DEFINICIÓN DE CONCEPTOS EMERGENTES EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Alexis Mejía Giraldo 11 de noviembre de 2021 Policía Nacional De Colombia Dirección Nacional de Escuelas Escuela de las Tecnologías de la Información y la Comunicación Especialización en Informática Forense Cohorte VIII Psicología Forense y Ética Focalizada a la Informática Forense RESUMEN El presente trabajo tiene como objeto definir conceptos que se han creado en el lenguaje moderno, como efecto de la aparición de internet, el desarrollo del mundo digital, y su injerencia cada vez más marcada en todos los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la educación y la industria. Conocerlos resulta adecuado, ya que brindan una perspectiva amplia acerca de lo que la red informática ofrece al usuario en cuanto a derechos, pero también lo que requiere del mismo en cuanto a deberes. DEFINICIÓN DE CONCEPTOS BRECHA DIGITAL Según Ballestero (2002: 69), la historia del término “brecha digital” empezó en la presidencia de William Clinton en Estados Unidos, ya que bajo su mandato se hizo alusión a dicho término para referirse a las “desigualdades sociales que comienzan a surgir a medida que se desarrolla el uso de los ordenadores y de internet”. Y es que en un mundo cada vez más automatizado, informático y tecnológico, la migración hacia lo digital es inevitable si no se quiere caer en la obsolescencia. Por tal motivo, la brecha digital ha sido motivo de innumerables estudios, libros, ensayos y en general, numerosos escritos que han dado como resultado un número incalculable de definiciones, algunas más interesantes que otras, a juicio del autor del presente trabajo, como la atribuida a Lloyd Morriset en la que se refiere a la fractura entre los conectados y no conectados, si no se superan barreras como las raciales, territoriales, étnicas, de clase y género (Cañón, Grande y Cantón, 2016: 121). Por otro lado, Rodríguez (2006: 21) manifiesta que la brecha digital es la diferencia que existe entre individuos y sociedades que tienen acceso a los recursos tecnológicos de cómputo, telecomunicaciones e internet. Esta diferencia viene acompañada por factores como edad, género, educación, idioma en el cual está la información y accesibilidad a la misma. Muy similar a la anterior afirmación es la situación en Colombia, a la que además podemos agregar elementos importantes que hacen más definida y progresiva la brecha digital, como la “pobreza, la desigualdad en los ingresos, el acceso a la educación, al fluido eléctrico y la conectividad” (Ramírez, Gutiérrez, 2008). Se podrían seguir listando y mencionando definiciones para el término en cuestión, pero no serían muy disimiles entre sí, salvo algunas variaciones producto del nivel de desarrollo de la población a la cual se haga alusión. Es así como en este punto me parece pertinente aventurarme a realizar mi propia definición. Teniendo en cuenta que la “brecha” es una ruptura o espacio entre dos o más puntos, y que “digital” se podría entender como todo aquello relacionado con el mundo informático y tecnológico, la unión de los dos conceptos me daría como resultado Entonces, si unimos los dos conceptos, tendríamos que Brecha Digital, es el distanciamiento que surge entre sociedad y la tecnología, la cual se puede hacer más grande a medida que el mundo avanza en materia de desarrollo tecnológico, pero el acceso a la conectividad es escaso. CIBER CIUDADANO NATIVO – CIBER CIUDADANO MIGRANTE Puesto que posteriormente se tratará el tema relativo al “ciudadano digital o ciber ciudadano”, en adelante se hará referencia a “nativo digital” (para el caso de ciber ciudadano nativo) y “migrante digital” (para lo relativo a ciber ciudadano migrante). ¿Quiénes son nativos digitales y quienes son migrantes digitales? Si bien había escuchado los términos con regularidad, y en mi mente tenía una noción media de los conceptos, tratar de aclararlos no fue tarea de un solo intento, pues a veces las palabras simplemente no fluyen para alguien, que, como yo, se expresa mejor a Trávez del texto lineal. Y esa es tal vez la diferencia primaria entre los nativos digitales y los migrantes. ¿Pero qué son unos y otros? Para Prensky (2001), los nativos digitales son aquellas personas