Uploaded by Pau Sanz

Dolor de tipo mosculoesquelético en embarazadas

advertisement
Dolor de tipo mosculoesquelético en embarazadas: etiología y
tratamiento.
Por Pau Sanz Sánchez
Cambios en el cuerpo de una mujer durante el embarazo
Durante el desarrollo del embarazo, el cuerpo de la mujer es sujeto de cambios hormonales y
físicos. Estos cambios permiten el crecimiento del bebe y a su vez, de las estructuras que van a
protegerlo y nutrirlo.
Se puede observar un aumento de la lordosis lumbar, una pelvis que se coloca en anteversión y
unos ilíacos que rotan hacia anterior con el objetivo de realizar una apertura del estrecho pélvico
superior.
Según el artículo de Coelho (2016) a su vez, existe un incremento de peso notable a lo largo del
embarazo de 12 a 16 kg de media. Lo que conlleva un aumento de carga en las articulaciones
del raquis y del miembro inferior. Este incremento lleva asociado un agravante, una mayor
laxitud articular de carácter bioquímico. Factor que induce a la sobrecarga de las articulaciones
vertebrales e hipertonía de la cadena posterior muscular.
Barton, S. 2014 aporta que a nivel neurológico, puede existir atrapamiento de la rama del nervio
ciático, pues en orden de permitir el desarrollo de la matriz, la musculatura de la faja abdominal
debe distenderse y reducir su tono. Factor de riesgo de congestión muscular en la cintura pélvica
de la mujer.
Por último, según Liddle (2015) el reposo excesivo sin prescripción médica y el sedentarismo son
factores de riesgo de aparición tanto de dolor lumbopélvico como de dolor lumbar inespecífico.
Esta pequeña revisión de factores y agravantes orientada hacia la tipología musculoesquelética,
pero no debemos olvidar los cambios a nivel bioquímico a los que es sometido el cuerpo de una
mujer embarazada (Barton,S. 2004): aumento de la presión arterial, variaciones en la cantidad
de insulina en sangre, aumento del flujo hormonal, cambios a nivel linfático, cambios
hormonales que se relacionan directamente con la remodelación de colágeno, la cual crea
presión en estructuras sensitivas al dolor y un gran etcétera que no se plasmará aquí.
Tipos de dolor
Coelho (2016) aporta que el dolor lumbar se presenta con mayor incidencia a lo largo del
segundo trimestre de embarazo. Dolor de tipo agudo o escozor y que se presenta de forma
intermitente en la mayoría de los pacientes. La sintomatología empeora durante la noche, pero
en un gran porcentaje de las mujeres embarazadas mejora con el descanso.
La literatura muestra otro tipo de dolor característico asociado al aumento de la presión de la
cavidad intraabdominal (PIA). El aumento de la PIA tiene asociados como factores de riesgo: la
bipedestación prolongada, la falta de conciencia y control de la musculatura del suelo pélvico1
(Carvalhais, A., et al, 2018), el patrón respiratorio abdómino-diafragmática instaurado y
asociado a la diskinesia de la musculatura respiratoria intercostal por encontrarse en estado
hipertónico y el descenso de las vísceras de carácter gravitatorio que están relacionadas
mediante la fascia a la matriz uterina durante el embarazo.
Tal y como recomienda Liddle S.D., y Pennick, V., en su revisión sistemática es interesante para
facilitar la labor del terapeuta en prevención y abordaje del dolor, utilizar un cuestionario que
objetive y permita cuantificar la cantidad y tipo del dolor de la paciente. En esta pequeña
revisión aportamos el Pelvic Floor Distress Inventory Questionnaire - Short Form 20. El cual se
adjunta al final del documento. Este cuestionario se recomienda utilizarlo antes del inicio del
tratamiento, en la mitad del periodo del mismo a modo de evaluación y control, y así mismo,
previo al alta.
1 Esta musculatura que trabaja en sinergia con el diafragma y el transverso abdominal durante la respiración, el control y
estabilización muscular durante los cambios posturales, la continencia urinaria y fecal, la evacuación urinaria y fecal.
1
Abordaje
Haciendo referencia a la inactividad no pautada y el sedentarismo, (Davenport, 2019, Liddle,
S.D. 2015 y Helgue Franke, D.O. et al, 2017) afirman que en comparación con ellos, el ejercicio
prenatal reduce la severidad del dolor lumbar inespecífico, del dolor localizado en la cintura
pélvica o el dolor lumbopélvico profundo durante y después del embarazo. Por otro lado, no
parece relacionar el ejercicio con las posibilidades de aparición de las condiciones álgicas
nombradas. Esto nos lleva a pensar que el planteamiento que es interesante proponer es, a no
ser que exista contraindicación médica por prescripción, ejercicios de movilidad articular,
aumento de la flexibilidad del raquis (Helgue Franke, D.O. et al, 2017) mejora de la movilidad
torácica, toma de conciencia del patrón respiratorio y mejora de la integración del mismo,
reducción de la PIA mediante la instrucción de higiene postural y de movimiento, instrucción de
las limitaciones que puede presentar la nueva condición corporal en una embarazada
(Davenport, M.H. et al, 2019 y Barton, S., 2004).
Es recomendada la caminata como parte de la prescripción del ejercicio terapéutico siempre y
cuando no produzca sintomatología dolorosa o relacionada.
