desa­
fíos y habilidades. Esto es así porque cuando están en el canal de
fluencia, los individuos experimentan disfrute y calidad óptima. Si
en lugar de esto se mantienen en su nivel actual de destrezas y es­
cogen desafíos menores, acabarán por aburrirse. Si alguien experi­
menta aburrimiento o ansiedad, dependerá del nivel relativo de de­
safíos frente a sus habilidades personales.
Por un tiempo la gente puede seguir participando de una activi­
dad que es aburrida en su mayor parte, pero seguramente no lo ha­
rán durante mucho tiempo. El aburrimiento es una de las razones
por las que los deportistas jóvenes dejan sus deportes. Y es por lo
que los deportistas experimentados, aparentemente anclados en
un nivel específico, dejan su ambiente y vuelven su atención hacia
otra actividad.
Para aprender cómo crear desafíos es importante el continuo
desarrollo dentro de cualquier área que interese. El deporte se ba­
sa en fijarse nuevos desafíos y luchar por ellos. Afortunadamente,
aporta muchas oportunidades para hacerlo.
Crear el desafío en el deporte
El deporte comparece con una serie de desafíos predefinidos en
forma de reglas, competiciones, equipamientos, dimensiones del
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ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 67
seguir empujando el eje de los desafíos hacia arriba en el canal de
la fluencia.
remolque, mientras que ellos pretendían liderar la escalada. En­
cordarse y liderar son mundos diferentes en la escalada, y cierta­
mente liderar presenta objetivamente mayor desafío en la forma
de riesgo físico y mental. Al encordarse, el escalador está sujetado
a un arnés que rápidamente frenará cualquier caída; cuando se li­
dera, el. escalador confía en la protección ocasional de la roca para
detener su caída.
La escalada proporciona niveles claramente diferenciados de
desafío en la pendiente de las rutas y en la decisión de encordarse
o liderar. A estos desafíos pueden añadirse el tiempo atmosférico
y diferentes condiciones ambientales. El montañismo combina
los desafíos de la escalada con ascender y descender por terrenos
muy difíciles, a menudo con unas condiciones atmosféricas ad­
versas, añadiendo de este modo niveles de complejidad a la ta­
rea.
En algunos deportes con desafíos estructurados, los grados y
características de la actividad misma cambian una vez la acción de
los atletas supera las marcas más altas. Por ejemplo, en gimnasia
rítmica, que se basa en un código de puntos que miden el nivel de
desafío y de habilidades de las gimnastas, el grado de dificultad de
ciertos movimientos es recalificado a la baja después de un tiem­
po, y a las gimnastas se les exige movimientos más complejos para
puntuar bien. El código de los puntos por el que el deporte es juz­
gado se revisa periódicamente, elevando el deporte a niveles cada
vez más crecientes de dificultad.
En los deportes en los que la estructura de los desafíos perma­
nece básicamente constante, los mismos atletas pueden cambiar
los desafíos que perciben encontrando oportunidades únicas para
demostrar sus habilidades. Dennis Rodman, de los Chicago Bulls,
hizo de la destreza del rebote un arte; él mismo marcó sus desafíos
en su juego dentro de los desafíos más grandes del deporte. «Re­
boto con una pequeña aptitud especial, con algo extra», dijo Rod­
man. «No es por el público; es sencillamente por mí. Rebotares mi
modo de expresarme en la pista». Pensando creativamente y cen­
trándose en las áreas más fuertes, atletas y entrenadores pueden
CLAVES EN EL DESAFÍO
DE LA FLUENCIA
Afrontas obstáculos antes incluso de que escojas tus desafíos.
La mayoría de los obstáculos pueden verse bajo una mirada positi­
va o negativa, de cualquier manera, como las dos caras de una mo­
neda. Echemos un vistazo a unos cuantos de los obstáculos más
comunes y al modo en que los atletas los afrontan. Éstas son las
claves del desafío. Para disfrutar del deporte de la mejor manera,
tenemos que aprender a encontrar tantas oportunidades para ac­
tuar y perfeccionar la actividad como nos sea posible, a veces bus­
cándolas en los sitios más insospechados. Usando estas claves, el
deportista podrá ver los desafíos de manera positiva.
Ponerse en marcha: superar la inercia
Es mucho más fácil no ejercitarse que involucrarse activamente
en el deporte, así que el primer desafío es simplemente el de levan­
tarse del sofá. Esto no es problemático para los deportistas que par­
ticipan en deportes organizados y que tienen planificadas una serie
de pruebas regulares y sesiones de entrenamiento. Pero para la gen­
te que tiene toda la buena intención de practicar deporte por su
cuenta, simplemente empezar es el mayor obstáculo a superar. En
estudios con adolescentes, por ejemplo, encontramos que son mu­
cho más felices cuando hacen deporte que cuando participan en ac­
tividades de ocio pasivo, tales como ver la televisión o pasear por
unos grandes almacenes. El deporte y el ocio activo aportan expe­
riencias parecidas a la fluencia prácticamente la mitad del tiempo,
mientras que ver la televisión proporciona fluencia menos de una de
cada seis veces. Así que uno debería esperar que la gente joven hicie­
se deporte más a menudo de lo que ve la televisión, ¿no es así? Por
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ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 69
FLUIR EN EL DEPORTE
Afrontar el fracaso
supuesto, es lo opuesto a lo que ocurre: la mitad de jóvenes esta­
dounidenses pasa al menos 4 veces más tiempo ante el televisor que
estando físicamente activos.
¿Por qué dedican tan poco tiempo al deporte si éste les hace
sentir mucho más felices? La explicación que ellos dan es simple:
encender el televisor es mucho más fácil que prepararse para un
partido de baloncesto o para ir en bicicleta, o que coger un autobús
que te Heve a la piscina.
Todos los deportes requieren de nuestra parte una inversión ini­
cial de energía antes de que empecemos a recibir el beneficio de la
fluencia en la actividad. En un sentido, uno debe pagar una especie
de derechos -tiempo, esfuerzo, preparación-, mientras que el entre­
tenimiento pasivo es gratuito. Muchas personas son incapaces de in­
vertir la energía por adelantado, así que nunca experimentan la ale­
gría del deporte. El ocio pasivo, mientras que pide menos de noso­
tros, aporta menos alegría y menos esfuerzo en la vía de mejorarse a
sí mismo.
Claramente, uno de los mayores impedimentos para experimen­
tar la fluencia en el deporte es conseguir pasar la a veces aburrida
preparación requerida para iniciar una actividad. Esto supone
aprovechar tus energías. Es importante que seas consciente de que
no vas a mantener el ambiente necesario para practicar un deporte
a menos que desarrolles una planificación habitual. Si no pertene­
ces a un club o no tienes un entrenador o preparador personal, tie­
nes que construirte una planificación tú mismo.
Te guste o no, somos criaturas de hábitos. La única forma de se­
guir un régimen que requiere esfuerzo es convertirlo en una parte tan
inamovible dentro de la organización de tu semana o de tu día a día
que no hacerlo te acarree más esfuerzo que ejercitarte. En primer lu­
gar, te has de obligar a correr 6 km cada día antes de desayunar; des­
pués de un tiempo, si estos ó km llegan a ser un hábito, el desayuno
no te sabrá bien si te saltas tu ejercicio. Es útil construirse un ritual
alrededor de tus periodos planificados de ejercicio. Si pones tu mar­
ca personal en estas rutinas -si personalizas tu vestuario, tu equipo,
los ejercicios de estiramientos, la ducha posterior llegan a ser fáciles,
y puedes alcanzar sin esfuerzo la fluencia en el deporte.
Afrontar el desafío no es sólo esencial para la fluencia; es tam­
bién una parte esencial del ser humano. Encaramos desafíos en ca­
da momento hacia el siguiente nivel de complejidad, ya sea como
el bebé que aprende a andar o el saltador de pértiga que intenta co­
locarla correctamente para generar la mejor trayectoria de salto
posible. A pesar de todo, a medida que afrontamos desafíos de
complejidad creciente, nos socializamos para tomar decisiones
que optimizarán nuestras posibilidades de éxito. Aprendemos que
debemos esquivar el fracaso, pues a menudo con los fracasos llega
la evaluación negativa.
Algunos aprenden a igualar un fracaso en una fiabilidad o en una ac­
tividad con su propio fracaso como personas competentes. Esto es
particularmenete evidente en el deporte, donde los atletas son
continuamente evaluados en ios resultados de la actividad. Cuan­
do esto se convierte en la principal, o incluso la única, fuente de
feedback que un deportista recibe, puede llegar a verse como un
«atleta» más que como una persona que participa en un deporte.
Las consecuencias de fracasar en el deporte acarrean entonces pro­
blemas mayores, íntimamente ligados con la valía personal.
Cambiando nuestros focos de atención primarios para conse­
guir una serie de resultados al hecho de crear oportunidades para
obtener experiencias óptimas, las que sean, las consecuencias del
fracaso se alivian al mismo tiempo que el potencial para el éxito se
realza.
Saborear el desafío
lack Nicklaus, uno de los grandes del golf, dijo esto acerca del
desafío de la alta competitividad:
«Cuanto más dura y más estrecha es la competición, más dis­
fruto del golf. Ganar por márgenes cómodos puede que ofrez­
ca otro tipo de satisfacción, pero no es ni de lejos tan excitante
como luchar golpe a golpe directo hasta el objetivo.»
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70
FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFIOS Y HABILIDADES 71
Traspasar la zona cómoda
habilidades mutuas, los atletas que disfrutan con su deporte pue­
den encontrarse a menudo marcándose desafíos cada vez mayo­
res. La teoría de la fluencia puede ayudarte a comprender esta ac­
titud positiva hacia el desafío, ya que con el reto creciente apare­
ce la oportunidad para las experiencias óptimas.
¿Cómo extienden sus límites los deportistas? Hay muchas ma­
neras de hacerlo, que pueden ser divididas en dos categorías
principales: las centradas en la persona y las centradas en el am­
biente. Un atleta puede cambiar el desafío de una situación cam­
biando sus pensamientos o la forma de percibir la situación. Un
jugador de tenis emparejado con un jugador más débil puede que
no encuentre difícil ganar el partidq. Cambiando el foco de ganar
a mejorar su propio juego y marcándose metas para los diferentes
componentes del mismo, el jugador de tenis puede mantener el
desafío a lo largo de todo el partido. Es importante tener claro
que es la percepción de los desafíos lo que es importante para la.
fluencia, no lo que el aparente reto de una situación pueda pare­
cer.
En la medida en que es posible incrementar los desafíos ajus­
tando las metas personales, un atleta también puede disminuir
los desafíos cuando se le presenta una situación que supera su
actual nivel de destreza. Para el jugador de tenis más débil en el
partido, ganar puede que no sea un reto apropiado, sino que pue­
de incluso impedir al jugador experimentar la fluencia si el desa­
fío es muy superior a sus habilidades. Este jugador puede marcar­
se sus propias metas personales, no obstante, para que el desafío
no resulte aplastante. Devolver el primer servicio de un oponente
superior puede aportar un desafío apropiado para este jugador, e
incluso si ganar no es posible, la fluencia puede aún ser experi­
mentada si sus desafíos y habilidades están equitativamente re­
partidas.
Cambiar el ambiente es otra manera de alterar el desafío que
un atleta encara. Al igual que las habilidades, el ambiente puede
ser modificado para incrementar o disminuir los desafíos. Los
aspectos del ambiente de un atleta que pueden ser modificados
El miedo al fracaso provoca que algunas personas renuncien a
afrontar desafíos y mejorar sus habilidades. El desafío incluye el
riesgo de no tener éxito. La complacencia puede que sea un síntoma
del miedo al fracaso; en algunos individuos, la complacencia ocu­
rre por su preferencia a mantenerse en la zona cómoda de su activi­
dad. Mientras que la comodidad y la facilidad pueden ser apropia­
das si el deporte se practica como medio de relajación, no generan
una buena mentalidad para los atletas que tratan de conseguir
nuevos niveles de habilidad o de mejorar. No es posible avanzar
mientras se busca mantener una sensación reconfortante con la
práctica de la actividad.
La complacencia, también puede surgir de un esceso de con­
fianza en las habilidades propias para alcanzar el desafío. Cuando
atletas superiores se enfrentan con oponentes más débiles, no es
inusual para el jugador con un nivel más elevado de habilidades
el encontrarse luchando en situaciones donde'los retos parecen
más bajos que sus destrezas. Mientras que, para el fugador más
débil, el desafío de los jugadores superiores eleva su actividad, la
aparente facilidad para superar a un. oponente menos habilidoso
puede convertirse en un desafío para la estrella complaciente que
ha bajado la guardia. Los partidos de tenis dan muestras claras
de los efectos de la complacencia en los profesionales mejor cla­
sificados. Pocos de los mejores tenistas son inmunes a las derro-tas en primera ronda ante jugadores peor clasificados. Para preve­
nir el enfado que aparecería si esto ocurriese, cuando deportistas
estrella juegan contra alguien con una clasificación inferior nece­
sitan definir nuevos desafíos al margen de simplemente conse­
guir la victoria (tales como centrarse en modos específicos de me­
jorar su propio juego).
Algunos deportistas se esfuerzan continuamente en mejorar
sus habilidades y actuaciones, siempre buscando la superación.
Colocar la actividad en un contexto competitivo da coraje para
mejorar las destrezas, pero aun sin este incentivo de comparar Jas
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72
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 73
FLUIR EN EL DEPORTE
De repente el plan cambió... Habíamos sido las únicas personas
sobre el hielo, pero en esta ocasión un cámara depositó sobre la
superficie su cámara y salió de la pista ¡para recuperarla una vez
empezada nuestra actividad! Y de repente no estábamos solos
en el hielo. Pero era un desafío, y yo estaba concentrado, así que
rápidamente lo convertí en algo positivo. Me estaba preparando
para la pirueta más difícil que nunca había hecho con mi pareja,
y tuve que hacer unos pocos ajustes porque veía a ese tipo allí.
Rápidamente volví a centrar mi atención en mi pareja, lo debía
hacer instantáneamente porque debía hacer esa pirueta, la más
difícil. Y simplemente lo ultilicé, como si me dijera: «Bueno, todo
el mundo está esperando que algo nos vaya mal, así que ... ¡fija­
ros en esto!» He vuelto al «¡fijaros en esto!» otra vez, pues me
ayuda muchísimo.
incluyen el tamaño y dimensiones del área de juego y de actua­
ción, la cantidad de información con que un deportista espera
encontrarse, la extensión de las distracciones e interferencias ex­
ternas, o la presencia o actitud del público. Hay muchas maneras
de modificar el ambiente para que los desafíos se demarquen en
un nivel justo por encima del nivel de habilidades disponible.
Los entrenadores de éxito hacen esto siempre en los entrena­
mientos. Aprender destrezas físicas se basa en un enfoque partetodo, donde la destreza final a aprender se desmenuza en com­
ponentes más pequeños, cada uno de los cuales se practica por
separado; gradualmente, éstos se van incorporando con otros
componentes, hasta que la habilidad completa puede ejecutarse
con éxito.
También pueden transformarse los ambientes deportivos en
algo más desafiante pidiendo que las destrezas se realicen bajo al­
gún obstáculo. Por ejemplo, permitiendo a un jugador de balonces­
to lanzar sólo desde detrás de Ja línea de tres puntos, o haciendo
que un corredor escoja un trayecto muy accidentado para preparar­
se. La constante atención a los desafíos centrados en la persona y a
los retos del ambiente ayudan a asegurar que un nivel adecuado de
desafío está presente, y por ello el atleta se ve animado a aumentar
su rendimiento hacia una actuación mejor.
Ampliar los límites es útil para todos los niveles de deportistas,
desde los novatos hasta atletas de élite. A menudo pensamos en
deportistas altamente dotados extendiendo sus límites a base de
ponerse en situaciones difíciles e intentando sobrepasar los ré­
cords y medidas establecidas. Para triunfar en los más altos niveles
del deporte es necesario ser capaz de alcanzar algo y resistir más
allá, todo esto dándoles la bienvenida a los desafíos sobre los lími­
tes físicos y mentales de uno. De todas maneras, para un novato ex­
tender sus límites es intentar sobrepasar los previos, los niveles
más elementales. El nivel absoluto, u objetivo, puede que sea muy
diferente comparado con el del atleta de calidad internacional, pe­
ro sirve el mismo principio de incrementar el desafío. Cómo se per­
cibe el desafío es el punto crítico.
Para percibir un desafío de modo positivo o facilitador el habla
interna debe ser positiva y enérgica. Afirmaciones positivas como
«Puedo conseguir un poquito más» o «¡Puedo hacer esto!» man­
tienen tus esfuerzos dirigidos al cumplimiento de la tarea. Es im­
portante que cualquier voz interior negativa desaparezca y se tor­
ne en una orientación positiva. Para incrementar el esfuerzo, pue-
Desafíos no planeados
En ocasiones el ambiente presenta desafíos que no están planeados, pe­
ro que requieren un a aaapatación para facilitar el éxito. Un campeón de
patinaje artístico explicaba una historia divertida que él asociaba con la
fluencia. Saliendo de una situación potencialmente peligrosa en un desa­
fío, el patinador utilizaba su determinación para mantener la concentra­
ción en lo que debía hacer cuando, compitiendo en Juegos Olímpicos, se
enfrentó a un reto único:
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© The Picture Desk
FLUIR EN EL DEPORTE
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des utilizar palabras y frases centrándote en la energía y el poder,
diciéndolas de manera convencida y positiva. Si la concentración
es un punto crucial, las afirmaciones que se centran en la tarea
pueden ayudarte a mantener tu atención focalizada. El próximo
capítulo trata la habilidad de la voz interior con más detalle.
Ampliar los límites es la clave para crear el nivel adecuado de
desafío. Una persona altamente motivada para comprometerse
con una actividad encontrará más sencillo ampliar sus límites que
otra a quien falte la motivación. El concepto de motivación es bási­
co para la experiencia de fluencia (y le dedicamos expecialmente
los capítulos 5 y 9, que tratan de las metas y el disfrute, respectiva­
mente). El desafío está estrechamente ligado a las habilidades. Las
experiencias óptimas ocurren cuando las diferentes dimensiones
de la fluencia se combinan. El desafío es un importante componen­
te de la fluencia, pero es la interconexión del desafio con las fiabilidades,
junto con la expresión positiva de los otros elementos de la fluen­
cia, lo que crea esta experiencia óptima.
Hasta aquí nos hemos centrado en el eje vertical del modelo de
la fluencia: los desafíos percibidos de una actividad, los cuales son
centrales para la fluencia y para las experiencias deportivas produc­
tivas y placenteras. El desafío puede hallarse en muy diversos as­
pectos del deporte, y hasta ahora hemos discutido ejemplos de di­
ferentes tipos de desafíos que puede afrontar un atleta. Otras áreas
de oportunidad que puede que quieras perseguir incluyen perfec­
cionar tu equipo, informarte acerca de la historia de tu deporte y
conocer a otros deportistas -sus personalidades, sus puntos fuer­
tes y sus debilidades.
La tabla 3.1 presenta una tipología de los desafíos del deporte
que muestra las áreas en las que puedes encontrar o crear oportu­
nidades. Puede que desees utilizar esta tabla para analizar tu de­
porte en términos de sus desafíos relevantes. Probablemente podrás
añadir a esta lista otros retos que hayas descubierto. Utiliza esta
tabla para construir con ella las potencialidades que tu deporte
aporta.
FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABIUDADES 77
Tabla 3.1
Ejemplo de tipologías de desafíos en el deporte
Dimensiones dei
Oportunidades para
desafío deportiv o la acción (desafío)
Físico
Entrenamiento de la fuerza
para incrementar la energía.
_
J
Ejercicios para mejorar
la anticipación.
Desarrollo de las habilidades
mentales (concentración,
imaginación, voz interna, etc.).
Rutina imaginaria de un
aspecto de la ejecución.
Planificación estratégica.
Planes de partidos.
Configurar metas claras
y dirigir la motivación hacia el
cumplimiento de las metas.
Metas semanales,
ejercicio y evaluación.
Feedback y práctica
continuada de las
habilidades difíciles.
Conocimiento de la cultura
e historia del deporte.
Ritual o rutina de prepartido.
Comprender los requisitos
técnicos de !a actividad.
Leer manuales técnicos.
Optimizar el equipo.
Personalizar la técnica
o el equipo.
Requisitos
energéticos
y nutricionales
Marcarse un ritmo personal
en una carrera de resistencia
Desarrollo de las habilidades
físicas (agilidad, destrezas
con balón, anticipación)
Persistencia.
Técnica
y equipo
Ejemplos
Cantidad de esfuerzo.
Desarrollo de capacidades
físicas (fuerza, velocidad,
flexibilidad, resistencia)/
Mental
T—~----------)
Conocimiento de las exigencias
energéticas de la actividad.
Recuperación de fluido
/ energía.
Consultar con un especialista
en biomecánica.
Crear una jugada propia
con un sello personal.
Medir el gasto de energía
el resultado.
zAnálisis nutricionales.
_
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EL LADO DE LAS HABILIDADES
EN LA ECUACIÓN
La mayor parte de la gente cree que la comodidad material, y
el ocio relajante son aquellas cosas que a uno le hacen la vida fe­
liz y placentera. El cielo en la tierra, piensan ellos, consiste en no
tener nada que hacer y gozar de pleno entretenimiento para dis­
traerse. Pero a largo plazo esta creencia es errónea. Contraria­
mente a la opinión popular, los momentos más placenteros y sa­
tisfactorios, aquellos que dan felicidad y pleno sentido a la vida,
son habitualmente aquellos en que haces que algo ocurra, cuan­
do conseguimos algo difícil con nuestro cerebro o con los mús­
culos. Aunque muchos de nosotros luchamos por ser superconsumidores (comprando lujosos coches, grandiosos televisores,
yendo a lugares exóticos de vacaciones...), la verdad es que éstas
no son las cosas que nos harán felices. Consumir entretenimien­
to mata el tiempo y aligera el aburrimiento, pero raramente nos
hace sentir bien con nosotros mismos. La vida es más apasio­
nante cuando estamos profundamente involucrados en un desa­
fío complejo. La mejor estrategia para disfrutar de la vida es de­
sarrollar cualquier habilidad que uno tenga y utilizarla lo más
ampliamente posible.
Lo más fundamental de estas habilidades es que son físicas. Ca­
da uno de nosotros experimenta primero el ser uno mismo me­
diante el control del cuerpo y de sus movimientos; de hecho, un be­
bé aprende los límites de aquello que es capaz y no es capaz de rea­
lizar alcanzando, estirando, empujando, gateando o escalando. Los
placeres de correr, saltar, sumergirse o rebotar están entre las fuen­
tes más básicas de sentir el bienestar humano. A medida que cre­
cemos, se desarrolla nuestro sentido de un más allá de lo que cree­
mos que nuestro cuerpo puede hacer. Tenemos confianza si lo ha­
cemos bien, somos vergonzosos si es difícil, y si nuestro cuerpo es
torpe, tendemos a desarrollar un complejo de inferioridad.
78
FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS V HABIUDAD^KS
Creer en tus destrezas
estrategia indica que uno debiera guardar energías. El modo en
que percibimos nuestro potencial para desarrollar estas destrezas
en los marcos deportivos específicos en los que participamos tie­
ne una profunda influencia en lo que finalmente realizamos y có­
mo nos sentimos acerca de ello. Te daremos más adelante en este
capítulo una técnica para desarrollar o mejorar tu propia voz inte­
Es importante darse cuenta de que la relación entre las habilida­
des físicas y los estados mentales no se da en una sola dirección.
Nuestros pensamientos influyen en nuestra actividad de igual modo
que nuestra actividad afecta la manera en que pensamos sobre no­
sotros mismos. Hay miles de individuos que a causa de accidentes
han perdido el uso de sus extremidades o que nacieron con defectos
congénitos, pero que sin embargo creían en sus capacidades y, con­
tra todo pronóstico, han desarrollado destrezas atléticas hasta nive­
les muy notorios. Esta misma relación vale, de manera menos dramática, para cada uno de nosotros. Qué habilidades tenemos y
bien que las utilicemos no es sólo una cuestión de dotes físicas, sino
que también depende de adoptar una actitud positiva y resolución.
Es fácil malinterpretar el papel de las habilidades en la fluencia.
Ya que la experiencia es tan espontánea y no exige esfuerzo, muchas
personas piensan que la fluencia no requiere el uso de destrezas. No
se dan cuenta de que, paradójicamente, sólo cuando las destrezas se
entrenan tan bien que llegan a ser automáticas puede uno abando­
narse a la acción espontánea y experimentar la fluencia. El esquiador
novato en una pista difícil está internamente concienciado y preocu­
pado: está ocupado intentado colocar los esquíes para poder virar
sin caerse. Y es incapaz de olvidarse de sí mismo y deslizarse sin es­
fuerzo. Sólo después de haberse convertido en un experto puede ha­
cer los giros espontáneamente y disfrutar de la bajada.
Hay un dicho italiano, \mpara l'arte, e mettila da parte, que traducido
literalmente significa: «Aprende el arte, y luego déjalo de lado». Es
un buen consejo no sólo para artistas y artesanos, sino también pa­
ra experimentar la fluencia en el deporte: practica tus habilidades
hasta el punto de olvidar que las posees, y entonces abandónate a
la actividad.
rior y las creencias acerca de ti mismo.
Encontrar la mezcla adecuada
de desafíos y habilidades
o
Para experimentar la fluencia en el deporte se requiere un desa­
rrollo progresivo del lado de la habilidad en la ecuación desafío-ha­
bilidad. Recordarás que el eje horizontal del modelo de fluencia se
define a partir de la habilidad. Para que ocurra la fluencia, las habi­
lidades necesitan mantenerse parejas con las oportunidades para
la acción que aporta el deporte. Nos arriesgamos al aburrimiento si
nuestras destrezas superan nuestros desafíos -y a la ansiedad si los
desafíos son mayores que nuestras destrezas.
El aburrimiento proviene de las situaciones que nos parecen
poco desafiantes. Jugar contra un oponente más débil puede lle­
gar a ser aburrido si la única meta del atleta más fuerte es ganar.
Mantenerse dentro de una zona cómoda en la actividad puede
que sea relajante al principio, pero finalmente puede llevar al
aburrimiento.
La ansiedad es fácil de reconocer. Pero puede ser difícil desha­
cerse de ella cuando los atletas están atrapados en una situación
superior a sus niveles reales de habilidad o cuando se sienten in­
capaces o sin ganas de disminuir el desafío. Lo más importante del
equilibrio se encuentra sólo cuando está presente la mezcla ade­
cuada de desafíos y habilidades.
Nuestras creencias sobre lo que somos capaces de hacer son
una importante influencia en lo que intentamos en la vida. El de­
porte incorpora el desarrollo de un rango de destrezas físicas y
mentales, desde maximizar los sprints hasta reservarse cuando la
Es lo que tú crees que es
Hay un aspecto muy importante a mantener presente relaciona­
do con la ecuación desafíos-habilidades: no es el nivel objetivo de
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ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 81
FLUIR EN EL DEPORTE
80
habilidad o desafío lo que determina la calidad de la experiencia,
sino nuestras percepciones de estos factores. Si creemos que nues­
tras habilidades son altas cuando se nos presenta algún gran desa­
fío, estamos mucho más cerca de tener una experiencia positiva y
una respuesta exitosa que si dudamos de nuestras capacidades en
tal situación.
Puede que el mejor boxeador de pesos pesados de la his­
toria, Muhammad Al i, lo dijese mejor: «Es la falta de fe lo
que hace que la gente tema enfrentarse a desafíos, y yo
creo en mí». Bajo toda la fanfarronería de Ali yace la
creencia central que le sostuvo a través de sus más difíciles
peleas y, más tarde, cuando afrontó sus problemas de sa­
lud.
Por supuesto, si nuestras percepciones no están fundamen­
tadas en una base de habilidades objetivas, corremos el riesgo de
padecer los efectos negativos de la falsa confianza. Esto puede llevar
a que un atleta se marque una meta que no es realista. Es mucho
más común, de todos modos, el preocuparse porque no tenemos lo
que hace falta aunque, de hecho, actuaciones anteriores nos ha­
blan indicando lo contrario.
© Human kinetics
CLAVES PARA CONFIAR
EN TUS HABILIDADES
Cuando la confianza es inestable puede llegar a ser una barrera
a la hora de experimentar la fluencia. Exploraremos por qué la con­
fianza es a menudo un factor inestable en el deporte.
ganador habrá muchos perdedores. Y hay numerosos factores aje­
nos al propio control que pueden afectar al resultado de una prue­
ba: el tiempo atmosférico, las habilidades o la motivación de tu
oponente, la superficie de juego, tu dieta y tu preparación mental,
Cambiar los canales de la recepción inestable
O
Por definición
deporte raramente garantiza un resultado exitoso. El formato competitivo de un deporte asegura que por cada
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ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 83
sólo por mencionar algunas. La cultura del deporte otorga tanta
importancia a ganar o perder, que es fácil caer en el error de pensar
que éstos son los únicos resultados que importan. Los atletas y en­
trenadores interiorizan esta opinión a través del reforzamiento re­
petido de la importancia de ganar.
El peligro surge cuando el único feedback que utiliza un atleta o un
entrenador para valorar los resultados es la victoria o la derrota. Ga­
nar no se equipara automáticamente con niveles altos de habilidad,
ni tan sólo quedar 2o, 5o o 25° significa necesariamente que uno tie­
ne pocas habilidades. Si te juzgas a ti mismo y a los otros únicamen­
te en términos de clasificación, a menos que siempre ganes es pro­
bable que mines la confianza en ti mismo. Esto, a su vez, complica
tus posibilidades de experimentar la fluencia por la resultante per­
cepción inestable de tus destrezas. El feedback al que debes prestar
máxima atención es al modo en que tu actividad progresa en rela­
ción con tus metas personales.
Sue recuerda una historia en la que se vio enfrentada con pensa­
mientos negativos en una situación que realmente requería que
creyese en sí misma. Ávida de un nuevo desafío en su vida, decidió
aprender más sobre volar. Estuvo haciendo averiguaciones en las
escuelas de vuelo locales, las visitó y obtuvo cierta información so­
bre en qué consistía aprender a volar. Al escoger volar, Sue sabía
que lo hacía en parte influenciada por el miedo a volar que había
desarrollado. Como pasajera en algunos vuelos transoceánicos, vo­
ló -o más correctamente, la [levaron- frecuentemente. Pero sintió
cada vez más miedo cuando aparecían turbulencias, y decidió que
una buena manera para superar su miedo sería aprender más sobre
volar y visitar la cabina de un avión.
Sue firmó una prueba de instrucción de vuelo, que incluiría un
informe antes de volar, media hora de vuelo y la relación del infor­
me. Una vez en la escuela de vuelo, la acompañaron directamente a
un Cessna 152 y le dieron un casco auricular. El informe antes del
vuelo consistió en una vuelta alrededor del avión y una rápida ex­
plicación de los mecanismos y las técnicas para ascender, descen­
der y virar -sin demostración o charla sobre seguridad o sobre qué
hacer en caso de emergencia. De repente, Sue se encontró pensan­
do que nadie sabía que estaba allí. Había decidido hacer ese vuelo
de improviso. Pensó para sus adentros: «¿Qué pasaría si algo fuese
mal y muriese? Nadie sabría nunca lo que me habría pasado o dón­
de estaría». En lugarde escuchar las explicaciones del instructor, se
encontró a sí misma suponiendo que se estrellaría antes incluso de
despegar del suelo. No queriendo volverse atrás en el último mo­
mento, Sue supo que debía cambiar ese modo de pensar.
Así que, en lugar de pensar en todas las cosas posibles que po­
drían ir mal, como una colisión en el aire con otro avión pequeño,
perder el control dentro de unas turbulencias o que el avión simple­
mente explotase (todos ellos pensamientos que habían pasado por
su cabeza en unos pocos instantes), Sue cambió su foco de atención
para tratar de entender la tarea que le esperaba. Si hubiese continua­
do con sus pensamientos negativos, no hubiera sido capaz de poner­
se ante los controles y disfrutar de la experiencia de pilotar un avión.
Cambiar los canales de las dudas persistentes
¿Cuántas veces te has encontrado a ti mismo cuestionándote
tus habilidades en situaciones en las que las destrezas están al lí­
mite? Aunque lo que se te está requiriendo que hagas es algo que
has realizado con éxito en frecuentes ocasiones anteriores, las du­
das pueden aún deslizarse y desestabilizar la ecuación desafíos-ha­
bilidades. «¿Me preparé lo suficiente?» «¿Tengo lo que hace falta
realmente?» «Puede que la última vez tuviese suerte». Éstos son
modos habituales de dudar de tus capacidades. Y hacer este tipo
de comentarios personales es habitual si la presión que se percibe
es alta. Cuando estás en los últimos 30 segundos de un partido y
estás en posición de anotar un gol, o bien durante una final olímpi­
ca en que tratas de sumar todas tus reservas, las dudas pueden avi­
varse y lanzarte al desorden mental.
El pensamiento negativo puede ser un hábito difícil de superar.
Si se convierte en un modo automático de respuesta puede domi­
nar tu mente.
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FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 85
Una vez en el aire. Sue se enfrentó a un nuevo desafío para su
confianza. Se percató de que no podía entender bien lo que el ins­
tructor le estaba diciendo. Después de subir el volumen de los auri­
culares y seguir oyendo mensajes confusos, el instructor le explicó
que los auriculares eran viejos y podría ser que no funcionasen co­
rrectamente. El instructor le había mencionado antes de que des­
pegasen que le daría instrucciones sobre lo que hacer a través de
los auriculares, y que utilizarían las expresiones «Reemplazándote»
y «Cediéndolos» cuando debía realizarse un cambio en los contro­
les. Su ansiedad creció significativamente cuando oyó algo pareci­
do a "Cediéndolos" y luego una serie de consignas que no podía
descifrar claramente. Pilotó más por instinto que por instrucción y
tuvo que seguir diciéndose a sí misma que lo podía hacer. En otras
palabras, Sue tenía que superar su voz interior sin ayuda de la infor­
mación que el instructor le iba dando. Este ejemplo le demostró lo
poderoso que puede llegar a ser lo que nos decimos a nosotros y a
los otros para afianzar la confianza, la actividad y la calidad de la ex­
periencia.
puedan ser lanzados cuando nos enfrentamos a un desafío. Apren­
der a utilizar nuestra voz interior es una habilidad mental clave para
desarrollar la confianza.
¿No has deseado nunca poder apagar esa voz dentro de tu ca­
beza que te dice que todas las cosas que haces y has hecho están
mal? Evitando esos pensamientos puedes aprender a encender,
apagar o cambiar de canal cuando la información entrante no es la
que quieres oír.
Bloquear los pensamientos es una técnica que sigue tres senci­
llos pasos. Primero, presta atención a lo que te estás diciendo a ti
mismo. Segundo, cuando te oyes a ti mismo diciendo o pensando
algo negativo, bloquea los pensamientos diciéndote firmemente:
«¡Para!» Este simple acto rompe el patrón de pensamiento. El ter­
cer paso es reemplazar el caudal negativo de pensamiento por una
línea positiva. Es como si cambiases los canales de tu televisor o
de tu radio cuando la emisora entrante no es la que quieres ver u
oír.
Aunque bloquear el pensamiento es un procedimiento simple y
directo, como todas las habilidades mentales requiere práctica y
utilización regulares para que sea efectivo. Si lo pruebas una vez y
te ves de nuevo inmerso en el pensamiento negativo no quiere de­
cir que la técnica sea ineficaz, sino más bien que aún no has llega­
do a un nivel en el que funciona de forma efectiva. La meta última
de la destreza de bloquear el pensamiento es que funcione auto­
máticamente, cada vez que te haga falta. Éste es el verdadero exa­
men de las destrezas mentales: cuando estás bajo presión, ¿se
vuelven los pensamientos en tu contra o vienen en tu ayuda?
Aprender a hablarte a ti mismo de manera positiva es otra ha­
bilidad útil para aumentar la confianza. Hablar contigo mismo no
es un signo de locura inminente, sino de conciencia de uno mis­
mo. Algunas personas no se dan cuenta de que están hablando
consigo mismas, mientras que otras están muy familiarizadas
con su voz interior. El sencillo ejercicio que te ofrecemos te ayu­
dará a identificar con qué frecuencia y qué tipo de voz interna uti­
Los comentarios negativos, provengan de una fuente externa o
de uno mismo, pueden deshacer cualquier potencial para alcan­
zar una experiencia óptima. Los entrenadores ejercen una enor­
me influencia en la mentalidad de los atletas a través de lo que
les dicen antes, durante y después de un prueba. Pero no son sólo
los entrenadores los que influyen a los jugadores. Los padres, los
cónyuges, los compañeros de equipo, los espectadores, los me­
dios de comunicación, los oponentes... hay tantas fuentes poten­
ciales de feedback para minar la confianza de un atleta, que no es
sorprendente que ésta sea inestable. De todas maneras, por enci­
ma y más allá de todas estas fuentes de información, las cosas
que nos decimos a nosotros tienen mucho más poder para deter­
minar nuestra experiencia que la combinación de todas las fuen­
tes potenciales externas.
La voz interior sabe qué teclas tocar en lo que se refiere a acti­
varnos. Esta crítica interna conoce cada una de nuestras debili­
dades, y cataloga todos nuestros errores pasados para que nos
lizas.