que jamás conocieron un mundo, donde la tecnología y los dispositivos conectados a la red, no fueran parte de la vida cotidiana. Por otro lado, los migrantes digitales llegaron a la mayoría de edad en el mundo analógico, y ya sea por necesidad o elección, migraron al mundo digital. Debo decir, que después de leer varias definiciones de los términos en cuestión, me quedo con la dada por Prensky, porque me resulta clara la diferencia entre mi hija de doce años y yo. Veo con claridad, por qué su forma de ver las cosas es otra, y no precisamente por la diferencia de edades, ya que tanto ella -nativa digital-, como yo -migrante digital-, aprendemos de forma diferente. Prensky (2001) también hace alusión al tema cognitivo, y hace énfasis en que los jóvenes de hoy no pueden aprender de la misma forma que los jóvenes de antaño, puesto que sus intereses, sus cerebros, sus metas y su cultura, son diferentes. Y es que los nativos digitales tienen la tendencia a manejar su vida a través de dispositivos digitales, manteniendo sus comunicaciones en forma hipertextual, muy al contrario de los migrantes, que son un poco apáticos al uso tecnológico por desconocimiento y miedo a lo que no se entiende. SEXO VIRTUAL El sexo virtual o cibersexo, se puede explicar cómo tener sexo en internet a través de la pantalla de algún dispositivo electrónico sin contacto físico alguno, ya sea computador, celular, tablet, cámara web, etc., para lo cual cada participante interactúa con el otro, creyendo en su mente que está teniendo relaciones sexuales en la realidad; el éxito de esta actividad dependerá de la imaginación de cada uno de los involucrados en el “juego”, por así decirlo. Por lo menos así lo sugiere Millan, T. (2006), en su libro “Más allá del placer. La digitalización del Eros”. Y es que la revolución digital da para todo, ya que en la mayoría de los casos de sexo virtual los participantes no se conocen ni se ven, razón por la cual pueden ser quienes quieran ser, o adoptar la apariencia física que la otra persona se imagine o quiera que tengan. Gómez (2003). El cibersexo es diferente del sexting, el cual es un acrónimo de las palabras anglosajonas sex (sexo) y texting (escribir mensajes), y consiste en enviar mensajes con contenido sexual o erótico personal, como fotos o videos, a través de correos, mensajería instantánea, chats, celular, etc., Sierra, A. (20 de julio de 2018). Qué es el sexting y por qué supone un riesgo. Cabe resaltar que la práctica del sexting, por lo menos en nuestro país, deriva frecuentemente en delitos como extorsión o acoso sexual, pues, aunque las fotos o videos son privados, una vez son enviados por el usuario este pierde el control sobre los mismos y se somete a la “buena voluntad” del receptor. Este receptor frecuentemente suele liberar el material en la red y una vez allí, este pasa a ser de dominio público siendo usado por delincuentes dedicados a obtener algún tipo de beneficio. Algo similar sucede cuando las imágenes o videos son guardadas en los dispositivos móviles y este se extravía, siendo encontrado por alguien inescrupuloso. Generalmente son los adolescentes los que continuamente caen en manos de extorsionistas, pederastas o acosadores, por compartir contenido erótico en la red, ya que no tienen la noción del riesgo que corren al realizar esta actividad, desconociendo que una vez en la internet, el contenido jamás desaparecerá. Por eso es importante el acompañamiento permanente de los padres. CONVERGENCIA TECNOLÓGICA La convergencia tecnológica es un fenómeno que se viene presentando cada vez más, por el avance de la tecnología, la cual permite la unión de voz, datos, imagen, texto y sonido en un solo dispositivo electrónico. El ejemplo más común sería el teléfono celular, quien desde su lanzamiento ha venido sufriendo profundos cambios tecnológicos, hecho que le ha permitido evolucionar en lo que hoy conocemos como smartphone desde el cual podemos accesar a internet, ver películas, tomar fotos, hacer videos, ver televisión, entre otras. (recuperado de https://www.wolterskluwer.es) En sus inicios el smartphone tenía como principal atractivo, hacer llamadas desde cualquier lugar, sin necesidad de cables conectados al mismo; pero en la actualidad, el principal