Sarah Exposición el dúo perfecto. Los suprasegmentos: Entonación. Concepto: La entonación es, pues, la curva melódica que describe la voz al pronunciar frases y oraciones; tal inflexión melódica guarda relación con las distintas representaciones mentales, con la expresión de los estados de ánimo y con la manifestación de hábitos y modos de decir y hablar locales. La entonación puede ser estudiada, a menos, desde los puntos de vista lógico, emotivo y/o idiomático. En cuanto a su realización, la curva melódica está constituida por el acento de intensidad, el tono y la transición final o tonema. También contribuyen a la entonación la cantidad y el ritmo. La entonación se constituye como efecto prosódico complejo, derivado de la participación conjunta de diversos rasgos suprasegmentales, especialmente: – el tono: altura musical de un sonido, rasgo suprasegmental que permite considerar la estructura melódica del enunciado como sucesión de niveles tonales – el tonema: dirección adquirida por el nivel tonal a partir de la última sílaba tónica del grupo de entonación – la juntura: cuando el tonema va seguido de pausa hablamos de juntura terminal, esto es, un «fenómeno transicional» que los hablantes identifican como lugar de pausa, y que implica un retardamiento en la velocidad y un efecto sobre la altura del tono musical: ascenso (↑) o descenso (↓) brusco del tono inmediatamente anterior a la pausa, o bien mantenimiento de la dirección (→). – el acento oracional buscar en internet – el ritmo elocutivo resultante buscar en internet Elementos constituyentes de la curva entonativa. Por lo general la curva melódica con sus variaciones frecuenciales queda dividida en dos partes: el cuerpo melódico (de extensión variable) y la parte final o centro entonativo (que puede poseer una dirección ascendente, descendente o suspensiva). Kullova (1987) observa, al respecto, que el centro entonativo suele coincidir con la palabra prominente de la oración, la más importante desde el punto de vista prosódico. La sílaba acentuada de la palabra prominente se destaca no sólo por su intensidad, sino también por su duración y su coincidencia de ubicación con el centro entonativo de la oración. A partir de esta sílaba se realiza el melodema o patrón melódico del enunciado correspondiente (aseverativo, interrogativo, imperativo, etc.) En otro sentido, la noción de tonema (dirección de la inflexión melódica final) es básica en la tradición prosódica hispánica. En general se sigue la visión propuesta por Navarro Tomás (1944), que marca con diversos tipos de tonemas el final de las unidades melódicas: cadencia y semicadencia (tonemas desdendentes), anticadencia y semianticadencia (tonemas ascendentes) y suspensión. Este autor extiende además el concepto de tonema al conjunto del grupo melódico, de modo que un contorno melódico (o sintonema). Cadencia y anticadencia son los tonemas de contraste máximo y marcan la oposición entre dos ramas (tensiva, la anticadencia y distensiva, la cadencia). Semicadencia y semianticadencia son tonemas de contraste menor y no suelen utilizarse al final de las ramas. La semicadencia se utiliza para los conceptos que aparecen en serie semántica y para la afirmación insegura; la semianticadencia realiza contrastes de carácter secundario e indica un sentido continuativo en unidades interiores de la rama melódica. La semicadencia aparece por lo general en la rama tensiva, antes que la anticadencia, mientras que la semianticadencia acostumbra a aparecer en la apódosis precediendo a la cadencia. La suspensión indica por su parte sentido incompleto. LAS UNIDADES ENTONATIVAS En las lenguas donde la entonación es propiedad pertinente de las frases, la unidad que constituye los períodos y oraciones es el grupo entonativo, encuadrado entre inflexiones finales de diversos tipos. Las unidades de la secuencia hablada, delimitadas entre pausas o silencios constituyen los denominados macrosegmentos. De este modo, una unidad melódica es la porción mínima de discurso con sentido propio y con forma musical determinada. Canellada y Madsen definen el grupo fonico como grupo melódico con unidad de sentido, esto es, como porción de habla contenida entre dos pausas, que coincide con la unidad entonativa. Las pausas que delimitan los grupos fonicos pueden ser prolongadas, a final de la frase, si delimitan grupos o minimas. las nociones de línea melódica y grupo fónico: ambos se hallan limitados por dos pausas normales sucesivas. Por lo demás, el grupo melódico puede constituir por sí solo una oración (verbal o nominal) sin incisos, o bien generar formas complejas de subordinación. A medida que se realzan los