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ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS ¥ HABILIDADES 87
voz interior
Este ejercicio requerirá que lleves contigo una libreta encima durante
un día. Escoge un día en el que practiques tu deporte o actividad. Pres­
ta atención a lo que te dices a ti mismo a lo largo del día. En cualquier
momento que digas o pienses algo sobre ti, escríbelo en la libreta. Al
final del día cuenta las afirmaciones que has hecho. Al lado de cada
una de ellas, apunta si es una afirmación positiva o negativa poniendo
al lado «P» o «N». Cuenta cuántas positivas y cuántas negativas tienes.
Así tendrás una idea de con qué frecuencia utilizas la voz interior y sí
funciona a tu favor o en tu contra. Si ves que tienes muchas afirmacio­
nes negativas, mira si puedes sustituirías por positivas y memoriza es­
tas últimas. Cuando te encuentres en una situación similar en la que tu
voz interior hubiese sido negativa, intenta decirte en su lugar la alter­
nativa positiva. El proceso es similar al de cambiar un mal hábito técnico
en el deporte. Necesitas identificar el problema de comportamiento,
aprender un comportamiento más apropiado y practicar esta habili­
dad positiva a menudo para reciclar el cuerpo, de modo que éste res­
ponda como tú deseas.
Entrenamiento de preparación y simulación
© Ron Vesely
Ya hemos tratado lo importante de la preparación para experi­
mentar la fluencia. El conocimiento de que el trabajo ha sido hecho
y de que está preparado sustenta la confianza e inicia una espiral
positiva: la preparación guía hacia la confianza, la cual guía hacia la
fluencia. Cuando llega el momento de competir, saber exactamente
lo que te espera y no temerlo -en lugar de estar pendiente de la
prueba- es el resultado de la confianza en tu preparación. Un buen
entrenamiento sube el nivel de confianza cuando llega la hora de
competir. Así es como un remero describe una carrera en la que to­
do venía de cara para su tripulación:
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FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABILIDADES 89
Estábamos tan confiados que lo podíamos conseguir. Ya que
lo habíamos hecho tan a menudo en el entrenamiento... no
había el más mínimo asomo de pánico ni nada que se le pare­
ciera... Era un acercamiento calmado y colectivo, desde la
misma salida. Era igual a como lo habíamos hecho tantas ve­
ces en el entrenamiento simulado, así que en esa situación
sólo lo estábamos haciendo con otras tripulaciones alrede­
dor. Y, de algún modo, es como si funcionásemos como un re­
loj.
EQUILIBRAR LA RESBALADIZA VIGA DE
DESAFÍOS-HABILIDADES
Uno de los aspectos más positivos de las experiencias de fluen­
cia es la fluidez. No es un estado estático, sino flexible. Modifican­
do el nivel de desafío y habilidades, casi cada situación puede
transformarse en una ocasión potencial para que ocurra la fluencia.
Así como puedes modificar el eje de desafío de la ecuación, tam­
bién puedes cambiar el eje de las destrezas, aunque esto a menudo
requiera más tiempo. Mejorando los niveles de habilidad en tu de­
porte, sin embargo, incrementarás el potencial para las experien­
cias de flujo.
Para los atletas de élite, el factor de las habilidades -o, más co­
rrectamente, el factor de la confianza- es a menudo el más crítico de
los dos ejes. Los desafíos son típicamente altos para los atletas
competitivos de élite. La confianza, por comparación, puede fluctuar
entre situaciones del mismo desafío objetivo. Cuando se les pregun­
taba qué era lo más importante para la fluencia, uno de los factores
que los atletas de élite citaban más frecuentemente era la confianza.
Como un competidor lo expresaba: «La confianza lo logra todo».
El deporte de alto rendimiento involucra gran estrés, particular­
mente cuando fuertes expectativas están controlando los resulta­
dos de la competición. La confianza puede ser difícil de alcanzar o
retener frente a la presión, pero la habilidad para hacerlo puede
elevar la experiencia a niveles de fluencia. Cuando se enfrentan a
grandes desafíos, los atletas tienen metas-habilidades trabajando
para la producción de una experiencia óptima. La motivación acos­
tumbra a seralta, el hábito de concentración está bien desarrollado
y, por supuesto, las habilidades técnicas están asentadas. Cuando
los atletas son capaces de reunir mucha confianza en una situación
de alta presión, hay un buen potencial para que experimenten la
El entrenamiento simulado es una herramenta útil para muchos
deportes. Supone reproducir el ambiente de competición en una
situación de entrenamiento. Cuanto mejor se pueda simular la
prueba real, incluyendo aspectos como el ruido del público, los
uniformes, la excitación, y tantos otros, más útil será la experiencia.
Cuando llega el momento de probar tus habilidades, saber que lo
has hecho con anterioridad y que saliste con éxito es una inyección
de confianza.
El remero del ejemplo anterior se refería a que todo funcionaba
como un reloj. Está describiendo otro de los beneficios de la buena
preparación: alcanzar el punto en que la actividad ocurre casi auto­
máticamente. Cuando los niveles de confianza son altos, puedes
actuar sin tener que pensar conscientemente en cada pequeño de­
talle. Esto libera la mente, que puede implicarse más en la activi­
dad total.
Y cuando esto ocurre, la buena suerte a menudo la acom­
paña. Como el antiguo entrenador de la Universidad de Texas, Darrel Royal, apuntó en una ocasión: «La suerte es lo
que ocurre cuando la preparación coincide con la oportuni­
dad.» En una línea similar, Thommas Jefferson observó casi
200 años antes que Royal: «Creo mucho en la suerte, y en­
cuentro que cuanto más duro trabajo, más suerte tengo.»
fluencia.
Un jugador internacional de rugby recuerda un evento al final de
la Copa del Mundo en el que ocurrió la fluencia cuando su equipo
fue capaz de mantener la confianza ante una presión extrema:
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FLUIR EN EL DEPORTE
ENCONTRAR EL PROPIO EQUILIBRIO ENTRE DESAFÍOS Y HABtjDADES B|
Hacia el final del partido, cuando había mucha presión por parte
de la gente que estaba viendo el partido y que de hecho pensaba
que íbamos a perder... estaba en un estado de confianza y relaja­
ción total. No estaba preocupado en absoluto, y en mi mente me
decía: «¿Dónde van a ir a continuación? ¿Necesitamos una posi­
ción defensiva?» De todas formas no cundía el pánico. Había mu­
cho en juego. Si lo perdíamos, se nos caería encima el mundo en­
tero sobre nuestras espaldas... Había una enorme presión, sin du­
da. Pero la presión no parecía estar en el partido. La confianza su­
peró a la presión.
Creer en ti mismo
La importancia de la confianza en las experiencias de flujo no
puede acentuarse lo suficiente. Mientras que es posible modificar
los desafíos, el deporte, mediante su estructura y reglas claras, de­
fine hasta cierto punto cuáles son éstos. Por supuesto, tras una re­
definición personal de los desafíos el atleta puede encontrar dife­
rentes caminos para conseguir la fluencia. De cualquier manera,
sin la creencia de que «puedo oponerme a los desafíos que me I le­
guen de frentes distintos», la fluencia se mantendrá como una ex­
periencia esquiva. Las creencias personales se refieren al cúmulo
de ideas que el atleta tiene sobre sí mismo como tal. Se construyen
o desmoronan al cabo de un periodo de tiempo como consecuen­
cia de las experiencias que uno tiene en el deporte y del modo en
que éstas son interpretadas. Aprender a alimentar la confianza y
no dejarla a merced del ambiente deportivo reafirmará el desarro­
llo de una creencia personal positiva y fuerte. Esto aportará un fun­
damento sólido desde el que construir muchas experiencias positi­
vas en el deporte.
Acabamos este capítulo con un ejercicio de inventariado de ha­
bilidades. Piensa en las habilidades importantes aplicables a tu de­
porte. Recuerda incluir los factores físicos, mentales, técnicos y es­
tratégicos. Apúntalos en la primera columna de la tabla 3.2. En la
segunda columna señala la importancia de cada habilidad para tu
éxito, utilizando una escala de 0 a 10. En la tercera columna, señala
tu actual percepción de la capacidad que tienes en relación a cada
destreza. Compara tus puntuaciones de las columnas 2 y 3 en cada
una de las destrezas. Si todo es correcto, éstas habrán de ser muy
parecidas. Cuando hay una gran discrepancia entre las puntuacio­
nes de las columnas 2 y 3, con las últimas resultando más bajas,
existen facetas que deben mejorarse. La fluencia ocurre cuando las
habilidades y los desafíos son equivalentes y tienen un nivel perso­
nalmente alto, así que analiza tus escalas según la idea de! equilibrio
DH. Puedes pensaren la segunda columna como las puntuaciones
de desafío. Tu desafío es dominar esta habilidad al nivel indicado
Aparentemente, a pesar de la intensa presión para ganar el par­
tido, él y su equipo fueron capaces de transformar el nivel de estrés
en un factor positivo equiparándolo con niveles de confianza equi­
valentes. El equipo llegó a ganar la final de la Copa del Mundo.
Trabajando en la mejora de los niveles de confianza, utilizando
ideas como las descritas en este capítulo, tu eje de habilidades po­
drá ser capaz de mantenerse parejo con los desafíos crecientes que
afrontas a medida que progresas en tu deporte.
Situaciones de éxito
El viejo dicho de que nada engendra el éxito como el éxito es un
importante principio en la medida en que la confianza está implica­
da en ello. El éxito puede significar el resultado final de una prue­
ba, tanto como puede incluir también tu demostración de una nue­
va habilidad o la consistencia en la actuación. El número de mane­
ras en que podemos definir el éxito deportivo sólo se limita según
el número de metas que puedan marcarse en una situación particu­
lar. Cada meta aporta un criterio para medir el éxito subsiguiente.
De este modo, la atención a las metas aporta una manera de op­
timizar las experiencias de éxito. Marcar múltiples metas en las tare­
as da a los entrenadores y atletas muchas oportunidades de tener
éxito. El entrenador puede estructurar ambientes para promover
diferentes metas, y el atleta puede controlar su propio ambiente in­
terno, esto es, el contenido y la intención de su voz interior, para in­
crementar las posibilidades de éxito.
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FLUIR EN EL DEPORTE
por tu escala. La columna 3 representa la puntuación de habilidad
percibida. ¿Dónde están tus cotas de habilidad en comparación con
tus cotas de desafío?
Tabla 3.2
Inventario de habilidades personales
Habilidad
Escala de
Trascender la
atención normal
Escala de
importancia (0-10) habilidad percibida (0-10)
Habilidades físicas:
Habilidades mentales:
>
ivir en el siglo xx quiere decir tener que mantener el equilibrio
dentro de un estilo de vida ajetreado y estresante. La atmósfera
es competitiva, y los empresarios premian a quienes luchan hasta
el límite para seguir adelante. Cada minuto del día está repleto de
cosas que hacer, así como de cosas que deberían haberse hecho
antes, y cuantas más son las cosas que planeamos hacer, más con­
flicto potencial hay entre las alternativas deseadas. También en el
deporte son bastante frecuentes estos dilemas. «¿Me apresuro pa­
ra esta próxima carrera, donde tengo opciones de hacerlo bien, o
sigo con el duro entrenamiento, preparándome para mi cita mayor
a tres meses vista?» «¿Estoy pasando demasiado tiempo entrenan­
do y dejando de lado mi carrera o a mi familia?»
Habilidades técnicas:
Habilidades estratégicas:
Otras habilidades:
ATENCIÓN NORMAL
ü&kkhbJ
Las demandas constantes de energía y atención no conducen a
una buena calidad de vida. No es sólo que no nos paremos, como
dice el dicho inglés, a oler las rosas, sino que a menudo olvidamos
que están ahí.
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>N NORMAL
Alcanzar el éxito en nuestro mundo competitivo requiere apre­
miarnos más allá de los límites. Y para ser exitoso en el deporte de
alto rendimiento hoy se requiere un compromiso que va más allá
de lo normal. El fast track es ya de por sí exigente, con los atletas y
entrenadores presionando constantemente. Nuestras mentes y
cuerpos actúan con el turbo puesto. Nuestro pensamiento revolo­
tea de una cosa a otra, buscando nuevas perspectivas y oportunida­
des. Raramente nos centramos en el presente porque estamos de­
masiado impacientes con lo que aún está por llegar.
Quizás un factor que puede distraer aún más es que, habiendo
interiorizado grandes expectativas de éxito, nos digamos conti­
nuamente a nosotros mismos lo que estamos haciendo mal y criti­
quemos nuestra actuación. Si nos exigimos demasiado a nosotros
mismos, ciertamente a ello seguirán las dudas y la desilusión. La
atención normal puede ser suficientemente problemática en sus
frenéticas exigencias, y el atleta serio debe aprender a manejar du­
das adicionales y críticas a sí mismo. Por ello, en contraste con la
atención diaria, la experiencia de la fluencia es tan gratificante,
por su plena claridad sin los nubarrones de la conciencia de uno
mismo o de la autoevaluación.
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Los grandes atletas profesionales, tales como Wayne
Gretzky, Tiger Woods y Michael Jordán, que tienen fuertes
exigencias fuera de su deporte, dicen que el recorrido o el
campo de juego es el único lugar donde son capaces de li­
berarse de la distracción y encontrar esa concentración es­
pecial. Algunos se refieren a ello como un «escape» de la
realidad, pero lo que verdaderamente están diciendo es
que ése es su lugar para refugiarse de las preocupaciones y
exigencias diarias. De hecho, es el lugar donde todos sus
sentidos se agudizan y pueden abstraerse totalmente en su
actividad.
Simón, el ciclista del que has oído hablar en los capítulos ante­
riores, explicaba cómo le maravillaba que pudiese mantener tan al­
ta concentración durante periodos de tres horas o más, cuando ex­
perimentaba la fluencia en las carreras ciclistas. Así es como des­
cribía su atención durante estas ocasiones:
Tu observación de la cosas está como al 180%, y adviertes cada pe­
queño detalle, porque sabes que más tarde vas a querer mirarlo y
analizarlo. Por ello, aunque estaba enfrascado de lleno en el tra­
bajo, todo iba siendo almacenado.
Mientras describía cómo había quedado absorto en su activi­
dad, Simón estaba al mismo tiempo más atento de lo habitual a to­
do cuanto ocurría a su alrededor-.
LA ATENCIÓN ILIMITADA
DE LA FLUENCIA
Sabía que no estaba mirando el paisaje, pero el paisaje iba de la
mano del resto. Cosas en las que no reparas habitualmente, o pa­
ra las cuales no has tenido suficiente apertura de mente... es co­
mo una lente de gran angular, y atiendes más, y todo se almacena
mejor... Eres más consciente de todo, ya que problemas persona­
les como el dolor, falta de recuperación o de aliento, o cualquier
otra cosa quedan como algo secundario. Y hay mucho más ante lo
que tus sentidos están atentos; tienes la energía para darte cuen­
ta de otras cosas.
La fluencia aporta momentos de pensamiento sin confusión y li­
berados de dudas personales y preocupaciones. La total concentra­
ción en la tarea específica es uno de los signos más certeros de que
se está en la fluencia, y esta completa concentración se yergue fren­
te a la atención ordinaria, donde sostener un único pensamiento
por más de unos momentos es difícil. El atleta en fluencia tiene un
sentido certero de lo que se tiene que hacer, y puede actuar con
atención ininterrumpida.
La analogía de la lente de gran angular que permite registrar
más información ilustra bien la atención incrementada que acom-
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FLUIR EN EL DEPORTE
TRASCENDER LA ATENCIÓN NORMAL
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paña la fluencia. Simón hablaba también de tener más energía para
darse cuenta de las cosas que normalmente pasan desapercibidas.
Debido a que no estaba distraído, había aumentado su atención, y
en lugar de utilizarla para cuestionarse a sí mismo y preocuparse,
podía atender a detalles que de manera ordinaria pasarían desa­
percibidos.
Estar absorto en lo que estás haciendo
¿Cómo te sientes cuando estás totalmente absorto en lo que estás ha­
ciendo? ¿Tienes una lente de gran angular que te permite ver todo a tu
alrededor, o es tu foco de atención estrecho, que incluye únicamente tu
espacio inmediato de actuación? Describe lo que le ocurre a tu atención
cuando llegas a estar totalmente sumido en tu actividad. ¿Puedes pensar
en lo que te ayudó a conseguirlo, o lo que te sacó de tal estado totalmen­
te absorbente?
CLAVES PARA LA CONCENTRACIÓN
ABSOLUTA
La trascendencia de la atención normal que ocurre en la fluencia
es una experiencia muy especial. De cualquier manera, alcanzarla
requiere superar algunos obstáculos difíciles. Básicamente debes
centrarte en seleccionar productivamente tu atención hacia tu
cuerpo, en el proceso en que estás implicado y en el movimiento
mismo.
©The Picture Desk
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Olvidarte de ti mismo
Parte de estar totalmente concentrado se basa en no tener es­
pacio mental para preocuparse de uno mismo. Dejar escapar las
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TRASCENDER LA ATENCIÓN NORMAL
FLUIR EN EL DEPORTE
preocupaciones acerca de qué pensarán los otros de ti es la libera­
ción de la conciencia personal.
Probablemente, el obstáculo más grande para ser capaz de ex­
perimentar la concentración de la fluencia es, de hecho, tu propia
persona. La pérdida de conciencia de uno mismo que ocurre en la
fluencia es una experiencia liberadora bastante distinta de nuestro
funcionamiento habitual. Con frecuencia nos prestamos demasia­
da atención -la persona social que mostramos a los otros- y evalua­
mos nuestras acciones y pensamientos en base a lo que pensamos
que se espera de nosotros.
sobre ti mismo. Cuando utilizas la energía en preocuparte en ti
mismo, se la sustraes a la actividad. Muchas veces la preocupación
manifiesta a su vez la propensión a distraerse. La atención se aleja
de la tarea, y a menudo, en momentos de presión, el atleta que se
preocupa de sí mismo falla debido a la falta de concentración que
sencillamente brota de una confianza insuficiente.
¿Cómo puede un atleta olvidarse de sí mismo cuando el deporte
se basa en utilizar el propio cuerpo al máximo de sus posibilida­
des? De hecho, la atención del cuerpo y de sus movimientos se ve
incrementada a menudo en la fluencia. Es la atención del ego, o la
identidad social, la que retrocede hasta la base. Cuanto mayor es la
atención que invertimos en el cuerpo y en su actividad, menor es la
que queda para pensar en salvar nuestra imagen o impresionar
QJ
El deporte acentúa la autoevaluación debido a su naturaleza pú­
blica y por la gran cantidad de oportunidades de juicio que aporta.
Tú, antes que nada, evalúas tu actuación, e inmediatamente otros,
tales como entrenadores y compañeros, también te evalúan. En­
tonces el público, que puede incluir tanto observadores informa­
dos como no informados, juzgan lo bien o mal que lo estás hacien­
do. Para los atletas de gran talento que participan en pruebas con
cobertura de medios de comunicación de todo el mundo, el núme­
ro de fuentes de evaluación es increíble. Cada persona deviene un
experto cuando evalúa a los otros, y un resultado pobre puede pro­
vocar un aluvión de críticas públicas.
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los otros.
Si estás en peligro de distraerte, ayuda el ser capaz de centrarte
en el ritmo de tu respiración o en los cambios diminutos de tus
músculos. Aprender a escuchar lo que el cuerpo te dice es una de
las maneras más seguras de alcanzar la concentración y mejorar la
actuación.
Así que, de manera paradójica, ¡es a través de prestar atención a
tu cuerpo cuando llegas a olvidarte de tu ego! Olvidas la parte de la
conciencia que cuestiona, critica e incita las dudas sobre ti mismo.
Dejar este tipo de juicios libera al atleta hasta dejarlo totalmente
absorto en la tarea específica. Queda más energía disponible para
la actividad, y la confianza no se debilita cuando el ego no tiene ac­
No es sorprendente, entonces, que los atletas sean a menudo
autocríticos. Parte de esta autocrítica se aprende en tu misma evo­
lución deportiva en la forma de feedback de los otros. Tal feedback es
necesario para desarrollar tus habilidades, y convertirte en un atle­
ta independiente representa en parte tomar la responsabilidad de
valorar tu propia actividad. De todas maneras, cuanto más talento­
so es un atleta, mayor es la propensión a recibir críticas. Y si no
aprendes a ignorar hasta cierto punto las evaluaciones externas,
acabarás juzgándote demasiado duramente.
Los atletas pueden aprender a bloquear las críticas externas ig­
norando los medios que les son hostiles y filtrando el feedback que
reciben de los otros. Sin embargo, la crítica más difícil de bloquear
es normalmente la propia voz interior, la voz de tu conciencia que
conoce demasiado bien tus debilidades más frágiles y tus dudas
ceso a la atención.
Al atleta no consciente de sí mismo no le preocupan las críti­
cas, sean éstas reales o imaginadas. No hay preocupación por el
fracaso, ni consideraciones acerca de un resultado no exitoso y lo
que esto podría suponer en términos de evaluación. Estos mo­
mentos de acción no consciente de sí mismo permiten que el po­
tencial se actualice completamente, sin la influencia limitadora de
la preocupación. Los atletas valoran estos momentos, ya que se
caracterizan por la libertad de movimientos y aportan una sensa­
ción de poder.
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nocía que, en su deporte, mostrar cualquier signo de falta de con­
fianza sería fácilmente detectable por los otros, incluyendo a los
jueces de la actividad. Las experiencias de fluencia ayudan a cons­
truir la confianza, demostrando al atleta qué es posible cuando re­
prime el efecto de la conciencia de uno mismo.
© Human kinetícs
Deja que tus competidores
se preocupen de sí mismos
Una patinadora a la que se le preguntó cuáles eran los aspectos
importantes de su fluencia enfatizó la pérdida de conciencia de sí mis­
ma, diciendo que en todo lo que hacía en su vida era siempre cons­
ciente; el experimentar momentos de liberación en relación con
esa preocupación era muy importante. Para esta atleta, la propia
conciencia evidenciaba por sí misma una falta de confianza, y reco-
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Otra fuente de distracción para los atletas es la oposición. Pre­
ocuparte acerca de lo que el competidor puede que haga y cómo
las habilidades de uno se enfrentarán al oponente impide la con­
centración en la propia actividad, porque al menos un poco de la
atención se desvía hacia el competidor. Claro está, parte de la ta­
rea en algunos deportes supone prestar mucha atención a lo que
los otros están haciendo. En una carrera de media distancia es
necesario observar a los otros corredores para mantenerse al tan­
to de cualquier escapada y, a un nivel aún más sencillo, simple­
mente para no tropezar. En la mayoría de deportes de equipo, ju­
gar con éxito quiere decir ser capaz de hacer movimientos y reac­
cionar ante los oponentes con respuestas rápidas. Tal atención es
parte de las exigencias de la tarea y es necesaria para la experien­
cia óptima.
La preocupación acerca de lo bien que uno está actuando en re­
lación con los competidores, las comparaciones de uno mismo con
los otros, demuestra los signos de una atención ineficaz. No pode­
mos controlar lo que los otros hacen; sólo podemos responsabili­
zarnos de nuestra propia actividad. Pero, por supuesto, nuestras
acciones influyen en lo que el competidor puede hacer, y esto for­
ma parte de la estrategia en los juegos en que sólo puede haber un
ganador. Y entonces nuestros movimientos son susceptibles de ser
observados de nuevo por un oponente mejor, y así la lucha por la
supremacía continúa. Incluso cuando eres consciente de cómo tu
oponente reacciona, no tienes ningún control sobre cuál va a ser su
reacción en una situación particular.
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trascender la atención normal
FLUIR EN EL DEPORTE
Quedarte pasmado ante una jugada del oponente sustrae aten­
ción a tu actuación, y las reacciones inesperadas o indeseadas pue­
den distraerte y molestarte. De esta manera, un competidor al que
estás tratando de controlar puede acabar por controlarte. Aprender
a separar el ego de las acciones de tu competidor y lo que éstas
pueden suponer en términos de una respuesta es una habilidad
importante que libera energía utilizable en tu propio juego.
Aceptar el ambiente como algo determinado de
antemano
© Anthony Neste
El deporte se practica en un número de diferentes y no precisa­
mente óptimos ambientes, y cada uno tiene el potencial de facilitar
o crear estragos en la experiencia de un atleta. Los lugares cubier­
tos tienen generalmente menos factores ambientales en juego, pe­
ro el tipo de superficie, la temperatura y la humedad, e incluso el
atractivo físico de estos lugares pueden afectar a la calidad de la ex­
periencia de los deportistas. Al descubierto, los atletas están a
merced del tiempo, y la temperatura, el viento y la humedad pue­
den tener un gran efecto en la actividad del atleta. La superficie
acostumbra a ser inconsistente. El ritmo y el ímpetu pueden rom­
perse por el cambio de condiciones.
Añadidos al ambiente físico, una miríada de factores sociales
pueden crear una atmosfera por sí mismos. La presencia o ausen­
cia de espectadores crea un impacto que tiene potencial para dis­
traer; la familia y los amigos crean expectativas añadidas en la
mente del atleta. Están además las interacciones entre compañe­
ros de equipo y entre el atleta y el entrenador, todos ellos factores
que influencian el marco social de la actividad. A la cabeza de la
presencia de los otros está la influencia potencial de pruebas re­
cientes que se repiten en la mente de los atletas y pueden agotar la
energía o la atención. Incluye ahora el feedback y la información que
los otros dan a los atletas antes y durante la actividad, y la lista de
fuentes potenciales de preocupación acerca del ambiente crece.
Más aún, los jueces y árbitros pueden causar preocupación y otras
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TRASCENDER LA ATENCIÓN NORMAL
FLUIR EN EL DEPORTE
105
concentración en el proceso. Así que, aunque puede ser importante
planear los siguientes movimientos o jugadas, el objetivo principal
debería ser centrarse en lo que ocurre en el momento presente.
Mantenerse en el momento es una buena manera de recordar
de qué trata la concentración en el proceso. Cuando la atención se
centra en lo que está ocurriendo, estás completamente atento a to­
do lo que está afectando a tu esfera de conciencia. Mantener esta
concentración significa seguir hacia delante, mantenerse totalmen­
te en sintonía con lo que está ocurriendo. No te eches atrás ni te
preocupes por los errores anteriores, ni te adelantes a los movi­
mientos futuros. Estando totalmente en el presente, debes centrar
toda tu persona en la actividad. Además, controlarás tus acciones y
a la vez serás capaz de dirigir su futuro.
emociones negativas. Sí, hay incontables cosas de las que preocu­
parse si estás dispuesto a permitir que te preocupen. Estas cosas
pueden conseguir que no sintonices con la experiencia e impedir
que la fluencia te absorba. En un estudio de atletas de élite, más
del 70% de las interrupciones de fluencia que los entrevistados ci­
taban se atribuían a influencias de ambientes o situaciones no óp­
timas, y la mayor parte de éstas eran percibidas como algo fuera del
control del atleta.
Por su naturaleza, el deporte presenta muchos obstáculos para
la concentración total. Por un lado, las pruebas atléticas proporcio­
nan una estructura clara, una progresión de desafíos y oportunida­
des para alcanzar metas; todos éstos pueden ser muy sensibles a la
fluencia. Pero el énfasis deportivo en los resultados y en los gana­
dores y su estímulo del autoanálisis y la autocrítica hace difícil que
los atletas experimenten esa liberación de la preocupación y de la
conciencia de uno mismo que son parte de la fluencia. No obstan­
te, puedes reconducir la concentración y replantear las percepcio­
nes, y reencontrarte así con tu equilibrio DH incluso en condicio­
nes desfavorables.
LA UNIDAD Y LA TRANSFORMACIÓN
DEL TIEMPO
De entre las nueve dimensiones que tratamos en el capítulo se­
gundo, que son todas parte de una mentalidad que induce y carac­
teriza la fluencia, tres tienen una especial relevancia: la fusión de la
acción y la atención, la pérdida de conciencia de uno mismo y la
transformación del tiempo. Estas tres dimensiones caracterizan
particularmente un estado de la mente que se ha transformado
más allá de nuestra experiencia habitual del día a día. A lo largo de
los siguientes capítulos utilizaremos las descripciones de los atle­
tas para ¡lustrar esta atención especial y demostrar cómo transfor­
Concentrarse en el proceso
Concentrarse en el proceso significa prestar atención a las accio­
nes, estrategias y técnicas de la actividad en tu deporte. El proceso
se basa en actuar. Lo opuesto al proceso es el resultado, los resulta­
dos finales de lo que estás haciendo. Nosotros hemos mencionado
cómo la concentración en el resultado puede impedir vivir el presen­
te, por lo cual precisamente es preferible la concentración en el pro­
ceso: los procesos ocurren en el presente, y centrarse en ellos man­
tiene al atleta absorto en la actividad a medida que se desarrolla.
Es más fácil mantenerse concentrado en un proceso cuando sa­
bes claramente lo que se supone que tienes que hacer. Tener metas
claras para todos los componentes de la actividad asegura que es­
tás prestando atención a las pistas relevantes -y únicamente a
ellas. No adelantarte a ti mismo es importante para mantener tu
ma la experiencia ordinaria.
Cuando una sensación de unidad aparece en el proceso de
concentración, la distinción oscila entre el atleta que está hacien­
do el movimiento y los movimientos mismos. Es en estos mo­
mentos cuando, parafraseando los versos de Yeats, uno no puede
distinguir el bailarín de la danza. Cuando esto ocurre, el deportis­
tas cesa de pensar en sí mismo como separado de los movimien-
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TRASCENDER LA ATENCIÓN NORMAL
FLUIR EN EL DEPORTE
tos que está haciendo. Toda la atención se liga a la actividad, y
cuando un atleta se halla en este estado, puede sentirse asom­
brado por la distancia que ha recorrido o el tiempo que ha trans­
currido.
Una triatleta mencionaba, al describir la concentración total que
sentía en fluencia, que la gente le preguntaba cómo podía mante­
nerse concentrada durante tantas horas cuando competía:
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nante, una sensación alucinante. El público se apaga, excepto
en el breve momento en el que aplaude de forma ensordece­
dora sencillamente, todo forma parte de nosotros. Fue todo
parte de nuestra experiencia: nunca nos distrajo de nuestro
objetivo.
Esta fusión de la acción y la atención tiene algo de sensación ca­
si mística: es lo que los monjes zen tratan de conseguir o lo que los
yoguis intentan alcanzar con sus prácticas meditativas. Los jugado­
res de baloncesto devienen uno con el balón y con la canasta; los
nadadores son uno con el agua; los ciclistas ven la bicicleta como
una extensión de sus cuerpos, y los patinadores y otros atletas
sienten una fusión con la música, con el público, el conjunto del
La gente siempre está preguntando: «¿Cómo te mantienes cen­
trada? ¿En qué piensas?» Bueno, no hay nunca tiempo para
pensaren nada excepto en lo que estás haciendo. Incluso en el
Ironman durante nueve horas... Cuando tengo un buen día no
pienso en lo que voy a encontrar cuando vuelva a casa o en lo
que voy a hacer. Cada minuto estoy de algún modo reevaluán­
dome: «¿Cómo va?» y «¿Estás tomando suficientes fluidos?», y
cosas por el estilo.
ambiente.
Perder la noción del tiempo
La concentración total, o la sensación de unidad con lo que es­
tás haciendo, se manifiesta de diferentes maneras, dependiendo
del atleta y de la prueba. Una corredora de 10 km que estuvo fluyen­
do durante toda la carrera explicaba cómo un cámara la filmó du­
rante toda la carrera y aun así no fue consciente de su presencia en
ningún momento. Compara esta respuesta con la de nuestro ciclis­
ta, Simón, cuando describía su atención como «ser una lente de
gran angular». Las informaciones son bastante diferentes, pero la
total sintonía con la actividad es la misma. Cómo los deportistas
procesan la información durante la fluencia parece diferir entre in­
dividuos, así como entre deportes. Algunas veces los atletas se
sienten como si fueran los únicos habitantes del mundo; una per­
sona percibe que todas las personas y cosas llegan a absorberse en
la experiencia total del atleta. Una patinadora artística describe
bien este fenómeno:
La pérdida del sentido del tiempo real que puede ocurrir en la
fluencia profunda se relaciona con la concentración de la atención,
que puede llevar al olvido del paso del tiempo o a la percepción de
que el tiempo está pasando a un ritmo diferente comparado con
las situaciones normales. Un corredor puede comprobar el tiempo
en el reloj de llegada o en su reloj de pulsera al principio y al final
de una carrera larga, y asombrarse de la discrepancia entre lo que
percibió que ocurría y cuánto tiempo pasó realmente. El tiempo se
detiene para algunos atletas cuando fluyen; para otros, parece que
vaya más rápido o más lento de lo que realmente lo hace. Donovan
Bailey, campeón olímpico de 100 metros lisos (y poseedor del ré­
cord mundial en esta especialidad), describió cómo experimentó
los 9,8 segundos que tardó en correr los 100 metros, sintiéndolos
como si fuesen una eternidad, como si el tiempo se estirase exage­
radamente.
Una patinadora artística describe la sensación de control que
experimentó fluyendo, lo que hizo que sus percepciones parecie­
Todo se desvanece. Ocurre casi a cámara lenta, aunque estés
haciendo las cosas al ritmo adecuado sincronizando con la
música y con todo. Nada más importa; es sencillamente aluci-
sen más fluidas:
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TRASCENDER LA ATENCIÓN NORMAL
FLUIR EN EL DEPORTE
109
emoción o atención. La atención llega a ser tan completa que el
atleta sabe a cada instante qué hacer exactamente, y no tiene ne­
cesidad de reflexionar o cuestionar sus acciones. Esto puede deri­
var en sentir que la actividad ocurre por su cuenta, sin esfuerzo.
De hecho, se genera una gran cantidad de esfuerzo de habilida­
des, pero como el atleta no está forzando sus acciones, puede pa­
recer que la actividad se esté produciendo espontáneamente. Ta­
les percepciones son inusuales y difíciles de describir. Una pati­
El tiempo se acelera y se frena; parece como si pudieras mani­
pular el tiempo a tu voluntad. Éste es el único momento en que
un atleta se siente como un Dios... si es que a través de tu
mente y tu cuerpo tienes un control último de ti mismo y a tra­
vés de esto, de una manera u otra, parece cambiar el tiempo.
Por ejemplo, si estás más centrado, el tiempo se desacelerará.
Y si te sientes realmente bien acerca de algo, algo realmente
difícil, algo que a menudo lleva mucho tiempo, entonces eso
ocurre muy rápido.
nadora describe esta ambigüedad:
La dimensión del tiempo en la fluencia es una de las caracterís­
ticas de la concentración total; mientras que para algunos depor­
tistas esta sensación o dimensión alterada puede ocurrir raramen­
te, para otros puede ser una característica común de su estado de
fluencia totalmente absorbente.
Es casi como si ni tan siquiera tuviese que pensar... Es como si
todo se desarrollase automáticamente sin tu pensamiento... Co­
mo si estuvieses «en piloto automático», así que no tienes nin­
gún pensamiento; es algo extraño. Y oyes la música, pero no eres
consciente de que la estás oyendo porque es una parte del todo.
Los atletas insisten a menudo en otro factor de la atención en
la fluencia: la facilidad de movimientos que acompaña a este es­
tado. El deporte incluye variar los grados de esfuerzo físico, y to­
dos los deportes elevan el nivel de esfuerzo por encima de la me­
dia. Actuar a los niveles más altos o superar los récords existentes
requiere el compromiso de las energías mental y física con la ta­
rea. Los atletas se sorprenden gratamente cuando, en lugar de
trabajar más duramente, sienten que están trabajando más có­
modamente para alcanzar récords altos durante las experiencias
de fluencia. Esto pasa de manera tan contraria a lo que esperan o
a lo que están acostumbrados a sentir, que puede ser difícil de en­
tender o describir. Un triatleta intenta describir con palabras la
paradoja de actuar bien con menos esfuerzo:
¿Cambia la sensación del tiempo para ti?
Cuando estás fluyendo en tu deporte, ¿tienes la sensación de
que el tiempo pase de manera diferente a la normal, tanto si es más
lento como más rápido? ¿O te parece que no cambia para nada la
manera en que normalmente lo percibes? Si has sentido que el
tiempo pasaba de un modo distinto, describe lo que ocurre en tu
experiencia. Después observa tu experiencia a lo largo de varios días,
en aquellos momentos en los que estás realmente concentrado en
tu actividad. ¿Qué parece ocurrir? ¿Pasa el tiempo de manera dife­
rente? ¿En qué consiste el cambio?
Era como si estuviese flotando sobre el suelo, y mientras que
sin lugar a dudas estaba efectuando un esfuerzo, me sentía a la
vez como sino fuera así... En esos momentos, eres capaz de
controlar tanto el esfuerzo que es como si todo resultase bas­
tante fácil, incluso a sabiendas de que estás absorto en la acti­
vidad. No te cuesta tanto como en el entrenamiento o en otra
Perder la sensación de esfuerzo
Los deportistas mencionan a menudo que la fluencia en ellos
actúa automáticamente. Esto no quiere decir que se conviertan
en una especie de máquinas y estén desprovistos de cualquier
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lio
FLUIR EN EL DEPORTE
TRASCENDER LA ATENCIÓN NORMAL
carrera. Vas más rápido, y a pesar de todo parece más fácil... Es
difícil describirlo con palabras a menos que no lo experimen­
tes. .. Sólo sabes que estás trabajando muy, muy duramente, y
que vas lo más rápido que puedes, y sin embargo lo estás ha­
ciendo sin esfuerzo. Las dos cosas son contrarias, pero así es
como te sientes.