atractivo de un celular de “esta época”, radica en la conectividad, en la velocidad del procesador, en la capacidad de memoria, en la calidad de su cámara; ahora bien, el orden de prioridades puede variar dependiendo del usuario, puesto que, si se habla de un instagramer, youtuber, o en general un influencer, la cámara y el procesador estarían en primer lugar. Como se puede observar, algo que en sus inicios se diseñó para la comunicación eficiente a través de la voz, a través de los años ha sufrido tan grandes cambios, que hoy en día esta cualidad pasó a un segundo y tercer plano, y posiblemente tienda a desaparecer, pues las llamadas de voz cada vez más son relegadas para dar paso a las videollamadas. Así pues, los avances tecnológicos vienen generando la convergencia tecnológica, puesto que si antes requeríamos un aparato electrónico diferente para hacer una tarea especifica, actualmente solo necesitamos uno solo en el cual podemos hacer todo. IDENTIDAD DIGITAL Para Álvarez (2018) la identidad digital es “la versión en internet de la identidad física de una persona”. Esta identidad está construida con la información que a diario compartimos en la red, como gustos, preferencias, fotos, videos, direcciones, números de contacto, etc. Casi se podría decir que la identidad digital está dada por la suma de información asociada a un usuario y que lo relacionan directamente con dicha información. Es importante resaltar que la identidad digital no es igual en toda la red, ya que la información compartida, es diferente de acuerdo a la plataforma o aplicación usada, es decir, los datos que una persona tiene en Facebook, no son iguales a los de Instagram. Lo anterior nos puede llevar a pensar, que una persona física podría llegar a tener múltiples identidades digitales, dependiendo de los fines que persiga; por ejemplo: si son laborales, de ocio, relaciones personales, afectivas, etc. Y tal vez el elemento más relevante es: “quien quiere ser” o como quiere que lo vean, pues como lo menciona Gómez (2003), en la red, una persona puede ser quien quiera ser: subir o bajar kilos, color de ojos, estatura, tipo de cabello, nacionalidad, etc.; estos elementos no son problema al momento de crear una identidad en internet. Similar pensamiento exhibe Wood y Smith (2005), pues en su definición de identidad digital mencionan que es “una construcción compleja, personal y social, consistente en parte en quien creemos ser, como queremos que los demás nos perciban, y como de hecho, nos perciben”. Afirman, además, que realmente lo que prima es la imagen que se quiere mostrar a los demás, o sea, lo que se mencionó líneas arriba: “cómo quiero que me vean”. Ahora bien, podría pensarse que el hecho de “organizar o maquillar” la imagen digital, obedece a una necesidad de aceptación social, a la necesidad de encajar, y evitar de esta forma someterse a la crítica social, la cual en ocasiones puede ser altamente destructiva. DISCURSO DE ODIO Aunque se pudo constatar que existe mucha información con respecto al discurso de odio, no se pudo encontrar un documento que estableciera una definición directa del término; por tal motivo tataré de armar una definición apoyándome en varios autores y algunos conceptos propios. Discurso de odio (hate speech): es toda aquella forma de expresión oral, escrita, visual, no verbal, que pueda ser divulgada a través de cualquier medio como televisión, radio, texto impreso o internet (Articulo 19 org (2015) https://www.article19.org), que difunda ideas, opiniones o contenido en general, de carácter discriminatorio en contra de personas, colectividades o poblaciones, en razón a su religión, cultura, etnia, raza o sexo, fomentando el rechazo y la exclusión (https://dpej.rae.es/lema/ideario). Como finalmente logré entenderlo, el discurso de odio va más allá de la simple oratoria en la plaza pública o en espacios donde haya un receptor que escuche al orador, pues el mensaje sea el que sea, causará grandes perjuicios a quien vaya dirigido. Al este respecto se pronunció la Organización de las Naciones Unidas en el año 2019, manifestando su alta preocupación por la proliferación de discursos de odio, ya que los mismos han sido la causa de genocidios, guerras y exterminios a lo largo de la historia