1º FILOLOGÍA INGLESA LENGUA ESPAÑOLA PROFA. ANA M. VELÁZQUEZ RAMOS TEMA 8: LA FONÉTICA ARTICULATORIA En este tema nos centraremos en la descripción articulatoria del español. Nos interesa más aquí la fonética articulatoria (cómo se producen los sonidos del español) que la fonética acústica (análisis de producciones del habla). En la producción de un sonido articulado (un fonema, un sonido significativo en un idioma) intervienen tres tipos de órganos: 1. El órgano respiratorio, situado en la cavidad infraglótica y formado principalmente por los pulmones. 2. El órgano fonador, situado en la cavidad glótica (laringe). Son las cuerdas vocales, únicas responsables del rasgo distintivo de la sonoridad (si vibran, el sonido es sonoro, si no vibran, el sonido es sordo). Las cuerdas vocales son dos tendones situados horizontalmente en dirección anteroposterior. Cuando las cuerdas vocales se desplazan (vibran) se ponen en funcionamiento dos tipos de fuerza: la aerodinámica, que provoca que se junten las cuerdas vocales, y la fuerza aerostática, que tiende a separarlas. El paso intermedio que queda entre ambos tendones se denomina glotis. Todo lo que está por encima de la glotis se denomina cavidad supraglótica y lo que está por debajo se denomina cavidad infraglótica. 3. El tercer tipo de órganos articulatorios está situado en la cavidad supraglótica (*boca) y es ahí donde se van a producir los demás rasgos distintivos articulatorios y acústicos. 1. Distinciones fonológicas relativas al órgano fonador. Sonidos sonoros y sordos. Sonorización y ensordecimiento. Dependiendo de la cantidad de energía articulatoria que se utilice (mayor o menor tensión, vibración o no de las cuerdas vocales) podemos hablar de una primera división en sonidos sonoros y sordos. En el español, actual, las diferencias fonológicas producidas por el rasgo „sonoridad‟ sólo aparecen en las series oclusivas cuando los fonemas están en posición silábica explosiva (principio de sílaba): p-, t-, k- > b-, d-, g-. Ej: peso/ beso; toma/doma; cama/gama. En todos los demás casos, la sonoridad es un rasgo redundante, sin valor fonológico, aunque sí fonético; es decir, no conlleva cambios de significado pero sí se representan de manera diferente en una transcripción fonética. Desde el punto de vista de la comprensión del significado, da igual pronunciar [madríd], [madríθ] o [madrít]. Como dijimos, en la articulación de sonidos sordos no vibran las cuerdas vocales. En la articulación de estos sonidos se utiliza sólo la energía muscular para hacerlos audibles, como puede comprobarse en el habla cuchicheada (la energía empleada en el cuchicheo es exclusivamente muscular). La articulación de cada sonido sordo es muy tensa (fortis). Las consonantes sordas son más cerradas y más fuertes y persistentes que las sonoras 1 Los sonidos sonoros reparten la energía entre los músculos que hacen vibrar a las cuerdas vocales y los que producen la articulación correspondiente. Su audibilidad está garantizada por la vibración. Su articulación es más suave (lenis) lenición celta: sonorización de sordas: /p/ /t/ /k/ > /b/ /d/ g/ Sonorización y ensordecimiento: Cualquier sonido sordo puede sonorizarse y cualquier sonido sonoro puede ensordecerse. Tanto un fenómeno como otro se producen por asimilación: el proceso mediante el cual los movimientos articulatorios de un sonido se propagan a otro sonido vecino invadiéndolo de un modo parcial o total. ENSORDECIMIENTO: Puede producirse por asimilación de un sonido sonoro a un sonido inmediato sordo o por falta de sonido inmediato al encontrarse a final de sílaba o de palabra cuando el hablante desea que este sonido sea audible. Esto ocurre, por ejemplo, en la pronunciación del archifonema /D/ como [t] o [θ] por hablantes