LA ECONOMÍA INSOSTENIBLE Mucho se habla de la economía sostenible, nuestro gobierno lleva tiempo dándole vueltas a una ley con ese nombre tan lustroso. Pero la economía actual, sobre todo a nivel doméstico, tiene más de insostenible que de sostenible, y por más que la ley se haga con buena intención poco va a avanzar para cambiar de dirección. Una economía insostenible es la que gasta la mitad de lo que tiene destinado a política social en subsidios de desempleo, mientras reduce salarios y ahoga con subidas de impuestos a la ciudadanía para sostenerse. Es insostenible que cada vez sea mayor el número de los que gastan fondos del estado (sobre todo desempleados) y menor el de los que aportan al estado (contribuyente medio), y que encima éstos que aportan hayan de aportar más cada vez. Una economía insostenible basa la competitividad en la reducción de salarios y la deslocalización para producir más beneficios. Una economía insostenible es el día a día de una familia con hijos y todos sus miembros sin trabajo, que tiene una serie de gastos ineludibles e imprescindibles. Una economía insostenible es la que vive con sueldos muy por debajo de lo que debería ser normal para el nivel de precios que tienen productos y servicios. Una economía insostenible es aquella que hace pagar más a quien menos puede y menos consume, para beneficio de quien tiene más. Una economía insostenible es la que ve cómo crecen los precios de productos y servicios básicos muy por encima de lo que reflejan los índices, y lo que puede soportar su nivel de ingresos y sus salarios congelados o menguantes. Una economía insostenible tiene a casi la mitad de los jóvenes sin trabajo, y a la otra mitad con salarios que apenas llegan al mínimo imprescindible para poder vivir fuera del hogar paterno. Una economía insostenible es la que paga obscenas cifras de bonificaciones a gestores que lo han hecho mal, porque figuraba así en los contratos que ellos mismos habían redactado y aprobado. Una economía insostenible pide al trabajador más productividad por menos salario, se embolsa los beneficios y pide un esfuerzo en tiempos de crisis. Una economía insostenible permite que un directivo cobre 100, 200, 400 veces más que un asalariado medio, y sea premiado por deslocalizar la producción para poder pagar aún menos a los empleados. Una economía insostenible sube con cualquier excusa los precios de energía, combustibles y otros bienes básicos sin rubor, y tiene mil excusas para no volver a bajarlos. Una economía insostenible tiene una administración que no paga sus deudas hundiendo pequeñas empresas a las que no permite retrasos en el pago de impuestos. Todo esto, y muchas otras cosas son las que deberían cambiar para que nuestra economía pudiese llegar a denominarse sostenible.