del mundo. De igual forma, la ONU invita a todos los gobiernos y en general a todas las personas, a manifestarse en contra de los discursos de odio, ya que los mismos son una amenaza grande para la estabilidad de las regiones y la paz. En contraposición de la ONU, existen organizaciones de derechos humanos que velan contantemente por la libertad de expresión, consagrada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que son susceptibles a tomar acciones en contra de los gobiernos, entidades o personas, cuando estas se pronuncian en contra de los mensajes de odio. Así las cosas, se debe hacer un análisis bien concienzudo de los mensajes, a fin de no incurrir en violaciones al derecho de libertad de expresión. Esta podría ser una tarea fácil, pues como se mencionó más arriba, los mensajes de odio tienen sus características que los enmarcan dentro de esta categoría. Pero según pude establecer, si el mensaje contiene expresiones que vayan en contra de sentimientos religiosos, por ejemplo, no podrá tomarse como discurso de odio, puesto que los derechos humanos protegen personas no conceptos. El punto es: que lo que es malo para alguien, no necesariamente es malo para otra persona. Así las cosas, y sonando un poco a político en campaña, es necesario que los gobiernos legislen y reglamenten el contenido que califica o no, como discurso de odio. De lo contrario, las subjetividades, la ética y la moral, siempre estarán en confrontación. HIGIENE DIGITAL Se entiende por higiene digital, aquel mantenimiento que se le realiza a los sistemas informáticos, a fin de asegurar que estén libres de software malicioso, que pueda afectar su funcionamiento y poner en riesgo los datos de los usuarios. De igual forma, la higiene digital va más allá de mantener actualizados los dispositivos electrónicos, adquirir software legal, hacer una gestión optima de contraseñas e información, pues según Amiel, P. (01 de octubre de 2020), la falta de higiene digital traspasa las fronteras del ámbito informático y puede llegar hasta el plano físico, materializado en el usuario que está tras el computador, el celular, tablet, etc., causándole graves consecuencias de salud, como afectaciones en las manos, la columna, la vista, entre otros. Este es un tema bastante serio, más si tenemos en cuenta que actualmente el teletrabajo ha tomado un papel preponderante entre los trabajadores, los cuales “no tienen horario” por estar en sus hogares; de igual forma, este hecho también deja en evidencia la falta de elementos que son necesarios para desempeñar la labor diaria como son: una buena silla, un buen escritorio y una habitación aireada e iluminada. DERECHOS DIGITALES También llamados derechos de cuarta generación son los derechos que tiene una persona de acceder al mundo digital e interactuar con él, creando, usando o modificando contenidos, a través del uso de dispositivos electrónicos y redes informáticas. De paso sea dicho, que están encaminados a disminuir, o evitar la brecha digital. Los derechos digitales tienen dos peculiaridades: por un lado, están asociados a la protección y promoción de los derechos humanos en la red y por el otro, buscan la libertad de expresión, la privacidad de los usuarios, la protección de los derechos de autor y el libre acceso a la información y la comunicación sin restricciones (Galindo, A. 2019). Su origen se remonta al año 1996, cuando salió a la luz un artículo titulado “Declaración de independencia del ciberespacio”; en dicho artículo su autor mencionaba la discordancia que existía en ese momento entre el respeto a los derechos fundamentales relacionados en la constitución de los Estados Unidos, y la violación a los derechos de los usuarios en internet, manifestando que, según la constitución, el correo postal era inviolable, pero los correos electrónicos no (Barlow, J. 1996). Trabajos periodísticos como el de John Perry Barlow, dieron origen a diferentes movimientos y asociaciones, que promovieron, impulsaron y finalmente lograron el reconocimiento de los derechos digitales, no solo en estados Unidos, sino también a nivel internacional. LA OMNIPRESENCIA DE LA TECNOLOGÍA Hace unos años la tecnología, además de costosa, parecía que solo era accesible para aquellas personas que tenían