III
mantener su mente libre de cualquier distracción. A cambio, en­
cuentra que escalar en solitario parece que aumenta su agudeza
mental hasta niveles extremos, permitiéndole ver las cosas perfec­
tamente y encontrar un ritmo que le aporta una experiencia óptima.
La emoción de un escalador en solitario puede que esté un es­
calón por encima de lo que la mayoría de nosotros sentiríamos, al
menos sobre una base regular, cuando practicamos un deporte.
Aun así, la claridad de propósito que cualquier actividad deporti­
va aporta es normalmente mayor que las que podemos experi­
mentar en la mayoría de actividades diarias mundanas. Todos los
deportes tienen una estructura de reglas y metas que permiten
que la mente y el cuerpo se involucren en una interacción total y
armoniosa. Saber cómo construir esta estructura de la existencia,
mediante la concentración en metas más claras y alcanzables, ha­
ce más propicio y fácil para cada uno de nosotros conseguir el
mayor disfrute del deporte, así como de la vida en su totalidad. El
siguiente capítulo tratará de cómo y por qué las metas claras son
necesarias para experimentar la fluencia.
Sentir que la actividad es sencilla, cómoda, que requiere mucho
menos esfuerzo: son características que parecen ir en contra de las
máximas «Sin dolor no hay ganador» o. «Más es mejor» o «Cuanto
más duramente trabajes, más partido sacarás de ello». Sin embar­
go, debido a la actividad hermanada entre mente y cuerpo en la
fluencia, la actividad llega a ser menos forzada. Se parece más a un
juego, lo que se supone que debiera ser el deporte en primer lugar.
LA CLARIDAD DE LA FLUENCIA
En el estado de fluencia, la claridad del propósito y la atención
aumentada se convierten en una unidad. Pueden experimentarse a
diferentes niveles o intensidades. En un extremo, una actividad
que participe de un gran riesgo puede aumentar la claridad, tal co­
mo el gran escalador en solitario Peter Croft explica:
Cuando estás haciendo solo una ruta larga, entras en ese ritmo
que trasciende el estímulo... Consigues esa superclaridad, y
puedes ver las cosas realmente muy bien.
Escalar en solitario, o escalar sin arneses de seguridad, expone al
escalador a situaciones de peligro y riesgo extremos. Poca gente es­
coge esta forma de escalada, y de entre ellos Croft está reconocido
como poseedor de un extraordinario talento. Su descripción de la
extrema claridad que experimenta cuando escala en solitario expli­
ca en parte su habilidad para triunfar en una actividad que pocos
considerarían incluso practicar. Sin arneses, Croft se ve forzado a
centrar su atención completamente en la ruta que intenta escalar y a
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Saber adonde
te diriges
a satisfacción psicológica requiere una total dedicación de to­
do el organismo; sin exigencias claras de la atención, Ja mente
empieza a desviarse hacia los problemas personales. Cuando pare­
ce que no hay nada que hacer, la mente se descentra, y podemos
empezar a sentirnos deprimidos. La productividad decrece, y la
energía no está dirigida de maneras específicas llenas de propósi­
to. La tristeza y la preocupación empiezan a apoderarse de la
conciencia. La mayoría de gente piensa que lo que todos necesita­
mos para ser felices es tener tiempo libre y hacer lo que nos plazca.
Pero simplemente tener tiempo libre no es suficiente: uno también
necesita algo que hacer para centrar la mente.
La fluencia eleva los ánimos manteniéndonos alejados de cavi­
laciones acerca del lado feo de la vida, encauza la energía hacia una
meta accesible, y mientras la estamos persiguiendo, las preocupa­
ciones por la vida diaria se mantienen temporalmente en suspen­
so. Cuando estamos fluyendo tenemos una sensación clara de lo
que debemos hacer, y estas metas dirigen la acción de manera con­
tinuada.
L
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FLUIR EN EL DEPORTE
l!5
© Cleo/kg
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Uno de los factores más importantes para introducirse en la
fluencia es conocer qué es lo que estás tratando de conseguir. E]
deporte genera metas claras y reglas para actuar, basadas en es­
tructuras que han evolucionado y que sirven para definir cada
prueba deportiva. No importa qué deporte decidas escoger, la
fluencia vendrá con sus propias reglas y límites que generarán
una estructura clara de cómo tiene que jugarse. Las metas son
una parte clave de esta estructura. Por ejemplo, en muchos de­
portes de campo y de equipo, la meta es anotar puntos. Cómo
pueden estos puntos ser anotados será claramente definido -por
ejemplo, atravesando la línea de gol o depositando el balón en un
área de anotación.
Muchos deportes tienen extensos libros de reglas que muestran
con gran detalle cuáles son las posibilidades de movimiento y có­
mo se evaluarán. En gimnasia, por ejemplo, hay un código de pun­
tos para cada habilidad y sus posibles variantes, cada una de las
cuales tiene un valor numérico específico. Cuando diseñamos una
rutina, la gimnasta y el entrenador se refieren al código para deter­
minar qué destrezas incluir y así alcanzar una cierta puntuación.
Está claro cuáles son las metas u objetivos, y esto permite precisar
el foco de atención en los elementos de la rutina durante la activi­
dad, tanto por los gimnastas como por los jueces.
Una de las consecuencias de esa estructura clara de acción en el
deporte es una liberación de la energía psíquica. Una vez el atleta
ha aprendido las reglas relevantes y las metas, toda su atención
puede centrarse en acometer la tarea al máximo de sus capacida­
des.
Ésta es una de las razones por la que los deportes son tan grati­
ficantes. Están construidos para generar metas y reglas claras, de
modo que podamos llegar a estar completamente implicados en
actividades que requieren total dedicación. El deporte atrae a un
montón de gente con muy diferentes motivos para participar de él.
La meta de un atleta puede ser prepararse mental y físicamente pa­
ra romper un récord; la de un espectador podría ser ver jugar un
partido con una gran rivalidad; el objetivo de un entrenador podría
116
FLUIR EN EL DEPORTE
SABER ADÚNDE TE DIRIGES
ser preparar al equipo para que rindiese al máximo de sus posibili­
dades.
Las metas que los deportes generan también varían con el
tiempo. Antes de la prueba, el atleta se centra en entrenarse física­
mente y ensayar mentalmente la actuación próxima en el tiempo;
durante la prueba, las metas pueden ir cambiando a medida que
uno se adapta a las condiciones imprevistas; después el deportis­
ta podrá revisar sus metas como resultado de aquello que ha
aprendido de la prueba. Dado que los deportes generan todas es­
tas oportunidades para involucrarse, no es sorprendente que sean
de las actividades más sugerentes que los humanos hayan imagi­
nado jamás.
117
cuencia de tu respiración o lo que tus oponentes están haciendo. Te
pones nervioso, y en el esfuerzo por conseguir la única recompensa
que cuenta para ti -la victoria- pierdes la oportunidad de disfrutar de
las posibilidades que provienen de un movimiento bien ejecutado o
de una jugada bien hecha, o simplemente de sentir cómo el cuerpo
actúa de Ja mejor manera posible en una situación difícil.
La espada de doble filo
La competición puede ser un motivador para actuar, pues crea
un gran desafío. Bajo esta luz, la competición lleva hacia la fluen­
cia. Hay un componente competitivo en todos los individuos, y el
deporte comporta generalmente esta motivación en la vida. La
competición genera una oportunidad para probar tus habilidades
en un dominio evaluado objetivamente; mediante la participación
en la competición llega e\feedback acerca de tus destrezas.
La competición puede, de todos modos, ser una espada de do­
ble filo en lo que al alcanzar la fluencia se refiere. Lo que es valora­
do o devaluado en el proceso competitivo contiene la clave del im­
pacto de la competición en la experiencia deportiva. Cuando ganar
y superar a Jos otros llega a ser de suma importancia, el proceso de
experimentar se pierde y el camino hacia la fluencia se vuelve más
arduo.
GANAR COMO META
O COMO INDICADOR
Muchos entrenadores y deportistas creen que la única meta por
la que merece la pena luchar es ganar. No hay duda de que la com­
petición está en la esencia de todos los deportes. La razón por la
cual las metas son tan claras en el deporte es que el objetivo es co­
rrer la carrera lo más rápidamente posible, marcar el máximo de
puntos, saltar lo más alto posible, lanzar la jabalina o el disco lo
más lejos posible. Cada cual puede observar y evaluar la actividad.
La victoria es el momento supremo de una actividad dramática
que ha estado repleta de impredictibilidad y tensión. El ganador
se regocija y los espectadores comparten indirectamente la reso­
lución del conflicto establecido. Sin la competición sería fácil per­
der la concentración, distraerse o alejarse de la actividad: descen­
der de la fluencia.
Por otro lado, si la única meta del atleta es ganar, la fluencia tam­
bién está en peligro. Si tu atención se centra exclusivamente en ga­
nar, no puedes prestar atención a lo que está ocurriendo en todo
momento. No eres consciente de la velocidad de tu zancada, la fre­
Mapa hacia la competición
Es útil recordar que la palabra competición proviene de las dos pa­
labras del latín con petire, que quieren decir «buscar juntos». La idea
se basaba en que la mejor manera de saber lo buenas que son tus
habilidades era compararlas con las de otra persona. La esencia de
la competición no era pues derrotar a otro, sino buscar lo mejor
dentro de uno mismo.
El hecho de que el deporte haya evolucionado históricamente
para dotarse a sí mismo de metas claras no significa que automáti­
camente uno descubra lo que tiene que hacerse simplemente con
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118
SABER ADÚNDE TE DIRIGES
FLUIR EN EL DEPORTE
Por otro lado, sin una buena condición física, los atletas no serán
capaces de competir físicamente a los niveles necesarios para mejo­
rar sus habilidades, lo que convierte de nuevo la fluencia en algo po­
co probable. Cuando la preparación física no es óptima, los atletas
están a menudo menos seguros de lo que podrán hacer cuando les
toque actuar. Esta incerteza crea una falta de claridad en las metas,
lo que hace más difícil alcanzar la fluencia.
Algunas veces los deportistas están bien preparados físicamen­
te pero fallan en otros aspectos de la preparación precompetitiva.
Lo que hacen inmediantamente antes de la competición puede
que esté pobremente organizado, o puede que no hayan dedicado
el tiempo suficiente para estar menta) o estratégicamente prepara­
dos para la prueba siguiente. Estar mal preparado puede ser un
obstáculo muy importante, como queda claro en el comentario de
un corredor acerca de las consecuencias de no tener hecho un plan,
sobre la carrera:
participar. El deporte genera un mapa para la actividad, que debe
ser interiorizado por el atleta para poder aportar orientación a un
nivel tan personal que devenga espontánea y automática. Pero el
primer paso es «mapear» las metas claras.
CLAVES PARA TU PLAN DE JUEGO
Cuando a los deportistas de élite se les pregunta qué les aleja de
experimentar la fluencia, mencionan frecuentemente no estar preperados físicamente o listos para el evento. Esto incluye factores co­
mo una baja preparación física, no sentirse bien físicamente, pro­
blemas con la ingesta de comida y líquidos, fatiga y lesiones.
Prepárate a ti mismo
Si un deportista sabe que no se ha peparado lo suficiente física­
mente para estar en buena forma de cara a una prueba, es difícil
que ocurra la fluencia. Por otro lado, estar fatigado debido a un en­
trenamiento demasiado cargado se reconoce también como un fac­
tor que impide la fluencia. Encontrar un equilibrio entre demasiada
y extremadamente poca preparación física es esencial tanto para
los atletas como para los entrenadores. Un triatleta explica el pro­
blema:
Si te mantienes simplemente en el pelotón y esperas sencilla­
mente que ocurra, sin haber reflexionado acerca de lo que de­
berías pensara! respecto, no ocurrirá.
Conocer tus metas
Cuando un deportista no tiene ninguna meta, o cuando las me­
tas no se creen o no son valoradas, habrá poca motivación para re­
alizar la actividad. Sin motivación hay poca energía o ímpetu para
alcanzar un reto. El nerviosismo que uno siente antes de una prue­
ba importante es una clara señal de estar motivado para hacerlo
bien. Cuando falta la motivación, un atleta se puede sentir dema­
siado relajado y puede resultarle difícil aprovechar la energía ne­
cesaria para la experiencia óptima. Si la motivación está a un nivel
bajo, la relajación puede convertirse en ansiedad o preocupación darse cuenta de que es dificultoso actuar bien sin esa cierta canti­
dad de energía que generan los nervios antes de una prueba.
¿Qué es lo que un deportista trata de conseguir cuando compite
en una prueba deportiva? Al prepararse para competir, un atleta se­
La fatiga de la preparación de los días anteriores... Prepararte
demasiado impide más que ninguna otra cosa alcanzar |la
fluencia|, pero es como el siete y medio, porque el único modo
de conseguir ese estado es a través de una carga pesada de pre­
paración.
La fluencia puede no ser igual de fácil de conseguir durante to­
das las etapas de una temporada, especialmente cuando la prepara­
ción está distribuida en periodos, debido a las cargas de trabajo que
los atletas realizan cuando es necesaria una preparación exigente.
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FLUIR EN EL DEPORTE
SABER ADONDE TE DIRIGES
guramente tendrá en mente un propósito que querrá cumplir. Estas
metas para el éxito son a menudo una de dos: metas de tarea o me­
tas de resultado. Un atleta con una meta de tarea desea mejorar algún
aspecto de su propia actividad y no le concierne cómo se compara
su actividad con los logros de otros participantes. Los atletas
orientados hacia la tarea disfrutan el proceso de la competición y el
desafío de superar los límites personales.
Por otro lado, un deportista con una meta de resultado o de ego
ajusta medidas en comparación con los otros competidores, y está
concentrado en lo bien que puede hacerlo frente a otros de similar
capacidad. Los resultados finales son lo que importa para el atleta
orientado hacia su ego, y el éxito significa superar a los competido­
res.
Para ilustrarlo, una corredora en la línea de salida puede tener
marcas predeterminadas y una meta de tiempo global que quiere
conseguir, basada en los tiempos en las carreras previas en la mis­
ma distancia. Éstas son metas de tarea, ya que se refieren a las mar­
cas previas del individuo y los ingresos que se tienen como objetivo.
De otra manera, la corredora puede establecerse la meta de acabar
entre las cinco primeras, una meta de resultado. Por supuesto, una
corredora puede marcarse al mismo tiempo una meta de tiempo y
una de clasificación, combinando las metas de tarea y las de resul­
tado. El elemento crucial para alcanzar la fluencia es el objetivo que
se haya marcado el atleta ante la prueba. Una meta de tarea permite
a la corredora focalizarse en su propia carrera y no compararse cons­
tantemente con las otras competidoras. Además, un atleta puede
controlar mucho mejor una orientación de tarea. Una corredora
puede establecer tiempos según sus marcas más recientes y su con­
dición actual. El desafío puede de este modo ser establecido al nivel
apropiado, facilitando que el atleta puede alcanzar su equilibrio DH.
Compara esto con la meta de llegaren una cierta posición. Eso está
mucho más allá del control individual, ya que depende de cómo ca­
da corredora rinda en esa ocasión en particular. El desafío llega de
este modo a ser mucho más fluido y variable, dependiendo de las
circunstancias de la carrera.
121
La competición es una oportunidad para probar las habilidades
de uno contra las de los otros, y por definición incluye la compara­
ción de la propia actuación con la de otros. Las metas de resultado
no son malas metas para los atletas, y muchos deportistas compe­
titivos tendrán tanto metas de tarea como de resultado. Cuando un
atleta cree con fervor en su capacidad, las metas de resultado pue­
den ser muy motivadoras y desafiantes.
Las metas de tarea siempre pueden generar oportunidades de
desafío si están justo por encima del nivel actual de habilidad del
atleta, sin importar qué nivel sea. Cuando las metas se dirigen a su­
perar constantemente el nivel siguiente en la actividad, el desafío
siempre está presente. Los atletas que han ganado una medalla
olímpica de oro y Campeonatos del Mundo continúan motivándo­
se a sí mismos para actuar a niveles más y más altos, tratando de
llevar su actividad un escalón más arriba o creando nuevos tipos de
desafío en su deporte. De este modo, un deportista altamente exi­
toso puede cambiar los acontecimientos, o tal vez el cambio sea
cambiar de deporte. Michael Jordán, que ha conseguido tanto den­
tro del deporte del baloncesto, se encontró a sí mismo encarando
otro deporte después de conseguir tres anillos de campeón de la
NBA. No encontrando aquello que quería en el béisbol, decidió
volver al baloncesto y marcarse nuevos desafíos, lo que mantuvo
viva su motivación, mejoró sus destrezas y el éxito continuó en su
camino.
Establecer metas claras y específicas
Cuando falta motivación, la preparación para una prueba a me­
nudo se ve comprometida. Ir con poca motivación a un prueba o
sin metas raramente conduce a la fluencia. Este tipo de situación
ocurre cuando no se tiene desafíos o, contrariamente, cuando los
desafíos parecen demasiado difíciles. Tanto en un caso como en el
otro, la motivación y el establecimiento de metas se resienten. Tan­
to si la situación es percibida como de poca importancia, de modo
que no vale la pena invertir esfuerzo mental o físico, como si el de-
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SABER ADONDE TE DIRIGES
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© The Picture Desk
safio es percibido como muy difícil de conseguir, de nuevo el es­
fuerzo se pospone. Una patinadora artística explica cómo la falta de
motivación de impedía alcanzar la fluencia: «Es realmente difícil
meterse en ese estado porque puedes hablar contigo mismo, pero
si no te crees al 100% y piensas en ello, lo necesitas y lo deseas, en­
tonces no lo tendrás».
Tener la motivación necesaria no es un problema habitual de los
atletas dedicados, aunque habrá ocasiones en las que los partici­
pantes más entregados pasarán por un paréntesis sin motivación.
Las metas son los cimientos de la construcción de la motivación, y
aprender a establecer la meta adecuada ayuda inmensamente a
mantener tus intentos en niveles aceptables.
Establecer metas parece a primera vista una tarea fácil. De to­
das maneras, se requiere cierta destreza para conseguir que las
metas trabajen para ti. Un establecimiento de metas pobre puede
ser tan malo como -o aún peor que- no tener metas en absoluto.
Imagínate que un nadador, por ejemplo, se establece la meta de
nadar los 200 m estilo libre en menos de dos minutos, aunque es­
ta meta esté claramente más allá de sus destrezas reales. Durante
la carrera, el nadador se encuentra en el mismo lugar de partida y
sin haber logrado su objetivo. El estado mental negativo que esto
comporta puede impedir al nadador alcanzar la fluencia que hu­
biera experimentado si se hubiese lanzado a la piscina sin meta al­
guna y simplemente hubiese nadado.
La metas que no son realistas pueden disminuir la motivación,
debido a que el fracaso arruina el entusiasmo y la confianza perso­
nal. Es tanto un arte como una ciencia marcarse metas al nivel jus­
to de dificultad. Un principio básico es establecer las metas justo
por encima del nivel actual de actuación de uno mismo. Esto debe­
ría generar incentivo y motivar al atleta para llegar un poco más le­
jos que la última vez, y en cambio no mina la confianza en uno mis­
mo al no establecerse una meta demasiado alta.
Metas como «haz lo mejor que puedas» son también improduc­
tivas, ya que no dirigen la atención hacia aspectos específicos de la
actividad en los que uno debe centrarse. Oímos ejemplos de metas
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SABER ADÚNDE TE DIRIGES
FLUIR EN EL DEPORTE
generales constantemente: «Simplemente sal y hazlo lo mejor que
puedas», «Voy a hacer todo lo que pueda» y «Da el 100 %». Tales eslóganes y consejos puede que aumenten la motivación, pero no ge­
neran metas. Para dirigir la acción de manera efectiva, una meta de­
be ser específica. Estas afirmaciones a modo de ejemplo no señalan
qué acciones específicas se han de llevar a cabo. Aprender a esta­
blecer metas que te funcionen y que no vayan en tu contra requiere
tiempo y orientación. De todos modos, vale la pena invertir en ello;
el tipo apropiado de meta es una de las claves de la fluencia.
La metas específicas y enfocadas hacia la tarea dan orientación
a la acción. Marcas, puntos de atención, la técnica y los planes es­
tratégicos pueden convertirse fácilmente en metas específicas que
aportan una guía para la actividad. Marcarte aquello que quieres en
términos de acciones específicas transforma ideas generales en
metas. Hacer esto para la mayoría de los componentes de la activi­
dad genera un mapa con el cual orientar las acciones durante la
prueba. Escribir en un papel las metas ayuda a aclararlas y a especi­
ficarlas y aporta un punto de feedback y evaluación a medida que la
actividad se enfrenta a las medidas que estableces. Visualizar antes
la prueba, centrarte en los elementos clave de la actividad como si
los vieses en una pantalla de vídeo, ayuda a muchos atletas a con­
vertir sus metas en algo más real y a hacer de sus actuaciones algo
sin esfuerzo.
¿Cuáles son tus metas específicas? ¿Qué metas tienes en la ac­
tualidad para tu actividad deportiva? Piensa en los desafíos a los
que te enfrentas en relación a tu deporte y lo que estás tratando de
conseguir. Ponlos en la primera columna de la tabla 5.1, seguidos
en la columna 2 por esas acciones específicas que necesitas reali­
zar para conseguir tus desafíos. Conviértelos en afirmaciones de
metas en la columna 3. Un ejemplo se ofrece en la parte superior de
la tabla.
Tabla 5.1
‘
'WwBH
Tus metas concretas
Desafíos actuales
Acciones concretas
Metas
Conseguir un
tiempo clasificatorio
Entrenamiento
de velocidad
Dos sesiones de velocidad
a la semana
Hacer un plan de carrera
Crear y practicar un plan
de carrera
----- ■
I
da que se diseña para llevar al atleta a la mejor concentración y al
ambiente óptimo a medida'que el momento de la competición se
acerca, y basada en metas predeterminadas para la concentración y
la activación, establece el escenario para la experiencia óptima.
Desarrollar y practicar el plan de carrera
Concretar las metas y ensayarlas bien permite que una persona
actúe sobre ellas de manera automática. Una rutina bien establecibooksmedicos.org
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SABER ADONDE TE DIRIGES
FLUIR EN EL DEPORTE
127
alcanzarlas. Dar importancia a la prueba vigoriza y centra la aten­
ción, tal como comenta este jugador de hockey: «Cuanto mayor es la
importancia que percibo y la presión, mejor rendimiento tengo.
Fluyes más... llegas a estar muy pendiente».
Cuando sabes claramente lo que quieres y estás dispuesto a
alcanzarlo, elevas desafío y habilidades hasta niveles de fluencia.
La metas aprovechan la energía psíquica y la dirigen hacia la
respuesta deseada. Altos niveles de motivación se traducen en de­
terminación para alcanzar las metas. Y esta concentración no sólo
mejora la calidad de la experiencia, sino que a menudo conduce a
logros inesperados. Muchas actuaciones deportivas relevantes han
resultado un éxito cuando la determinación condujo al deportista
hasta cotas previamente inalcanzables. Romper la marca de los 4
minutos en los 1.500 m, el ascenso a los picos más altos del mundo
la exigencia de títulos han sido fruto de la combinación de un so­
bresaliente talento atlético junto con una inquebrantable determi­
nación por alcanzar la meta establecida.
El mapa de la actividad empieza como una elección difícil, y requie­
re atención constante para con los detalles en los estadios de for­
mación. Una vez claramente definidos, el siguiente paso es apren­
der a interiorizar las orientaciones.
Interiorizar las orientaciones es como conducir un coche hacia
un nuevo destino: necesitas un mapa claro y detallado, y durante el
primer viaje es posible que te sirvas del mapa en muchas ocasiones
para encontrar el destino. Una vez has hecho unos cuantos viajes y
has definido Jos puntos de control, no tienes que ayudarte del ma­
pa excepto si te desvías del camino. En los primeros pasos de tu
deporte o de una prueba particular el «mapa» tendrá que seguirse
detalladamente, y la actividad deberá ser monitorizada de acuerdo
con las orientaciones que el mapa aporta. Una vez has aprendido el
camino, no obstante, se forma una imagen mental de lo que es ne­
cesario que se haga, y eres libre para sumergirte en la actividad
atlética de forma automática.
Derivar la actividad de uno en algo automático no quiere decir
convertirse en un robot programado. Una vez que la. competición
empieza, muchas condiciones inesperadas pueden aparecer, y se
requerirán cambios sobre el plan preconcebido. Una gimnasta, por
ejemplo, puede que note rigidez en algunos músculos, lo que suge­
rirá una pequeña alteración en la rutina preparada; un corredor
puede darse cuenta de que un competidor tras el que quería correr
está yendo demasiado lento, así que escogerá otro objetivo. Sólo
prestando atención completa a la actividad puede el atleta elegir la
mejor forma de actuar, y a veces eso significa improvisar una nueva
meta. No es fácil perfeccionar una actividad automática y al mismo
tiempo mantener las propias opciones abiertas en caso de que se
necesiten cambios. Pero es precisamente esta combinación la que
permite la fluencia sin esfuerzo.
El poder de la determinación
Roger Bannister, el primer hombre en correr los 1.500 m en menos de 4
minutos, tenía esta opinión en referencia al poder de la determinación:
El espíritu humano es indomable. Nadie puede decir que no po­
drás correr más rápido que ése o saltar más alto que aquél. No se
dará nunca la ocasión en la que el espíritu humano no sea capaz
de mejorar las marcas existentes. El hombre es capaz de correr los
1.500 m en 3'5 minutos.
Disfrutar de la preparación óptima
Aumenta tu motivación
Estar en una gran forma física da tanto una tranquilidad mental
como una tranquilidad física a la actividad. Saber que has trabaja­
do duro y entrenado bien incrementa las opciones de actuar física­
Así como la motivación se añade marcándose metas, el poder
de las metas se incrementa cuando hay una alta motivación para
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FLUIR EN EL DEPORTE
SABER ADONDE TE DIRIGES
mente a niveles óptimos. También genera confianza, otro factor
que facilita mucho la fluencia. Un remero describe cómo un buen
entrenamiento ayuda a estar preparado:
Si las cosas han ido bien en el entrenamiento, adquieres con­
fianza a partir de ello y puedes encarar tu carrera en un estado
de confianza, seguro ya de que lo has hecho antes y de que lo
puedes repetir ahora.
129
Estás tan hidratado... como si tus nervios estuviesen galvani­
zados, puedes sentir la sensibilidad de tus nervios y ver que es­
tán receptivos: tus receptores externos están trabajando real­
mente bien. Y si no estás suficientemente hidratado, los recep­
tores no trabajan correctamente, empiezas a sudar con dificul­
tad y tu motivación no está fresca.
Observa la interconexión entre los componentes físicos y men­
tales de la preparación. El remero describe cómo el nivel de líqui­
dos en el cuerpo condiciona los impulsos nerviosos y el estado de
alerta, trazando un paralelo directo entre haber tomado suficientes
líquidos y la motivación durante la carrera. No todos los deportis­
tas experimentan estos acentuados efectos de la ingesta de líqui­
dos, pero lo importante es que los factores físicos y mentales se in­
fluencian recíprocamente.
Llegar al punto en que la preparación física es óptima requiere
haber realizado el entrenamiento, estar en buena forma física, estar
bien hidratado y haber seguido una dieta apropiada, sentirse des­
cansado y haber alcanzado la mejor forma física para realizar la ac­
tividad. Un triatleta describe cómo necesita sentir que merece estar
haciéndolo bien para experimentar la fluencia:
Para ir bien tienes que saber que mereces que te vaya bien.
Tienes que saber que es una carrera que te has de establecer
como una meta. Tienes que saber que te has entrenado de
manera adecuada para ello y que mereces que te vaya bien en
esa carrera. Entonces, si empiezas a sentirte bien, consigues
entrar en una especie de espiral espontánea; cuando te metes
en la fluencia, entonces sabes que es ahí donde mereces es­
tar.
Preparación mental óptima.. Comprender la preparación men­
tal óptima es más difícil para un deportista que conocer las condi­
ciones físicas óptimas, ya que los factores mentales son mucho
más difíciles de observar y medir objetivamente. ¿Cómo sabemos
cuándo tenemos el nivel ajustado de motivación o concentración?
La preparación óptima es un asunto individual, ya que cada perso­
na necesita un conjunto ligeramente distinto de factores. Los indi­
viduos varían, por ejemplo, si prefieren sentirse excitados o relaja­
dos antes de la prueba. Hay una variabilidad considerable incluso
en el aspecto físico, con diferentes calendarios de preparación, ca­
lentamiento e ingesta de comida o líquidos antes de la prueba para
cada deportista. No obstante, aun así los factores mentales son
aún más personalizados.
Conseguir la preparación mental adecuada para cualquier per­
sona en particular requiere dos pasos principales. El primero con­
siste en prestar una cuidadosa atención a lo que ocurre antes y des­
pués de la prueba. Si es necesario, esto podría incluir tomar notas,
llevar un registro personal o comentar los hechos con un entrena­
dor o un compañero. El segundo paso es emplear en ocasiones fu-
Preparación física óptima. Aunque este libro se centre en los
factores psicológicos para los estados óptimos, el deporte es por
definición un encuentro físico, y la atención hacia los factores físi­
cos para la preparación óptima es de suma Importancia. Los depor­
tes varían en sus exigencias físicas, por supuesto, y los factores que
son importantes para la preparación óptima varían de acuerdo con
lo que un determinado deporte exige. El factor de la hidratación
puede que no sea clave en todos los deportes, pero en algunos es
vital que el atleta que se dirija a una prueba beba una cantidad ade­
cuada de líquidos. Aquí vemos cómo describe un remero los efec­
tos positivos de la hidratación:
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SABER ADONDE TE DIRIGES
FLUIR EN EL DEPORTE
131
turas las condiciones presentes en actuaciones pasadas que pro­
dujeron exitosamente la fluencia. Esto puede que incluya un proce­
so de ensayo y error, de hacer ajustes y llegar a estar gradualmente
más atento, tanto al estado deseado como a los factores y procesos
para alcanzarlo. Por ejemplo, algunos deportistas sienten que ves­
tir una ropa en particular o conducir hasta el pabellón siguiendo
una ruta especial les permite concentrarse mejor. Aunque tal con­
ducta es a veces menospreciada como superstición, los estímulos
familiares facilitan de veras la inmersión en la actividad y ayudan a
conseguir la fluencia.
Prepararse para las competiciones
© Steve Lange Photography
Parte de la preparación óptima incluye los pensamientos y ac­
ciones antes de las pruebas. El horizonte temporal de preparación
puede ser tremendamente amplio. Por ejemplo, una gimnasta pue­
de fijarse la meta de entrar en el equipo olímpico a cuatro años vis­
ta. Al mismo tiempo, puede tener metas para los certámenes regio­
nales y nacionales clasificatorios que habrá en uno o dos años. Hay
también metas que abarcan términos más cortos, como semanas,
días o incluso horas.
Los planes y la preparación de precompetición facilitan notable­
mente la fluencia. Tener una rutina y seguirla en el día de la compe­
tición es una gran manera de asegurar la preparación mental y físi­
ca cuando llegue el momento de empezar la prueba. Los atletas di­
fieren en cómo les gusta prepararse para la competición. Por ejem­
plo, a algunos les relaja estar rodeados de otras personas antes de
la prueba; otros prefieren recogerse con sus pensamientos y restan
solos antes de la competición. Aunque tal vez uno no pueda estar
solo físicamente, existe aún la posibilidad en ese caso de centrarse
en uno mismo, como explica Simón-.
Incluso si no estoy solo en una habitación, es como si me recogie­
sen mis pensamientos. Puede que esté en medio del grupo espe­
rando el pistoletazo de salida para ponerme en marcha, pero me
concentro sólo en mí.
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132
FLUIR EN EL DEPORTE
Seguir rutinas específicas, incluyendo la preparación mental, te
permite sentirte preparado y tener una idea clara de lo que vas a
hacer en la prueba. Algunos deportistas notan que tener una carre­
ra especial o un plan sobre el evento es un factor clave. Un plan de
carrera puede liberar al atleta de preocuparse de los competidores:
Con mis planes de carrera he pensado ahora cada circunstancia
posible que pueda darse... así que no hay peros que valgan. Te
preocupa lo que los otros estén haciendo si no tienes tu plan de
carrera.
Sacar partido
del feedback
Saber que cada cosa está en su lugar permite a Simón centrarse
en la tarea y pasar a un funcionamiento automático del proceso de
fluencia. Un lanzador de jabalina también describe la sensación
que acompaña a la preparación total:
El hecho de que haya hecho todo lo posible física y men­
talmente, el hecho de que cada faceta esté cubierta, eso reafir­
ma mi mente, que es consciente de que he hecho todo lo posi­
ble. Entonces sólo tengo que dejar que mi propio ser se diluya
y dejar que ocurra.
o
uando sabes lo bien que lo estás haciendo, cuando el feedback
es claro e inmediato, te sientes más vivo y tu estado de ánimo
meiora Tener metas claras ayuda a mejorar la experiencia, pero por
sí solo no es suficiente. Otro ingrediente importante es sentir, a ca­
da instante, que estás camino de conseguir esas metas. Los psicó­
logos que han estudiado la felicidad concluyen que la gente que
sólo se marca metas a largo plazo (tales como reunir una pequeña
fortuna a 20 años vista o retirarse a vivir en un pueblecito de la cos­
ta cuando cumplan los 65) son en general menos felices que aque­
llos que establecen metas que pueden alcanzarse en un mes, un
año o incluso unas horas más tarde ese mismo día.
La razón por la cual colocar las miradas al final de un largo viaje
es menos satisfactorio que tener una meta a corto plazo es que re­
sulta difícil saber si estás haciendo algún progreso. Además, es fá­
cil desanimarse o distraerse a lo largo del camino. Mientras que si
desmenuzas el viaje en fragmentos más pequeños, tratando sim­
plemente de alcanzar el siguiente, entonces cada paso te lleva nota­
blemente más cerca de donde quieres llegar, yeso te mantiene atento
e inmerso en la tarea.
Los planes mentales se tratan con más detalle en el capítulo 7.
Estar bien preparado física y mentalmente y totalmente dispuesto en
cuerpo y mente para la actividad a realizar da una sensación de
confianza. Puedes olvidarte de las preocupaciones habituales e im­
plicarte totalmente en el proceso. Las metas establecidas por ade­
lantado dirijen la preparación y ayudan a asentar la misma. Las me­
tas para los momentos inmediatamente anteriores, al igual que du­
rante la actividad, dirijen la atención y te confirman que un claro
sentido de propósito acompaña a tus acciones. Ambos tipos de
metas, a largo y corto plazo, son esenciales para alcanzar la fluen­
cia.
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134
FLUIR EN EL
SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
!TE
FILTRAR EL FEEDBACK
Atención kinestésica
Para posibilitar la fluencia no es necesario que el feedback que re­
cibas sea siempre positivo. Si te pierdes por el bosque en una ex­
cursión, no te estás acercando a tu meta, pero ya que tienes una
meta, sabes que debes volver a encontrar la ruta, y ese conocimien­
to te mantiene alerta y buscando. Perderse en un viaje lleno de sen­
tido es más susceptible de producir la fluencia que experimentar
un vagabundeo seguro pero sin propósito.
El deporte contiene muchas posibilidades para el feedback. Debi­
do a los desafíos claramente definidos en el deporte, los deportistas
saben cuándo lo están haciendo bien o mal gracias a la evaluación
de su actuación en relación con lo que la tarea exige y sus propias
metas de cara a la prueba. Las exigencias de tarea son las caracterís­
ticas creadoras de la actividad que definen los resultados exitosos.
Por ejemplo, diversos deportes incluyen un objetivo de algún tipo
que debe ser alcanzado. En el baloncesto es anotar canastas; en el
tiro con arco, dar en el blanco; en el fútbol, meter el balón en la por­
tería. Alcanzar las metas de la actividad deportiva conduce a un feed­
back positivo relacionado con la actividad.
Las metas propias de un deportista también generan oportuni­
dades para monitorizar el progreso. Estas metas podrían distribuir­
se desde superar el mejor registro personal en una carrera hasta
simplemente acabar la carrera. Puede que quieras conseguir la
misma meta pero con menos esfuerzo o más elegancia, o puede
que quieras perfeccionar un elemento específico de una actividad
compleja. Cuanto mayor es la diversidad de metas, mayores son las
oportunidades para sumergirse en la actividad y disfrutarla. Asi­
mismo, otras cosas equiparables: cuanto mayor sea la fluencia que
uno alcanza en el deporte, más probabilidades hay de ejecutar una
actividad sin esfuerzo y con éxito.
No es necesario anotar un tanto o ganar un partido para saber
cómo estás actuando. El feedback de los movimientos del cuerpo te
permite realizar las modificaciones sobre la marcha para mante­
ner tu ritmo o recuperarlo. Conocida como atención kinestésica, esta
© pfcryLang enfeld Photo
b
Si te marcas una meta personal y eres capaz de alcanzaría;
has ganado tu carrera. Tu meta puede ser 'óegar el' primero,
mejorar tu actuacic'B o.simplemente acabar la carrera... eso
depende de ti.
