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NR34357

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PODA
PODA
YY SISTEMAS
SISTEMAS DE
DE
CONDUCCIÓN
CONDUCCIÓN
EN
EN CEREZO
CEREZO
(Prunus
(Prunus avium
avium L.)
L.)
Gamalier Lemus S.
Ing. Agrónomo, M. Sc.
José M. Donoso C.
Ing. Agrónomo, M. Sc.
E
l cerezo es una especie frutal que se cultiva
en regiones de clima templado frío, adaptándose muy bien a las regiones nórdicas
y continentales de Europa. También entre las
regiones VI y XI de Chile.
El cerezo se caracteriza por ser una especie
longeva y de lenta entrada en producción, si se
compara con otros frutales de carozo como el
duraznero y el ciruelo. Posee un hábito natural
de crecimiento, frecuentemente erecto; con
brotes que crecen, después de la poda, con
ángulos de inserción muy cerrados en los
primeros años de desarrollo, tiempo en el cual
se debe procurar el establecimiento definitivo
de las estructuras de la planta. En forma espontánea, es de pobre ramificación lateral, debido
a una fuerte inhibición correlativa que ejerce el
ápice en crecimiento sobre las yemas laterales,
fenómeno conocido como acrotonía.
De acuerdo a las características propias de la
especie, las plantas de cerezo presentan tres
desafíos que deben ser considerados en la
planificación y manejo de un huerto:
1. crecimiento excesivamente vigoroso, lo que
va en detrimento de la producción frutal.
Portainjertos vigorizantes y podas intensas
aumentan el vigor del crecimiento vegetativo,
produciendo crecimientos de gran desarrollo
o ‘chupones’, retardando la producción de
fruta y disminuyendo los retornos económicos del huerto,
1
2. lenta entrada en producción o fructificación
retardada. Utilizando portainjertos tradicionales y cortes de rebaje típicos, los cerezos
difícilmente producirán una cosecha antes de
la cuarta o quinta temporada de crecimiento.
Además, cualquier factor que aumente el
vigor de las plantas como suelos profundos y
fértiles o exceso de fertilización, también tienden a retardar la entrada en producción y,
3. desarrollo de las ramas con ángulos cerrados,
estos ángulos generalmente son débiles y
susceptibles a sufrir quebraduras, aumentando el riesgo de infección de Pseudomonas
syringae pv syringae, bacteria causante de la
enfermedad denominada ‘cáncer bacterial’.
Para romper la tendencia tradicional a tener
árboles altos vigorosos y poco productivos, se
debe intervenir utilizando:
2
A.
B.
C.
D.
Portainjertos enanizantes.
Variedades de hábito productivo conocido,
Alta densidad de plantación.
Intervenciones de poda, que contempla
abertura de ramas, utilización de tutores
reguladores de crecimiento.
E. Nutrición y riego acordes a un huerto
moderno.
A saber:
A. La expresión vegetativa, como la reproductiva, está fuertemente relacionada con el
portainjerto sobre el cual está creciendo la
variedad. Portainjertos pertenecientes a la
misma especie o de igual genotipo que la
variedad (Prunus avium L.) como ‘Mericier’
confieren un alto vigor, mientras que aquellos de otras especies generan disminuciones
en el vigor, pudiendo alcanzar hasta un 40%
menos de desarrollo (Figura 1). Este efecto
es causado principalmente por cierta
incompatibilidad genética con la variedad
comercial y/o por el reducido volumen
radical que presentan estos patrones
enanizantes.
Con la introducción de portainjertos enanizantes, como los de la serie ‘Gisela’, algunas de las características negativas de las plantas de cerezo pueden modificarse. El tamaño
de las plantas puede disminuir, se logra una
mayor precocidad de la producción y las
ramas forman naturalmente ángulos más
abiertos. Sin embargo, sin el manejo apropiado, el calibre de los frutos puede verse
afectado negativamente.
Además de la disminución del vigor inducido
por el portainjerto utilizado, se debe tener
en cuenta otras consideraciones en el momento de elección del patrón a utilizar en el
establecimiento de un huerto frutal: Las diferentes condiciones de suelo, características
de resistencia o tolerancia a ciertas plagas o
enfermedades, falta o exceso de agua y
condiciones de salinidad (Cuadro 1).
Figura 1. Relación de la disminución del vigor, en relación al patrón ‘Mericier’.
Fuente: adaptado de Labra y colaboradores, 2005 y Gil, 2000.