algún interés en ella y poseían los recursos para adquirirla; en ese orden de ideas, los comercializadores y desarrolladores de hardware y software poseían el monopolio por así decirlo, ya que estaban inmersos en el mundo tecnológico y andaban a la vanguardia de los adelantos, según se fueran presentando. Pero en la actualidad no es así, puesto que la tecnología está al alcance de la mano, o más bien al alcance de los dedos, pues basta con presionar un lugar determinado en algún dispositivo, y listo. Y es que la tecnología hoy en día está presente en todo; desde máquinas y herramientas, hasta artefactos que nos facilitan la vida, mejoran procesos, ahorran distancias, tiempo y dinero, y también nos mantienen con vida. La tecnología está presente en la industria, la política, la medicina, la ingeniería, la cocina, la bolsa, la educación, etc. A esto es a lo que se le conoce como “omnipresencia tecnológica” (Contreras, S. 2017). La tecnología vino para quedarse y para cambiar todo, hasta el punto de que sin ella, el mundo sería muy diferente. Basta con ver ejemplos como Facebook, que cambió la forma de relacionarse y hasta de hacer publicidad; o Netflix, que revolucionó la forma de disfrutar de entretenimiento y desplazó o desapareció empresas que en su momento eran las amas y señoras del segmento; Tesla, que le dio un nuevo significado al hecho de conducir un vehículo; y por supuesto el Smartphone, que lo cambió todo. Pero no todo es color de rosa, pues la omnipresencia tecnológica, también nos ha vuelto dependientes y nos ha introducido en un nuevo mundo. Después de haberlo vivido, ya no me imagino un mundo sin internet, sin smartphone, sin computador portátil, sin videojuegos, sin videollamadas, sin carros automáticos, sin GPS, sin youtube, sin satélites, sin correo electrónico…aunque también me gustaría volver a tener un mundo sin contaminación, sin gases de efecto invernadero, sin armas de destrucción masiva, sin armas químicas, sin calentamiento global… definitivamente no todo es perfecto. GAMIFICACIÓN EN LA TECNOLOGÍA Según lo entiendo, es usar la tecnología para aprender de forma lúdica, ya sea en el aula o en la empresa. Las personas están acostumbradas a usar la tecnología para un sinfín de cosas de la vida diaria, como socializar y divertirse. Así que la gamificación plantea implementar el “juego digital” como método de aprendizaje en entornos donde habitualmente no están presentes. La idea es obtener mejores resultados, y que las personas se sientan motivadas, ya que, ¿a quién no le gusta jugar? Es así como la gamificación tecnológica se ha venido implementando en varios espacios, como supermercados, almacenes o estaciones de servicio, en los cuales se establecen juegos en línea para acumular puntos y de esta forma obtener algún tipo de descuento o productos gratis. Parte de esta estrategia la están usando las empresas para mejorar las competencias de sus empleados y motivarlos en dicho proceso, pues se usan los juegos para adquirir conocimientos y de esta forma lúdica, capacitar al personal; los juegos plantean retos que van aumentando la complejidad a medida que se avanza de nivel (Orange, 2020). Otro espacio en el cual se implementa la estrategia es en el marketing, pues a fin de promocionar millones de productos, dichas empresas hacen tratos con desarrolladores de juegos, para que estos publiciten sus productos a través de los juegos. ¿Como funciona? en la actualidad existen miles de juegos en los cuales se ofrecen recompensas por ver un video de una marca; también para acceder a un nivel superior de los juegos o conseguir mejores elementos para los personajes, se debe ver un video publicitario. De esta forma se hace la nueva publicidad. CIUDADANÍA DIGITAL Está formada por un conjunto de elementos como conocimientos, actitudes y habilidades necesarios, para que las personas, sean jóvenes o adultos, se desempeñen en forma democrática en al ámbito digital haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación (Min educación Chile. 