EL INGENIOSO CONEJO DEL PRADO PERSONAJES: 1. 2. 3. 4. NARRADOR (ACTOR) CONEJO HORMIGA ARAÑA 5. 6. 7. 8. CATARINO CATARINA PÁJARO COYOTE NARRADOR: (entrando. Es un viejecito simpático) ¡Hola! ¡Quihubole! ¿Cómo están? ¿Bien? iQué bueno! iQué gusto me da! Yo me llamo Francisco. Don Pancho me dicen mis vecinos, Panchito me dice mi mamá y Chito me dice mi abuelita; y hablando de ella, fíjense que cuando era yo chico, más que ahora, me sentaba así en sus piernas. (Se sienta en las piernas de algún espectador) Y ella me contaba historias muy bonitas, ¡Híjole, cómo me divertía! A veces, de tanta emoción, hasta me quedaba dormido, (Se levanta.) ¿Les gustaría oír una de esas bonitas historias? CONEJO: (entrando con su almohada, se acuesta) iNooooo! NARRADOR: Pues, aunque éste no quiera, se las voy a contar. (Cae un teloncito que representa un prado, con flores, pasto un árbol, etcétera. En un hermoso prado estaba un conejo echado. Siempre así se la pasaba roncando, la boca abierta y durmiendo pierna suelta.) CONEJO: (Sin moverse ni abrir los ojos) ¡Silencio! Déjeme dormir. Váyase a dar la vuelta. NARRADOR: No me voy a ir de aquí, porque yo estoy trabajando, CONEJO: ¿Trabajando? iJuar! iJuar! iJuar! iJuar!. Nomás estás parloteando. NARRADOR: Mi oficio es contar historias. CONEJO: (mordaz) Y el mío, comer zanahorias. NARRADOR: iFlojonazo! (Al público) Pero van a ver lo que le pasó por ser así (sale). HORMIGA: (entra cargando una enorme hoja y cantando) "Voy abriendo camino para llegar a mi destino, necesito darme prisa, pues ya empieza a soplar la brisa, y antes de que llueva tengo que llevar comida a la madriguera”. (Se topa con el Conejo) (Hablando.) iOye tú! Estás estorbando. ¡Sordo! Te estoy hablando. En vez de estar ahí roncando, me podrías ayudar, Tengo mucho que cargar. CONEJO: Me quiero conservar hermoso, por eso reposo y reposo. Tú acarrea y acarrea; por eso te has puesto fea. HORMIGA: ¡Grosero, maleducado!, si no te quitas, ite piso! CONEJO: ¡Juar! ¡Juar! ¡Juar! ¿Tú, hormiga? No pesas nada. HORMIGA: Yo sola no. Pero vengo acompañada. (Chifla.) Muchachas (entran más hormigas cargando cosas y cantando todas, pasan por encina del Conejo). "Vamos abriendo camino para llegar a nuestro destino, oye, negra, date prisa, que ya empieza a soplar la brisa. Oye, negra, trabaja, que debemos hacer nuestra casa. Oye, negra, camina, para guardar comida. Oye, negra, canta, que cantando más se avanza " (Repiten la canción y salen.) CONEJO: ¡vaya, por fin se marcharon esas latosas chaparras! Pero el sueño me espantaron, bueno, que fácil me llega, voy a dormir a otro lado. (Se cambia de sitio, ahí está una Araña tejiendo su tela y canturreando.) ARAÑA: "iBum! iBum! iBum! iBum! iBum! Un derecho y un revés, pego el hilo... Y empiezo otra vez. iBum! iBum! iBum! iBum! Esta linda tela que ves, yo la tejo con los pies, y si no me crees… Empiezo otra vez. iBum! iBum! iBum! iBum! (Se repite.) CONEJO: Araña, deja dormir: ¡Caramba! ARAÑA: Mira, yo estoy trabajando y lo hago cantando, porque así voy avanzando. Sí me la pasó contenta, el trabajo no molesta. Si me ayudaras con esto, pronto terminaría y luego te convidaría una sopita de moscas. ¡Hummmmm! ¡Deliciosa! CONEJO: ¡Guácala! (Se va a otro lado) Este lugar me parece más tranquilo, aquí no hay arañas que vengan de España. (Saltan inmediatamente de una rama dos insectos de los llamados "mariquitas" o "catarinas”, con su característico atuendo de bolitas.) CATARINO: ¡Olé! ¡Alguien dijo España! Catarino Catalán pa' servir a usté y a Dió. CATARINA: Catarina Catalán, pá serví a usté también. AMBOS: Catarino y Catarina pa' serví a usté a Dió y a usté. CATARINO: ¿Le bailamos un zapateao? CATARINA: ¿Qué le vamó a cantá? ¿O te decimo la suerte? Catarino, e´te Conejo parece en trance de mue´te CATARINO: No, Catarina, que duerme. CATARINA: (al Conejo) ¿Oye, estás dormío? CONEJO: iSíiiiii! Y adiós, ¿eh? CATARINO: Hijo, tú no nos puedes corre', que andamo' aquí trabajando. CONEJO: ¡Ah, sí! ¿Pues no veo en qué? AMBOS: (cantando estilo español) "Entré cantando y bailando, aaaaaaahhh, los pulgones andamos exterminando. ¡Y olé! Porque se comen las flores, y porque dañan los plantíos de maíz y calabazas, donde tenemos nuestras casas. Cantando y bailando, andamos trabajando. (se repiten) CONEJO: iYa basta de zapatazos!, que los oídos me hacen pedazos. CATARINA: ¿Qué tú no tiene' una casita? Te invitamó a vení a nuestra flor de calabaza. CATARINO: Pero en esa casa no cabrías tú. CONEJO: Aquí estaré muy a gusto. Si es que me dejan en paz. CATARINA: Estar a la intemperie e' peligroso. CATARINO: (tomándole la mano) Mira tu mano, las líneas dicen que te pué pasá algo dañoso CONEJO: A ustedes les pasará si no se van. CATARINO: ¡Qué genio, Catarina! ¡Andando! PAJARO: (entra y canta a ritmo de huapango, mientras hace un hueco en el tronco del árbol) "Tico, tico, tico, soy un pájaro carpintero que trabaja con el pico. Pico, pico, picoteo, revuelo y me zarandeo. Taca, taca, tacateando, mi casa estoy fabricando. Taca, taca, ticoteando, trabajo y estoy cantando. CATARINA: Vamó a casa, Catarino, y ¡olé! (se van canturreando) CONEJO: Me voy a otro lado… bajo este árbol nada me pasará. PAJARO: (hablando al Conejo que está con la almohada sobre la cabeza) ¿Crees que este techito aguante? Ya se me ha caído tres veces. CONEJO: (se levanta y sale furioso) ¡No me han dejado dormir, cuanto bicho se aparece hace ruido y me molesta! parece que tienen fiesta. Voy a irme de este prado. PAJARO: (viendo que se aleja) Conejo, ten cuidado, por allá anda un coyote. Les voy a avisar a todos para ir en su auxilio, porque allá corre peligro. (Sale. Cae otro teloncito con otro paisaje.) CONEJO: (se acuesta) Coyote. ¿Cuál Coyote? (Se duerme de inmediato.) COYOTE: (entra cantando) “¡Coyotito, para dónde vas? Para la Hacienda de San Nicolás. ¿Qué vas a traer? Una gallina que tú no me des... ¿Coyotito, de dónde vienes? de la huerta de los laureles. ¿Qué fuiste a traer? (Se topa con el Conejo) ¡Un conejo...! ¿Cómo la ves?" (Hablando) iQué buen bocado! Se ve muy raro, será una trampa. ¡Cuidado! Me acercaré cauteloso, paso a pasito, muy despacito, voy a llegar quedito. ¡Que nadie haga ningún ruido, porque me espantan la presa! Ni un ruidito, calladitos, silencitos... (Los otros anímales llegan, le tratan de advertir a Conejo con silbidos, ruidos y palabras. Y luego se esconden temerosos.) CONEJO: ¡Silencio! ¡Dejen dormir! ¿Coyote? ¡Cuál Coyo... te! COYOTE: ¡Hola, amigo! Lindo día. CONEJO: (asustado) Síiii... muy lindo, ¿verdad? COYOTE: (palpando al Conejo) Muy sabroso y delicioso día. (Saca su salero y lo sazona.) No siempre se encuentra tan buen bocado. CONEJO: No me puede usted comer porque... estoy muy ocupado. COYOTE: Sólo estás ahí echado. CONEJO: Estoy aquí así… porque... estoy deteniendo... ¡La tierra! Sí, eso, eso, La tierra se quiere ir volando. ¿Se imagina si se va? ¡No tendríamos dónde estar! ¡A todos nos echaría al espacio! ¡Ay!, y ya no puedo más... Esta empresa necesita de alguien fuerte, alguien con su musculatura, con su temple y su bravura. (El coyote se ha creído lo chicho por el Conejo y se pone en pose de hombre fuerte) Detenga la tierra un ratito, mientras yo voy y aviso para que todos vengan. Ándele, señor Coyote. ¡Todos vendrán y lo admirarán! Y regalos muy ricos le darán. COYOTE: ¿De verdad? CONEJO: ¡Claro que sí! Ya verá, (Sale el Conejo y el Coyote se queda deteniendo la tierra panza abajo con todas sus fuerzas. El sol se mete y sale la luna.) NARRADOR: (entrando) Y así estuvo el tonto Coyote, horas y horas, hasta que amaneció, y entonces pensó... (sale el Narrador. El sol empieza a salir de nuevo) COYOTE: Ya me cansé. Voy a soltar tantito… Otro poquito... No me parece que se vaya nada. Qué se me hace que me engaño. Soltaré otro poquito... ¡No pasa nada! ¡Me engaño! ¡Me engaño! ¡Me engaño! Pero me las pagará. (Sale furioso, Entran todos y el Conejo se echa de nuevo, panza arriba.)