- Dave Scott, campeón en cinco occisiones de* k? tron­
can de Hawai
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36
SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
FLUIR EN EL DEPORTE
137
a un deportista si está en el buen camino. A veces este feedback es
indeseado y puede preferirse ignorado, pero cuando es provecho­
so, los atletas pueden beneficiarse de la información que aportan
otros individuos implicados en la situación.
Hemos hablado de algunas de las fuentes de feedback que el de­
porte aporta al deportista. La tabla 6.1 redacta estas fuentes en su
primera columna. En la segunda, hay un espacio en blanco para
poner un ejemplo de tu deporte. Puedes escribir fuentes adiciona­
les al final de la tabla.
sensación acerca de la propia actuación es un componente clave
de los sistemas feedback del deporte. La atención kinestésica per­
mite que un gimnasta conozca cuál es su lugar en el espacio du­
rante los movimientos en el aire; genera en el golfista una sensa­
ción para saber si el extremo del palo está orientado en la direc­
ción adecuada durante las diferentes fases del swing. El reboteador de baloncesto sabe exactamente cuándo saltar y capturar el
balón, y en otros incontables ejemplos, la atención kinestésica
genera la información interna que un atleta necesita para optimi­
zar sus movimientos. Los deportistas están entrenados para utili­
zar tantos sentidos como les sea posible, pero para la corrección
de sus movimientos nada es más crucial que el sentido del tacto.
CLAVES PARA USAR EL FEEDBACK DE
MANERA EFECTIVA
Información de los resultados
Los deportistas están según parece rodeados de posibilidades
de adquirir feedback. En ocasiones se ponen ansiosos durante la ac­
tividad, desalentados por la explícita cantidad de feedback. No están
seguros de si están haciendo lo suficiente o demasiado.
Si te has encontrado en este estado de incertidumbre, puedes
aprender a aprovechar tu potencial de información relevante anali­
zando en primer lugar cómo lo has estado usando.
Añadido al hecho de tener una fuente interna de feedback, los de­
portistas encuentran muchas otras formas de información acerca
de su actuación. Los resultados de los movimientos aportan feed­
back inmediato sobre lo exitosos que éstos fueron, permitiendo que
los individuos sepan qué acciones fueron correctas y cuáles necesi­
tan ajustes. Los resultados pueden sera gran escala, tales como un
gol marcado o una falta conseguida, pero pueden ser también más
modestos, tales cornos un swing mal ajustado o un cambio en el pa­
trón de respiración.
En la mayoría de contextos deportivos, no es sólo el atleta el
que es consciente del éxito o del fracaso de sus actividades. Parte
del disfrute de observar los deportes depende de anticipar lo que
podría ocurrir en el campo de juego, y luego ver si las cosas van en
el sentido que uno esperaba. Los espectadores que aprecian las fa­
ses de un partido son capaces de perderse a sí mismos en la acción
casi tanto como los propios atletas que compiten. El deporte es de
domino público, y la actividad se evalúa de una manera sumamen­
te pública.
Los compañeros de equipo, los oponentes, los entrenadores y
los espectadores pueden todos aportar feedback para dar a entender
Evita las distracciones
Debido a que el deporte aporta tantos estímulos sensoriales,
existe la posibilidad de distraerse a partir de información irrelevan­
te o que no ayuda. Los oponentes lo harán lo mejor que puedan pa­
ra frustrarte. Las condiciones atmosféricas pueden dificultar la con­
centración. Puede que la muchedumbre, por su presencia y su res­
puesta, te haga más consciente de tus errores y deficiencias. Por
ejemplo, los aficionados del equipo local intentarán hacerlo lo me­
jor posible para tratar de desconcertar al equipo visitante. Requiere
una atención disciplinada no desviarse durante la actividad a causa
de información no deseada o negativa.
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FLUIR EN EL DEPORTE
i
SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
139
---------------------------------------------
Tabla 6.1
curso de la actividad puede distorsionar las percepciones y la
atención y dificultar la fluencia. A continuación, leeremos cómo
describe un deportista el efecto negativo de sus emociones sobre
actividad:
Fuentes de feedback para los deportistas
Fuentes de feedback
Ejemplo de tu deporte
Las emociones tienden a interferir en ella: tus sentimientos
acerca de la gente, los lugares... Si consideras cómo te sentirás
cuando esto haya acabado, te alejas definitivamente del final...
Las emociones son algo realmente poderoso; pueden cierta­
mente nublarte y sacarte de ese estado.
Atención kinestésica
Información del entrenador/a
Información del compañero/a
r
--------
Este atleta se encontró a sí mismo distraído pensando en la
gente, en el resultado y en cómo todo ello lo haría sentirse. Tal in­
formación es un tipo de feedback, pero es irrelevante para la tarea en­
comendada; distorsiona la fluencia y desvirtúa la actividad.
Es fácil distraerse cuando hay muchos estímulos clamando por
tu atención. Si la información está también cargada de emociones,
uno puede olvidar su meta actual; en lugar de concentrarse en la
carrera, uno empieza a preocuparse sobre lo que el entrenador o
los compañeros dirán en el vestuario. Los entrenadores deben dis­
ciplinarse a sí mismos, como hacen los atletas, para no distraerse
cuando la actuación del equipo está siendo mediocre, cuando los
árbitros parecen ser injustos al penalizara los jugadores del equipo
o cuando ocurre una de los muchos acontecimientos impredeci­
bles e inquietantes de la competición deportiva.
Información del oponentes
Información de los espectadores
Información del resultado
------- -------------- 1
Sensación de la buena ejecución
de la habilidad
Cambios en el momento
de la ejecución
Fuentes adicionales:
Mantener el feedback negativo en su sitio
------------------------------ _ ...
Es difícil mantener una actitud positiva frente a las críticas o al
feedback negativos. Los feedback negativos parecen que tienen más
poder que los positivos, y la más mínima señal que dice que no lo
estás haciendo bien puede arruinar las evidencias previas de éxito.
Es fácil perder la confianza cuando te centras en los errores y perci­
bes que estás fallando.
¿Qué debes hacer cuando las cosas parecen ir mal?
A veces se trata de situaciones imprevisibles que no puedes
controlar, como que se te desinfle un neumático durante una ca­
rrera de ciclismo o meter el pie en un agujero mientras estás co­
rriendo, las que pueden distraerte. A menudo es la propia concien­
cia del atleta la que crea la interrupción. Acarreare! estrés exterior
a la prueba o llegar a estar emocionalmente disgustado durante el
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FLUIR EN EL DEPORTE
SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
141
mente está tratando de hacerlo tan bien que compensa todo lo
que se pone en el camino.
Es imposible implicarse en un deporte -o en cualquier otra co­
sa en la vida- sin experimentar el fracaso una y otra vez. Como di­
ce Michael Jordán en un anuncio: «He fracasado una y otra vez en
mi vida, y por eso he triunfado». Considerando el nivel de éxito
que Jordán ha alcanzado, tal afirmación puede parecer increíble
en un principio. Pero conseguir el éxito en cualquier tentativa re­
quiere afrontar riesgos, dar un paso de lo conocido a lo descono­
cido, y enfrentarse a la derrota en muchas ocasiones. El nivel de
éxito de Jordán no podría haber sido posible si no hubiera supera­
do los reveses, las decepciones, los fracasos. Esta cita de Jordán
es también un recordatorio de que el desafío es la clave de las ex­
periencias exitosas: el fracaso puede ser una tremenda motiva­
ción para el éxito.
Si desear hacerlo bien se convierte en una meta demasiado an­
siada en la mente del atleta, en lugar de que la meta facilite la
fluencia puede que distorsione el ritmo o el cronometraje de los
movimientos. Equilibrar el deseo de hacerlo bien con la necesidad
de precisión y de reacciones automáticas puede presentar un desa­
fío en el deporte en el que la exactitud de los movimientos y el cro­
nometraje desempeñan un papel clave.
Mantenerse focalizado ante el feedback negativo es un difícil de­
safío. Es difícil mantenerse positivo cuando ves que tus competi­
dores se ponen por delante de ti o cuando cometes un error. A ve­
ces el feedback negativo proviene de los propios compañeros y de
problemas de interacción entre los miembros del equipo.
Dependiendo de cómo interpretes el feedback negativo, a largo
plazo la información puede dañarte o ayudarte. A veces un mal ini­
cio en una carrera o un partido puede presagiar el final de la prue­
ba, como comenta este jugador de rugby: «Nunca he experimenta­
do la sensación de fluencia cuando hemos tenido un mal inicio. Si
empiezas mal, todo va a ir mal». Y en un partido de rugby, que dura
80 minutos, ¡una respuesta como ésta puede significar que un mal
inicio conducirá a un largo y doloroso partido!
¿Un mal inicio puede empañar necesariamente el resto de la
prueba? Los pequeños errores durante la prueba, ¿pueden perjudi­
car al acontecimiento entero? A veces la precisión y el cronometra­
je de las pruebas deportivas convierten los errores más nimios en
definitivos, pero la reacción de la mente es como mínimo tan im­
portante como el error mismo. Cuando compite en ciclismo, expli­
ca Simón, el más mínimo movimiento fuera de lugar puede afectar
a su carrera, pero también reconoce que su mente desempeña un
papel importante en lo que ocurre:
Interactuar con los compañeros de equipo
Los deportistas mencionan una falta de sinergia en el equipo
como un factor que a menudo les impide alcanzar una experiencia
óptima. Un ciclista veía como mayor fuerza de distracción que el
ritmo del equipo no fuese acompasado:
Si la cosas no están tranquilas, eso va a impedir la fluencia, ya
que creo que las cosas deben funcionar con facilidad. El ritmo
es esencial, si alguien rompe el perfecto transcurso del ritmo,
eso lo corta y te desconcentra.
Algunos deportes se basan en la interacción exitosa entre los
miembros del equipo para alcanzar la experiencia óptima. Cierta­
mente, en una prueba como la caza de equipos, si un ciclista está
fuera de ritmo o es incapaz de seguirlo pasa factura a todo el
equipo. En el patinaje artístico por parejas, por ejemplo, el éxito
se define por lo bien que la pareja puede patinar como una uni­
dad. Una patinadora puede estar fluyendo durante un minuto y al
momento siguiente puede encontrarse tirada sobre el hielo debí-
Quiero decir realmente pequeño, como si mirases hacia otro lugar
de la pista y movieses el manillar sólo un poquito, y eso te descon­
centra. ¡Cosas pequeñas, realmente pequeñas! Desearía que mi
mente no trabajase tan rápido. Pero creo que en estos casos mi
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do a que su compañero se ha equivocado. Así es como describe
un patinador artístico por parejas el efecto de un error sobre el
hielo:
Si pierdes un punto de apoyo, o alguien vira inesperadamente,
puedes desequilibrarte y caerte mientras te deslizas hacia de­
lante aparentemente, sin problemas. Cuando algo así ocurre,
¡es como si explotase una bomba!
Obviamente, tener que conectar con la actuación de otros así
como con la propia presenta un conjunto enteramente nuevo de
desafíos para los deportistas de equipo. Conseguir el equilibrio DH
que conduce a la fluencia depende hasta cierto punto de en qué
medida puede interconectarse el equipo exitosamente, tanto en ni­
veles de actuación como en las relaciones emocionales. Los depor­
tistas de equipo mencionan ambos factores como parte de la fluen­
cia. Así que, añadido a los problemas planteados por la actividad
misma, la voz interna negativa de equipo y los sentimientos negati­
vos entre los miembros del mismo forzarán la atención fuera de las
metas de la actividad y distorsionarán la experiencia.
Cuando la actividad incluye a dos o más deportistas tra­
bajando conjuntamente, la confluencia de las metas del
equipo influenciará en la calidad del feedback y, de paso, en
la calidad de la experiencia durante la prueba. En el patina­
je artístico, es esencial que los dos compañeros busquen la
misma meta en el mismo momento. Un patinador por pare­
jas discute lo importante que es la unidad entre la pareja
para alcanzar la fluencia:
© Claus Andersen
La unidad tiene una importancia absolutamente crucial, ya que
sin ella no importa lo fabuloso que me sintiese. Si mi compa­
ñero se caía sobre el hielo, yo fracasaba en la medida que eso
me concernía... Trabajar bien con mi pareja, por otro lado, era
alcanzar justo una unidad realmente relajada, de veras relaja­
da, una sensación de ser un solo cuerpo con mi compañero,
con la superficie de hielo y con el público y los alrededores.
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FLUIR EN EL DEPORTE
SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
145
detectar. A la inversa, un entrenador que es inexpresivo y ofrece
muy poca información no aporta una fuente clave de feedback que
pueda beneficiar a los atletas durante la actividad.
Las señales que el cuerpo genera durante la actividad son una
vía de comunicación. Otra es lo que ocurre con los compañeros y
entre el deportista y el entrenador. Si el feedback que un individuo
obtiene es provechoso para obtener fluencia, es del interés del
atleta estar lo más abierto posible. Pero si la información que uno
obtiene interfiere con la concentración en la tarea, la persona debe­
ría aprendera ignorar y parapetarse.
Las vías abiertas de comunicación entre entrenadores y atletas y
entre los miembros del equipo son ingredientes importantes para
(a actuación exitosa. También son clave para encontrar la fluencia,
particularmente cuando la actuación de uno de estos individuos
depende de estas interacciones. La confianza entre los jugadores,
un sentimiento positivo de equipo, movimientos al unísono y la
concentración en la interactuación entre compañeros son factores
todos ellos capaces de repercutir en que uno o todos los miembros
del equipo estén en fluencia durante la actividad.
La influencia de las comunicaciones empieza bastante antes del
comienzo de la prueba. Lo que se dice -y lo que no se dice- durante
el calentamiento o en la reunión previa al partido puede afectar a
los deportistas a lo largo de toda la prueba. El contenido y el pro­
pósito, junto con cómo es percibida la información, todo sumado
condiciona el potencial para un impacto positivo o negativo. Una
vez ha empezado la prueba, la información ofrecida por el entrena­
dor, así como el feedback entre los miembros del equipo, condiciona
la psique individual y la del equipo. Un remero explica cómo él y su
entrenador se comunicaban cuando el remero estaba en el agua:
La diferencia que la unidad significó en esta pareja de patinado­
res ilustra la importancia esencial del trabajo de equipo para poder
experimentar la fluencia. En situaciones de equipo, una sensación
de unidad entre los miembros del mismo aporta un feedback positi­
vo que ayuda a llevar la prueba a niveles altos de rendimiento y a
una experiencia de fluencia.
Comunicación abierta
La comunicación entre compañeros de equipo aporta informa­
ción acerca de la actividad y las relaciones, y las dos son partes im­
portantes del sistema de feedback. Cuando la actividad depende
de la interacción con los compañeros de equipo, las dificultades de
comunicación pueden alterar seriamente los resultados.
Los comentarios centrados en la tarea son positivos y ayudan
a todo el equipo. Por contraste, el feedback centrado en los resulta­
dos o en afirmaciones despectivas puede ir en detrimento de la
actuación del equipo y de su capacidad para alcanzar la fluencia.
Así que lo que los miembros del equipo y los entrenadores dicen
en el vestuario en la media parte puede transformar una mala ac­
tuación o facilitar que las cosas sigan torciéndose en la segunda
parte.
Los entrenadores son una fuente poderosa de comunicación pa­
ra los deportistas; lo que dice un entrenador y cómo lo dice puede
influir en la concentración y en la confianza del atleta. Parte de ser
un entrenador con éxito consiste en ser capaz de aportar un tipo de
información que permita a los atletas entrar o mantenerse en el es­
tado de fluencia. Hay muchos estilos de entrenamiento y métodos
de expresar la información. Cuando se da una mala adecuación en­
tre el estilo de comunicación de un entrenador y las necesidades de
sus atletas, las rupturas en la comunicación son a menudo fruto de
metas y expectativas diferentes. Un deportista cuyo entrenador le
dé más información en el campo de la que puede absorber bloque­
ará el contenido dicha información, y será incapaz de recibir el va­
lioso feedback que el ojo clínico del entrenador está preparado para
Miraba a mi entrenador y le saludaba con la cabeza, y él lo sa­
bía inmediatamente: la barca en plena actividad y él podía,
desde fuera, detectar los pequeños cambios en la velocidad de
la misma. Es increíble los cambios tan nimios que podía detec­
tar, y lo que trataba de hacer y hacía era reforzarle, reforzarle su
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SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
FLUIR EN EL DEPORTE
feedback saludándole con la cabeza cuando sabía que iba bien.
Tabla 6.2
Así que a lo largo de un periodo él recibía numerosas señales
como ésta y así sabía que estaba yendo todo bien. Y cuando no
iba bien, siempre podíamos recuperar la concentración o parar,
descansar y volver a empezar.
El feedback ligado a las metas
Meta
La fijación de reglas de cómo y qué información se comunica du­
rante una prueba, basada en saber aquello que es valioso tanto para
el equipo en conjunto como para cada individuo, puede asegurar
que el impacto del feedback sea positivo. En el análisis final, de todas
maneras, lo que más ha influido en su estado mental es lo que deci­
de hacer un individuo con la información entrante.
Esto es por lo que el filtrado del feedback, basado en la informa­
ción valiosa y la que no es de ayuda para la actividad, es una impor­
tante habilidad que desarrollar. El tipo de feedback que es funda­
mental escuchar aporta información acerca de lo bien que estás
progresando hacia tus metas. La tabla 6.2 está diseñada para ayu­
dar en la práctica de conectar tus fuentes de feedback con tus metas
para facilitar la fluencia. Para cada entrada, escribe en la primera
columna metas a corto plazo en las que estás trabajando actual­
mente. En la segunda, escribe las fuentes de feedback que puedes
utilizar para evaluar tu progreso hacia esas metas. Aprenderá filtrar
el feedback y realizar ajustes de manera tranquila y no evaluativa son
habilidades importantes para los deportistas y entrenadores que
desean experimentar la fluencia.
Feedback
Completar el tiempo
clasificatorio.
• Entrenamiento de velocidad
(dos sesiones semanales).
• Sensación de velocidad
y de ritmo durante los sprints.
• Practicar el plan mental
de la carrera.
• Progreso monitorizado durante
las etapas de un plan, a medida
que pongo a prueba el plan en
la práctica.
Concéntrate en tu propia actuación
El feedback no es bueno ni malo en sí mismo. Es simplemente
información que puede utilizarse para monitorizar y ajustar la ac­
tividad como sea necesario. Hay una tendencia en el deporte de
centrarse exclusivamente en los signos que nos dicen lo cerca que
estamos de la victoria, por ejemplo, manteniendo los ojos fijos en
el marcador. Tal información puede de hecho ser valiosa porque
nos dice lo bien que nuestras habilidades están respondiendo a
las exigencias de la situación. Cuando percibes la oportunidad de
mejorar dentro de la prueba, saber que estás perdiendo puede
llevar a un esfuerzo extra y a un incremento de tu juego.
Observar deporte profesional aporta ilustraciones de cómo atle­
tas diestros y disciplinados pueden usar el feedback en una actua­
ción no exitosa y cambiar su juego. Por ejemplo, en las finales de la
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FLUIR EN EL DEPORTE
SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
NBA de 1996, Michael Jordán consiguió 2 de 21 tiros de campo en
los primeros tres periodos del partido. En el cuarto volvió para ano­
tar 20 puntos. Jordán no necesitaba conocer sus estadísticas para
decirse a sí mismo que estaba haciendo un mal partido. La trayec­
toria del balón, el cronometraje perdido y otras pistas a las que Jor­
dán ha aprendido a prestar atención le habían advertido que nece­
sitaba hacer algo de manera distinta. Demostró una capacidad ex­
cepcional para entender el juego, recoger información relevante
acerca de su actuación y volver las cosas del revés en diversas oca­
siones.
149
ra ajustar las destrezas, o las metas, según las oportunidades de la
situación.
Te puede sorprender leer que está bien ser autoconsciente. Qui­
zás supongas que ser autoconsciente va en detrimento de la fluen­
cia -y, ciertamente, no es un trazo del carácter particularmente re­
comendable-. Puede parecer incluso paradójico que fundirse con la
acción deje espacio para ser autoconsciente. Ser autoconsciente
simplemente significa prestar atención a las pistas que aportan los
movimientos y las reacciones, y hacer ajustes sobre lo que estás
haciendo cuando algo no está del todo bien. Sin autoconciencia un
deportista pierde pistas importantes que pueden llevarle a un cam­
bio positivo en la actividad.
Es importante diferenciar el ser autoconsciente y lo que hemos
descrito previamente como conciencia de sí mismo. Los dos térmi­
nos pueden confundirse fácilmente, aunque describan estados
mentales diferentes. Ser consciente de uno mismo significa mirar
hacia nosotros desde fuera y preocuparnos acerca de cómo lo esta­
mos haciendo, cómo lucimos ante los otros. La conciencia del pro­
pio ser interfiere en la fluencia y pone en peligro la actividad por­
que nuestra atención se divide entre realizar lo que debemos hacer
y vernos a nosotros mismos realizándolo.
Cuando somos autoconscientes no pensamos en nosotros mis­
mos en absoluto; simplemente procesamos información sobre los
pequeños matices de nuestra participación en la actividad. Los
atletas a menudo tienen una mejor autoconciencia que los que no
practican atletismo, ya que continuamente necesitan monitorizar
su cuerpo durante el deporte. Un patinador artístico describe cómo
se siente uno cuando las cosas van bien de verdad:
En algunas ocasiones es verdaderamente difícil incrementar el
nivel de habilidades durante una prueba, particularmente cuando
las percibes como si estuvieran rozando su límite. En estas circuns­
tancias, trata de redefinir los desafíos para ayudarte a encontrar tu
equilibrio DH y volverá la fluencia. En lugar de centrarte en la falta
de habilidades y perder el coraje, tiene más sentido centrarse en
una meta menor pero más realizable, quizás contener la derrota,
acabar con un renacimiento o incluso ahorrar energías para la
prueba siguiente. Por todo esto, una persona que reconoce los de­
safíos múltiples, o las metas que van más allá del simple resultado,
es mucho más probable que experimente la fluencia.
A menudo puedes recuperar la experiencia óptima definiendo
los desafíos en términos de tus propias posibilidades, y a partir de
allí monitorizai la actividad a medida que progresa durante la prue­
ba, basándote en el feedback de cómo estás usando tus destrezas. Es
una manera mucho más productiva de desarrollar potencial que la
de centrar tu atención en la victoria o en la derrota.
Centrar autoconsciente
Cuando iba bien, reconocía cada sencillo movimiento; de he­
cho recuerdo caer después de un salto y, es odioso, pero me
encontré pensando: «¡Oh, tío! ¡Esto es tan real! ¡Estoy tan cla­
ramente en mis pensamientos...!» Me sentía con tal control de
todo, de cada pequeño movimiento... Estaba muy atento, ya
sabes, sabiendo lo que tenía entre manos; podía sentir mis ani­
llos, podía sentirlo todo, y sentía como si tuviese el control de
cualquier cosa.
A menudo, todo lo que se requiere para abrirle la puerta a la
fluencia es o bien incrementar las habilidades o bien disminuir los
desafíos en una situación particular. Pero ni lo uno ni lo otro ocurri­
rá a menos que estés atento, demuestres que eres capaz de recono­
cer rápidamente dónde hay un desequilibrio y utilices el feedback pa­
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SACAR PARTIDO DEL FEEDBACK
FLUIR EN EL DEPORTE
151
back le dice al atleta que está progresando hacia sus metas. Para
describir cómo les hace sentir esto, los deportistas se refieren a
ello como si todo funcionase como un reloj, estuviese en armonía;
sienten que todo encaja. Aquí tenemos en otra patinadora artísti­
ca describe el feedback que siente la manera en que sus actuaciones
en fluencia:
Los atletas autoconscientes aprenden a escuchar a sus cuerpos y
saben cómo se sienten cuando la actuación es buena. Tener una
buena percepción de cómo se sienten los movimientos significa
que un atleta también puede utilizar la imaginación, o la práctica
mental. La imaginación es una habilidad mental importante para
practicar movimientos específicos y visualizar respuestas deseadas.
Pero para visualizar exitosamente los movimientos, un deportista
debe saber cómo se siente uno al ejecutarlos en la vida real, y para
hacerlo debe prestar atención a su actividad. Sólo entonces puede
practicar esos movimientos mentalmente como si los estuviera
practicando físicamente.
La autoconciencia puede incluso rescatar a los deportistas del
peligro inminente. El escalador en solitario PeterCroft, reconocido
por asumir riesgos que. la mayoría de escaladores ni siquiera con­
templarían, reconoce el miedo como una señal de advertencia para
detenerse: «El miedo te agarrota demasiado. Si empiezo a sentirme
extraño, vuelvo atrás en la ruta». Escuchar al propio cuerpo puede
significar la diferencia entre la vida y la muerte en deportes como la
escalada en solitario. Cuando los riesgos no son tan grandes, la au­
toconciencia -y actuar según esa autoconciencia- puede prevenir
las lesiones. Los atletas a menudo están conducidos a presionarse
más allá del dolor y seguir en marcha cuando sus cuerpos están diciéndoles a gritos que paren o aminoren la marcha. Para alcanzar
este potencial máximo, un atleta necesita ir más allá de la zona de
comodidad. De todas maneras, hay veces que las señales que el
cuerpo da advierten de una posible lesión, y el deportista inteligen­
te escucha y responde ante su cuerpo.
Puedes sentir que de veras va sobre ruedas... Una de las cosas
que sientes es que eres realmente consciente de que tu cuerpo
está en este estado de fluencia. Lo sabes todo, puedes sentir
cada dedo de la mano y del pie y todo el resto, así que sabes
exactamente lo que tu cuerpo está haciendo, que es por lo que
todo va tan bien.
Por razones que van más allá del desarrollo de habilidades, es
importante aprender a utilizar el feedback para el desarrollo poste­
rior de las mismas y para aumentar el progreso hacia las metas per­
sonales. Ello puede significar que, cuando todo encaja en la actua­
ción, la fluencia puede mantenerse a través del uso habilidoso del
feedback. Lo que uno hace llega a valer la pena por su propia impor­
tancia, sin importar si se gana o se pierde.
Por supuesto, ganar una carrera, conseguir una medalla o una
foto en los periódicos da una sensación cálida y es una inyección
para la moral. Pero trabajar para el reconocimiento externo te deja
simplemente a merced del destino incierto -hay demasiadas cosas
más allá de tu control que pueden afectar al resultado. Un competi­
dor en mejor forma o una pequeña diferencia en las condiciones
puede arrebatarte el premio y dejarte decepcionado. Si disfrutas de
la actuación por ella misma, implicándote absolutamente en cada
momento a lo largo de todo el proceso, entonces vale la pena la
energía invertida en practicar deporte sin importar lo que ocurra al
final.
EL FEEDBACK EN LA FLUENCIA
Cuando los deportistas están fluyendo, el feedback aparece claro
y preciso, y ayuda a mantener la mente centrada. No hay necesi­
dad de pararse y reflexionar sobre lo bien que van las cosas. Hay
una sensación de certeza, de que todo encaja en su lugar. El feedbooksmedicos.org
Focalizarse
en presente
CU
racticar el deporte de forma óptima, ya sea como aficionado o
como deportista de élite, requiere una atención absoluta. Si la
mente empieza a divagar, el cuerpo empieza a salirse de órbita. Y
no es sólo la actuación la que sufre en esos momentos, sino la cali­
dad de la experiencia por igual. No podemos disfrutar aquello de lo
que no nos damos cuenta. Cada segundo que la mente desvía su
atención de la actividad deportiva se pierde; no la experimenta­
mos, no podemos saborearla ni recordarla.
La concentración absoluta es difícil de conseguir. En la vida co­
tidiana a menudo nos distraemos por eventos externos y por las di­
vagaciones de la mente. Es duro concentrarse cuando hay docenas
de tareas que atender o cuando pensamos en los errores que he­
mos cometido en el pasado. Una de las grandezas del deporte es
que posibilita que nos olvidemos de los problemas de la vida dia­
ria, y nos concentremos únicamente en una actividad realizable y
excitante. Así es como describe un adolescente de los barrios de­
primidos del centro de la ciudad lo que le ocurre cuando juega a
baloncesto:
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154
FLUIR EN EL DEPORTE
FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
A veces en la pista pienso en un problema, como en mis peleas
con mi novia formal, y pienso que no es nada en comparación
con el deporte. Puedes pensaren un problema todo el día, pero
en cuanto te metes en el partido, ¡al carajo con ello!
155
dores que quieran experimentar la fluencia. Comprender lo difícil
que puede llegar a ser esto es el primer paso para controlar los pro­
cesos de pensamiento.
El pasado: una carretera a ninguna parte
Pero incluso en el deporte no es siempre fácil evitar que la men­
te divague. Saber cómo concentrarse y ser capaz de mantener ese
estado durante toda la prueba es un desafío mental para deportis­
tas de todos los niveles. Y no sólo para deportistas; los entrena­
dores también afrontan el desafío de mantener el foco de atención
en los asuntos importantes, de no desviarse de su propósito, para
mantener a sus atletas centrados en pensamientos adecuados. Los
espectadores también necesitan ser capaces de mantener su foco
de atención en la prueba deportiva que se celebra delante de ellos
si es que quieren experimentarla y disfrutarla por completo.
A deportistas y entrenadores a menudo les quita el sueño el
pensamiento de «qué hubiera pasado si...», «qué podría haber sido
y qué debería haber ocurrido». El tiro que casi entró, la jugada que
deberíamos haber hecho o el tiempo en que se corrió el año pasado no
son pensamientos valiosos cuando los individuos están actuando,
pero son ejemplos de por dónde vagan las mentes de los atletas
cuando las cosas se ponen feas.
Es verdad que para podernos beneficiar del feedback uno debe co­
rregir la actividad en el momento en que se desarrolla, y eso quiere
decir prestar atención a por qué el último tiro se falló o por qué la
útima vuelta se corrió demasiado lenta. Los ajustes tácticos requie­
ren darse cuenta de los resultados de las acciones pasadas. Pero pa­
ra ser efectivo, la concentración en lo que acaba de ocurrir debe ser
rápida e impasible. De manera ideal, monitorizar 1a. propia actividad
debería ser algo tan automático que uno no tendría que pensar en
ello. Durante una actuación cumbre los deportistas observan, evalú­
an y sintonizan al detalle la actividad sin ser siquiera conscientes de
que lo están haciendo. Y si dejan que las emociones interfieran en la
evaluación, el partido se va al traste. Centrarse en lo que ocurrió o
en lo que podría o debería haber sido no cambiará el pasado, ni
tampoco ayudará en el presente. Es tomar una carretera que no lle­
va a ninguna parte. El pasado no puede volver al presente, pero el
presente puede sufrir a consecuencia de intentar que ello suceda.
EL PRESENTE: EL CAMINO
HACIA LA FLUENCIA
¿Cuál es el foco de atención apropiado? Eso por supuesto de­
pende de lo que es más efectivo para la situación en cuestión. No
hay una manera acertada y otra equivocada de concentrarse. De to­
das formas, hay un importante principio: la fluencia depende de un
foco de atención centrado en el presente, donde la persona está to­
talmente conectada con la actividad. La concentración en la tarea
encomendada es el rasgo más característico de estar fluyendo.
Desafortunadamente, ésta no es la tarea sencilla que de entrada
parece ser. Nuestras mentes no se programan con facilidad para
centrarse en el presente. La capacidad de captar cognitivamente
grandes cantidades de información puede dificultar el mantener la
atención en únicamente una cosa por un periodo de tiempo. Las
cavilaciones acerca del pasado o del futuro claman su atención
cuando se inicia una actividad. Así, aprender a mantenerse en el
presente es una habilidad esencial para los deportistas y entrena­
El futuro: la carretera en construcción
Así como el pasado no es el lugar para la mente de un deportis­
ta, tampoco lo es el futuro. Pensar en lo que está por llegar impide
prestar plena atención al presente, se opone en su camino para ex-
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156
FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
FLUIR EN EL DEPORTE
¡57
muchas pruebas deportivas duran más de lo que hemos entrenado
a nuestra mente para que focalice nuestra atención. De todas for­
mas, cuando un jugador disfruta de verdad de la experiencia, es po­
sible mantener una atención inquebrantable durante largos perio­
dos de tiempo, tal como describe este jugador de fútbol americano:
perimentarlo por completo. El futuro no puede controlarse; es una
presencia emergente que se revela a medida que nos mantenemos
centrados en el presente. El futuro es una carretera en construc­
ción. En su momento podrá ser la carretera por la que queramos ir,
pero no mientras se esté construyendo.
Una nadadora recupera de su memoria una carrera en la que sus
pensamientos iban más allá de la meta y el efecto que eso tuvo en
su actuación:
Todo lo que recuerdo de ese partido es que no me di cuenta de
nada durante los 80 minutos del partido, así que en ningún mo­
mento se rompió mi concentración. La otra cuestión -en algu­
nos partidos dudas y piensas un poco- fue que en el partido to­
do parecía ocurrir por sí sólo, sin que yo pensara en lo que esta­
ba sucediendo.
En cuanto llegué a la piscina, pensé: «Claro, es esto». Así que
en cuanto me metí en el agua, mi brazada era poderosa y me
sentía bien. Y al final de los primeros 50 m -ya tan pronto- me
dije a mí misma: «¡Oh, Dios mío, estoy ganando, voy a ganar!».
Y justo cuando pensaba en ello es cuando todo se desmoronó,
y simplemente perdí.
Mantenerse totalmente concentrado en el momento presente
puede dar la impresión de que las cosas ocurren sin esfuerzo, como
le sucedió a este jugador. Esto es así porque los planes y las evalua­
ciones que normalmente ocupan la mente a medida que actuamos
no son parte de la imagen; todo lo que nos ocupa es el momento
presente.
Para trazar una idea de cuánto rato puedes mantener tus pensa­
mientos centrados en el presente intenta este ejercicio sencillo de
meditación.
Ganar es una fuerte motivación para muchos deportistas, y que­
rer ganar puede ser inspirador, especialmente cuando sentimos
que está en nuestras manos. Pero el peligro de centrarnos en el fu­
turo, más allá del resultado que anticipamos significa, como co­
menta la nadadora, que podemos perder fácilmente aquello por lo
que estamos luchando. Desplazar el foco de atención de lo que es­
tás haciendo es una manera segura de romper la fluencia.
Ejercicio de meditación
Volver al camino adecuado
Un foco de atención centrado en el presente es aquél en que to­
da la concentración se dirige a lo que ocurre en el momento pre­
sente. Esto es, cuando tu foco está centrado en el balón que se diri­
ge hacia ti, el golpe que estás asestando, la sensación de la manio­
bra que estás realizando. Es entonces cuando ocurre la fluencia: en
el momento presente. El desafío surge, de todas formas, cuando la
extensión de tiempo en la que necesitas estar concentrado en el
presente va más allá de lo que estás acostumbrado a practicar.
Desafortunadamente, a lo que la mayoría de deportistas están
acostumbrados es a un periodo de tiempo no demasiado largo;
Siéntate en una posición cómoda en un lugar donde no te
molesten. Apunta qué hora es en tu reloj. Cierra los ojos y
concéntrate en una cosa (por ejemplo, tu respiración). Presta
atención a tus respiraciones, aspirar y espirar. Hazlo mientras
mantengas sólo este objetivo. Abre los ojos cuando te des­
concentres y mira la hora en tu reloj. ¿Cuánto tiempo ha pa­
sado desde que empezaste el ejercicio? ¿Un minuto? ¿Veinte
segundos? ¿Quizás pudiste mantener la concentración en tu
respiración durante 5 minutos?
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FOCAL1ZARSE EN EL PRESENTE
La mayoría de la gente que realiza este ejercicio sin haber entre­
nado la meditación o el control de pensamiento encuentra difícil
mantener durante demasiado tiempo una concentración absoluta
en su respiración. Las ideas saltan dentro de sus cabezas, y antes de
que un pensamiento disperso se haya extinguido, entra otro en la
conciencia, exigiendo atención. Esta manera dispersa de pensar es
lo que los monjes zen llaman la «mente de mono». Si esto es lo que
te pasa cuando estás sentado con los ojos cerrados y sin distraccio­
nes, ¿qué será lo que sucede cuando realizas un deporte con todos
los estímulos ambientales, sociales y físicos que forman parte de la
actividad? Lo más probable es que capturen tu atención diferentes
factores, ninguno relevante para la tarea encomendada. Únicamen­
te cuando todas tus energías mentales están dirigidas a la tarea en­
comendada, no obstante, es cuando puede ocurrir el estado absor­
bente de la fluencia. ¿Qué es lo que haces cuando te encuentras con
pensamientos que descentran tu foco de atención? La habilidad pa­
ra volver a concentrarse permite a la persona recuperar el enfoque
adecuado, y es lo que abordamos a continuación.
159
mitiL,
597
CLAVES PARA MANTENERSE
CONCETRADO EN EL PRESENTE
© Claus Andersen
Sólo el deportista altamente disciplinado puede mantener el fo­
co de atención sintonizado con su actuación a lo largo de la dura­
ción de un evento, particularmente cuando la prueba dura más que
un sprint de 100 m. Aunque la meta es mantenerse concentrado sin
ninguna interrupción, la mayoría de atletas encuentran que ésta es
una tarea difícil.