2017). En Colombia la ciudadanía digital es una estrategia liderada por el Ministerio de las TIC, en la cual se pretende que todas las personas mayores de trece años se certifiquen en competencias digitales, por este motivo ofrece un buen número de cursos interactivos, y totalmente online, a fin de llegar a la mayor cantidad de población posible, por lo menos a aquella población que cuenta con conectividad a la red. Es importante tener en cuenta que la ciudadanía digital les otorga unos derechos a los usuarios, como ya se vio en el capítulo de “derechos digitales”, pero también le exige el cumplimiento de unos deberes, pues navegar en la red lleva implícito el acatamiento de una regla, a fin de proteger a los demás usuarios y por supuesto al emisor de información. Hay que tener en cuenta, que todo lo que se hace en internet, deja una huella, y esa huella vuelve al usuario rastreable. CIBERDELINCUENCIA Cuando se habla de ciberdelincuencia, se hace referencia a los delitos cometidos en las redes informáticas, con la ayuda de un computador o cualquier dispositivo asociado a las TIC (UNODOC, 2020). Este tipo de delitos va en aumento, en especial desde que la pandemia del SARS COVID 2, obligó a la gente a salir de las calles y entrar a la red, a fin de hacer más fáciles tareas cotidianas, que antes se hacían de forma presencial. Este hecho ha sido aprovechado por delincuentes que ven en la red y en los migrantes digitales -en gran medida- víctimas potenciales. Y es que los delincuentes cibernéticos no respetan fronteras, edades, religiones, razas, etc.; no discriminan a la hora de cometer un delito y este puede ser encaminado hacia personas, empresas, organizaciones y gobiernos, entre otros blancos. De igual forma, a raíz del avance tecnológico, la forma de cometer delitos también avanza, y pueden llegar a ser tan diversos y efectivos o devastadores, como ingenio tenga el ciberdelincuente. Según UNIR (2020), existen cuatro categorías principales de delitos informáticos, ya que son los que más frecuentemente se cometen: 1. Estafas informáticas, las cuales se dan por el robo de datos personales o suplantación de identidades. 2. Daños informáticos, producidos por el secuestro de datos, saboteo a sistemas informáticos que causan la pérdida de datos, saturación de servidores, entre otros. 3. Delitos contra la intimidad, que se dan cuando los delincuentes se apropian de información personal como fotos y videos, la cual es usada para extorsionar o presionar a la víctima para que haga algo en particular. 4. Fraude a las empresas de telecomunicaciones, tal vez el más común, ya que se da cuando los ciberdelincuentes se cuelgan a las redes de energía o de transmisión de datos sin autorización. PRIVACIDAD DIGITAL La privacidad digital está definida como el derecho o autonomía que tienen las personas para decidir qué información hacen pública y cual no, una vez esta ha hecho presencia en la red informática. Según Tablado (2020), la privacidad va acompañada de unos elementos que refuerzan el concepto, en favor del usuario: Protección de datos: cuando internet quiera recopilar los datos, deberá informar al usuario qué datos se recogerán, qué información será compartida con terceros, a quien será compartida y con qué objetivo; a su vez el usuario deberá dar su consentimiento. Identidad digital: entendida como que todo aquello que se haga en internet, deja huella. Pero esas huellas no deben ser apropiadas o compartidas sin nuestro consentimiento. Derecho al olvido: todo usuario tiene derecho a que se elimine de internet aquel contenido que él no quiere que se comparta con otros usuarios. Protección de datos de menores: la edad mínima para que un menor consienta el tratamiento de datos personales, es 14 años; los menores a esa edad deberán ser asistidos o representados por sus padres. Testamento digital: los supervivientes de una persona fallecida, tiene derecho a solicitar que se elimine de internet toda la información relacionada con esa persona, excepto para aquellos casos en los cuales exista una manifestación contraria realizada en vida. Desconexión digital: una vez haya finalizado su horario de trabajo, los funcionarios no están en la obligación de responder llamadas o correos electrónicos. REFERENCIAS Ballestero, F. (2002). La brecha digital: el riesgo de exclusión en la sociedad de la información. Madrid; Fundación Retevisión Auna. Cañón, R., Grande, M., Cantón, I. (2016). 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