Experimentación en animales. El amor por todas las criaturas vivientes es el más noble atributo del hombre. (Charles Darwin) Es inhumano el trato que se le da a muchas especies como experimento, pero esta es la realidad que viven millones de animales en laboratorios de todo el mundo, donde la mayoría de estas pruebas se llevan a cabo sin anestesia, sin analgésicos y asi mismo provocando sufrimiento durante un largo periodo de tiempo y dañando irreversiblemente a estos animales. Como sociedad se tiene el mal pensamiento de asociar la experimentación a esfuerzos por aumentar la calidad y duración de vida humana, cuando en la mayoría de los casos este no es el objetivo perseguido en instituciones. En parte, existen distintas pruebas de la historia médica y científica que demuestran que la investigación con animales ha jugado un papel fundamental en el desarrollo y avance de nuevas terapias, pero esto no justifica que se experimente para otros productos. Todo se reduce a la palabra “Especismo”, este consiste en considerar los intereses de los otros animales inferiores a los de los humanos simplemente por ser de otra especie, es claro que existen diferencias entre ambos seres, sin embargo, su sistema es similar, tenemos los mismos órganos, controlados por los mismos nervios, incluso animales sufren de las mismas enfermedades que los humanos. Es cierto que hemos obtenido grandes beneficios con la investigación en animales, ejemplo de e es que la tasa de supervivencia al cáncer ha seguido aumentando, se ha obtenido un gran desarrollo de los anestésicos modernos, como la vacuna del tétanos, de la penicilina o el descubrimiento de la insulina, posibilito el desarrollo de tratamientos antirretrovirales altamente activos, el SIDA ya no es la sentencia de muerte que era hace 30 años, las técnicas modernas de cirugía incluida la operación de reemplazo de cadera, los trasplantes de riñones, los trasplantes de corazón y las transfusiones de sangre se han logrado gracias a la experimentación. Como contraparte, debido a las empresas muchos conejos están enclaustrados, no pueden moverse y son sometidos a pruebas, por ejemplo, para rímel de ojos o para algunos productos cosméticos e incluso productos del hogar, principalmente los productos se encuentran dentro de sus baños y esta es la realidad para estos animales, su vida se encuentra destruida porque se experimenta con ellos, en ocasiones sin protocolos utilizando su cuerpo; todos estos casos tienen en común el beneficio que los seres humanos reciben gracias a estas prácticas, sometiendo a un gran número de animales a daños graves. Ahora bien, razonando este argumento éticamente se basa en rechazar toda forma de discriminación sin considerar características de los individuos, teniendo en cuenta los daños que los animales padecen en estos experimentos, simplemente porque no pertenecen a la especie humana. Desde un punto de vista imparcial, el sufrimiento y muerte de estos animales pesa más que el beneficio obtenido por los seres humanos. Se ha buscado la manera de evitar estos actos, ejemplo de esto en 1959 un zoólogo y un microbiólogo introdujeron el concepto de las tres R: El reemplazo busca sustituir a los animales vivos por alternativas no sintientes, la reducción se centra en disminuir el número de animales utilizados en los experimentos, se busca refinar las técnicas experimentales. El problema es que no toda la gente piensa de la misma manera, una encuesta de 2015 del Pew Research Center en EEUU revelaba que el 89% de los científicos están a favor de la experimentación con animales por considerarla aún irreemplazable. En todo caso, si lo único que nos importara es obtener los mayores avances para la salud humana, por encima de las objeciones éticas, entonces el método a seguir no sería la experimentación con animales, sino que deberíamos estar dispuestos a someter a otros seres humanos a tales experimentos, aun contra su voluntad; al fin y al cabo, desde un punto de vista metodológico, no hay alternativa mejor para la investigación biomédica. Pero esto sería éticamente rechazable e inimaginable ante nosotros, pues al causar graves daños, contra la voluntad a otros seres humanos no queda justificado simplemente porque con ello se prolongue o mejore la vida de otros. Por esta razón, de acuerdo con diversas organizaciones, en América Latina, México encabeza la lista usando ratones, conejos incluso simios para experimentar con ingredientes para productos faciales, también se dio a conocer que en nuestro país se ha llegado al punto donde empresas del extranjero vienen a experimentar en México ¿Pero por qué? pues porque no tenemos una legislación que proteja a los animales, porque los estudios que se realizan en nuestro país carecen de protocolos de seguridad y se siguen llevando prácticas que se prohibieron en otros países del mundo hace 50 años. Es por esto que se debe hacer un cambio para destruir la experimentación y comercialización de todo tipo de productos que fueron probados en animales con esto quiero decir que las investigaciones deben modificar el método tomando como opción que en nuestro país se implementen alternativas ya existentes en otros países, donde no se emplean animales y son sustituidos por el uso de cultivos celulares y de tejidos, modelos de órganos artificiales o modelos computacionales, que funcionan de manera similar sin causar algún tipo de daño psicológico y físico a organismos vivos. Es por todo esto que debemos preguntarnos, ¿De verdad somos tan crueles como para seguir permitiendo que más animales sufran este tipo de maltrato? Yo creo que no.