Recuperar' la concentración
Recuperar la concentración es una habilidad que puede permitir
a los deportistas recobrar el foco de atención perdido. Es como vol­
ver sobre el canal mental adecuado cuando aparecen pensamien-
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160
FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
FLUIR EN EL DEPORTE
161
Una concentración en el resultado, por otro lado, se basa en su­
perar a los otros; el foco de atención está en cómo uno lo hace en
relación con los demás. Casi cada deportista se encontrará a sí mis­
mo hasta cierto punto haciendo algunas comparaciones con sus
competidores, y esto no es necesariamente algo negativo. Pero si el
foco de atención de un individuo se detiene en los competidores y
en las comparaciones evaluativas, la atención se aleja de donde de­
be estar, que es la actuación en curso. Pensar acerca de lo que los
otros están haciendo y compararse constantemente con los com­
petidores desvía la energía psíquica de las tareas a realizar. Tam­
bién desvía el foco de atención del momento presente. El potencial
para la fluencia decrece de este modo, y la concentración en el re­
sultado aumenta.
tos que nos distraen. El primer paso para volver a concentrarse es
darse cuenta de que la atención se ha interrumpido. Cuanto más
pronto ocurra esto, menor será la alteración sobre la actividad. Una
vez ha sido reconocido el foco de atención inapropiado, debes de­
sembarazarte de él.
Para facilitar esto, el segundo paso es escoger otro objetivo o fo­
co de atención al que la mente pueda apuntar. A menudo, será el
mismo foco de atención que buscábamos antes de la interrupción.
Pero en un ambiente deportivo constantemente en movimiento y
cambiante, el foco de atención depende de lo que está ocurriendo
en cada momento. De este modo, la concentración se revela fluida,
no estática. Saber en qué concentrarse es una habilidad que los de­
portistas y entrenadores desarrollan a lo largo del tiempo y a través
de la exposición a diferentes guiones. Si aprendes a guardar estos
guiones y las respuestas en la memoria, puedes mejorar la capaci­
dad para responder rápidamente, en un espacio corto de tiempo.
Esto maximiza la efectividad de tu respuesta; lo que es más, te ayu­
da a alcanzar o volver a la fluencia durante la actividad.
Haz que parezca sencillo
Estar fluyendo no es un trance sin conciencia en el que simple­
mente eres transportado por la actividad, inconsciente de todo lo
que está ocurriendo. El mantra del sur de California «Que la fluen­
cia te guíe» se refiere casi al tipo opuesto de fluencia del que esta­
mos hablando: implica una actitud de dejarse llevar, donde a uno le
arrastran como en una carrera que no requiere ningún esfuerzo. La
fluencia requiere concentración profunda, pero no llegas a ella tra­
tando de concentrarte todo lo que puedas o de llenar la mente con
más pensamientos.
Sí, puedes llegar a pensar demasiado. Pensar con intensidad o
demasiado implica esfuerzo y sobreanálisis. La Fluencia se basa en
estar relajado mientras realizas una actividad y piensas sobre la
misma. Llenar tu mente con muchos pensamientos mientras estás
en plena actividad te alejará de una inmersión en la actividad. El
viejo dicho de hacer que parezca sencillo es una buena estrategia
para los que sobreanalizan. Una jugadora de hockey describe cómo
mantener las cosas aparentemente sencillas le permitía relajar su
Utiliza metas de tarea
Si diriges tu atención hacia el pasado, presente o futuro, ello
tendrá una importante repercusión en si obtendrás o no el estado
de fluencia. Y también afectará el objetivo en el que te centres. La
distinción entre las metas de respuesta y de tarea ya han sido expli­
cadas en el capítulo 5, donde apuntábamos las ventajas de las me­
tas de tarea por encima de las metas de resultado. El tipo de con­
centración que introduzcas en la prueba deportiva también puede
ser descrito en términos de características de tarea o de resultado.
Una concentración en la tarea consiste en centrarse en desafíos
específicos dentro de la prueba. Puede que incluya puntos de técni­
ca o estrategia, de ejecución de las jugadas o simplemente de par­
ticipación en el partido. Una concentración en la tarea mantiene la
atención dirigida hacia aquello que debe cumplirse en cada mo­
mento.
mente:
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162
FLUIR EN EL DEPORTE
FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
Me gustaba hacer que todo pareciera realmente sencillo. Siem­
pre me gusta reducir lo que podríamos llamar 20 puntos a sólo
3 o 4 y mantenerlo todo como sencillo y claro. Entonces mi
mente se puede relajar.
163
porte, los planes preparados para jugadas y situaciones críticas
que están bien ensayadas y comprendidas por todos los jugadores
pueden facilitar la total participación y el foco de atención adecua­
do.
Cada deporte variará en su estructura, y por lo tanto también en
el formato del plan mental. Utilizando la estructura de tu deporte,
puedes inventar tu propio plan para averiguar cómo llegara la con­
centración óptima durante tu prueba.
Una de las principales ventajas de los planes mentales es que
ayudan a mantener la mente del atleta centrada en la tarea. Es fácil
perder la concentración o no llegar a estar verdaderamente concen­
trado si no has pensado antes en lo que querías conseguir en diver­
sos puntos de la actividad. Incluso así, es necesaria la disciplina
para seguir con el plan cuando de verdad es crucial, cuando la pre­
sión se deja notar durante la competición. Un corredor describe el
modo de perder el foco de atención al alejarse de su plan:
La cantidad de ideas o puntos de estrategia en que un deportis­
ta desee concentrarse durante la actividad es una decisión muy
personal, una decisión que también variará de acuerdo con las exi­
gencias del deporte en particular. El principio a mantener en mente
es no llegar a ser demasiado analítico en tu deseo para alcanzar un
enfoque cognitivo activo hacia la actividad.
Plan para la competición
Habiendo argumentado contra pensar demasiado, vamos ahora
a recomendar una estrategia que incluye una cantidad considerable
de pensamiento acerca de la actuación personal. El secreto es esco­
ger cuidadosamente cuándo esta labor de pensamiento debe ocurrir.
Un plan de competición se prepara bien antes de la prueba, e inclu­
ye encontrar dónde centrarnos durante diferentes etapas de la mis­
ma. Preparando planes mentales por adelantado, el deportista está
liberado para llevar a cabo el plan durante la actuación.
Cuanto más se ensaye el plan de competición antes de la prue­
ba, en los entrenamientos y en las situaciones competitivas simu­
ladas, más automático será todo luego. Como resultado, hará falta
menos análisis y planificación durante el curso de la actividad. Los
deportes varían dependiendo de la facilidad con que se acomodan
los planes mentales específicos que se trabajan con anterioridad a
la prueba. Algunos, como correr o nadar, están bien adaptados a
planes detallados: la prueba puede distribuirse en fragmentos más
pequeños, y pueden llegar a desarrollarse metas específicas y focos
de atención para cada segmento. Otros deportes que son más inte­
ractivos, entre ellos los de pelota y la mayoría de deportes por equi­
pos, incluyen estrategias y jugadas desarrolladas que no pueden
ser totalmente preparadas por adelantado. En estos tipos de de­
Estar distraído, perder la concentración, perder tu foco de aten­
ción en el punto que estés entonces; estar más pendiente del
resultado en contraposición al segmento de tu plan; perder el
foco de atención centrado en el plan.
Preparar planes de reserva
Incluso los planes mejor preparados pueden vacilar o desplo­
marse en el fragor de la batalla. Entonces es cuando un plan de
reserva entra en juego. Los planes de reserva se desarrollan prepa­
rando respuestas o reenfocando estrategias para utilizarlas en situa­
ciones competitivas adversas. Puedes planear una repetición posi­
ble de situaciones que quizás hayas experimentado en el pasado o
nuevos problemas potenciales que, si sucedieran, podrían tener un
efecto depresor sobre la actuación. Por supuesto, no es posible pla­
near todos los escenarios que puedan distraer o crear dificultades, y
hacerlo arrebataría mucha de la alegría y espontaneidad del depor­
te. Pero trabajar cómo responderías potencialmente ante situado-
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FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
165
nes decisivas de la prueba puede facilitar una respuesta apropiada
cuando se está en medio de la lucha. Saber que tienes una estrate­
gia alternativa si surge algo inesperado te inyectará confianza y te
permitirá concentrarte en la tarea encomendada.
Practicar la concentración
Los planes mentales son efectivos en la medida en que un de­
portista tiene la capacidad de concentrarse efectivamente. No es
de mucha utilidad tener un plan detallado si un atleta no puede
mantener su atención en sus diversos elementos. La concentración
es una habilidad fundamental, y se ha escuchado a muchos entre­
nadores aconsejando a sus jugadores desde la banda: «¡Concéntra­
te!» En una entrevista, un deportista resumió por qué esta dimen­
sión del foco de atención es tan importante: «La concentración te
sitúa totalmente absorto en el partido, así que para alcanzar la
fluencia necesitas tener buenas capacidades de concentración».
Ser capaz de mantener un foco de atención apropiado es una
habilidad que determinará lo efectivamente que pueda realizarse
un plan. Cómo conseguir estas capacidades de concentración es un
tópico en muchos libros y en incontables cursos de autoayuda. Es
una destreza que se desarrolla durante la práctica, como todas las
habilidades mentales.
Saber en qué concentrarse es el primer paso, y aquí es donde el
plan tiene un lugar de importancia. El principio básico para desa­
rrollar las capacidades de concentración es practicar la elección de
focos de atención de manera que estimule los tipos de concentra­
ción que se necesiten específicamente en tu deporte.
Si un intento de foco de atención estrecho es lo que se necesita,
como en la práctica.de la gimnasia, puedes practicar ese tipo de fo­
co de atención en ejercicios que tienen una duración aproximada a
la prueba competitiva real; esta práctica te ayudará a desarrollar las
destrezas de concentración que se necesitan para esa prueba en
concreto. Si tu deporte incluye reunir grandes cantidades de infor­
mación de muchas direcciones diferentes, como requiere un partí-
- -L-r
© Human Kinetics
*
94
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166
FLUIR EN EL DEPORTE
FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
do de fútbol, mantener el foco de atención en situaciones donde
debes recoger información de un número variado de fuentes te será
valioso.
167
Dirigir tu atención
Dónde dirigen los deportistas la atención varía con las exigen­
cias del deporte, y ese foco de atención cambiará según varíen las
tareas. De todas formas, incluso en los deportes que de entrada
podría parecer que se basan en ciertos tipos de focos de atención,
los atletas difieren en lo que creen que funciona mejor. En el re­
mo, por ejemplo, podrías pensar que un foco de atención estre­
cho sería lo más apropiado, y a menudo los remeros describen es­
tar «dentro de su propia barca» cuando están fluyendo. De todas
maneras, para otros remeros dirigir al menos un poco de atención
a lo que ocurre a su alrededor les funciona bien. Éste es el enfo­
que de un remero:
Desarrollar tus propias actividades y pautas de concentración
que se ajusten tanto a las exigencias del deporte como a tu propio
estilo es probablemente lo más efectivo. Para ilustrar cómo una
pauta de concentración podría funcionar, un patinador artístico de
élite describe los pasos que él sigue antes de cada competición pa­
ra alcanzar su mejor foco de atención:
De acuerdo, la primera cosa que hago a medida que me acerco
a la competición, cuando falta una hora, es centrarme en el hie­
lo y mirar la pista de patinaje. No hay nadie aún en el pabellón,
y simplemente lo miro y me digo a mí mismo; es mío, es mi
tiempo. Y entonces lo obtengo a partir del hielo... hay hielo,
estoy yo mismo y está mi compañera. No hay nada más, nada
más importa. Nada más importa. Y me lo repito a mí mismo, y
me convenzo a mí mismo de ello. Y entonces no hago caso a
ninguna cosa que interfiera lo positivo. Y estoy allí durante una
hora. Y no es fácil de lograr.
Puedo mirar lo que otro está haciendo, y confiar de pleno en
las sensaciones de los sentidos del cuerpo. Las terminaciones
nerviosas corporales están tan sintonizadas con el ambiente y
la dinámica del deporte que puedes dejar que tu mente, tus
ojos como mínimo, dibujen... ¡as cosas afuera... Eso es diver­
tirse compitiendo en tu deporte.
Este patinador ha encontrado una pauta de concentración que
le conduce hasta un punto de preparación óptima: su foco de aten­
ción está totalmente sumergido en el hielo, en sí mismo y en su
compañera. Cada deportista necesita saber cuál es el mejor foco
para él mismo y, a partir de ahí, seguir una pauta que le lleve a en­
contrar ese foco de atención en la competición.
Para este deportista, mirar hacia fuera era parte de lo que le ha­
cía capaz de mantenerse completamente concentrado en los rit­
mos de su cuerpo -y lo que hacía más divertida la actividad. Pero
generalmente no es recomendable mirar alrededor, a aquello que
está ocurriendo fuera de tu propia actuación, porque es muy proba­
ble que te distraigas y que tu pensamiento se vea atraído por lo que
hacemos los demás. Por supuesto, en algunos deportes la actua­
ción la dicta lo que están haciendo los otros, y es de importancia
crucial ampliar tus miras a tu alrededor. La mayor parte de deportes
de equipo requiere la capacidad de abarcar o ver el campo de jue­
go, para así anticipar los movimientos de los jugadores de ambos
A medida que uno gana experiencia, es posible alcanzar la
concentración simplemente poniéndose las zapatillas deporti­
vas o entrando en el estadio. La superestrella de baloncesto
Michael Jordán desarrolló una capacidad superior de concen­
tración en el presente. Dice Jordán: «Cada vez que entro en
una cancha de baloncesto, nunca sé lo que va a ocurrir. Vivo
para el momento. Juego para el momento».
equipos.
Más allá del área real de actuación, de todas formas, hay otro
ambiente, que puede ser también una distracción o una fuente de
motivación: el público. Competir ante un público numeroso puede
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FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
FLUIR EN EL DEPORTE
ser estresante, especialmente cuando el otro equipo u otro depor­
tista es el favorito del público. Algunos deportistas se concentran
para bloquear el poder del público, mientras que otros de hecho
disfrutan metiéndose en la atmósfera. De nuevo, no hay una mane­
ra correcta y otra incorrecta de concentrarse, sino que se trata más
bien de encontrar lo que mejor funciona para ti, lo que te ayudará a
encontrar el equilibrio DH adecuado en una situación particular.
Un jugador de fútbol americano describe cómo se enfrentaba hecho de jugar ante un público numeroso:
169
I
© Claus Andersen
En algunas ocasiones, en los partidos, una muchedumbre de
más de 60.000 personas puede ser desconcertante para tu
mente y puede provocar ciertas preocupaciones. Pero al jugar
esos grandes partidos te das cuenta de que, en su mayor parte,
eres capaz de silenciar su ruido. Eres consciente de los ánimos,
el ruido y los cánticos, pero entonces bajas al micromundo de
allí abajo, donde sólo estamos nosotros mismos.
El factor importante, como este deportista comenta, es disociar
el contenido emocional del ruido y de los ánimos de la muchedum­
bre. Muchas personas no pueden eliminar las distracciones senso­
riales, pero mientras no dejen que ello afecte a sus emociones, la
distracción no desvirtuará la concentración.
La concentración en el deporte no es necesariamente una expe­
riencia solitaria. Otras personas -competidores o bien compañeros
de equipo- pueden ayudarnos también a alcanzar el foco de aten­
ción, en lugar de ser una fuente de distracción. Una remera por pa­
rejas expresaba de este modo la concentración en la fluencia: «Na­
da más entra dentro de tu cabeza». Cuando ella y su pareja de remo
experimentaban este foco de atención total, era, en sus propias pa­
labras, «una experiencia increíble». Saber que tu pareja o tus com­
pañeros de equipo están experimentando simultáneamente el mis­
mo estado óptimo en el que tú estás puede elevar la intensidad
que aporta la fluencia. Este estarían en sintonía con los compañe­
ros así como con la actuación es lo que hace de los deportes de
equipo algo tan satisfactorio para muchos deportistas.
Experimentar la fluencia supone, por supuesto, un reto más
grande cuando la interacción con los compañeros es parte de la
prueba; no sólo un deportista debe conseguir su foco adecuado de
atención, sino que también deben hacerlo el resto de compañeros
de equipo. Otro remero, que competía con una barca de ocho, des­
cribía la dificultad de mantenerse centrado en la prueba:
Si todo va bien, es fácil entrar en la fluencia... pero si no va
bien, entonces no puedes. Así que todo se centra en el equipo:
todo el mundo, los muchachos, todos unidos. Y tal vez nos mo­
vemos durante 5 o 10 minutos, media hora, yendo muy bien,
pero entonces alguien puede que pierda la concentración y, por
lo tanto, el ritmo, o algo por el estilo. Y entonces te encontrarás
fuera de esa situación; no puedes ya tener ningún control sobre
esa situación.
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17!
FOCALIZARSE EN EL PRESENTE
FLUIR EN EL DEPORTE
Bueno, es un foco de atención total, pero de algún modo está
realmente equilibrado, entre una concentración total y una ab­
soluta liberación. Porque estás totalmente concentrado... Por
otro lado, ocurre por sí mismo. Es como un proceso totalmente
automático, como si el propio foco de atención fuese un meca­
nismo automático. Las cosas que te estás diciendo durante to­
da la actividad salen automáticamente, de alguna forma. Son
las cosas que te has estado diciendo a ti mismo una y otra vez y
cientos de veces en los entrenamientos. Es como si cogieses
todos los buenos momentos de tu entrenamiento y ocurriesen
automáticamente.
Es interesante observar que este remero pensaba que, si estu­
viese en una prueba individual, sería mucho más controlable expe­
rimentar la fluencia. La satisfacción de la fluencia de equipo apa­
rentemente existe al precio de renunciar a cierta autonomía y con­
trol personal.
Encontrar qué focos de atención ayudan a alcanzar una inmer­
sión absoluta en tu actividad es la principal clave para encontrar la
fluencia. Puede significar concentrarse de una manera única o, por
otro lado, seguir lo que se recomienda generalmente en una situa­
ción particular para ese deporte. Practicar diferentes maneras de
dirigir la atención es valioso para ganar flexibilidad en tus habilida­
des y también para encontrar las claves que te llevarán a estar to­
talmente absorto en la actividad.
En estado de fluencia, la concentración es mucho más fácil de
mantener que en experiencias carentes de fluencia. Describiendo
la facilidad para la concentración que ocurre en la fluencia, el pati­
nador dice que es como si ocurriese automáticamente. El hecho
de que la concentración ocurra con menor esfuerzo en la fluencia
es una de las razones por las cuales es un estado que resulta tan
maravilloso conocer. Mantenerse centrado en lo que estás haciendo deja de ser una lucha o una tensión, y esto permite
cación completa, un estado muy grato de experimentar.
Cuando una experiencia es tan intensa que requiere literalmen­
te toda nuestra atención para procesar los detalles, puede que no
haya suficiente energía psíquica sobrante para transferir la expe­
riencia a la memoria. Así que, aunque sepamos que algo fabuloso
ha ocurrido, no podremos ser capaces de recordar cómo fue exacta­
mente. Así es como un patinador describe una experiencia de
fluencia tan intensa:
INMERSIÓN TOTAL EN EL PRESENTE
c
CL
E
ro
Cuando todas las condiciones para la fluencia están presentes metas claras, una corriente regular de feedback, una conjunción de
desafíos y habilidades-, la concentración llega a ser más intensa. A
pesar de todo, paradójicamente, también parece más espontánea.
En otras palabras, mientras que la atención es aguda y está centra­
da, no es necesario ningún esfuerzo para mantenerla así. Cuando
leemos un aburrido libro de texto, por contraste, quizás nos encon­
tremos forzándonos constantemente para concentrarnos en sus
páginas y descifrar las palabras a medida que avanzamos. Lucha­
mos por mantener otras ideas fuera de nuestra mente. Pero cuando
leemos una novela apasionante, nuestros ojos probablemente re­
corren las páginas sin esfuerzo y nos olvidamos de todo lo que no
tenga que ver con la trama de la historia. De manera parecida,
cuando el deporte va bien las exigencias de la actividad absorben
fácilmente toda la atención.
Un patinador artístico realiza un buen trabajo tratando de des­
cribir la aparente paradoja de «esfuerzo sin esfuerzo» que es tan tí­
pica del foco de atención de la fluencia:
Recuerdo otra experiencia como ésta, pero no recuerdo nada
específico al respecto. Nos pusimos sobre el hielo, y no te po­
dría decir ni una sola cosa: hubo un vacío, algo así como «¿Qué
acaba de ocurrir allá fuera?» Y en otra ocasión recuerdo un
montón de detalles específicos... Simplemente recuerdo cómo
sentía el hielo... cada pequeño detalle. Y otra vez simplemente
flotaba por allí, y no puedo decirte nada acerca de esa ocasión,
de veras.
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FLUIR EN EL DEPORTE
ca
Otros mencionan una sensación de flotar y de falta de memoria
posterior acerca de los detalles. Aquí vemos una remera descri­
biendo una experiencia similar:
Fue divertido, fue casi al final y no podía recordar lo que había
ocurrido. Fue como un trance extraño durante todo el tiempo,
como si supiera de verdad lo que iba a hacer. Y es como si todo
lo hubieses hecho antes, así que era fácil-, ya sabes, nadie más
puede interferir o entrometerse en tu camino. Es como estar
hipnotizada.
Controlar
lo controlable
Cuando la experiencia es tan intensa que reclama cada trocito de
atención, la persona no puede seguir procesando información ni tan
siquiera sobre su existencia. Pierde su sentido de la identidad, co­
mo un autómata que procediera durante un trance. En tales ocasio­
nes, la fluencia recuerda a esos estados de éxtasis que las discipli­
nas religiosas alcanzan a través de un ritual, una oración o la medi­
tación. Por ejemplo, la sensación de flotar descrita por los deportis­
tas tiene una reminiscencia del concepto ya, lo que los chinos taoístas describen como «la vía correcta para vivir». Yu ha sido traduci­
do como «flotar», «fluir» o «caminar sin tocar el suelo». Atales nive­
les de intensidad la concentración no sucede sólo sin esfuerzo, sino
que alcanza una dimensión pura y espiritual más allá del cuerpo, cu­
yos esfuerzos en primera instancia lo hicieron posible.
Disfrutamos del deporte por una variedad de razones tales co­
mo el bienestar físico que produce, el júbilo de la victoria y la ca­
pacidad de olvidar los problemas de la vida cotidiana. Pero quizás
la recompensa más satisfactoria que el deporte puede ofrecer es
la plena inmersión en el ahora, la extensión sin esfuerzo de la men­
te y el cuerpo dentro de un presente que se vive intensamente.
ara vez sentimos que lo que hacemos en la vida cotidiana está
enteramente bajo nuestro control. Siempre hay demasiados
sucesos impredecibles que afectan a la gente: la empresa para la
que uno trabaja decide reducir personal y podemos perder el traba­
jo; un virus penetra en el torrente sanguíneo y la persona enferma;
tu pareja puede decidir que ya no le gustas y te abandona. En cada
momento, somos vulnerables ante docenas de fuerzas amenazan­
tes potenciales que se ciernen justo más allá de las fronteras de la
atención.
Uno de los aspectos más satisfactorios del deporte es que ofre­
ce un refugio momentáneo al caos de la vida diaria. Mientras esta­
mos inmersos en el deporte podemos olvidar las insistentes ame­
nazas y centrarnos enteramente en una actividad que está poten­
cialmente bajo nuestro control. Las reglas de la mayoría de juegos
son claras; limitan lo que puede ocurrir y excluyen el resto. Cuando
estamos bien preparados, aparecen posibilidades que nos permi­
ten lidiar con cualquier cosa que se ponga en nuestro camino.
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FLUIR EN EL DEPORTE
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Una bailarina describe el sentimiento de seguridad que consi­
gue en estos momentos de inmersión:
Una poderosa relajación y calma me invaden. El fracaso no me
preocupa. ¡Qué sentimiento tan poderoso y cálido! Quiero ex­
pandirme, abrazar el mundo. Me siento con un enorme poder
para realizar algo con gracia y belleza.
Por supuesto, nunca podemos controlar algo absolutamente ni
siquiera en la experiencia más intensa de fluencia. La fluencia ocu­
rre en ese punto de equilibrio entre las habilidades y los desafíos:
la posibilidad de desafíos que de repente crecen y nos alejan de la
fluencia está siempre presente. Lo que es importante, de todas for­
mas, es el conocimiento de que en principio tenemos la posibilidad
de mantener las cosas bajo control. Si estamos bien preparados y
nos mantenemos concentrados, podemos mantenernos con maes­
tría en la actividad. En las palabras de un joven jugador de balon­
cesto;
Siento que tengo el control. De veras. He practicado y tengo
buenas sensaciones de los tiros que puedo anotar... No con­
trol al otro jugador, aunque sea malo y sepa cómo vencerle. Es
en mí y no en él en quien estoy trabajando.
Por último, el control en el deporte no trata de los oponentes y
los obstáculos externos. Se basa en aprender a disciplinar una
mente huidiza, unas emociones que revolotean, una voluntad ines­
table.
© Anthony Neste
EL PAPEL DEL CONTROL
DENTRO DE LA FLUENCIA
Sentirse con el control transfiere una sensación de seguridad y
poder que la gente busca en todos los ámbitos de la vida. Algunos
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CONTROLAR LO CONTROLABLE
se pasan la vida acumulando más y más dinero y poder para así
conseguir el control sobre su ambiente. La atracción del control re­
side al menos en parte en el terror hacia la situación opuesta. Sen­
tirse fuera de control puede ser una experiencia pavorosa y com­
porta preocupación y otras emociones negativas. Ser incapaz de in­
fluir en lo que te está ocurriendo a ti y en lo que sucede a tu alrede­
dor crea sentimientos de indefensión e inadecuación. Estos senti­
mientos rompen la confianza y nos disponen a retirarnos de la ple­
na implicación y el riesgo.
I
De entre los muchos sabios consejos que el legendario en­
trenador de baloncesto de UCLA John Wooden ofreció es­
tá: «No permitas que lo que no puedes hacer interfiera en
lo que sí puedes hacer».
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Logré una mejor marca personal. Me sentí con el control. Me
sentí muy fuerte. Era capaz de correr tal como lo había planea­
do sin demasiados problemas. Me sentí realmente concentra­
da. Simplemente me sentí, ya sabes, como... si encajase.
Más tarde, explicó cómo le hacía sentir tener el control:
Es controlar totalmente lo que pasa por tu mente, y controlar
absolutamente tu propio cuerpo y hasta qué punto lo presio­
nas, y ser capaz de ir más rápido cuanto te dices: «De acuerdo,
vamos a apretar un poco y a dejar atrás a esta persona». Y ser
capaz de hacerlo y controlar todo lo que pasa por tu cabeza.
Como si cuando el dolor apareciese, fueras capaz de decirle:
«De acuerdo, vale, te esperaba. Está bien. No voy a dedicarte
mucha atención». Y ser capaz de hacerlo... alejarte de eso...
con total control mental y físico.
I
Pasar de la comodidad a la fluencia
Aunque éstas sean obviamente percepciones muy reales, man­
tenerse en fluencia significa estar en el filo de la navaja de la actua­
ción, donde los desafíos y las habilidades son fluidas y capaces de
cambiar. Es un tipo de experiencia que parece mover tu centro de
gravedad hasta el límite para mejorar tu actuación. Si uno estuvie­
se realmente con el control total y se mantuviese en este estado,
las habilidades se harían mayores que los desafíos, y la intensidad
de la fluencia cedería hasta una sensación de relajación y, llegado
el caso, de aburrimiento.
Por esta razón la sensación de control total, como la sensación
de fluencia, es tan fugaz: dependiendo de la naturaleza de las co­
sas, es posible experimentar tanto una como la otra durante cier­
to lapso de tiempo. Tan pronto como nos sentimos cómodos en
un nivel de control, corremos el peligro de perder la fluencia. Ése
es el momento de buscar nuevos desafíos, de desplazarse a nue­
vas áreas de riesgo e incerteza. Si somos afortunados, alcanzare­
mos otra vez un momento de control a un nivel más alto de habi­
lidades, y experimentaremos la fluencia en un nuevo punto de
equilibrio, y así sucesivamente, ampliando constantemente la es­
piral de creciente complejidad de la actividad.
Para experimentar la fluencia uno debe seguir ampliando sus
desafíos y habilidades, así como mantenerlos en equilibrio; este
crecimiento está reñido con la sensación de control. La falta de
confianza puede alelarte de los riesgos asociados con las situacio­
nes desafiantes. Colocarte en situaciones donde hay grandes desa­
fíos significa también abrir la posibilidad de sentirse fuera de con­
trol y fracasar. Esto puede llevar a la decisión de mantenerse a un
cierto nivel de realización, o esforzarse sólo en situaciones donde
hay buenas oportunidades de éxito.
Aunque tales estrategias asegurarán sensaciones cómodas, no
llevarán al crecimiento personal. No es posible mejorar sin correr
riesgos. Ganar un campeonato mayores un logro tremendo. De todas
formas, ganar el siguiente o conseguir mejorar las habilidades re­
quiere salirse de la zona de comodidad y meterse en la zona de fluen­
cia. Ésta es un área definida por el delicado equilibrio entre desafíos
y habilidades, con ambas partes al máximo de los límites personales.
Los deportistas que describen estar en fluencia a menudo men­
cionan tener sensaciones poderosas de control. Fíjate en el ejem­
plo de esta corredora, que describe una carrera en la que experi­
mentó la fluencia;
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FLUIR EN EL DEPORTE
CONTROLAR LO CONTROLABLE
Cabalgar sobre el filo de la navaja
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esta actitud muestra nos dice que no tener el control no será un
problema. Llegados a este punto, liberarse del deseo de tener el
control puede resultar que produzca paradójicamente más control.
Una vez que hemos colocado en su lugar la preparación y los facto­
res que necesitamos controlar, olvidarse de controlar y, en lugar de
eso, estar completamente absortos en la actividad, sostiene la cla­
ve para la fluencia.
A menudo, es el lado de las habilidades en la ecuación el que
está bajo amenaza entre los deportistas. La confianza es inestable y
está a merced de los resultados competitivos. Los desafíos están
siempre presentes, especialmente en las finales de la competición
atlética. Esto debe ser por lo cual los deportistas informan de sen­
saciones de control, especialmente en conexión con sus actuacio­
nes más memorables, cuando la experiencia sobresale entre la me­
dia de los encuentros deportivos. Un patinador artístico lo describe
como «cabalgar sobre el filo de la navaja»:
Encontrar el nivel óptimo de control
Todos podemos recordar momentos en el deporte en los que
nos hemos sentido fuera de control, o fuera de nuestras casillas.
Las sensaciones son intensas y nos I levan a cuestionarnos nuestras
habilidades y las razones por las que estamos allí. Perder puede
provocar esto, especialmente si el margen es amplio y hay pocas
ocasiones para demostrar una habilidad. Sentirse incómodo con
las destrezas pobres o las malas decisiones puede crear sensacio­
nes incómodas y sentimientos negativos, y el deporte, por su natu­
raleza pública, acentúa la sensación de ser evaluado por los demás.
Querer hacerlo bien, y no ser capaz de hacerlo, puede llevar a una
intensa ansiedad.
Todas estas situaciones conducen a sensaciones que nos dejan
fuera de control y arruinan el potencial de disfrute. En los términos
del modelo de fluencia descrito en el capítulo 3, cuando los desafí­
os son mucho mayores que las habilidades, tenemos pocas posibi­
lidades de sentir el control y, en lugar de eso, nos sentiremos an­
siosos. Para recuperar la confianza es necesario recolocar los nive­
les de confianza en los desafíos preconcebidos para restaurar el
equilibrio DH. Esto se puede conseguir redefiniendo el desafío en
términos de lo que puede alcanzarse o incrementando los niveles
de confianza hasta que el desafío sea alcanzable.
¿Puede existir demasiado control en el deporte? ¿Es cierto que
cuanto más control tengamos, mejor nos va a ir? No de acuerdo
con el modelo de fluencia: cuando las escalas se inclinan a favor de
las habilidades por encima de los desafíos, eso puede empeorar la
Cabalgar sobre el filo de la navaja... Es como si fuera un entre­
namiento, puedes afilarlo, afilar la navaja; pero te puedes caer
hacia un lado o hacia otro, y entonces es cuando las tensiones
pueden inclinar la balanza. Pero una vez estás en la ola, te pare­
ce que nada puede ir mal.
Durante estos momentos dorados, los deportistas no se en­
frentan con la incerteza de lo que van a hacer o con la preocupa­
ción de que quizás no tendrán las habilidades necesarias para
hacerlo. Sacarse los grilletes es estimulante, y es por lo que, una
vez experimentada, la fluencia se convierte en un estado tan an­
siado.
LAS CLAVES PARA EQUILIBRAR
EL CONTROL Y LA LIBERACIÓN
La sensación de control en la fluencia ocurre generalmente bajo
la superficie de la atención. Si gastamos energía centrándonos en
tratar de alcanzar el control, no tendremos suficientes recursos pa­
ra meternos de pleno en la actividad. Cuando lleguemos al punto
en que no nos preocupemos más por el control, nos estaremos
acercando a la fluencia. La inmersión en la tarea y la confianza que
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CONTROLAR LO CONTROLABLE
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calidad de la experiencia, de un modo tan seguro como puede ser
si los desafíos son demasiado altos.
Saber por adelantado que uno va a tener éxito consume la moti­
vación y el foco de atención. ¿Qué motivos hay para intentar hacer­
lo lo mejor posible cuando el resultado es una conclusión inevita­
ble? El deporte raramente ofrece resultados seguros; debido a
esto, tener demasiado control es generalmente menos importante
que experimentar la falta de control. Pero hemos de reconocer que
parte de la atracción de dedicarse a la búsqueda de una meta es
que el resultado no es una certeza. Cuando se consigue la meta, a
través de la dedicación y la confianza en uno mismo, la experiencia
es mucho más satisfactoria que cuando se trabaja por un final ina­
movible.
© Human Kinetics
Reconocer lo que es controlable
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Hay ciertos factores en el ambiente deportivo que son controla­
bles y otros que están más allá de nuestro alcance. Nuestra propia
actuación está en nuestras manos, por ejemplo, así como lo están
nuestras respuestas a lo que nos ocurre a nosotros y alrededor
nuestro. Lo que nuestros competidores o los árbitros hacen no es­
tá en nuestras manos. Reconocer las diferencias entre los aspectos
que podemos y no podemos controlar nos permite estar bien pre­
parados y atentos a los desafíos a los que nos enfrentamos. Sin
prepararte y prestando atención a ciertos aspectos de la actividad,
te arriesgas a que tus destrezas sean insuficientes ante los desafíos
venideros. Por ello es importante preparar el estadio de fluencia a
través de la preparación. Un atleta dedicado podría escribir una lis­
ta de los elementos más cruciales antes de cada prueba, y entonces
comparar esos factores que ya estén bajo control o anotar aquéllos
para los que le hace falta más preparación. La tabla 8.1 es un ejem­
plo de una lista de control para la competición. En la primera co­
lumna, anota los factores importantes (a largo y a corto plazo) que
conducen a la actuación óptima en tu deporte. En la segunda co­
lumna, indica si tienes cada uno de esos factores bajo control. Para
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FLUIR EN EL DEPORTE
CONTROLAR LO CONTROLABLE
La preparación física, una dieta apropiada, ia capacidad de reac­
ción física, las habilidades mentales, factores técnicos, equipa­
miento, familiaridad con el campo de juego, viajes: la lista es larga,
y en cada una de estas áreas, por supuesto, hay muchas subáreas.
El punto hasta el que puedes preparar óptimamente cada factor
afecta a la experiencia resultante. Prepararse al completo quiere
decir que se ha cuidado aquello que es controlable.
Simón, nuestro ciclista, ilustra cómo un deportista delimita du­
rante su preparación el escenario para una experiencia de Fluencia
exitosa y memorable:
Tabla 8 1
Lista de control para la competición
Factores para
lograr una actuación
óptima
¿Los tienes
bajo control?
Si o no
183
Preparación posterior
necesaria
Factores a largo lazo
(p. ej.: descanso, dieta,
entrenamiento).
Estaba en forma, y todo funcionaba bien físicamente: la flexibi­
lidad estaba bien, la resistencia estaba bien, la capacidad de
escalada estaba bien, la recuperación estaba bien. Todo estaba
preparado. Mi estilo estaba preparado, incluso mi comida esta­
ba bien. Las circunstancias permitían la mejor oportunidad po­
sible para realizarlo. Y así sentí que las únicas cosas contra las
que tenía que luchar eran los contratiempos inevitables, como
los pinchazos o cosas por el estilo; y ocurrieron, pero tenía la
energía mental para enfrentarme a ellos.
Factores a corto plazo
(p. ej.: metas de competición,
visualizar la prueba,
desear pasárselo en grande).
En este ejemplo, Simón describe lo importante que es tener cui­
dado con los aspectos controlables en su deporte para montar el
escenario de lo que acabó siendo una experiencia ciclista óptima.
Prestando atención a la preparación por adelantado, hay más ener­
gía disponible para lidiar con los desafíos -parte de los cuales pue­
den no ser controlables- a medida que ocurren durante la actua­
ción.
cada factor que no esté actualmente bajo control, utiliza la tercera
columna y especifica ia preparación posterior que necesitarás para
conseguir mantener dicho factor bajo tu control.