elementos semánticos de la oración aumentan las unidades melódicas. También influye el sentimiento de la medida o compás predominante en la estructura rítmica de cada lengua. Los elementos fundamentales de la unidad melódica son, pues: – la rama inicial de la curva, formada por las sílabas átonas que llegan hasta el primer acento fuerte. – el cuerpo de la unidad melódica, formado por el conjunto de sílabas que comprenden desde la sílaba inicial hasta la sílaba inmediatamente anterior al último acento fuerte. – la rama final, integrada por la última sílaba tónica y las siguientes átonas, si las hay. LAS FUNCIONES DE LA ENTONACIÓN. Entonación lógica, emocional, volitiva e idiomática Entonación lógica, esta constituye la parte del contenido potencial de la frase actualizada por la intención del hablante. Sus formas esenciales son la enunciación y la interrogación. Esta se puede identificar con «el movimiento espontáneo y emotivo de la voz, normalizado, sistematizado y puesto al servicio de la expresión voluntaria y consciente». Entonación emocional Representa el vehículo de la expresión afectiva, ligada a toda enunciación concreta de un mensaje lingüístico. Así, el contenido lógico de la entonación (lo que nos hace identificar un enunciado como enunciativo o interrogativo) está rodeado de este segundo aspecto de la entonación, el cual, puede reforzar u oponerse al contenido transmitido desde el punto de vista ideológico, ya resida este en su patrón entonativo, ya en el contenido proposicional del enunciado. Entonación volitiva Desde este punto de vista, la entonación puede utilizarse para la expresión de una modalidad determinada (preferentemente la de mandato o ruego) esta indica la modalidad deseada. Entonación idiomática La entonación revela en este caso la cadencia particular de un idioma o de un dialecto. A diferencia del valor activo y funcional de la entonación lógica y afectiva, la entonación idiomática sólo desempeña un papel de caracterización pasiva, histórica y local. Esta capacidad de la entonación puede asimilarse perfectamente a la variación diatópica que caracteriza cualquier sistema lingüístico o lengua funcional. Maria De lo anteriormente expuesto se extrae la consecuencia de que la organización de las funciones entonativas puede fundamentarse en los dos niveles del análisis lingüístico, el nivel o eje de análisis sintagmático y el nivel o eje de análisis paradigmático. Niveles de análisis 1. El primero se interesa por el análisis de las unidades entonativas en secuencia y se constata en la función gramatical-sintáctica. Dicha función explica el comportamiento de la curva melódica en orden a conformar un mensaje lingüístico coherente. 2. En cuanto al segundo nivel de análisis, el paradigmático, se manifiesta a través de la función distintiva de la entonación, que afecta a los enunciados oponiéndolos mutuamente según su valor modal, su intención comunicativa, etc Nivel Sintagmático. Funciones integradora y demarcativa Las funciones integradora y demarcativa deben ser consideradas como fenómenos que permiten la combinación de las unidades melódicas en construcciones superiores o enunciados. Tales unidades, jerárquicamente superiores al grupo fónico, pueden estar constituidas a su vez por dos o más grupos fónicos. Podemos decir que la integración de elementos para configurar unidades sintáctico-entonativas, y su demarcación, tienen mucho que ver con la estructura informativa. La entonación actúa integrando dos partes temáticas del enunciado (Tema-Rema). En general, la entonación actúa en este plano según dos reglas básicas: – el comentario o propósito aparece al final de la expresión – el centro entonativo (prominencia tonal entendida como complejo de elementos de intensidad, cantidad y entonación) está localizada sobre el comentario. Nivel paradigmático. Funciones distintiva (Modal primaria) y expresiva (Modal secundaria) En este nivel cabe reconocer dos funciones especializadas: Función Distintiva La entonación actúa restringidamente: afecta a unidades enunciativas mínimas, es decir, a emisiones aisladas. Esta Función Distintiva se identifica con la Función Modal Primaria (en adelante FMP), que según las investigaciones reposa sobre las Funciones Representativa, Referencial o Simbólica, y Apelativa del lenguaje, y que agrupa las funciones comunicativas básicas del contorno melódico. Permite la distinción de valores modales objetivos y estables. Función Expresiva Está motivada por la expresividad. La entonación también actúa en este caso limitadamente afectando a unidades enunciativas mínimas. Opone unos enunciados a otros según su valor expresivo-emotivo, por lo que