Posturas
Los ejercicios deberán adaptarse a la condición de la paciente. Algunos deberán realizarse en
decúbito supino con triple flexión de miembro inferior, otros en sedestación estable o
sedestación móvil y en algunas ocasiones la literatura sugiere realizarlos en bipedestación,
teniendo en cuenta las indicaciones previamente expuestas sobre el aumento de la PIA*. La
postura de decúbito supino puede resultar incómoda durante el embarazo, es importante
instruir en las posiciones de reposo y sueño, las cuales podrán ser facilitadas mediante el uso de
cuñas, almohadas y refuerzos de colchón en relación no solo a la mejora de la calidad del
descanso, sino como prevención de sintomatología dolorosa (Barton, S. 2004).
No existe una medida estandarizada ni estricta sobre la dosificación del ejercicio, pero si existe
como contraindicación directa y relacionado directamente con aparición de dolor pélvico la
fatiga.
Es importante no llevar el cuerpo de la mujer durante el embarazo a situaciones de fatiga, alta
deuda de oxígeno durante el ejercicio o aumento de temperatura notable. Estos son estados
contraindicados durante el embarazo, pero se ha de tener mayor vigilancia durante el ejercicio.
Las clases de preparación al parto deben incluir ejercicios de conciencia corporal y elementos
de escuela de espalda, a los cuales se les asociará un refuerzo motivacional y feedback continuo.
Conclusión
Se plantean los siguientes objetivos para reducir el dolor durante el embarazo:
• Normalizar el tono, movilizar y flexibilizar el diafragma.
• Normalizar el tomo, movilizar y flexibilizar la musculatura respiratoria.
• Instrucción sobre conciencia del patrón respiratorio.
• Movilizar y fortalecer la musculatura de la cintura escapular.
• Evaluar y reducir el tono del Psoas.
• Control del diferencial rotacional y valgo en MMII.
• Evaluación y refuerzo de la musculatura glútea.
• Instrucción sobre conciencia, toma de control y normalización del tono de la musculatura del
suelo pélvico.
2
Bibliografía
Barton, S. (2004). Physiotherapy in Obstetrics and Gynaecology. Inglaterra: Elsevier.
Carvalhais, A. et al (2018). Pelvic Floor in Female Athletes: From Function to Dysfunction.
Women’s Health and Biomechanics, 8, 145-153.
Coelho, M.E., Lima, L.C., de Lira, C.A. et al (2016). Low back pain during pregnancy. Rev
Bras Anestesiol, 67, 266-270.
Davenport, M.H. et al. (2019). Exercise for the prevention and treatment of low back,
pelvic girdle and lumbopelvic pain during pregnancy: a systematic review and metaanalysis. Br J Sports Med, 53, 90-98.
Helgue Franke, D.O. et al. (2017). Osteopathic manipulative treatment for low back and
pelvic girdle pain during and after pregnancy: A systematic review and metaanalysis.
Journal of Bodywork & Movement Therapies, 21, 752-762.
Liddle, S.D., Pennick, V. (2015). Interventions for preventing and treating low-back and
pelvic pain during pregnancy (Review). Cochrane Library, 97.
Pelvic Floor Distress Inventory Questionnarie
3
Anexo I
Pelvic Floor Distress Inventory Questionnaire - Short Form 20
Por favor, conteste todas las preguntas de la siguiente encuesta. En ella se le preguntará si
usted tiene ciertos síntomas intestinales, urinarios o pélvicos y en qué medida le molestan.
Conteste cada pregunta poniendo una X en la casilla o casillas apropiadas. Si no está seguro
acerca de cómo responder, por favor dé la mejor respuesta que pueda. Al responder a estas
preguntas, por favor, considere sus síntomas durante los últimos 3 meses.
¿Tiene usted, y si es así, en qué medida
le molesta…
La sensación de presión en la región inferior
del abdomen?
La sensación de pesadez o dolor en la
pelvis?
La sensación o la visión directa de bulto o
salida de órganos través de su vagina ?
La necesidad de empujar en la vagina o el
recto para completar la defecación?
La sensación de vaciado incompleto de la
vejiga?
La necesidad de introducir el abultamiento
empujando con sus dedos dentro de la
vagina para iniciar o finalizar la micción?
La necesidad de realizar un gran esfuerzo
para defecar?
La sensación de no haber evacuado el recto
por completo tras la defecación?
La imposibilidad de evitar escapes de heces
sólidas?
La imposibilidad de evitar escapes de heces
de consistencia líquida?
La falta de control sobre escapes de gases a
través del ano?
La sensación urgente de tener que defecar
que le hace ir corriendo al baño?
La sensación de abultamiento o salida de
recto o asas intestinales a través del ano
durante o después de la defecación?
Experimentar frecuentemente deseos de
orinar?
Tener frecuentes pérdidas de orina
asociadas a sensación de urgencia
miccional (necesidad imperiosa de ir al
baño)?
Tener frecuentes pérdidas de orina
relacionadas con la tos, el estornudo o la
risa?
Tener frecuentes pérdidas de pequeña
cantidad de orina (gotas)?
Tener usualmente dificultad para vaciar la
vejiga?
No
me Me
molesta en molesta
absoluto
algo
Me
molesta Me
moderadamente
molesta
bastante
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
Sí
No
4
¿Tiene usted, y si es así, en qué medida
le molesta…
Experimentar frecuentemente dolor o
disconfort en la región abdominal baja o
genital?
No
me Me
molesta en molesta
absoluto
algo
Me
molesta Me
moderadamente
molesta
bastante
Sí
No
5
Download