Reconocer la sensación de la energía óptima
La psicología del deporte afirma que hay maneras de explicar y
predecir las cantidades óptimas de excitación y de ansiedad para la
actividad competitiva. Para cada persona hay un nivel óptimo de an­
siedad que le facilitará una buena actuación. Los deportistas experi­
mentados que están sintonizados con sus cuerpos se dan cuenta de
que sus niveles energéticos no son óptimos. A veces el problema es
Monta el escenario
¿Qué aspectos de la actividad deberías considerar cuando te
preparas para una prueba importante? En la mayoría de deportes
hay una miríada de áreas de preparación que necesitan atención.
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CONTROLAR LO CONTROLABLE
FLUIR EN EL DEPORTE
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rante la misma. Trata de describir cómo te sientes cuando
estás en una zona óptima de energía. ¡Tener una imagen
clara de adonde tratas de llegar es el primer paso para lle­
gar allí de nuevo!
la falta de energía, que resulta en movimientos lentos y reflejos re­
tardados. Más a menudo, en la competición el problema es tener
energía incontrolada, que se transmite en nerviosismo o preocupa­
ción. Así. mientras estar demasiado relajado puede ser un problema
en algunas ocasiones, no estar suficientemente relajado es un sín­
toma más común de niveles de energía no óptimos.
El primer paso para conseguir el control de los niveles de ener­
gía es ser capaz de reconocer cómo se siente uno estando en una
zona óptima de energía. Cada deportista tendrá su propio nivel óp­
timo, y a su nivel estarán asociadas una serie de sensaciones que el
atleta puede llegar a conocer como indicadores de que está prepa­
rado. Un patinador de élite lo describe de esta manera:
Las técnicas de relajación pueden utilizarse para conseguir con­
trol sobre la energía y ayudan al desarrollo de nuestras habilidades
mentales. Por ejemplo, las habilidades de concentración se ven
afectadas por los niveles de excitación. Con un nivel moderado de ex­
citación se facilita el foco de atención, pero con demasiado o dema­
siado poco surge un problema para concentrarse efectivamente.
De la misma manera que la relación del control con la fluencia,
la relación de los niveles de energía con la experiencia óptima es
un proceso de delicado equilibrio. Un nadador explica por qué es
tan difícil mantenerse en la diagonal que representa el equilibrio
óptimo entre desafíos y habilidades:
Hay un cierto estado de ánimo en el que estás calmado, pero a
la vez estás nervioso; quiero decir, tu estómago no acaba de es­
tar bien, y sabes que estás nervioso, pero no vas por ahí gritan­
do como si estuvieses fuera de control ¡ puedes escoger contro­
lar tu energía y tu nerviosismo y tratar de convertirlo todo en
energía para ti.
Tengo que estar relajado, pero a la vez tengo que estar excita­
do; es algo en el medio, en parte ansioso y en parte relajado. Es
una línea muy fina, porque si estoy demasiado relajado, voy
cuesta abajo, en declive, y si estoy demasiado ansioso, tam­
bién voy cuesta abajo.
Es importante conocer lo que estás tratando de alcanzar a través
del control de los niveles de energía. El tipo de energía que se necesi­
ta para un partido de baloncesto es claramente diferente que el que
se necesita para una partida de ajedrez. Incluso en un mismo deporte
los individuos variarán ampliamente en lo que es óptimo para ellos
mismos. Encontrar lo que es adecuado es un proceso basado en re­
flexionar sobre las experiencias pasadas y los niveles de energía aso­
ciados a ellas, experimentando diferentes combinaciones y desarro­
llando habilidades para ser capaz de modificarlos niveles existentes.
Elige tus respuestas ante la competición
Lo que ocurre en la competición es a veces controlable, pero a ve­
ces no lo es. Cómo eliges reaccionar ante lo que ocurre está entera­
mente en tus manos, y esto aporta una enorme fuente de poder. De­
safortunadamente, este poder es a menudo una fuente sin explotar
debido bien a que los atletas no reconocen que son libres de escoger
cómo responder, bien porque han aprendido reacciones inefectivas.
Conocer tu nivel óptimo de energía
A veces un oponente es simplemente superior. No tienes
control sobre ello a menos que seas el encargado de planifi­
car la competición. Aunque puede que influyas en el nivel de
Piensa en las ocasiones en que has sido feliz tanto con tu
actuación como con los niveles de energía que tuviste du-
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I
actuación del otro, raramente lo podrás dominar. Así lo ex­
presaba el gran esquiador A. J. Kitt: «No tienes control sobre
lo que el otro tipo hace. Sólo tienes control sobre lo que tú
haces».
fluencia eres tú. Tú eres responsable de tu propio ambiente, así
que ésta es la clave para ello, ya sabes, responsabilizarte de ti
mismo. Y sabes cuándo estás en ello, y cómo mantenerlo allí y
producir más.
Cuando la decisión de un juez va en tu contra, o la oposición ha­
ce algo fuera de las normas o del espíritu deportivo, o bien cometes
un error de juicio, puedes decidir si te enfadas y te distraes o si
prefieres ignorar lo ocurrido y seguir con el juego. Siempre habrá
decisiones de las que estás seguro de que son antideportivas o par­
ciales, quebrantamientos sutiles y no tan sutiles de las reglas y si­
tuaciones que no puedas predecir ni controlar. Estas situaciones
tienen potencial para desconcentrar seriamente o pueden servir co­
mo recordatorios para concentrarnos en los aspectos controlables
de la actuación. En el fragor del momento puede ser difícil elegir la
respuesta más objetiva o ingeniosa, y por eso es importante prepa­
rar tus estrategias para recuperar la concentración (véase capítulo
7). Es mucho más fácil escoger respuestas efectivas cuando los egos
y la emociones no están por medio. Aprender a responder efectiva­
mente en situaciones frustrantes o difíciles incrementa el control, y
mientras que las situaciones puede que no sean siempre controla­
bles, las respuestas siempre lo son.
Nos referiremos al problema del control de la fluencia más
adelante en este capítulo, así como en el epílogo. El punto clave
aquí es que tienes en tus manos cómo responder a lo que te ocu­
rre, esto es, eres responsable de tus propios pensamientos y ac­
ciones.
I
I
Pat Riley, uno de los entrenadores de la NBA más famosos de
todos los tiempos, ofrece este enfoque en medio de la adversi­
dad: «Cuando estás jugando contra una baraja sin barajar,
compite aún más duro. Muestra al mundo lo mucho que lu­
chas por ser el ganador. Si lo haces, un día el envoltorio se
romperá y saldrá una nueva baraja, una que te pertenecerá, y
las cartas estarán amontonadas a tu favor».
Mantener la calma cuando la cosa se caldee
Reconocer que está en tus manos cómo responder resulta en la teoría,
pero la prueba de verdad llega cuando la presión acecha. Una triatleta
campeona del mundo que discutía sobre sí percibía la fluencia como algo
controlable, pensaba que si todos los factores estaban allí, ella tendría el
control, pero a medida que la prueba se acercaba, sería difícil mantener­
lo. Lo ilustraba con esta historia:
I
Un remero que pensaba que la fluencia era controlable argu­
mentaba decidido que alcanzar este estado dependía del indivi­
duo:
Si no está yendo bien, cámbialo, haz algo que lo haga ir bien. Y
la única persona responsable de meterte en ese estado de
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«Un buen ejemplo para mí fueron los campeonatos del mun­
do... Fue ridículo, pero alguien tenía que traerme una nueva
rueda con la que iba a correr la prueba. Y ahora puedo decir a
cualquiera que nunca, nunca se preocupe por eso, que nunca
quiera conseguir una nueva rueda antes de una carrera. No es
tan importante, al fin y a! cabo. Bueno, estaba totalmente pas­
mada, ya que nuestras bicicletas debían estar allí para las seis de
la tarde, y a las seis en punto mi rueda no había llegado y yo no
me lo podía creer... Arruiné completamente mi carrera. Hice una
de las peores carreras de mi vida; llegué cuarta, y hasta cierto
punto debería hasta sabido controlarlo todo, ser capaz de sen­
tarme y decir: "no vale la pena por una estúpida rueda". Pero
debido a todos los factores que convierten a una persona en
atleta de élite, eso estaba fuera de mi control. Sentía que estaba
fuera de mi control, ya que todo lo que alguien debía hacer era
traerme una rueda, y yo no hubiera dejado a nadie tirado de esa
manera, sobre todo a una persona que era la vigente campeona
mundial. Pero de repente, perdí el control sobre todo. Debería
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FLUIR EN EL DEPORTE
CONTROLAR LO CONTROLABLE
haber estado en un perfecto estado de fluencia; había corrido
fabulosamente hasta allí. Realicé una gran carrera la semana an­
terior: batí a todo el mundo por un gran margen, llena de con­
fianza en mí misma. Pero, como he dicho, cerca de 13 o 14 horas
antes de mi carrera todo se fue a hacer gárgaras, así que no al­
cancé nada parecido a un estado de fluencia».
189
dor de rugby, emparejado con un rival superior, describe una expe­
riencia que tuvo durante un partido:
No puedes imaginarte que algo vaya a ir mal. Mi oponente era
un jugador muy bueno, probablemente uno de los dos mejo­
res alas de todo el mundo. Al principo del partido me podía
imaginar perdiéndolo en los placajes, mientras que al final no
había dudas de que en ningún momento me pudo vencer la
partida. Incluso sabiendo que él era probablemente un juga­
dor mucho mejor, no lo podía ver de esa manera al final del
partido.
Como ilustra la historia de esta triatleta, a medida que el mo­
mento de la competición se acerca, mantener el control de tus res­
puestas llega a ser cada vez más difícil. Es especialmente difícil si
crees que tu actuación dependerá de un soporte externo -en el caso
de la triatleta, la nueva rueda para su bicicleta. Si piensas que tu
éxito dependerá de algo externo, renuncias al control y te haces
vulnerable a un fracaso sobre el que no puedes hacer nada. Es
esencial mantener las riendas de la actuación firmemente en las
manos antes y durante la competición para asegurarte de que las
semanas, meses e incluso años de preperación se reunirán para ga­
rantizar una experiencia óptima.
Los deportistas que están constantemente presionados para
ampliar sus límites y tienen el suficiente compromiso para conti­
nuar desarrollando sus habilidades con el fin de mantenerlas pare­
jas con el siempre creciente desafío experimentan una tremenda
sensación de realización si continúan exigiendo más a sus logros.
Tales atletas también experimentan el júbilo de la fluencia en lo
que están haciendo, como le ocurría a Simón, que describe la sen­
sación de sentirse invencible en ese estado:
Tu mente no se escabulle del trabajo, tu cuerpo está fantástico,
todo marcha; nada, simplemente nada puede ir mal. Y crees
que nada puede irte mal, y no hay nada capaz de detenerte u
oponerse en tu camino. Y estás preparado para encajar cual­
quier cosa, y no temes que nada pueda ocurrir. Y si de verdad
ocurre, lo encajas, y pasa de largo, y nada deja una marca en ti.
Y sigues adelante con la tarea siguiente, y simplemente disfru­
tas con ello.
SENTIRSE INVENCIBLE
Ejercitar el control en situaciones difíciles es muy satisfactorio.
Te lleva a sentirte poderoso y a creerte capaz de marcar la diferen­
cia. Dar el paso de la posición segura de éxito garantizado hacia el
campo desconocido e incierto del gran desafío, donde hay una cier­
ta duda sobre cuál será el resultado, y entonces ejercitar el control, re­
alza el propio ser inconmensurablemente. Éste es el lugar de don­
de procede el disfrute del aspecto del control de la fluencia: no
cuando no se apresta mucho, sino cuando los desafíos se extienden más allá de tu alcance.
Enfrentarse a grandes desafíos con confianza inquebrantabl
permite que sucesos previamente inimaginables ocurran. Un ¡uga-
La energía que Simón experimenta con su bicicleta en esta si­
tuación es obvia. Un jugador de hockey describe otro aspecto de
sentirse invencible, un tremendo sentido de calma:
T
Tuve una sensación de calma absoluta. Como si todo tuviera
que salir bien; cualquier cosa que hiciera o que hicieran mis
compañeros iba a salir bien.
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190
■■■■PVOSTE
CONTROLAR LO CONTROLABLE
191
Por esta razón, algunos atletas recurren ocasionalmente al tipo
de comportamientos que para los extraños parecen ser nada más
que supersticiones. Ken Dryden, el reconocidísimo portero de hoc­
key sobre hielo de los Montreal Canadiens, escribió sobre su vida
en el hockey. En su aclamado libro The Game. describe los comporta­
mientos supersticiosos en los que llegó a confiar en diferentes mo­
mentos de su carrera. Por ejemplo, había una acomodadora en par­
ticular en el Forum, donde jugaban los partidos locales, a la que
Dryden sonreía y saludaba con la cabeza en el calentamiento: él
asociaba eso con ganar después de que en una ocasión ocurriese
antes de una actuación individual exitosa en un partido que ganó
su equipo. En otra ocasión siguió otra rutina diferente:
BUSCAR EL CONTROL
MISMO DE LA FLUENCIA
La gente deseosa de ser capaz de repetir las experiencias de
fluencia más a menudo preguntan algunas veces si este estado es­
pacial puede controlarse. No es posible provocar la fluencia a
voluntad (un asunto al que nos referimos en el epílogo), e intentar
hacerlo sólo hará el estado más huidizo. De todas maneras, despla­
zando los obstáculos y generando condiciones que la faciliten in­
crementará su ocurrencia; y cómo marcar el escenario para la fluen­
cia es de lo que trata este libro.
Los deportistas varían ampliamente en sus respuestas cuando
se les pregunta si la fluencia es controlable. Algunos la consideran
una situación afortunada, otros como un estado dentro de sus lí­
mites y con el que pueden contar que ocurra. La autoconciencia y
la autodisciplina son fundamentos importantes, como lo describe
una triatleta, y además son componentes que están dentro de
nuestro control:
Antes de cada partido, debo realizar el primer disparo; debe
chocar con el tablero a la derecha de mi red entre el cristal pro­
tector y el hielo. Si no lo hace, jugaré mal.
El autoanalítico Dryden siguió explicando cómo utilizaba sus
comportamientos supersticiosos para que le ayudasen en el parti­
do:
Creo que puedo producir la fluencia. Puedo definir para ello el
escenario con toda la preparación que he realizado. Debería ser
algo que pudieses pedirte a ti misma y hacerlo, creo, a través
de tu entrenamiento y de tu disciplina, porque tú debes saber
leer tu cuerpo.
Quiero sentirme conectado con lo que hago. Quiero las sensa­
ciones que un partido da de manera no compartida, no dismi­
nuida por algo separado de mí... Uso la superstición como fo­
co de atención ante miedo que siento. Amedrentado ante la vi­
sión de tener un mal partido cada vez que juego, utilizo a Joyce
y el primer lanzamiento para distraerme del miedo, que no
puedo controlar, y centrarme en la superstición, que sí puedo
controlar.
Entrenar la mente y el cuerpo es importante, y como esta cita
demuestra, conocerse a uno mismo es de suma importancia para
preparar el camino hacia las experiencias de fluencia. Ser cons­
ciente de la fluencia y de los factores que conducen a ella permite
a los atletas ser capaces de trabajar en pos de experiencias ópti­
mas.
Aunque puede que parezca que la fluencia ocurre indepen­
dientemente de cualquier aportación directa de tu propia cosecha,
puede ser que estés facilitando la fuencia a un nivel subconsciente
mediante pensamientos y acciones antes y durante la prueba.
Los jugadores de baloncesto puede que lleven amuletos de la
suerte o su par favorito de zapatillas deportivas, o se dejen crecer la
barba con la esperanza de alcanzar una mejor actuación. Algunos
deportistas se santiguarán antes de una prueba o seguirán una
cierta dinámica basada en algún ritual personal. Si uno espera que
tales actos produzcan un efecto de manera extraña y milagrosa,
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c n
ciertamente confiarán en la superstición. Pero estos comporta­
mientos ayudan al deportista a centrar su mente y generar un senti­
do de control sobre la actividad; sólo entonces pueden de hecho
servir al propósito de conseguir el foco de atención necesario para
entraren la fluencia.
Algunas veces, en los deportes de equipo uno o más compañe­
ros pueden crear un momento que les ayuda a entrar en fluencia.
Debido a que muchos más factores necesitan estar bien, la fluencia
de equipo es más difícil de conseguir. Aun así, cuando ésta ocurre,
con los miembros del equipo todos en sintonía los unos con los
otros, la actividad puede ser una experiencia muy especial.
La fluencia permite a los deportistas participar de pleno en sus
deportes, sin echarse atrás por miedo al fracaso o a los apuros. Tan­
to si la experimentan individualmente como si es en equipo, la
fluencia genera una liberación de la preocupación sobre que las co­
sas no funcionen. Una patinadora artística hablaba sobre el térmi­
no fluencia y la experiencia de abandono que a ella le aportaba este
estado:
11 1 O
Focalizarse
en la diversión
I deporte puede ser tremendamente divertido; es algo que sa­
bías cuando lo empezaste a practicar. En ocasiones recientes,
cuando has disfrutado de veras el deporte, ¿cuáles fueron tus
sensaciones? Probablemente palabras como diversión, júbilo o ex­
citación te vienen a la mente; puede que recuerdes reírte o sonreír y
sentirte realmente bien.
Mucha gente utiliza el término «sincronización». A mí no me
gusta, la verdad. No sé porqué. O la gente dice: «Fue la actua­
ción de su vida», cosas por el estilo; parecen un tópico. La
fluencia no suena como un tópico, ya que esa sensación no es
nada típica, ¿sabes? La sensación es realmente brutal, sientes
como si abandonases completamente todo. Presionas más de
lo que nunca has presionado, no tienes miedo de que algo ma­
lo vaya a ocurrir.
cia
Esta falta de miedo, falta de freno, es realmente de lo que trata
la sensación de control en la fluencia. Percibir que todo está en su
lugar, que la tarea que se enfrenta a nosotros es realizable, nos per­
mite deshinibirnos y nos aleja de la timidez o del miedo de la vida
cotidiana, y en su lugar nos hace experimentar la libertad que apor­
ta.
Haz una lista con las palabras que te vengan a la mente
cuando te diviertes practicando un deporte. Luego compa­
ra tu lista con las palabras que los deportistas utilizan par¿i
describir el estado de fluencia (véase tabla 1.1). ¿Hay térmi­
nos comunes? A menudo las palabras que utilizamos para
describir el estado de fluencia son similares a aquéllas que
describen la diversión.
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194
FOCALIZARSE EN LA DIVERSIÓN
FLUIR EN EL DEPORTE
195
actividad crea metas y oportunidades claras para demostrar las ha­
bilidades. ¿Cuál es el significado de llevar un balón amorfo más
allá de una línea dibujada en el campo? ¿O de lanzar un instrumen­
to similar a una lanza lo más lejos que uno pueda? El fútbol ameri­
cano y la jabalina son pruebas muy diferentes, pero de entrada am­
bas pueden ser analizadas como poseedoras de poco significado
inherente. Como mínimo, la jabalina puede relacionarse con los
tiempos de la caza y la recolección, donde el tener la capacidad de
impulsar una lanza incrementaba las posibilidades de obtener co­
mida para sobrevivir. Esto no quiere decir que menospreciemos
ninguna actividad deportiva, sino que nos sirve para señalar que el
sentido del deporte depende de aceptar las reglas y los desafíos
que definen la prueba. Al significado histórico del deporte se aña­
den significados personales que se desarrollan a través de la parti­
cipación y pueden llegar a ser la fuerza impulsora de los deportistas
profesionales. Exploraremos estos significados de manera más de­
tallada.
El deporte genera oportunidades para liberarse del estrés y la
tensión, abandonar las preocupaciones y llegar a estar enfrascado
en la actividad encomendada, incluso puede producir una sensa­
ción de satisfacción espiritual, de vivir en un nivel que es de algún
modo más completo y armonioso que lo que estamos acostumbra­
dos a experimentar en la vida diaria.
ADMÍTELO: ES LA DIVERSIÓN
El deporte ofrece tiempo para jugar, en contraste con la seriedad
con la que conducimos nuestras vidas cotidianas. Para nosotros el
deporte es un juego, no un trabajo. De todas maneras, a menudo se
pierde la diversión del deporte y se convierte en otra de las activi­
dades serias que aporta poco disfrute intrínseco.
Cuando los niños empiezan a participar de las actividades físi­
cas, lo hacen con un sentido de juego que establece lo que es diver­
tido. Cuando los adultos participan en el deporte, puede que lo ha­
gan con una seriedad fatal. Reputaciones, cientos de miles de dóla­
res, anillos de campeón, carreras, fama y notoriedad están en la pa­
lestra. El deporte se ha convertido en un reino tremendamente co­
mercializado y extremadamente politizado, donde muchos tienen
mucho que ganar y que perder según el resultado del partido. Los
deportistas profesionales forman parte de un sistema más amplio,
donde hombres y mujeres con dinero y poder marcan las pautas a
seguir. ¿En qué lugar deja esto al disfrute en el deporte?
La mayoría de nosotros nos involucramos en el deporte a través
de partidos que jugamos con los amigos para divertirnos. Las acti­
vidades puede que no tengan demasiado sentido fuera del campo
de juego, pero tienen un significado especial para los jugadores,
porque en el juego la mente y el cuerpo se unen en una totalidad
indeferenciada.
La mayoría de los deportes, para aquellos que no los siguen,
puede que resulten bastante extraños, pero para los participantes
el sentido compartido de significado derivado de las reglas de la
LAS EXPERIENCIAS AUTOTÉLICAS:
SU PROPIA JUSTIFICACIÓN
¿Qué es lo que mueve a los corredores a aventurarse en todo ti­
po de condiciones atmosféricas casi cada día en sus excursiones
solitarias por las carreteras, los arcenes y las pistas? ¿Qué conduce
a los nadadores a pasar incontables horas solos en la piscina tra­
tando de perfeccionar su brazada y su resistencia? Los escritores de
columnas deportivas o de programas de televisión a menudo se
centran en el dinero, las becas, las medallas y la fama: las recom­
pensas que reciben los deportistas estrella. Pero el 99% de nosotros
practicamos deporte por otras razones mucho menos tangibles.
Cuando realizamos algo por el disfrute que aporta, en lugar de
por alguna razón externa que justifique la actividad, la motivación
la encontramos en la actividad misma no en el exterior. La motivación
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FOCALIZARSE EN LA DIVERSIÓN
197
© claus Andersen
mariamente una actividad intrínsecamente gratificante, y para algu­
nos, pocos factores externos, si es que hay alguno, forman parte de
los motivos para practicarlo. Para otros -e, irónicamente, esto tien­
de a cumplirse en el caso de los deportistas más habilidosos- los
motivos intrínsecos se pierden entre el dinero de los esponsores,
los calendarios de competición y los regímenes de entrenamientos.
Cuando el deporte se convierte en un negocio o en un trabajo, pier­
de parte de sus cualidades intrínsecamente motivadoras, y los mo­
tivos para practicarlo se desplazan a un primer plano. No hay pro­
blema alguno en definir el deporte como trabajo en lugar de como
un juego, pero cuando se trata de lo primero, las cualidades intrín­
secas del deporte puede que se desplacen a un subnivel o que de­
saparezcan del todo. Una consecuencia de esto es la potencial pér­
dida del disfrute que puede representar la actividad misma.
La fluencia es básicamente una experiencia autotélica, que es
otra manera de insistir en algo que es intrínsecamente gratificante.
Como se explicaba en el capítulo 1, la palabra autotélica proviene de
dos palabras griegas que quieren decir «uno mismo». Así que las
actividades autotélicas son aquéllas que no necesitan otra justifi­
cación, ya que llevan la meta incorporada. La meta es realizar la ac­
tividad por su propia naturaleza, por la experiencia que aporta. Los
deportistas puede que estén practicando deporte por el puro dis­
frute, esto es, por motivos autotélicos. Si el dinero motiva la parti­
cipación, hay una razón externa por la que tomar parte. Ambos mo­
tivos pueden ser importantes en diferentes etapas de la carrera de
un deportista, y tanto las recompensas intrínsecas como extrínse­
cas puede que aporten conjuntamente la motivación. Pero tratar de
responder a ambas fuentes motivacionales puede ser un acto bas­
tante difícil, ya que las recompensas autotélicas y las extrínsecas
son bastante diferentes.
¿Por qué practicas deporte? Piensa en tantos motivos como
puedas, y escríbelos en la columna 1 de la tabla 9.1. En la segunda
columna, dale una escala por prioridades a cada uno de estos moti­
vos. Ponle un «1» a un motivo muy importante, un «2» a un motivo
bastante importante y un «3» a un motivo ligeramente importante.
intrínseca describe el sentirse parte de algo o hacer algo por el amor
que le profesas, sin expectativa alguna de una recompensa o ganan­
cia futura. Para los que dedican su tiempo y sus energías al deporte,
siempre hay un factor intrínseco presente, al menos en las etapas
de principiante. Para mucha gente el deporte continúa siendo pri-
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198
FLUIR EN EL DEPORTE
FOCALIZARSE EN LA DIVERSIÓN
En la columna 3. averigua si los elementos de la columna 1 son fac­
tores intrínsecos (1) o extrínsecos (E). Si el motivo tiene que ver mayoritariamente con la actuación y las sensaciones de disfrute aso­
ciadas a él, es más probable que sea un factor intrínseco. Si el mo­
tivo está más relacionado con cosas asociadas con posterioridad al.
deporte, como una buena salud, el fortalecimiento de los múscu­
los, la aprobación de los amigos, etc., es probable que sea un factor
extrínseco. Observa cuántas «I» y cuántas «E» tienes en la columna
3 y tendrás una muestra indicativa de la manera en que estás expe­
rimentando la fluencia.
Una ventaja de participar en un deporte por motivos intrínsecos
es que es probable que pases un rato mucho mejor gracias a tal en­
foque. Tus metas influirán según en lo que te centres. Cuando la
meta es disfrutar del deporte, la atención se orienta hacia la activi­
dad misma, y lo que se tiene que conseguir se encuentra con lo que
se realiza. Cuando la meta es obtener un resultado externo, el obje­
La atención del atleta se
tivo no es hacer la actividad por sí
divide entre la actividad y el deseo de un resultado externo, y como
consecuencia queda menos energía psíquica para monitorizar y
ejecutar la actividad. Y a medida que la actividad misma pierda sig­
nificado, se perderá la posibilidad de experimentar la fluencia a tra­
vés de ella.
Por ello, el profesionalismo en el deporte tiene una reputación
tan ambigua. Fíjate en el efecto nocivo que los desorbitados sala­
rios y los contratos a largo plazo tienen sobre la actuación y la acti­
tud de muchos deportistas profesionales. Cuando el deporte se
convierte meramente en un medio para cobrar un cheque, las moti­
vaciones intrínsecas caen en picado, y el potencial único del depor­
te para crear disfrute desaparece.
Puede ser difícil mantenerse concentrado en los aspectos intrín­
secos una vez que las recompensas externas empiezan a clamar por
su atención. Los grandes entrenadores son capaces de recuperar
sus jugadores para que se centren en lo que exige atención y lo que
lleva a participar a un deportista en primer lugar. Phil Jackson, en­
trenador de los muy exitosos Bulls de la década de 1990, enseñaba
a sus jugadores a estar totalmente inmersos en el proceso de jugar
a baloncesto. Explicando el cambio en la conciencia que trataba de
impulsar en sus jugadores cuando llegaban para jugar, Jackson es­
cribió lo siguiente en su best-seller Sacred Hoops:
3
en
3
cu
199
La mayoría de novatos llega a la NBA pensando que lo que les
va a hacer felices es tener absoluta libertad para pavonear sus
egos en la televisión nacional. Pero esta aproximación al de­
porte es una experiencia inherentemente vacía. Lo que con­
vierte al baloncesto en algo tan estimulante es la alegría de
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200
FOCALIZARSE EN LA-DIVERSIÓN
FLUIR EN EL DEPORTE
201
perderse completamente en la danza, incluso si es por un solo
momento bonito y trascendente.
DEPORTE Y COMPETENCIA
© The Picture Desk
El deporte genera preciosas oportunidades para demostrar las
habilidades personales, y una vía paralela de desarrollo continuo a
través de muchos niveles de logro. La mayoría de personas están
motivadas para mostrar que son competentes, y muchos encuen­
tran en el deporte las mejores oportunidades para construir sus ha­
bilidades y lucirlas. Equiparar las destrezas con los desafíos apro­
piados es divertido, y el deporte genera excelentes oportunidades
para ampliar tales niveles a nuevas cotas.
El equilibrio DH que define la fluencia puede ser alcanzado fá­
cilmente a través de los deportes y las actividades físicas, y las
oportunidades para estructurar las situaciones de acuerdo con el
equilibrio DH definido personalmente son incontables. Las activi­
dades que cuentan como deportes completan una lista enorme, y
parece que nuevas alternativas se están desarrollando constante­
mente. No hace mucho, deportes como el snowboard, el esquí acuá­
tico o el submarinismo en apnea no existían.
A menudo, los nuevos deportes surgen a partir de la combina­
ción de diferentes deportes en una nueva prueba. Un ejemplo que
quizás no parecería de inicio agradable es el hockey sobre monociclo:
añade al desafío de conducir un uniciclo las habilidades de dominio
de la pelota y el stick y tienes un nuevo deporte. Hay muchos ejem­
plos, además del hockey en monociclo, de nuevos deportes creados a
partir de aspectos de otros que ya existen: el polo en canoa, la nata­
ción sincronizada y el triatlón son híbridos de otros deportes, y hay
más ejemplos de nuevos deportes creados a partir de adaptaciones
o combinaciones de otras actividades. El contenido de un deporte
particular importa menos que las oportunidades que genera para
demostrar las habilidades personales y encontrar el desafío.
Desarrollar y demostrar la competencia y pasárselo bien son dos
de los motivos más importantes para participaren el deporte. Éstas
son las recompensas principales que cuentan para la motivación in­
trínseca, y ambas son precursoras de la fluencia, haciendo del depor­
te un gran espacio para las experiencias óptimas. De todas maneras,
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FOCALIZARSE EN LA DIVERSIÓN
FLUIR EN EL DEPORTE
203
Cuidado con los bumeranes
como ha demostrado la investigación, cuando algo que es entreteni­
do en sí mismo empieza a ser recompensado externamente, lo que
en un principio fue diversión se convierte en un trabajo rutinario. Por
ejemplo, cuando a los niños que les encanta pintar se les da meda­
llas de oro y otros premios por sus dibujos, empiezan a disfrutarlo
menos y a hacerlo menos veces -en parte debido a que sienten que
los que aportan las recompensas han tomado el control de la activi­
dad. El disfrute del deporte es igualmente vulnerable a las recom­
pensas extrínsecas. Ahora vamos a tratar con más detalle la supera­
ción de algunos de los obstáculos del disfrute por parte de los parti­
cipantes del deporte.
El deseo de ganar, ser reconocido como el mejor y asegurarse un
futuro financiero seguro son todas motivaciones razonables para
los deportistas competitivos. Cada uno de éstos son resultados o
posibles resultados de la actuación exitosa. Mientras que puede
que sean factores motivacional.es convincentes durante el duro en­
trenamiento y el periodo de preparación anterior a una prueba im­
portante, pueden ser una distracción durante la misma. Cuando lo
que consideras más importante lo sitúas en el futuro, el presente
puede llegar simplemente a ser un medio para llegar hasta allí. Pe­
ro es en el presente donde encontramos la fluencia, así que si no se
escucha al presente en un intento de asegurar el futuro, la calidad
de la experiencia seguramente sufrirá. Por supuesto, la tarea debe
completarse antes de que se alcance la meta, pero esto puede ocu­
rrir de manera automática, cuando el momento presente no es más
que un periodo de tiempo que tiene que pasar antes de que final­
mente se pueda conseguir la meta.
Los resultados en el deporte son factores extrínsecos, y apare­
cen de diferentes maneras. Puede que sean cosas obvias, como ga­
nar un premio o conseguir dinero. Menos obvias pero no menos
significativas son las motivaciones de reconocimiento que condu­
cen a muchos deportistas a mantenerse dentro de un buen rendi­
miento. Querer perder peso o incrementar la capacidad cardiovas­
cular son también factores extrínsecos que mantienen a según qué
gente enganchada a un programa de entrenamiento. Por el motivo
que sea, si el disfrute no forma parte de la práctica, una gran oca­
sión para mejorar la vida se perderá.
Recordar lo que genera más disfrute te ayuda a aumentar las
gratificaciones intrínsecas del deporte. Puede que sea la sensación
de velocidad y energía que sientes en las pruebas rápidas o la de
navegar con viento fuerte. La capacidad de mover el cuerpo en el
espacio haciendo maniobras difíciles es divertido para la mayoría
de gimnastas y nadadores. La coordinación entre manos y pies es
una habilidad cuyo dominio resulta gratificante, y resulta básica en
CLAVES PARA EL DISFRUTE
Analizar el disfrute es un proceso delicado; puede hacer dismi­
nuir la diversión que proviene de la activación espontánea inheren­
te a los deportes. La sencilla exhortación «Diviértete» que damos y
recibimos cuando empezamos una actividad muestra que recono­
cemos la importancia del disfrute. Pero, ¿cómo llevamos este de­
seo a la práctica? El hecho es que no nos podemos forzar a noso­
tros mismos a divertirnos. El disfrute empieza cuando apartamos
todos los obstáculos, y nos perdemos en la actividad.
Pero hay maneras de preparar la mente para que esa diversión
aparezca más fácilmente. Por ejemplo, si te enfrentas al deporte
demasiado seriamente, si no puedes ver el humor en algunos de
sus aspectos (por decir algo, los extraños límites de la resistencia),
quizás te estás perdiendo uno de los aspectos más divertidos. Si te
tomas las estadísticas y la reputación demasiado en serio, si no
puedes perder con elegancia, si cada prueba es una opción de vida
o muerte, te arriesgas a perder lo mejor que el deporte puede ofre­
cer: la liberación de la tiranía de las recompensas y los castigos ex­
ternos. El deporte está pensado para ser divertido, y recordando
esto es más probable que lo disfrutemos.
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205
FLUIR EN EL DEPORTE
deportes con balón, tales como el tenis, el fútbol americano y el ba­
loncesto. Aprender a dominar las habilidades del deporte que prac­
ticas comporta una tremenda satisfacción. Ser capaz de incremen­
tar el nivel de desafío y equipararlo con tu nivel de habilidades es
algo único en el deporte, y una fuente de profundo placer.
A veces, los deportistas y los entrenadores están involucrados
en el deporte sin saber realmente por qué. Vale la pena pensar so­
bre los aspectos que te aportan una sensación de desafío y de dis­
frute. Si aprendes a concentrarte en estos aspectos, te será más fá­
cil mantener la motivación, ya que disfrutarás más de lo que estás
haciendo.
© Robert Oliver
Una patinadora de renombre mundial describía una actuación
final antes de retirarse del patinaje amateur, y hablaba acerca de lo
que quería experimentar cuando pisase el hielo:
Cuando me puse sobre el hielo, no estaba pensando que que­
ría patinar bien para que me llovieran contratos o para que la
gente pensase que soy una gran patinadora, o que todo el
mundo pensase: «Bueno, de verdad que ha acabado su carrera
con una nota alta». Quería patinar bien porque no había senti­
do nunca la fluencia a la enésima potencia. Siempre me había
sentido bien, pero quería sentir algo más... Cuando entré en la
pista estaba atemorizada, pero sentía que deseaba algo pode­
roso, una sensación de satisfacción, de darlo todo y recuperar­
lo después, de satisfacer y hacer feliz a todo el mundo, pero sa­
tisfacerme a mí misma en primer lugar... No estaba pensando:
«Voy a entretener de veras a este público». Pensé en los puntos
clave del programa con los que disfrutaba.
a que los riesgos son más altos en la competición que en el entre­
namiento. los deportistas a menudo prefieren los momentos de
competición. Ya hablamos en el capítulo 5 (sobre las metas) de las
ventajas de mantener la concentración en la tarea mientras compi­
tes. Es importante recordar que la concentración en la tarea involu­
cra mucho más que centrarse en rendir a un buen nivel. Para el na­
dador, incluye prestar atención al caudal de agua plateada alrede­
dor de su cuerpo; para el escalador, implica acariciar la roca hasta
que uno siente a través de la yema de los dedos los antiguos ci­
mientos de la montaña.
Para disfrutar de un deporte uno no necesita ganar, o ni tan si­
quiera hacerlo bien. Algunos de los recuerdos más duraderos de la
actividad física pueden referirse a momentos dolorosos y desastro­
sos en los que el deportista comprendió por vez primera alguna co­
sa importante sobre sus puntos fuertes o sus limitaciones, o bien
sobre los elementos de su deporte. Una deportista cuya embarca-
Centrarse en la actuación al margen de todo el resto valía la pe­
na para esta patinadora. Fue la actuación que recuerda como la
más satisfactoria de su carrera.
Transformar la competición en juego
Para muchos atletas, la competición es divertida. Es una opor­
tunidad de probarte ante los otros así como ante ti mismo. Debido
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206
FLUIR EN EL DEPORTE
FOCALIZARSE EN LA DIVERSIÓN HHBHB:207
ción empezó a hacer agua durante una regata de largo recorrido tu­
vo que bombear agua durante días sin interrupción, hasta que vio
un puerto, pero cuando puso los pies en el muelle, era. una persona
diferente de la que había partido la semana anterior. La tarea que
realizó era casi inhumana en sus exigencias, pero capeó el desafío
con éxito, y probablemente jamás sintió tanta fluencia como en
esos días húmedos y miserables.