castellanos de la zona catalana (que tienden a ensordecer en [t]: [madrít], [verdát]) o en el habla del castellano norteño y madrileño (que tienden a ensordecer en [θ]: [madríθ], [verdáθ]). También puede darse el ensordecimiento cuando hay un refuerzo articulatorio, como en el caso del refuerzo de la CH / / o de la LL/Y / / en zonas yeístas: „muchacho‟, „llama a tu madre‟, „yo no lo quiero‟. SONORIZACIÓN: Se produce por asimilación de un sonido sordo a otro inmediato sonoro. Se da, por ejemplo, en las zonas zezeantes (Andalucía); es decir, cuando pronunciamos el fonema /s/ (que siempre es sordo en castellano) como [θ]: „mismo‟ [míθmo], „rasgo‟ [ráθgo]. Lo que ocurre en algunas ocasiones es que las cuerdas vocales tienen que dejar de vibrar para articular un sonido sordo en un período demasiado corto y, aunque cesa la vibración de las cuerdas vocales, se mantiene la resonancia (un *eco) de esta vibración. Por eso, palabras como „actitud‟ (/a/: sonora, /k/: sorda) pueden sonar, dependiendo de la zona, [aγtitúθ]. Ver cuadro de la página 158. 2. Distinciones fonológicas relativas a los órganos de las cavidades supraglóticas. Como señalamos al inicio del tema, después de que la corriente de aire atraviese el órgano fonador, llega a la faringe oral y allí actuarán otra serie de órganos articulatorios que producirán sonidos diferentes. La primera gran división entre sonidos que debemos hacer en este apartado es la división entre sonidos nasales y sonidos orales. El velo del paladar puede estar pegado a la laringe y hacer que el aire salga al exterior por la boca, produciéndose así un sonido oral; o puede dejar que pase un poco de aire por las fosas nasales, produciéndose así lo que llamamos un sonido nasal. Sonidos nasales: En español sólo hay tres sonidos consonánticos nasales (serie nasal): m, n y ñ: /m/, /n/ y / / que se producen porque el velo del paladar desciende y se produce un cierre de la cavidad bucal que “obliga” al aire a resonar en la cavidad nasal. En las vocales del español la nasalidad no es distintiva, como en francés o en portugués. Sonidos orales: Los sonidos son orales cuando la única cavidad existente es la cavidad bucal. No hay cierre ni resonancia nasal. Gracias a la acción de los órganos articulatorios móviles (lengua, labios y maxilar inferior) sobre los órganos articulatorios fijos (paladar duro y blando, dientes y alvéolos) se producirán diversos sonidos articulados divididos en series y órdenes, dependiendo del lugar de articulación. Paladar duro sonidos palatales: prepalatales, mediopalatales y postpalatales. Paladar blando o velo del paladar sonidos velares: zona prevelar y postvelar. Lengua: predorso, dorso y postdorso. Ápice y raíz. 2 Dientes sonidos dentales. Labios sonidos labiales. Alvéolos: la zona alveolar es una zona de transición entre el paladar y los dientes; los sonidos alveolares suelen incluirse en los palatales. 3. El concepto de base de articulación. Quilis define la base de articulación como el conjunto de hábitos articulatorios y de características acústicas a que afectan a todos los elementos del plano de la expresión (habla) de una lengua y le imprimen carácter propio. En definitiva, es una caracterización específica en la pronunciación de cada idioma. Influyen, en este sentido, el sustrato y el adstrato que haya afectado a la evolución diacrónica de una lengua. Los órganos articulatorios son aproximadamente los mismos en todos los hombres, pero cada grupo de hablantes los utiliza de una determinada manera. Obedecen a ciertas tendencias heredadas o adquiridas que se manifiestan en la fonética de su lengua o de su variedad lingüísticas sonidos o grafías del alemán o de las lenguas escandinavas. De ahí que el aprendizaje de una lengua presente habitualmente