puede hablarse de una Función Modal Secundaria (en adelante FMS). Se integran aquí las funciones comunicativas emotivas del contorno melódico (determinadas por la Función Expresiva del lenguaje) que distinguen valores modales (significativos expresivamente y difícilmente sistematizables) alterables subjetivamente, según el estado de ánimo del hablante. Entonación aseverativa, interrogativa y volitiva Entonación aseverativa Cuando nos referimos a esta Hablamos de afirmación para designar las curvas melódicas con descenso de la voz al final de cada oración; cuanto más cterminante es la afirmación mayor es el descenso, que se inicia en la última sílaba acentuada. Hay tendencia a destacar la palabra más importante, y existe cierta elevación del tono de su sílaba tónica sobre el de las demás tónicas. El valor fonológico de las unidades de la oración afirmativa depende siempre de la modulación final (tonema); la parte inicial y medial de la unidad son secundarias. En cualquier caso, la entonación enunciativa es la más neutra, ya que corresponde siempre a oraciones disociadas de momentos expresivos y apelativos especiales. Entonacion interrogativa En general, la unidad melódica interrogativa se divide en tres zonas: – inicial, con movimiento ascendente, con un punto de partida de la altura tonal superior al de la entonación enunciativa – cuerpo, que presenta un descenso – final, que puede ser ascendente, descendente o intermedio. Entonacion volitiva Se utiliza para expresar orden o mandato. Puede estar constituida por un solo grupo fónico o por varios, si se le añaden ciertas frases de cortesía como haga el favor, haz el favor, por favor, etc. En este caso, los tonemas descienden, el penúltimo en semicadencia, el último en cadencia La entonación y otros ámbitos de la lengua Entonación y fonética Según la Fonética Acústica, todos los sonidos de una lengua se caracterizan con respecto a unos parámetros que tienen que ver con las características de la onda sonora compleja: intensidad, tono, timbre y duración. Sin embargo, las caracterizaciones acústicas se aplican a los sonidos aislados. Cuando los sonidos se encadenan para formar una frase, sus características acústicas varían considerablemente porque, como señala Navarro Tomás, «dentro de la frase, la palabra no tiene entonación propia». Entonación y sintaxis Desde un punto de vista mentalista se puede concebir la oración como una unidad psíquica. Según esta postura, la causa de que los grupos fónicos terminen con inflexión ascendente o descendente estaría íntimamente ligada al fenómeno psíquico de la atención. Así, una elevación final del tono de voz indicaría que, para el hablante, la expresión está aún incompleta; por el contrario, un descenso del tono de voz sería una señal del término de una oración. Asimismo, se puede observar un segundo tipo de relación entre sintaxis y entonación a partir del estudio de la anticadencia. La anticadencia señala, desde el punto de vista informativo, que está próximo a aparecer el núcleo de la frase. Este hecho viene reforzado por el conjunto de elementos lingüísticos que aparecen antes de dicha anticadencia. La entonación no debe estudiarse sólo en relación a los hechos fonéticos, sino que su uso sirve también para estructurar el contenido de la información, e indica la existencia efectiva de cierto ajuste entre las unidades entonativas y las construcciones sintácticas habituales. Entonación y discurso La entonación no sólo informa sobre la estructuración de los elementos dentro de la frase sino que también funciona, a nivel supraoracional, garantizando la cohesión de un texto. Esto explica el hecho de que algunos estudiosos la incluyan, bajo la etiqueta de ritmo, junto a otros elementos que sirven como enlaces extraoracionales (conjunciones, elipsis, anáfora y repetición) Entonación y pragmática Si nos desplazamos al discurso espontáneo, contextualizado pragmáticamente, la situación es bien diversa de la del discurso oral formal. En el habla espontánea y cotidiana, el objetivo primordial es el de la comunicación, y en este registro del habla, donde la aplicabilidad de las unidades sintácticas al material producido es más bien dudosa, la entonación permite guiar al oyente a la hora de localizar dónde se sitúan los picos informativos, porque lo que interesa en la comunicación cotidiana es la estructura informativa, aun por encima de la estructura gramatical. Las aplicaciones del estudio entonativo, pues, parecen ir básicamente más allá de la mera taxonomía de patrones melódicos de una lengua, ya que el suprasegmento tonal se comporta como vehículo comunicativo relevante en múltiples ámbitos de estudio.