Cuanto más aprende una persona a amar los detalles del depor­
te, más fácilmente se perderá dentro de la tarea. Incluso anudarse
los cordones de las zapatillas, si se establece como un ritual perso­
nal, puede ayudar a centrar la mente en lo que está por llegar. Los
olores de un gimnasio no pueden compararse con los perfumes
más delicados, pero si un gimnasta o un jugador de baloncesto
presta atención a esos olores y asocia recuerdos agradables con
ellos, la primera bocanada del olor del gimnasio ayudará a la men­
te a concentrarse. La sensación de agarrar el manillar de una bici­
cleta, el mosquetón de un escalador, el movimiento ligero de ios
remos para un remero son unos pocos de los cientos de elementos
que un deportista puede aprender a apreciar, y que le ayudarán a
concentrarse. Mantendrán su atención en Ja actividad, y esta men­
talidad centrada en el presente facilitará ese estar absorto que con­
ducirá a la fluencia.
La competición es también una fuente poderosa de motivación
que ayuda a mantener la concentración. Pero cuando ganar es todo
lo que importa, y lo que ocurre en el proceso es de relevancia se­
cundaria, la competición se convierte en una distracción. Al igual
que en la orientación hacia el resultado, la competición puede dis­
minuir la importancia del proceso en las mentes de los participan­
tes. Dado que es en el proceso donde se origina el disfrute, deva­
luarlo puede alejarte de la alegría del deporte.
calada se convierte en algo demasiado fácil, el escalador empieza
a distraerse porque siente que prestar atención completa a la
montaña y a los movimientos ya no es necesario. En cuanto la
atención empieza a divagar, las preocupaciones habituales empie­
zan a aparecer en la mente, y el disfrute de la escalada se interrum­
pe. Un escenario similar se revela en el caso opuesto, cuando la
escalada amenaza con ser demasiado difícil para la capacidad del
escalador: en ese caso, las preocupaciones de caerse o haber de
pasar una fría noche en la montaña interferirán con la experiencia.
En los deportes de equipo, a veces es difícil mantener el equili­
brio correcto debido a que el nivel adecuado de desafío para una
persona puede que sea demasiado para alguien menos diestro, o
demasiado poco para alguien cuyas capacidades son mayores. Por
ejemplo, si estás escalando con un profesional de verdad, puede
que él esté disfrutando del terreno mientras que tú estás loco de
ansiedad. Si eres un esquiador medianamente bueno, será difícil
rechazar seguir a tu más experimentado amigo en una pista para
expertos, porque perderías credibilidad en el proceso. La presión
entre compañeros es uno de los factores extrínsecos que a menudo
interfieren en el disfrute de la actividad deportiva.
Mantener un equilibrio DH apropiado es una tarea constante a
la que tanto deportista como entrenador deben prestar atención
para extraer satisfacción de lo que están haciendo. Hay un proceso
de equilibrio en deporte, ya que todos los desafíos no pueden pre­
decirse de antemano y muchos factores afectan a nuestras percep­
ciones acerca de las capacidades. Tener flexibilidad en tu visión de
las cosas y adaptarse a las demandas cambiantes son habilidades
que facilitan mantener las puertas abiertas a las experiencias de
fluencia.
Recordad que el equilibrio DH es un cálculo subjetivo. En otras
palabras, algunos individuos se sienten en equilibrio cuando sus
habilidades son en alguna medida mayores que las dificultades ob­
jetivas, mientras que otros se concentran mejor cuando los des­
afíos son ligeramente mayores que sus destrezas objetivas. Es im­
portante hallar dónde descansa tu punto de equilibrio dinámico, y
Cü
La concentración total que requiere la fusión de la acción
atención se distorsiona cuando el equilibrio DH se pierde. Si la es-
■-<
Reequilibrar desafíos y habilidades
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FLUIR EN EL DEPORTE
FOCALIZARSE EN LA DIVERSIÓN
aprender a mantenerse allí, variando los niveles de desafíos a me­
dida que sea necesario.
cuencia experiencias cumbre, como recuerda un corredor: «Disfruté
de verdad la. experiencia de correr y probablemente realicé la carre­
ra más exitosa de mi vida como deportista». No es sorprendente
que cuando todo está de cara en la mente del atleta, el cuerpo rea­
lice una actuación sobresaliente. De todos modos, recuerda la ex­
periencia, ya que lo que importa en última instancia es lo mucho
que disfrutamos, más que lo mucho que ganemos o podamos con­
seguir. La fluencia es tan especial debido a que todo se coordina en
armonía y te sientes perfecto mientras dura. Recordamos esta sen­
sación, y se convierte en el estandarte de lo que siempre debería
ser la vida.
208
EL DISFRUTE EN LA FLUENCIA
Aunque un deportista en fluencia puede estar demasiado ocu­
pado para darse cuenta de su estado durante la actuación, el dis­
frute es a menudo el aspecto mejor recordado y más preciado de la
experiencia. Simón describe ese estar «chutado» que la fluencia
aporta al deportista:
Eso es lo que te da la señal para seguir haciendo lo que estás ha­
ciendo, para seguir practicando tu deporte. Porque una vez lo has
hecho, una vez lo has alcanzado, entonces simplemente sucede.
Una vez lo has perdido, puede costar trabajo hasta que de nuevo
vuelves a él. Y una vez que lo tienes de vuelta y simplemente te
mantienes en la brecha, todo va bien, es fantástico. Es simplemen­
te lo que quieres que sea.
Una vez experimentada, la fluencia es un polo magnético que
nos arrastra hacia él. Las sensaciones que genera la fluencia pue­
den ser nuestras experiencias más preciadas. Los deportistas que
la han experimentado saben lo que los atletas que hemos citado en
este libro han sentido:
Siento mi cuerpo como algo maravilloso... Te sientes como si
no pudieras perder ante nada. Estás en la cima del mundo, na­
da te puede llevar abajo. Aquella ocasión fue asombrosa. Estu­
ve por las nubes durante algún tiempo después de ese partido.
Es una sensación fabulosa.
Cada salto que hacía era semejante a cabalgar una ola. Mi con­
fianza crecía a medida que avanzaba la prueba. No me sentía
cansado. Lo disfruté inmensamente. Fue maravilloso. En esto
consiste el duro trabajo a lo largo de los años.
Relacionada con esta sensación asombrosa está a menudo una
actuación superior. Así que las experiencias de fluencia son con fre­
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209
A partir de aquí,
¿adonde
nos dirigimos?
formas muy diversas, la civilización consiste en encontrar
maneras de sentirnos mejor. Vemos evidencias de que desde
los inicios de la historia de la Humanidad la gente ha intentado
mejorar la calidad de sus experiencias de diferentes modos. Lo han
hecho mediante la ingesta de sustancias químicas, como hongos
alucinógenos o licores fermentados. Lo han hecho a través de la
música, la danza y las ceremonias rituales. En los últimos siglos,
como mínimo, lo han hecho en parte a través de la participación en
los deportes y competiciones atléticas organizadas. Aunque distin­
tas entre sí, estas prácticas tienen el propósito común de crear es­
tados psicológicos subjetivos que son más deseables de lo que so­
lemos experimentar en las acciones de la vida cotidiana.
Es cierto que, a medida que avancemos hacia el futuro, las
técnicas para mejorar la calidad de vida continuarán desarrollán­
dose. Nuevas formas emergerán, y jas antiguas cambiarán. Y dado
que las tecnologías y los estilos de vida a los que dan apoyo han
pasado por una explosión exponencial en el pasado reciente, el
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212
A PARTIR DE AQUÍ, ¿ADONDE NOS DIRIGIMOS?
FLUIR EN EL DEPORTE
213
Los deportes tradicionales tienden a tener metas simples, que
se resumen en el lema olímpico «Más alto, más rápido, más fuer­
te». Los deportes más nuevos tienden a ser más sofisticados, y se
basan más en el estilo, la originalidad y la imaginación. Formas
más competitivas y formales también han emergido, enfatizando la
resistencia y una variedad de habilidades, desde las maratones
hasta las pruebas del Ironman. Otro avance reciente ha sido la for­
mación de reglas y ligas para sectores especiales de la población,
como las personas mayores o con discapacidades.
Podemos esperar que mientras nuestros estilos de vida conti­
núen siendo más y más sedentarios y predecibles, los nuevos de­
portes que confían en el esfuerzo y el riesgo emergerán para evitar
perder del todo el tipo de experiencias de fluencia que puede gene­
rar la ejercitación del cuerpo. Como en el pasado, es probable que
las nuevas formas emerjan de grupos de gente joven con tiempo
que se resisten a acomodarse en unas ocupaciones rutinarias. Con­
sidera los burnps del esquí en Colorado que iniciaron el hot-dogging.
el mogul skiing y el snowboard, o los residentes de las comunidades de
la playa en California, Australia y Hawai, donde el surf se desarrolló
por primera vez.
Sólo puede ser frustrante intentar predecir el futuro con mu­
cho detalle. Poca gente es capaz de adivinar con precisión qué se­
rá del mundo en 20, 10o incluso 5 años a partir de hoy. Los seres
humanos son demasiado ingeniosos y las fuerzas sociales dema­
siado complejas para que podamos prever cómo serán las cosas
en el futuro. Es verdad que unos pocos individuos dan en el clavo
con sus pronósticos. Por ejemplo, en 1963 Philip Knight escribió
un artículo para un trabajo universitario en el que decía que creía
que había un importante cambio justamente por entonces apare­
ciendo en el horizonte: un creciente interés por la salud personal
y la condición física. Creía que un creciente número de gente co­
rriente querría emular a los deportistas profesionales, y que si ha­
bía alguien preparado para producir y comercializar el equipo de­
portivo de inicio diseñado para los atletas de élite, tendría una
aceptación masiva. Pocos años después, él y W. J. Bowerman, su
tipo de cosas que la gente hará para crear la fluencia en sus vidas
probablemente será diferente del actual. ¿Cuál es el futuro del de­
porte a medida que nos adentramos en el tercer milenio?
DESARROLLAR NUEVOS
TIPOS DE DEPORTE
Hay dos orientaciones principales sobre las que es interesante
reflexionar. La primera es simplemente el descubrimiento de ma­
neras de utilizar las potencialidades del cuerpo en un contexto de­
safiante -en otras palabras, la emergencia de nuevos deportes. La
enorme variedad de deportes que hoy nos parecen normales datan
más o menos de los últimos cien años, y pocos se remontan más de
dos siglos atrás. Es cierto que en la Edad Media se solía competir
en arquería y se lanzaban cantos rodados, o que en la antigua Gre­
cia se corría en los fuegos Olímpicos u otros eventos deportivos.
Pero éstas eran más bien unas ceremonias religiosas que el tipo de
acontecimientos deportivos individuales con los que estamos fa­
miliarizados actualmente. Puesto que la mayoría de la gente traba­
jaba en el campo desde el alba hasta el anochecer o se desplazaba
con dificultad de un campo de batalla al siguiente, no había mucha
necesidad de ejercicio físico adicional.
Los deportes como los conocemos nosotros empezaron a normativizarse sólo después de que la Revolución Industrial alcanzase
su cima. En un lapso de unas pocas décadas alrededor de media­
dos del siglo xix, la mayoría de los deportes -desde el golf al tenis,
del béisbol al fútbol- se organizaron formalmente con reglas, uni­
formes y ligas competitivas. Y nuevos deportes han emergido a un
ritmo febril desde entonces. Especialmente en Estados Unidos, es­
tos deportes han tendido a convertirse en algo muy individualizado
y relativamente no estructurado, según las habilidades y eleccio­
nes: considera, por ejemplo, el surf, el vuelo libre, el snowboard, la es­
calada, el submarinismo o el ciclismo de montaña.
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FLUIR EN EL DEPORTE
A PARTIR DE AQUÍ, ¿ADONDE NOS DIRIGIMOS?
entrenador, reunieron sus ahorros y empezaron a experimentar
con una línea de zapatillas deportivas. Doce años después, su
nueva compañía, Nike, valía más de 400 millones de dólares. En
el proceso, Nike también contribuyó mucho al cambio del que sa­
có tajada, promocionando un estilo de vida de vigorosa actividad
física.
Siempre habrá visionarios como Philip Knight, que anticiparán
acertadamente una tendencia en proceso de gestación. Pero los
visionarios son pocos y están desperdigados. No obstante, inclu­
so gente de la calle como nosotros podemos intuir ciertas posibi­
lidades. Las potencialidades del cuerpo humano continuarán ge­
nerando la base para las experiencias de fluencia. Los límites de
lo que pueden realizar los nervios y los músculos se incrementa­
rán. Los elementos en los que el cuerpo puede actuar -en el aire
(planear, esquí aéreo), en el agua (nadar, surfear, esquí acuático) y
en la tierra (correr, escalar, espeleología)- seguirán ofreciendo
oportunidades inimaginables para la acción. Pero los avances en
el conocimiento y la tecnología generarán nuevas herramientas
para la interacción, como lo hizo la bicicleta, la bombona de oxí­
geno o las dietas para deportistas después de su introducción en
la historia reciente. Esperamos que esto no ocurra nunca, pero
uno no puede excluir la posibilidad de que a través de la ingenie­
ría genética sea posible crear cuerpos con atributos físicos excep­
cionales -un sistema cardiovascular superior o la capacidad de
saltar entre edificios altos con una simple zancada.
La tendencia hacia desafíos cada vez más personalizados, adap­
tados a destrezas individualizadas, es muy probable que reproduz­
ca un ímpetu aún más grande. La gente se seguirá especializando
en cosas tales como pescar en la Alaska salvaje, lanzarse a esquiar
desde un helicóptero en las Montañas Rocosas o en los Alpes de
Nueva Zelanda, explorar parte de la Gran Barrera o de los arrecifes
de Belice, y desarrollar técnicas refinadas para la práctica del mo­
nopatín. La tecnología abrirá caminos para pasear por el espacio y
explorar bajo el océano.
Pero debido a que pocos individuos se contentan con recibir feedback puramente individual para medir sus logros, estos deportes
emergentes también necesitarán un contexto social que aporte res­
peto y admiración por los logros individuales. Así, los pequeños
grupos de especialistas se formarán alrededor de estas nuevas
oportunidades. Las ligas y asociaciones florecerán, no con el pro­
pósito de desarrollar redes a lo largo de la nación, sino de producir
operaciones más estrechas y personalizadas, como las organizacio­
nes comerciales de escalada que ofrecen a sus clientes expedicio­
nes al Himalaya o ascensiones guiadas a los siete picos más altos
del mundo.
Tres restricciones modelarán el futuro del deporte: la primera in­
cluye las limitaciones del cuerpo y del ambiente físico. El segundo
y más creativo componente incluye nuevos avances en nuestro co­
nocimiento de la biología y en las ampliaciones tecnológicas de la
acción humana a través de herramientas y equipamiento. Y la ter­
cera fuerza modeladora consiste en las limitaciones del ambiente
social y cultural. Por ejemplo, si acaece otra gran recesión econó­
mica, poca gente se podrá permitir pescar en Alaska o hacer ejer­
cicio en el espacio. Es a partir de esta mezcla de factores cuando
surgirán las nuevas formas de experimentar fluencia a través del
deporte.
214
215
DEPORTES VIRTUALES
Una de las preguntas que con más frecuencia se hacen acerca
de 1a. fluencia es algo que podría resumirse en: «¿Qué ocurre den­
tro del cerebro durante la fluencia?». El motivo por el que la gente
hace esta pregunta es que muchos de nosotros creemos que nues­
tras sensaciones están directamente controladas por los cambios
químicos en el sistema nervioso, tales como los niveles fluctuantes de adrenalina o de endorfinas. Una consecuencia natural de
esta creencia en las influencias químicas es pensar que la fluencia
no es nada más que un proceso químico, y que pronto estaremos
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FLUIR EN EL DEPORTE
A PARTIR DE AQUÍ, ¿ADONDE NOS DIRIGIMOS?
en condiciones de inducir este estado directamente cambiando la
química cerebral gracias a drogas o a través de la ingeniería gené­
tica. Años dedicados al entrenamiento y decenas de miles de dó­
lares para disfrutar del placer de escalar el Everest no serán nece­
sarios; seremos capaces de conseguir la misma sensación senta­
dos en un sofá y tragándonos una pastilla.
Esta creencia tiene una sólida base real. Es verdad que cada
sensación que experimentamos se acompaña de discretos cambios
químicos en el sistema nervioso. Es verdad que cuando nos senti­
mos en peligro, parte del cerebro libera una cierta cantidad extra de
adrenalina. Las cosas se complican, de todas maneras, al tratar de
averiguar precisamente qué es lo que provoca estos cambios. Co­
mo cualquier estudiante de primer año de estadística sabe, «la co­
rrelación no implica la causalidad». Y esta obviedad es particular­
mente apta cuando están involucrados procesos mentales.
Es difícil, por ejemplo, desenredar el papel de las imágenes
mentales de sus consecuencias fisiológicas. Si |ohn experimenta
una subida de adrenalina mientras esquía por una bajada y a Mary
no le ocurre, es porque las hormonas de lohn fluyen más libremen­
te; o tal vez John esté preocupado por esa bajada, ¿quizás porque le
contaron que un amigo cayó y se hizo daño en esa cuesta en parti­
cular? Así que, ¿cuál es la contribución diferenciada, por un lado,
de nuestro hardware fisiológico y, por el otro, de nuestro software de
imágenes mentales que creamos y a las cuales dotamos de signifi­
cado?
Los efectos de las drogas dependen de manera similar del es­
tado mental en el que su química se desarrolla. Si un chamán
masca peyote en un escenario cultural tradicional, puede conse­
guir una experiencia positiva de iluminación gracias a él¡ pero el
mismo peyote puede inducir a gritar sandeces si alguien no está
preparado para tomarlo. No hay un efecto directo de lo químico so­
bre la experiencia: el cambio fisiológico debe ser interpretado pa­
ra producir una sensación. La misma dosis de la misma droga
puede hacerle sentir a uno moderadamente bien una vez y mise­
rable en otra.
Hubo una época, no hace demasiado tiempo, por ejemplo, en
la que muchos medios de comunicación proclamaban que las
drogas psicodélicas ayudaban a la persona a ser más creativa y a
liberar su mente. Sin embargo, no parece haber pruebas de que
alguien compareciese con una nueva idea o producto como resul­
tado de ese estado de conciencia alterada químicamente. Cierta­
mente, muchos escritores se emborrachan antes y después de
sentarse a escribir, pero el verdadero trabajo de encadenar pala­
bras en una hoja requiere una mente sobria. Una persona gris
permanecerá gris incluso después de haber ingerido una tonelada
de alucinógenos; una persona creativa puede realizar un gran tra­
bajo sólidamente sobria.
La cuestión es que cuando derivamos el control de la conciencia
a un agente extraño, la experiencia virtual nunca es la misma que la
natural. Esto es especialmente verdad en el deporte. Una prueba
deportiva no es nunca completa en el momento en que ocurre. Mu­
chas de sus recompensas vienen luego, cuando la persona reme­
mora las cosas que ha conseguido. La fluencia del deporte se ex­
tiende hasta la sensación de haber creado fluencia a través de un
duro trabajo. Sin haberse enfrentado con los desafíos reales, a la
experiencia le falta un ingrediente vital.
Así que supon que de alguna manera aprendemos a imitar
fluencia de alguien que se lanza en vuelo libre recreand o exactamente el estado fisiológico de su cerebro durante la caída. Y su­
pon que ahora hacemos un play&ack de este patrón químico en el
cerebro de una persona sentada en una habitación oscura. ¿Será la
fluencia que experimentará la persona sentada en la habitación la
misma que la del planeador original? Podemos estar seguros de
que no será así. Primero, a menos que uno haya practicado la caí­
da libre durante un tiempo, muchas de las dimensiones de la ex­
periencia no tendrán sentido ni serán interesantes para la persona
de la habitación. Puede que tenga la misma sensación que el mo­
delo original, pero no significará la misma cosa, ya que no será ca­
paz de asociarla con experiencias anteriores y conocimiento. Y lo
que es aún más importante, mientras que el planeador será capaz
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CL)
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218
FLUIR EN EL DEPORTE
A PARTIR DE AQUÍ. ¿ADONDE NOS DIRIGIMOS?
de saborear después la experiencia como algo que logró que ocu­
rriese, el planeador virtual sabrá que ha sido meramente un con­
sumidor y no un creador de esa experiencia.
Es obviamente cierto que el deporte virtual tiene futuro, como
han tenido muchas otras formas de experiencia indirecta, desde la
música grabada hasta la televisión. La gente podrá sentarse sola en
una cabina y ver la gran muralla de Lhotse erguirse por encima del
Valle del Oeste, sentir los fríos vientos del Everest soplando alrede­
dor, oír el ruido de los crampones sobre el hielo y la dificultad para
respirar en la atmósfera diluida. La mayoría de estos observadores
perderán su apetito, vomitarán sin control y tendrán dolorosas mi­
grañas. La experiencia virtual puede que se organice de manera
que sólo 1 de 20 veces se alcance el clímax. Una de cada 6 personas
puede que «murieran» en una caída o en una avalancha, o varios
«perderán» sus dedos por congelación. Aquellos que lleguen hasta
la cumbre conseguirán ciertamente una sensación de orgullo por
haber alcanzado lo máximo, lo mismo que experimenta actualmen­
te la gente al ganar una partida de ajedrez igualada o parándole los
pies al malvado científico que creó «Riven» en el popular juego de
ordenador. Pero, ¿seguirá siendo esto deporte?
No, ni la química ni la electrónica reemplazarán ese «chutado»
natural que la ejercitación directa del cuerpo puede dar. Superar
desafíos Físicos, ampliar la capacidad del tendón y del pulmón,
correr verdadero riesgo de dolor, fracaso e incluso muerte: éstos
son los elementos constitutivos del deporte, y en la medida en
que las personas sigan siendo personas, continuarán generando
un tipo de fluencia que es única para los humanos. Ésta es una
experiencia óptima confeccionada con el paso de millones de
años de lenta evolución, y que en el futuro nos conducirá a cotas
incluso más altas en la experimentación de las profundas poten­
cialidades del cuerpo. Pero para que eso sea todo lo que puede
llegar a ser, el deporte tendrá que seguir manteniendo involucra­
da a la persona por entero: fuerza de voluntad, coraje e imagina­
ción, así como dirigir una sinfonía completa de sensaciones en el
cuerpo físico. Imaginar que la fluencia en el deporte puede experi­
mentarse pasivamente es malinterpretar completamente lo que
es el deporte y lo que es la fluencia.
219
ACERCARSE A LA FLUENCIA
DE MANERA NATURAL
Hemos escrito este libro para ayudar a convertir las experien­
cias deportivas en algo más satisfactorio e identificar las caracte­
rísticas clave para hacerlo. Esperamos que, comprendiendo mejor
la fluencia, la gente descubrirá la profundidad completa de gratifi­
caciones psíquicas que el deporte puede ofrecer. Pero, ¿puede es­
te estado especial conseguirse a voluntad? Si la fluencia puede ser
un estado controlable es una cuestión de interés para deportistas,
entrenadores y psicólogos del deporte. Así que, si se dan las con­
diciones necesarias, ¿ocurrirá la fluencia? Si aceptas nuestro argu­
mento de que alcanzar la fluencia a través de recursos químicos o
virtuales no es la manera de enfocar esta cuestión, entonces nos
deberíamos preguntar qué pueden hacer los atletas y entrena­
dores para convertir la experiencia de fluencia en algo más alcanzable y reproducible.
Demarcar el escenario para la fluencia dominando sus compo­
nentes conocidos es un paso positivo hacia el incremento de su fre­
cuencia. Entrenar la mente y el cuerpo es importante, y tener autoconciencia es de importancia crucial para preparar el camino. Estar
atento a la fluencia y a los factores que llevan a ella permite al depor­
tista entrar en el estado de ánimo adecuado. Cuando los factores es­
tán en su sitio, algunos atletas sienten que nada les impedirá poder
perderse en la experiencia. ¿Cuáles son estos factores? Escribiendo
este libro, nos hemos abstenido premeditadamente de presentar al­
go semejante a «los 12 pasos hacia la fluencia». En su lugar, hemos
descrito factores que aumentan la fluencia y otros que limitan sus
posibilidades, utilizando ejemplos de deportistas de muchas disci­
plinas. Es imposible dar una receta genérica. En primer lugar, los in-
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A PARTIR DE AQUÍ. ¿ADONDE NOS DIRIGIMOS?
220
tereses y las habilidades de cada persona son ligeramente diferentes
de los de cualquier otra. En segundo lugar, si sigues un conglomera­
do de instrucciones elaborado por alguien que no eres tú, nunca
controlarás por completo tu experiencia. Las recetas van bien para
hornear un pastel, pero no nos sirven para aprender cómo conseguir
la armonía en la conciencia. Eso es algo que debes descubrir por ti
mismo, aplicando los principios generales de la fluencia a tu propia
situación.
La fluencia se alcanza escuchando la vocecita que resuena en
tu interior, que te puede decir cuáles son tus verdaderos intere­
ses; desarrollando las habilidades necesarias para quedar absor­
to en la actividad desafiante, y aprendiendo a concentrarte en las
metas concretas y en el sutil feedback. De todos modos, la fluencia
no está garantizada. No es un estado de la mente que pueda ela­
borarse y distribuirse en paquetes. Al igual que la experiencia es­
tética que uno tiene cuando escucha buena música o admira
buen arte, se trata de un proceso delicado que debe ser creado i ndividualmente. En el deporte, se desarrolla a lo largo de años de
entrenamiento disciplinado, y puede que tome una forma dife­
rente para cada deportista. Seguir ciertas guías ayudará, pero los
pasos adecuados variarán para diferentes individuos en diferen­
tes deportes.
Un remero describió la fluencia como «un poquito de magia» y
explicó cómo uno podía crear el escenario para ello, aunque no
puede garantizar la experiencia:
221
suponen grandes dificultades. Pero a veces nos sorprendemos al.
experimentar la fluencia de manera inesperada, aparentemente sin
hacer ningún esfuerzo, como un jugador de rugby lo describe:
Para mí, la fluencia es algo que depende casi absolutamente de
mi preparación. La mayoría de las veces que he alcanzado ese es­
tado he podido controlarlo yo mismo. Pero a veces, simplemente
por la pura acción de lo que ocurre en el deporte, no tenía ningu­
na influencia sobre eIlo. Y esto es lo que quiero decir, a veces tie­
nes el control sobre ello, pero algunas veces no te hace falta apor­
tar nada; simplemente estás allí, y le sigues el juego.
No todos los factores pueden controlarse, pero muchos sí. Pro­
bablemente tienes una buena comprensión de lo que es la fluencia
hasta este punto, y tendrás tus propias experiencias de las que ser­
virte. ¿Qué es lo que Simón tiene que decir acerca de controlar la
fluencia?
Creo que el estado de fluencia puede ser algo controlable. Al­
guien que lo pueda controlar tiene mucho poder en el deporte.
Pienso que sé cómo llegar hasta al U, pero es a base de mucho en­
trenamiento. Y mucho trabajo. Y tienes que dominar estas cosas
mentalmente.
Simón se situaba a sí mismo como a medio camino de ser capaz
de controlar la fluencia, reconociendo que había muchos desafíos
que afrontar antes de que este estado óptimo pudiese alcanzarse a
voluntad. Prosiguió a atribuir su estado actual en su deporte a su
capacidad de conectarse con la fluencia, y las experiencias de
fluencia que había alcanzado se atesoraban en su memoria, para
ayudarle en el futuro a volver a ese estado.
Una vez que la meta está clara, el camino para su consecución
también se ve más claro. Si la meta es alcanzar una experiencia óp­
tima, saber qué estás tratando de alcanzar es de suma importancia
y te pondrá en camino para lograrlo.
Creo que puedes mejorar las posibilidades de que ocurra... pero
es un poquito de magia; por ello decimos que no puedes descri­
birlo de verdad o garantizarlo, o lo que sea. Pienso que se trata
definitivamente de marcar un poquito el escenario, si te gusta,
para intentar que ocurra. Creo que es lo que pretendes todo el
tiempo.
La descripción de la fluencia como si tuviese una cualidad mági­
ca alude a su carácter huidizo. No es un estado fácil de alcanzar; exi­
ge energía y confianza en uno mismo, cosas ambas que a menudo
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FLUIR EN EL DEPORTE
A PARTIR DE AQUÍ, ¿ADÓNDE NOS DIRIGIMOS?
LA IMPORTANCIA DE LAS
EXPERIENCIAS POSITIVAS
223
seo como ése puede ser considerado una maldición. ¿No consiste
todo en la vida en intentar alcanzar alguna meta, ya sea el dinero, la
fama, la satisfacción sexual o la comodidad? Bueno, sí y no. Las
metas son necesarias para que nos centremos y nos pongamos en
marcha, pero alcanzarlas no se traduce necesariamente en felicidad
o satisfacción. Es el camino lo que cuenta, no llegar al destino. Es­
to es cierto para la vida en general: más y más estudios muestran
que la salud, la riqueza, el poder y la fama no hacen a la gente feliz;
mientras que aquéllos que aprenden a disfrutar de cualquier cosa
que hacen, tanto si les acerca a sus metas como si no, acaban por
tener una vida llena de sentido y satisfactoria.
Lo que es cierto para la vida como totalidad es también cierto
en el dominio más limitado del deporte. Ganar, conseguir meda­
llas, mejorar el registro personal o romper un récord son cosas im­
portantes para motivarnos al principio, pero si nos tomamos estas
metas demasiado seriamente -de modo que su búsqueda empo­
brezca la experiencia a lo largo del camino-, entonces nos perde­
mos el más grande regalo que el deporte puede dar.
A menudo, alcanzar la cima de la excelencia deportiva puede
dejar una sensación de extrañeza y de vacío. Cuando vemos a
atletas que han llegado a lo más alto en su deporte, tendemos a
asumir que deben haber encontrado el secreto del placer una vez
y para siempre, y que efectivamente están orgullosos de lo que
han conseguido. A menudo esto es cierto, pero llegar hasta la ci­
ma puede ser también decepcionante. En tal caso, cuando practi­
car deporte no proporciona placer, el atleta experimenta «la no­
che oscura del alma», de forma similar a los artistas que se han
quedado sin ideas o a las personas religiosas que han perdido su
fe. Una triatleta que fue campeona del mundo durante mucho
tiempo describe un sentido de vacío interno después de alcanzar
lo máximo:
Cuando empezamos por primera vez a correr, ir en bicicleta o ju­
gar a baloncesto, lo hacemos porque es divertido. No necesitamos
de ningún psicólogo que nos explique porqué deberíamos hacerlo:
la sensación que experimentamos es una razón suficientemente
convincente. Más adelante, podemos continuar la actividad debido
a que, añadida a la experiencia del pleno júbilo físico, disfrutamos
con la compañía de amigos, queremos aprender nuevas habilida­
des o sentir el aguijón de la competición. Más adelante, todavía po­
demos practicar deporte para mantenernos en forma o por razones
de salud. Pero si perdemos el placer que inicialmente nos engan­
chó al deporte, corremos el riesgo de abandonar la práctica por
completo.
Sin embargo, desafortunadamente, esta pérdida es a menudo lo
que ocurre. Mucha gente sigue corriendo o yendo en bicicleta bajo
un sentido del deber o de amarga obligación, habiendo perdido la
alegría que inicialmente experimentaron. Malos entrenadores, ex­
cesiva competición y aburridas burocracias deportivas cobran su
peaje. Los adolescentes muestran estados de ánimo muy positivos
cuando participan del deporte. De todas maneras, los jóvenes de­
portistas abandonan el deporte en cantidades crecientes. Muchos
jóvenes lo abandonan cuando deja de ser divertido. El agotamien­
to es otro factor de los programas de ejercicio, y esta causa provoca
un número de abandonos aún más alto. Aunque el ejercicio nos
mantenga sanos y en forma, es difícil seguir un régimen físico si no
nos gusta hacerlo. Así que la calidad de la experiencia es un factor
crucial para cualquier actividad deportiva.
AMPLIAR TUS METAS
Nunca contemplas ninguna actuación... como excepcional. Lo
intentas y piensas: «Bien, estuve bien, pero todo últimamente
todo es una decepción». Para mí, siempre hay algo que es más
Hay una vieja maldición china que dice: «Que puedas alcanzar
todas tus metas». A primera vista, uno se preguntará cómo un de­
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as
desafiante. No estaré nunca satisfecha con algo que logre en el
terreno deportivo ... todo es ya muy decepcionante. Ya sabes,
entrenas durante semanas, meses, para una prueba y todo pare­
ce tan absorbente y tan importante en ese momento, y cada mi­
nuto de cada día sigues pensando en la prueba y en tus compe­
tidores. ¡Y después no es para tanto! El mundo no ha cambiado,
aún eres la misma persona, e incluso, aunque a veces me moti­
vo con gratificaciones económicas, el dinero nunca me traerá la
alegría, así que no me digo al final del día, «Bueno, magnífico,
he ganado algo de dinero...» Siempre saco más partido de una
depresión. Es como si pensase: «Vaya, ¿qué voy a hacer ahora?»
Capítulo 1
Nota de los autores. Las citas de los deportistas en estos capítulos y
a lo largo de todo el libro, a menos que se citen de otra manera,
provienen de la investigación llevada a cabo por los autores. La in­
vestigación relevante por parte de los autores y otras personas cu­
yo trabajo tiene una relación con la comprensión de la fluencia, así
como citas de otras fuentes, se mencionan en esta sección. Las re­
ferencias completas se dan en la bibliografía al final del libro.
Incluso alcanzar el máximo triunfo en un deporte puede desi­
lusionar finalmente si es el récord del mundo lo que le mantiene a
uno motivado, en lugar de la calidad de la experiencia. Esta atleta
habló de manera positiva acerca de sus experiencias de fluencia;
cuando se le preguntó sobre lo importante que era la fluencia para
su implicación absoluta, ésta fue su respuesta:
páginas
16 Los Juegos Olímpicos desde los antiguos griegos hasta los
juegos con balón de los mayas. Una aproximación antropológica
No lo podría hacer si no pensase que iba a conseguir disfrute de
nuevo de ello, y lucho y lucho constantemente para llegar a ese
estado | la fluencia|... Tienes el tipo de recuerdo de cómo te sen­
tiste en una prueba determinada, corriendo sola y pensando:
«Estoy feliz de estar viva, y esto es magnífico, y esto es maravi­
lloso». Así que busco eso, porque no le veo sentido a no amar ya
más lo que hago.... Lucho por llegar a ese estado de perfección.
contemporánea a los Juegos Olímpicos puede encontrarse en Mac
Aloon, J. (1981). Los juegos con balón de los mayas se describen en
Csikszentmihalyi, M. y Bennett, S. (1971).
19 La fluencia es un estado con cualidades universales Para
más información acerca de los contextos en los que se ha estudia­
do la fluencia, el lector puede acudir a otros libros de Csikszent­
mihalyi. Por ejemplo, un volumen editado por Csikszentmihalyi, M.
y Csikszentmihalyi, I. (1988) contiene informes sobre la fluencia a
través de diferentes situaciones y culturas. Fíou/ (1990) y Finding Flow
(1997) aporta informes comprensivos de cómo la experiencia se
manifiesta en diferentes aspectos de nuestras vidas.
20 Respuestas al Experience Sampling Method (ESM), Méto­
do de Muestreo de Experiencias. Este enfoque para estudiar las ex­
periencias humanas en diferentes actividades de la vida incluye lle­
var encima un localizador personal que está programado para so­
nar varias veces a lo largo del día. Una vez ha sonado, el sujeto con­
Tanto si eres un aficionado como un campeón mundial, la últi­
ma medida del éxito no es tu actuación, sino lo que fuiste capaz de
sentir mientras actuabas. Alguien que llega el primero sin haber ex­
perimentado el júbilo de la carrera es alguien de quien compade­
cerse, tanto como del que gana la lotería y sus millones no le dan
felicidad. Pero ser capaz de conseguir la fluencia en el deporte, tan­
to en la victoria como en la derrota, es una manera segura de enri­
quecer la vida. La intensidad de la experiencia genera visiones de
perfección y nos ofrece señales para continuar nuestra búsqueda
en pos de la excelencia.
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226
FLUIR EN EL DEPORTE
NOTAS
testa un inventario corto de su actividad, pensamientos o sensacio­
nes en ese momento. Para información más completa de la investi­
gación con el ESM, revisar documentos como el de CsikszentmihalyiyLarson (1987) yCsikszentmihalyi, Rathundey Whalen (1993).
22 Una mente ordenada. En la vida cotidiana, la gente suele
experimentar conflicto en la conciencia. Por ejemplo, un oficinista
puede que esté sentado en su mesa y sumando cantidades, con
parte de su atención centrada en el trabajo y parte en su deseo de
estar ya fuera con su novia. Se resiente de tener que estar sentado,
estar cerrado en el interior de un edificio, de trabajar en su tarea.
Por contraste, en el estado de fluencia los estados subjetivos de la
persona están en armonía; el cuerpo y la mente están trabajando
conjuntamente sin conflicto interno. Este estado de conciencia or­
denada es una de las principales gratificaciones de la experiencia
de la fluencia. Cuando la conciencia está en un estado de conflicto
interno, podemos hablar de su entropía psíquica, ya que los pensa­
mientos y las acciones están desordenados y son menos eficientes.