dificultades para la adquisición de la pronunciación correcta. Un mismo fonema se articula de manera diferente en varias lenguas. Por ejemplo, la pronunciación de las vocales e, o como [ei] y [ou] por parte de los angloparlantes que aprenden español „tengo‟: [t éingou]; también podríamos señalar la dificultad de los castellanohablantes para adquirir la correcta pronunciación de las vocales francesas (o la /r/ francesa]. Conocer la base de articulación de las lenguas es un fuerte apoyo pedagógico en la enseñanza y el aprendizaje de segundas lenguas que, en su aspecto fonético, consiste en ir adquiriendo poco a poco las costumbres articulatorias propias de la lengua que se aprende sin que la influencia de la base motriz articulatoria de la lengua materna entorpezca tal adquisición. Todos estos aspectos los estudia la lingüística contrastiva. La base articulatoria del español: Sólo daremos una visión muy general de sus características. Señalaremos, por ejemplo, que en español predomina la sonoridad (casi el 78% de los sonidos). El español tiene una base de articulación creciente: la energía articulatoria va progresivamente en aumento desde el principio de la sílaba hasta alcanzar su máximo en el núcleo de la sílaba. Las vocales del español tienen un timbre muy estable, a diferencia de las lenguas de raíz germánica o anglosajona. PRINCIPIOS DE CLASIFICACIÓN EN LA FONOLOGÍA DEL ESPAÑOL Sonidos consonánticos y sonidos vocálicos: Si la corriente de aire tiene que salvar obstáculos que ponen lengua y labios se producen sonidos consonánticos. Si no hay que salvar ningún obstáculo y el aire sale libre hacia el exterior se producen los sonidos vocálicos. 3 4. El modo de articulación. Clasificación de los sonidos por el modo de articulación. El modo de articulación es la posición de mayor o menor abertura que adoptan los órganos articulatorios para modificar la estructura física de la corriente del aire fonador. Clasificación de los sonidos por el modo de articulación (Series) 1. Consonantes oclusivas: Hay un cierre completo momentáneo de los órganos articulatorios. La salida del aire se interrumpe momentáneamente: p, t, k, b,d,g. (serie oclusiva). 2. Consonantes fricativas: No hay cierre sino estrechamiento de los órganos articulatorios. La salida del aire es contínua: z,f,s,j,ll. (serie fricativa). 3. Consonantes africadas: Se producen cuando, tras un cierre completo de los órganos articulatorios, se produce una pequeña apertura por donde escapa el aire. Producen un claro ruido de fricción. Se dice que tienen dos momentos articulatorios, uno oclusivo y otro fricativo. Ch. (serie africada). 4. Consonantes líquidas: En las consonantes líquidas distinguimos dos series: las líquidas laterales ( l y ll), en las que el aire sale por uno o ambos lados de la cavidad bucal, no por el centro; y las vibrantes, en las que se producen una ovarias oclusiones brevísimas entre el ápice de la lengua y los alvéolos ( r y rr). (serie líquida). 5. El lugar de articulación. Clasificación de los sonidos por el lugar de articulación El lugar de articulación es el lugar donde se aproximan o se aplican uno a otro dos órganos articulatorios para producir así el cierre o apertura del conducto vocal y la modificación de la forma y el volumen de tal conducto. El obstáculo que ha de superar la corriente de aire puede estar situado en distintas zonas o lugares de la boca. Así, distinguimos los siguientes órdenes: labial, velar, palatal, alveolar (si no lo asociamos al palatal) y dental. Clasificación de los sonidos por el lugar de articulación (Órdenes) 1. Orden labial: bilabial: p, b, m; labiodental: f 2. Orden dental: lingüodental: t, d; interdental: z 3. Orden alveolar: s,n,r,rr,l. 4. Orden palatal: ch, ll. 5. Orden velar: k,g,j, ñ. 4