La experiencia de fluencia u estado óptimo, por otro lado, es uno
de negentropía psíquica, ya que la mente trabaja de modo eficiente y
goza de armonía interna.
26 Im tñe zone Este término popular para describir momentos
en el deporte en que todo encaja para el atleta ha sido objeto de in­
vestigación por varios autores. Notables ejemplos son Playing in tfie
Zone, de Cooper (1998), In theZone, de Murphy and Whíte (1995) y Tfie
Achievement Zone, de Murphy (1996). Estas recopilaciones de las ex­
periencias in thezone son sustancialmente idénticas a lo que hemos
llamado la experiencia de fluencia.
27 Distinguir la fluencia de conceptos similares En la tesis
doctoral de lackson (1992b), la investigadora solicitó a deportistas
de élite que describiesen sus visiones de las similitudes y diferen­
cias entre la fluencia, la actuación cumbre y la experiencia cumbre.
Mientras que los resultados mostraron que los deportistas de élite
veían estas experiencias como algo que ocurría conjuntamente
más a menudo que independientemente, las diferencias entre los
diferentes fenómenos también se reconocfan. Mclnman y Grove
(1991) tratan asuntos relacionados con los diferentes términos uti­
lizados para describir los momentos óptimos en el deporte.
28 Abraham Maslow (1968) desarrolló una teoría de realización
personal para explicar cómo vive y se comporta la gente. Las expe­
riencias cumbre son momentos de realización personal en el proce­
so, cuando la persona vive intensamente hasta su máximo poten­
cial y experimenta un cierto número de características muy positi­
vas, incluyendo unidad y satisfacción.
29 Complejidad El concepto de complejidad es útil para des­
cribir lo que ocurre en la evolución -tanto en el campo biológico co­
mo psicológico y cultural. Cuando un sistema (organismo, persona
o familia) es más diferenciado y al mismo tiempo más integrado que
otro, diremos que es más complejo. Por ejemplo, una persona con
habilidades especiales, que piensa por sí misma, y que es indepen­
diente y autónoma (es decir, está más diferenciada) y que a la vez
forma relaciones consistentes, participa en la comunidad y ha inte­
riorizado el conocimiento de la cultura (es decir, está más integra­
da) es más compleja. El crecimiento y desarrollo individual tiende
hacia una complejidad mayor, así como la evolución cultural. Para
más información sobre la complejidad, véase Csikszentmihalyi
(1993).
227
Capítulo 2
31 Estudios acerca; de las experiencias óptimas de la gen­
te. El libro de Csikszentmihalyi (1975) Beyond Boredom and Anxiety
detalla los resultados de la investigación con personas de una va­
riada serie de contextos, incluyendo artistas, cirujanos, jugadores
de ajedrez y deportistas. A pesar de las grandes diferencias en el
tipo de actividades con las que estos grupos de gente estaban
comprometidos, había una remarcable similitud en sus experien­
cias de estado de fluencia. Las investigaciones de lackson con
atletas (1992a, 1995, 1996) han encontrado una remarcable con­
sistencia en la experiencia de fluencia en el deporte.
booksmedicos.org
229
32 Los componentes fundamentales de la fluencia Las dimen­
porte han estudiado los efectos de tener una identidad deportiva
fuerte. Véase, por ejemplo, Brewer, van Raalte y Linder (1993), que
argumentan que hay consecuencias tanto positivas como negativas
de tener una identidad deportiva fuerte.
69 La cita de jack Nicklaus proviene de Tfie Edge. de Howard
Ferguson (1986, pp. 5-54). Este libro contiene muchas citas inspira­
doras de grandes deportistas y entrenadores.
85 Bloqueo de pensamientos. Para aprender más acerca de las
técnicas mentales para bloquear pensamientos, la voz interior po­
sitiva y otros modos de construir la confianza en el deporte véase,
por ejemplo, Zinsser, Bunker y Williams (1998).
86 Entrenamiento simulado Igual que los pilotos practican
con simuladores de vuelo cuando están aprendiendo a volar, los
deportistas se pueden beneficiar de pasar por simulaciones com­
petitivas de las pruebas inmediatas. Esto puede cubrir ciertos'as­
pectos de la actuación o bien ser ensayos con todos los elementos
de una actuación mayor.
89 El factor de la confianza es a menudo el más crucial de los
dos ejes, lackson y Roberts (1992) y Jackson, Kimiecik, Ford y Marsh
(1998) muestran que la confianza, o la capacidad percibida, es de su­
ma importancia para la experiencia de la fluencia en los deportistas.
90 Nada alimenta el éxito como el éxito En su teoría sobre la
autoeficacia, Bandura (1977) sugiere que los logros de la actuación
son una fuente mayor de autoeficacia, la creencia de que uno pue­
de cumplir exitosamente con una tarea.
siones primarias de la fluencia han sido desarrolladas por Csikszentmihalyí y están ampliamente explicadas en sus libros, en Beyond Boredom avid Anxiety (1975), F/ow (1990), Creativity (1996) y Finding Flow
(1997). Para ver cómo los deportistas describen las dimensiones de
la fluencia, véase el artículo de Jackson (1996) «Toward a Conceptual
Understandingofthe Flow Experience in Elite Athletes».
Capítulo 3
59 Siempre fallas el 100% de los tiros que no realizas La
fuente es un grabado inspirador titulado Oportunidad, en S acceso ríes of
Jllinois, 1994.
60 El placer de la homeostasis. La comida, el sexo y la comodi­
dad aportan algunas de las experiencias más placenteras de la vida,
pero la satisfacción de las necesidades no tiene necesariamente que
conducir a niveles más altos de complejidad en el desarrollo indivi­
dual. Las gratificaciones del placer surgen de restablecer el equili­
brio homeostático de las necesidades corporales, mientras que el
disfrute surge de la ejercitación de las habilidades aprendidas que
lleva al dominio de nuevos desafíos (Csikszentmihalyi 1990, pp. 4548).
63 Jon Krakauer (1997) describió su experiencia en el Everest
en un libro cautivador, \nto Tfiin Air. Esta cita proviene de la p. 20.
66 Dennis Rodman La fuente de la cita de Dennis Rodman es
un artículo de Phil Taylor (1996) titulado «TheTrade», Sports ¡Ilustrated. 84 (9): 33.
67 Son mucho más felices cuando practican deporte Las
fuentes de los datos para jóvenes y participación en diferentes acti­
vidades son Csikszentmihalyi, M. y Larson, R. (1986); Csikszent­
mihalyi, M., Rathunde, K. y Whalen, S. (1993).
69 Consecuencias de fracasar en el deporte Fracasar en el
deporte puede equipararse a fracasar como persona para los de­
portistas que se perciben a sí mismos básicamente, si no exclusiva­
mente, a través de su papel como atletas. Los psicólogos del de­
Capítulo 4
102 Ambientes no óptimos. Los temas que abarcan obstáculos
presentados tanto en el ambiente deportivo como en el personal
que interactúa con los atletas convierte esta categoría de respuestas
en uno de los factores que los deportistas perciben como perjudi­
ciales para alcanzar la fluencia. Esta averiguación y otros factores
que afectan a la fluencia son tratados en el artículo de Jackson
(1995) «Factors Influencing the Ocurrence of Flow in Elite Athletes».
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230
NOTAS
FLUIR EN EL DEPORTE
231
deró un tópico demasiado «blando» para los científicos serios, ha
conseguido finalmente la aceptación como una campo de investiga­
ción de importancia propia. Véase por ejemplo Inglehart, R. (1990);
Myers, D. y Diener, E. (1995); Parducci, A. (1995); Veenhoven, R,
(1998).
107 Lo que un monje zen trata de alcanzar Para una breve dis­
cusión acerca de las prácticas de yoga y budistas y la fluencia véase
Csikszentmihalyi 1990, pp. 103-106, y 1993, pp. 45yss.y 160 y ss.
107 La cita de Donovan Bailey proviene de un artículo titulado
«Toward 2000», publicado en la revista Panorama de los vuelos Ansett (1998).
110 Peter Croft Mike Randolph (1997) escribió una historia so­
bre el escalador en solitario Peter Croft. Esta cita proviene de la
p.52 de «On the Edge», en Outdoor Cañada, Mayo, 1997.
144 Lo exitosamente que puede interconectarse un equipo.
La importancia de las relaciones de equipo y las comunicaciones
positivas, tanto dentro como fuera del campo, fueron escuchadas
en las entrevistas con los deportistas de equipo llevadas a cabo por
lackson (1992a, 1995).
144 Los entrenadores son una poderosa fuente de comunica­
ción. Comunicarse efectivamente es un proceso dinámico que de­
Capítulo 5
pende del número de variables personales y situacionales. Dave Yukelson, psicólogo del deporte en la Univerdidad de Penn State, ha
escrito una guía práctica en su capítulo «Communicating Effectively» en Williams (1998). Véase también Thompson (1993).
113 Tener tiempo libre no es suficiente. Por ejemplo, Veroff, [.,
Douvan, E. y Kulka, R. A. (1981) informaron que el 49% de los hom­
bres con trabajo se quejaban de que su empleo era más satisfacto­
rio que su ocio, mientras que sólo el 19% afirmaban que el ocio re­
sultaba más satisfactorio. Véase también D. G. Myers (1992), The
Pursuit ofHappiness.
120 Metas de realización. Duda (1992) presenta una buena vi­
sión general de los diferentes tipos de metas en el deporte. La in­
vestigación de lackson y Roberts (1992) ha mostrado que las metas
de tarea están relacionadas con los deportistas de competición que
experimentan la fluencia.
121 Las metas son los ladrillos de la motivación Hay una va­
riadísima investigación sobre los efectos positivos de la definición
de metas en la actividad deportiva y en los principios de una defini­
ción efectiva de metas. Véase por ejemplo el capítulo introductorio
deGould, D. (1998).
127 El poder de la determinación Cita de Roger Bannister ex­
traída deTkt? Edge, de Howard Ferguson (1992), pp. 2-22.
149 Sin autoconciencia, un deportista se pierde pistas im­
portantes. Ken Ravizza, psicólogo del deporte de numerosos de­
portistas y equipos, trata la importancia de la autoconciencia en la
actuación en su capítulo «Increasing Awarness for Sport Perfor­
mance», en Williams (1998).
150 La cita de Peter Croft proviene de Mike Randolph (1997), p. 28.
Capítulo 7
153 La concentración absoluta es difícil de conseguir Diversos estudios han mostrado que las actividades de la vida d lana
menudo implican repartir la atención entre muchas tareas y metas;
véase Csikszentmihalyi y Csikszentmihalyi (1988).
162 Planes para la competición. Para más información sobre
la preparación de planes de competición, véase Terry Orlick (1986a,
b) Psychíng for Sport y Coaches' Training Manual to Psyching for Sport, que
aportan una cobertura comprensiva de la preparación mental para
la competición.
Capítulo 6
133 Los psicólogos que estudian la felicidad En las últimas
décadas el estudio de la felicidad, que por mucho tiempo se consi­
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■■■i
165 El poder de la concentración Para aprender más sobre la
jugadores a centrarse en el momento. Esta cita proviene de la p. 91
de su capítulo titulado «Selflessness in Action».
mejora de las habilidades de concentración, véase Nideffer (1989),
que creó un enfoque detallado para desarrollar las capacidades de
atención en el deporte.
172 El concepto de Yu. Las similitudes entre el concepto chino
del Yu y la fluencia fueron apuntados en primera instancia por W.
Sun (1987), Flow and Yu: Comparison of Csikszentmihalyi's Theory and
Chuang-tzu's Philosophy.
201 Desarrollar y demostrar competencia pasándoselo bien
Estos son dos de los motivos más importantes para la partici­
pación deportiva. Para averiguar más acerca de la investigación so­
bre los motivos existentes detrás de la participación en el deporte,
véase Weiss y Chaumeton (1992).
205 Recuerdos duraderos de la actividad física pueden refe­
rirse a momentos dolorosos y desastrosos. Esta cita de las expe­
riencias de una deportista y su embarcación se encuentra en Knoxlohnston (1969), A World of My Own.
Capítulo 8
176 Poderosas sensaciones de control. La investigación basa­
da en las entrevistas de Jackson (1992a, 1995) a los deportistas de
élite demostró que muchos individuos informaron percibir que lo
tenían todo bajo control durante la fluencia.
183 Zona de energía óptima. Para una revisión de la investi­
gación en psicología del deporte sobre energía y activación ópti­
mas, véase Jones, G. y Hardy, L. (1990). Yuri Hanin (1995) describe
zonas de actuación óptima, que dependen de los niveles indivi­
duales de activación óptima, descritas como zonas de funciona­
miento óptimo.
191 Ken Dryden escribió un libro (1989) rebosante de ideas y
muy analítico sobre sus experiencias como campeón de hockey so­
bre hielo. Esta cita proviene de las pp. 215-216 de The Ga me.
Epílogo
212 Las gentes de la Edad Media solían competir en arque­
ría. Para una historia de cómo varios deportes como la arquería se
desarrollaron en su contexto social, véase Kelly (1982).
213 Visonarios como Philip Knight Silver (1985, pp 267-269)
realiza una breve descripción de cómo Philip Knight fundó Nike.
223 Alcanzar la cima de la excelencia deportiva. Para la in­
vestigación de deportistas que han llegado al máximo en su depor­
te, véase Gould, lackson y Finch (1993), y lackson, Dover y Mayocchi
(1998).
Capítulo 9
] 94 Motivación intrínseca. Deci y Ryan (1985) han estudiado la
motivación intrínseca durante muchos años y han desarrollado
una teoría sobre su funcionamiento. El concepto de autodetermi­
nación, o sentirse con el control de las propias acciones, es una
parte central de su teoría.
199 El libro de Phil Jackson (1995) Sacred Hoops es un informe
sobresaliente de un entrenador que ha tenido éxito ayudando a sus
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field.
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1
Susan Jackson
Susan A. Jackson y Mihaly Csikszentmihalyi combinan sus conoci­
mientos para presentar el libro más autorizado sobre el fenómeno de
la fluencia en los deportes, mediante la unión de la experiencia de la
autoridad líder mundial en fluencia con la investigadora líder en el
tema.
Susan Jackson. Doctorada, ganó dos premios por su demoledo­
ra tesis doctoral, titulada «Elite athletes in flow: The psychology of
optimal sports experience». Jackson ha continuado dirigiendo in­
vestigaciones y publicando artículos sobre la fluencia en los depor­
tes, y es internacionalmente conocida por su trabajo sobre el tema.
Aporta a su investigación las perspectivas de atleta, entrenadora,
profesora y consultora en psicología del deporte, así como la de pro­
fesora universitaria. Jackson vive en Brisbane, Australia, y da clases
en la School of Human Movement Studies, en la Queensland University ofTechnology.
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Christopher Csivszentmihalyi
<
►
Mihaly Csikszentmihalyi. Doctorado, desarrolló el concepto de
fluencia a mediados de la década de 1970 y fue pionero en la investi­
gación en el tema en contextos laborales, sociales y educacionales.
Su exploración inicial en la fluencia exploró el juego y la felicidad e
incluyó a un gran número de destacados deportistas. Ha publicado
10 libros, de entre ellos el famoso Flow: The Psycfiology ofOptimal Experience, así como Creativity: Flow and the Psychology of Discovery and Invention
y Finding Flow. The Psychology ofEngagement with Everyday Ufe.
Csikszentmihalyi es miembro elegido de la American Academy
of Arts and Sciences (1997) y de la Hungarian Academy of Sciencies
(1998). Es Davidson Professor de Management en la Claremont
Gradúate University de Claremont, California.
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absorto. Ver foco; unicidad
aburrimiento 15, 20, 58-59. 63. 78, 222
acción 36-39, 47, 60, 105, 206
inconsciente 99
actividades
margen contextual de 18-21, 26, 31
pasivas 31.67, 215-219;
físicas. Ver deportes
actividades preparatorias. Ver también
entrenamiento
planes de emergencia 162, 163;
confianza de las 86-88;
factores controlados 180-184;
resultados óptimos 126-130;
precompetitiva 118, 129, 132, 161163;
valor de 16-17, 19. 116, 121
actuación, la atlética. Ver deporte;
desafío de mejorar 60, 82, 142, 176;
evaluación de 94, 98;
preparación óptima para 18. 124130;
no exitosa 146-149;
visualización de 39-40, 75, 95, 149,
cumbre 19, 23. 25-29, 154, 222-224;
adolescentes 60, 67, 222, 228
adrenalina 215
ajedrez 19, 31, 184
al filo de la navaja 178
Ali, Muhammad 80
ambiente
aceptación del 100-102, 136-,
impacto en la atención 166-169;
como desafío 70-71,88;
multitudes como. Ver espectadores;
factores influyentes 90, 102, 215,
228-231;
interno. Ver destrezas mentales
ansiedad
bases para 15, 20, 45, 63, 78;
en el equilibrio desafíos-destrezas
58-60,78;
nivel óptimo de 183-185;
óptima 133-185
apatía 58-60
árbitros 102
armonía 18
arquería 134, 216, 233
arte 15, 31, 57, 201
atención kinestésica 41,94-95
atletas
de élite 31, 33, 89. 102;
extendiendo los límites para los
70-73, 163-164,
fluir y 23-30. 37;
factores de motivación. Ver motiva­
ción;
equipo. Ver compañeros de equipo;
en silla de ruedas 35
atención, la
factores directores de 165-170, 231;
mantener. Ver concentración; foco
autoconciencia 85,94-96, 148-151, 190,
229
autoconfianza, la
como crítica 33, 36, 77-79, 89, 228;
desarrollo de 36, 46, 60, 101 ¡
claves para mantener 70 ,79-89,
175, 178;
efecto de la presión sobre 89,98-102
ÍNDICE
FLUIR EN EL DEPORTE
autocrítica 94, 98-99
autodisciplina 98, 137-140, 190
autoeficacia 228
autoestima 46
autoevaluación 94, 98
n
Bailey, Don ovan 107, 230
Bandura, A. 229
Bannister, Roger 127
baloncesto, el
desafíos en 66, 7J, 121, 134;
concentración durante 106, 153,
166;
control en 175, 184;
fuentes de feedback 136, 147;
fluir en 32, 36, 95, 199-201
béisbol 50-52, 63, 87, 121-123. 212
Bidwell, C. 21
bloqueo del pensamiento 85, 228
Bowerman, W.J. 213
Brewer, B.W. 229
Brock, Lou 63
buceo. Ver tipos específicos
calendarios 15
calidad de la experiencia 16, 211
calidad de vida 15-16,93,211
calma 46
capacidades. Ver destrezas
carreras. Ver tipos específicos
carrera de resistencia 50, 75
carreras de ciclismo
y concentración 44, 94-98, 106, 140143, 183;
fluir en 23 ,36, 39, 47, 51-53, 188
centrado 94-95, 99, 102, 104
claridad 39-41, 109-11.0, 121-125
cobertura de los medios 98
cognición. Ver proceso de pensamiento
compañeros de equipo 136, 140,141147, 167-170, 19J, 230
control
y equilibrio desafíos-destrezas 178,
179, 188;
listado de competición 180-184;
de los competidores 100:
y fluir 46, 175-179, 185-192, 218222;
claves para equilibrarlo 178-188;
falta de 178-J 79;
nivel óptimo 178-179;
durante la presión 187-189;
sentido de 46, 174, 175-179;
óptimo 178-179
Cooper, A. 266
coordinación física 203
correr
desafíos de 20. 71, 106, 126, 176¡
fluir en 16, 33, 37, 194, 207-209,
214;
maratón 37, 212;
metas de preparación 118-121, 125127, 162;
tranformación del tiempo durante
106-108
creatividad 216
crecimiento personal 28, 60-66, 70-73,
90, 230
criticismo
fuentes externas de 98;
interno. Ver autocrítica
creencias acerca de ti mismo 90
Croft, Peter 110, 149
Csikszentmihalyi. M. 19, 25. 225-232
cuerpo humano, potencial del 213-216
competencia 69, 199-201
competición (es), la/s
concentración durante 43-45, 205207;
listado de control para 180-184;
feedback durante 42, 184-188;
asocación con el fluir 116. 129, 132,
205-207;
encontrarse los desafíos de 20-22.
28;
planes mentales para 161-163, 231;
como motivador 116, 119;
como juego 203-207;
factores de preparación 118, 129,
132, 231;
con orientación hacia la tarea 119125, 205-207;
de la Copa del Mundo 33, 89
competidores 33, 70, 78, 100-102, 136
complacencia 69-71
complejidad, crecimiento desde 20, 29,
176, 226
compostura 45
comunicación abierta 141-147, 230
concentración, la. Ver también foco
como componente del fluir 22, 39,
41-47, 75, 94, 154;
las claves para la - total 95-106,
170-172, 231;
practicándo 163-167, 169;
en el momento presente 153, 155158;
transformación del tiempo durante
50-52, 104-109
conciencia, la
fusión acción-conciencia 36-40, 47,
104, 178, 206;
del self. Ver autoconciencia;
trascender la - normal 93-111;
estado de 18, 22. 31, 37, 225
conciencia de sí mismo 47, 94. 95-102,
104, 137-140, 148
confianza 144
C
244
danza 31, 36, 104, 174, 21 I
Deci, E.L. 232
deportes, los. Ver también tipos específicos
y desafíos 16-17, 37-50;
cultura de 75, 79;
disfrute de 14-17. 19, 67, 115, 134,
136, 171, 200-209;
booksmedicos.org
245
sensaciones de la experiencia 16,
25-28, 194.
Ver también fluencia; futuro de 199,
211-214;
prepararse en 66-70;
estructura de metas 113-115, 212;
de alto nivel 89, 93;
significados históricos 74-75, 194,
I99¡
planes mentales para 161-163;
participación en los 67, 194-200,
212, 221-223;
como juego 194, 203-207;
destrezas para 76-92;
éxito en 89-91, 199, 222-224;
virtuales 215-219;
como trabajo 194, 198-199
desafío(s). Ver también metas
equilibrio con las destrezas.
Ver equilibrio desafíos destrezas;
creándolos en el deporte 64, 74-78;
centrados en el ambiente 70-72, 88;
en asociación con fluir 19-23, 58,
63, 90;
mental 70, 73, 75;
superarlos a través del deporte 5964, 66-78;
centrados en la persona 70-72;
físicos 59-61, 66-68, 75;
movimiento progresivo de 20, 28,
33, 70;
como riesgo 61,69;
característicos del deporte 32-34,
59-65
no planeados 70-78
desorientación en el tiempo 50
determinación 126, 230
desinterés 199, 206, 231
destrezas
de anticipación 75
destrezas físicas, las
automáticas 24, 36, 78, 88, 108-110,
125;
FLUIR EN EL DEPORTE
ffl
equilibrio con las destrezas.
Ver equilibrio desafíos-destrezas;
confianza en 46, 76-88, 90.
Ver también autoconfianza;
desarrollo de 75-77, 151, 199-202;
disfrute de 199-202, 204;
asocación con la fluencia 19-23, 58,
78;
inventario de - personales 90-93;
aprendizaje progresivo de 20, 2834, 70. 78;
como metas de tarea 120-122;
como percepción inestable 78-84,
138¡
visualización de 75, 149
destrezas mentales
de conciencia. Ver concentración;
foco; como desafíos 70, 73, 75;
estrategias de competición 161163;
preparación óptima 128-130, 132;
asociación con la destreza física 7577, 90-92
disciplina. Ver autodisciplina
disfrute. Ver también diversión
distracción(es)
evitarlas 39,41,44-46, 136-140;
libre de 71, 94, 95;
fuentes de 98, 100-103, 136-140,
167, 228-230
diversión 51, 193-209, 221. Ver también
disfrute
dolor 24, 37, 232
drogas psiquedélicas 211, 216
Dryden, Ken 191, 232
Duda, J.L. 230
dudas sobre uno mismo 82-86, 94, 98100
eficiencia, y fluir 24
ego 86-102, 119, 186
ejercicio físico 59-61,66-69, 75, 221-223
ÍNDICE
emociones. Ver también sentimientos
138, 141, 154, 175, 185
endorfinas 2 15
energía
entrenamiento 75, 87-89, 118, 126-130,
228
física 67-75, 98-102, 183, 231;
psíquica 24. 115, 126, 199;
óptima 183-185, 231
entrenadores
como fuente de comunicación 144147,230;
como fuente de feedback 41,98, 136,
144-147;
rol y metas de 64, 71,84, 115, 199200
entrenamiento
periodizado 81;
simulado 86-89, 228;
de fuerza 74
equilibrio desafíos-destrezas
control y 178-179, 188;
como componente del fluir 19-21,
32-37, 58-60, 73, 78, 90, 148;
flidez de 88-90;
mantenimiento
continuado
206209;
movimiento progresivo de 20, 2833¡
cuadrantes de 58-60;
subjetivos 57-60. 78-80, 206-209
equilibrio D-D. Ver equilibrio desafíosdestrezas.
equipamiento 41, 73-76
errores de juicio 178, 185
escalada 60-64, 66, 114, 149, 214. Ver
también tipos específicos
escalada de montaña 31,60, 65, 109111, 149, 212
ESM. Ver Experience Sampling Metfiod
especialistas en biomecánica 75
espectadores 41, 98, 102, 115, 136-139,
154, 167
espeleología 213
esquiar 37, 41 -44, 60, 78, 212-215
estamina 37
estrategia
metas como 116-132;
destrezas para 75, 90-93, 100
estrés. Ver también presión 15, 30, 33, 36,
89, 93, 138, 174
euforia 52
evaluación. Ver feedback
Everest 63, 215
exerción. Ver energía, ejercicio
Experience Sampling Method (ESM),
Método de Muestreo
de
Experiencias 20-21, 225
experiencia óptima. Ver fluencia-fluir
experiencias, las
autotélicas 27, 51-53, 194-200;
óptimas. Ver fluencia y fluir;
pasivas 67, 215-219;
cumbre 18, 23, 27-30, 154, 222-224;
calidad de la 16, 221
■n
246
factor de hidratación 128
factores
sociales 74, 98, 102;
espirituales J5-16, 24, 193
feedback
externo 41,98, 136-141;
destrezas de filtrado 134-140, 145;
como componente de la fluencia
40-42, 149-151;
foco durante la actuación 145-149;
interno 40-42, 98, 136-140, 148-151;
kinestésico 42, 134-136;
negativo 138-141, 144;
sobre las metas personales 40-42,
98, 134-138, 140;
fuentes de 40-42, 98, 134-138, 140;
utilizarla efectivamente 75, 98, 136150
booksmedicos.org
247
felicidad, la Ver también disfrute 27, 57,
67, 76, 113, 133, 228-230
como componente de fluencia 18,
27, 30, 151, 155-157, 171, 207-209;
claves para 76, 202-208;
pérdida de 198, 199, 201-203;
y premios 196-199, 201-203;
de los deportes 15-20, 67, 115,134137, 154, 221-223
Ferguson, H. 229
fluencia, la-fluir (ya que se han utiliza­
do como término sinónimos)
descripción del atleta acerca de 2327. 38;
requisitos equilibrados para 19-21,
88-92;
estar (en) 15-30;
claridad de 109- III;
componentes de 18-20, 31-53, 226.
Ver también componentes específicos-,
control de 185-192, 218-222;
definición 18-20;
expresiones para 27-28;
fluidez de 88-92, 160;
aspectos divertidos de 51, 193-209,
221;
fundamentos de 30-53, 161, 226;
importancia para los atletas 22-30;
asociación con la motivación 73,
199;
nuevas actividades para 212-216;
factores objetivos; 19, 32;
recordar experiencias de 21-23, 3840, 53;
receta para 218-222;
conceptos similares 27-28, 226;
factores subjetivos 19-21, 32;
características universales 27, 225
foco. Ver también concentración
como componente de la fluencia 1618, 22, 24-26, 36-38, 94-98, 166-171;
claridad de meta para 39-41, 109111;
I
Jackson, Phil 199, 232
Jackson, S.A. 226-233
Jefferson, Thomas 88
Iones, G. 232
Jordán, Michael 95, 121, 140, 148, 166
júbilo 23, 31, 51-53, 76, 171, 189, 193,
203
jueces 115
juego 75, 194, 203-207
Kelly, J.R. 233
Kitt, A.J. 186
Knight, Phillip 213, 233
Knox-fohnston, R. 233
Krakauer, |. 63, 228
r-
ganar 18, 70-73, 79, 1J5, 156, 202, 222
gente minusválida 35, 75, 212
gimnasia 66, 104, 115, 124, 131, 134,
165
golf 69. 134-136, 164, 212
Gould, D. 230, 233
Gretzky, Wayne 95
hábitos 67
habla interna (autoinstrucciones) 73,
75, 83, 90
Hanin, Y.L. 232
hockey 188-192, 199
homeostásis 60, 228
1
imaginería. Ver visualización
ímpetu 102
inadecuación 175
indefensión 175
lanzarse a esquiar desde un helicóptero
214
lenguaje corporal 144-157
libertad 94,95-97, 99-102, 109, 191
lucha libre 44
M
mayores (personas) 213
McAloon, |. 225
Maslow, A. 11, 227
Mclnman, A. 227
mecanismo de supervivencia 57
media personal 63
booksmedicos.org
motociclismo 18
movimientos
automáticos 24, 36, 78, 88, 108-110,
I25¡
libertad en los 99, 109;
reglas para 104, 116;
estar totalmente abosrto en los 24,
36, 104
música 15, 19, 36, 211
Myers, D. 231
nadar
control en el 46, 51, 106, 155, 185;
fluencia en el 16, 31, 37-40. 106,
194-196, 205;
metas para 42, 121, 162, 214
natación sicronizada 199
navegar 206
negatividad 47. 82-86, 138-140, 145, 175
nerviosismo. Ver ansiedad
Nicklaus, Jack 69, 229
Nideffer, R.M. 232
nutrición 75. 88
O
meditación 106, 157, 230
mejora
de la actuación 62, 81;
en la calidad de vida 1.5, 221;
de sí mismo. Ver crecimiento personal
metas. Ver también desafío (s)
centradas en el éxito 28, 63-66, 91,
229;
ajustándose como desafíos 70-73,
75, 147-149;
claridad de impacto de 39-41,110,
121-126;
relación con el disfrute 202-207;
extendiendo más 70-74, 222-224;
feedback sobre Jas (metas) persona­
les 40-43, 81, 133-135;
como componente de la fluencia
39-42, 113;
internalizándolas 124-127;
conociendo las tuyas 118-120;
internalizándolas 129, 132, 133;
motivación a través de 118-127,
134, 199, 222, 230;
resultado 119-121, 161;
(metas) copetitivas cumbre 28,
126-128, 132, 233;
a corto plazo 129, 132, 133, 145;
estructura de las metas deportivas
113, 115, 212;
estratégicas 116-132;
irrealistas 81, 160-162
miedo 45, 69, 99, 149, 191
monjes zen 106, 158, 229
motivación
en los atletas 16, 39, I 18, 195-198,
202:
extrínseca 195-197, 202-204;
en asociación con la fluencia 73,
199;
metasy 118, 120-123, 126, 199, 230;
intrínseca 195-197, 201, 203, 231
recompensas y 51-54, 57, 60, 195203
inercia humana 60, 66-70
inferioridad, sentido de 75
ingeniería genética 214
Inglehart, R 231
inhibiciones 191
instintos 47
intención. Ver metas
instrucciones de vuelo 82-85
invencibilidad 46, 188
involucración 16, 24-28, 170, 175
0
claves para mantenerse (focaliza­
do) 160-171, 175;
claves para la (focalización) total
24-27, 95-106, 170-173;
impacto negativo en el feedback 138141, 104;
sensación de unicidad y 104-110;
en la resultado 64, 66, 94, 95, 99,
102;
en la propia actuación 145-149,
202-204;
en el presente 156-172;
en el proceso 102-106;
transformación del tiempo y 10411 I
fracaso 46, 69,99, 123, 138
fuerza de voluntad 37
fútbol 134, 195, 212
fútbol americano 40, 156-158, .174
futuro 156, 202
Olimpiadas 16, 46, 72, 82, 121, 129,
212,225
oponentes. Ver competidores
oportunidades. Ver desafíos
Orlick, T. 231
padres 59
Parducci, A. 231
pasado 154-155
patinar 71, 99, 106-110, 143, 149, 165,
171, 191,203
pensamiento analítico 161-163, 191,
202
percepción 19-22, 70, 79-81,90, 139
persistencia 75
pescar 213-214
C
satisfacción humana 15, 30, 76, 193,
211
Scott, Dave 134
selección de canal 96, 102
sensación de estar flotando 172
sensaciones 16, 25-28, 31-53. Ver tam­
bién emociones
Silver, A.D. 233
simplicidad 161
sin esfuerzo 37. 107-110, 157, 170-172
skate 214
snow board 200, 213
Street, Picabo 61
submarinismo 200, 212-214
Sun, W. 232
supersticiones 190-192
surfing 212-214
suspensión, estado de 25
valorar tu propia actividad 69
Veenhoven, R. 23I
ver la televisión 19-22, 67
Veroff, J. 230
visionarios 214
visualización 39-41,75, 125, 149
volleyball 99
voz interna
vuelo libre 212-215, 216-219
H
Randolph, M. 231
reacciones 184-187
realidad, espacaparse de la 94
recompensas. Ver también ganar 24, 5153, 57, 195-204
refocalizándose 160, 186
reglas 104, 116, 145, 212
relajación
asociación con la fluencia 58-59,
69, 183-185;
técnicas 106, 157, 161, 230
remar 32, 36, 88, 145, 166-172, 186, 219
resultados. Ver también ganar
factores que afectan 79, 100;
como feedback 79-82, 137, 151;
como meta 119-121;
cumbre. Ver actuación cumbre;
exitosa 89-92, 179, 202, 222-224;
no exitosas 178, 179
unicidad 36, 104-107
unidad con los miembros del equipo
141
>
O
química cerebral 215-218
tareas
orientadas a la competición 154,
205-207;
como metas deportivas 119-121,
124, 134, 160-162, 205-207;
Taylor, P. 228
técnicas deportivas 75, 90-92
tecnología, avances en 211-216
tenis 40-43, 63, 70, 103, 212
tiempo libre 115, 229
timidez 76
trabajo 194, 196-198, 201
booksmedicos.org
W
Weiss, M.R. 233
Williams, J.M. 231
Woods, Tiger 95
<
trabajo escolar 19-22
transformación del tiempo 47-52, 104110
triatlón 47, 104-110, 117, 128, 187, 199.
223
tristeza 115
Riley, Pat 186
riesgo (s) 60, 69, 149, 175-177, 189
ritmo 37, 98, 157
ritmo de respiración 98. 157
rituales 15, 63, 75, 206, 211
Rodman, Dennis 66, 228
Royal, Darrel 88
rugby 33, 47, 89, 140, 221
rutinas 67, 75, 211
en
plan de partido 75, 116-132
planes de reverva 162, 164
polo en canoa 199
positivo
en e\ feedback 139, 144-146;
la importancia de lo 221-224
preocuparse 96-102, 139, 178, 191
preparación 126-128, 132, 203
presente, el 153-172, 202
presión 89, 98-102, 187-189. Ver también
estrés
presión de los compañeros 207
proceso, como foco 102-106
procesos químicos, fluir y 211, 215-219
procesos de pensamiento 154-156,
161, 191, 202
control de. Ver destrezas mentales
profesionalismo 199,
preparación física 127, 203
Yeats, William B. 36, 104
yu 172, 232
Yukelson, D, 231
Zinsser, N, 229
zona, la
estar en 37, 227;
de confort 60, 69-73, 78, 149, 175177
Susan A. Jackson
Mihaly Csikszen
Durante mucho tiempo he admirado el trabajo pionero del Dr. Csikszentmihalyi y he intentado aplicar
sus conceptos en el campo de juego de fútbol americano Algunos han etiquetado mi enfoque
como "intenso", pero el término más acertado podría ser estar "en fluencia" Estar totalmente absorbid|)
en la tarea encomendada es esencial para llegar a ser un campeón en deporte.
Fluir en el deporte narra cómo puedes entrar en esta mentalidad positiva y ganadora.
Jimmy Johnson
Entrenador principal y General manager de los Miami Dolphins
Entrenador principal, campeón de la Super Bowl con los Dallas Cowboys (1992. 1993)
Campeón de la NCAA con la Universidad de Miami (1987)
Fluir en el deporte es una lectura fascinante Al fin alguien ha puesto sobre el papel lo que yo siempre exijo
cuando trabajo y compito. Para atletas que están buscando un libro que muestre cómo maximizar
su sensación de disfrute y desatar su verdadero potencial, este es una mina de oro en información."
Dan O'Brien
0
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Campeón Olímpico de Decatlón (1996)
La experiencia de fluir es aún uno de los fenómenos incomprendidos en el deporte. Y. sin embargo, es una
de las experiencias más ricas y memorables que jamás un atleta conocerá. Algunos lo llaman
"experiencia óptima": otros se refieren como estar "en la zona". Cualquiera que sea la etiqueta,
fluir es ese estado de conciencia huidizo y deseado que atletas, entrenadores y psicólogos
han intentado comprender, aprovechar y emplear en su beneficio desde que Mihaly Csikszentmihalyi
acuñase por primera vez el término a principio de la década de 1970.
9788480195768
96
EDITORIAL
PAIDOTRIBO
9 78848D 19
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