Cuadro 1. Características de los portainjertos más utilizados en Chile.
Recomendaciones
Portainjerto
Marco de
plantación
Mericier
≥5x3m
Débiles como 'Lapins',
'Sam' y 'Van'.
Induce tardía entrada en producción,
alta producción. Resistencia a la
asfixia radical.
Mazzard F12/1
≥5x3m
Débiles como 'Lapins',
'Sam' y 'Van'.
Más homogéneo que Mericier.
Colt
≥5x3m
Débiles como 'Lapins',
'Sam' y 'Van'.
Sensible a estrés hidrico, confiere
buenos ángulos de inserción.
Mahaleb
5x3ma
4,5 x 3 m
Todos los que no presenten
incompatibilidad.
Sensible a asfixia radical, adelanta
fecha de cosecha.
CAB 6P
5x3ma
4,5 x 3 m
Vigorosos y semivigorosos
Gran emision de sierpes, resiste asfixia
radical y sensible a suelos calcareos.
Gisela 6
4,5 x 2,5
Vigorosos como 'Bing',
'Kordia' y 'Regina'
Requiere estructura de soporte. Induce
precocidad y alta producción.
5x3ma
4,5 x 2,5 m
débiles como 'Lapins',
'Sam' y 'Van'.
Confiere precocidad, no emite sierpes,
retarda la madurez del fruto con
respecto a colt.
MaxMa 14
Cultivares
Observaciones
Fuente: Labra y colaboradores, 2005; Hartmann y Kester, 1999.
B. En la elección de la variedad con relación a
la poda, es importante conocer el hábito de
crecimiento y la capacidad de desarrollo de
la variedad a establecer (Cuadro 2).
debe estar en relación, principalmente, a la
combinación patrón-variedad utilizado,
características del suelo y clima. Si las plantas
no ocupan de manera eficiente el terreno en
el cual se emplazan, se perderá una gran
potencialidad de capturar energía solar,
disminuyendo la cantidad de fruta
producida. Por el contrario, si las plantas
C. La distancia de plantación establecida en un
huerto frutal juega un factor determinante en
su productividad. La distancia de plantación
Cuadro 2. Características de algunos cultivares de importancia en Chile.
Características de la planta
Variedades
Vigor
Hábito de crecimiento
Santina
Royal Dawn
Rainier
Stella
Van
Bing
Kordia
Lapins
Regina
Sweetheart
Alto
Medio
Alto
Alto
Alto
Alto
Alto
Medio
Alto
Medio alto
Semi abierto
Semi abierto
Semi abierto
Semi erecto
Semi erecto
Semi abierto
Abierto
Erecto
Semi abierto
Abierto
Fuente: Labra y colaboradores, 2005.
3
crecen en mayor magnitud a las posibilidades
del espacio dado, se producirá emboscamiento, pérdida de madera productiva,
dificultando diversas labores de manejo
como la poda y produciendo un envejecimiento prematuro de la planta.
D. Las intervenciones de poda deben considerarse dentro del sistema global de conducción de las plantas. Además, la fecha en que
se realiza la labor tiene un claro efecto sobre
el desarrollo de la planta, mientras las podas
en invierno, poseen un claro efecto vigorizante en el sector cercano al corte, mientras
que, las podas en verano, aunque son consideradas debilitantes, presentan un conjunto
de ventajas (ver Informativo Rayentué Nº 9,
“Poda de frutales de carozo”) que nos permite
recomendarla.
VASITO ESPAÑOL
SISTEMAS DE
CONDUCCIÓN
4
Existe un gran número de posibilidades de conducción para formar
las plantas frutales. En Chile, tradicionalmente el cerezo fue conducido de forma muy básica y con
una escasa tecnificación, lo que
originaba un vaso poco estricto. Si
bien estas plantaciones pueden
producir altos rendimientos, presentan una serie de desventajas en
lo referente a los costos de explotación, tardía entrada en producción y a la calidad de la fruta obtenida. La cosecha, labor particularmente costosa en esta especie,
requiere de plantas de fácil acceso,
de baja altura, para hacer más
eficiente la labor manual más compleja de este cultivo
Por las características de la especie,
el mejor sistema de conducción
para el cerezo deberá ser el que
contemple un alto número de
árboles por hectárea y del menor
tamaño posible. En la actualidad,
se desarrollan en el país distintas
posibilidades de conducción de
huertos en alta densidad, como los
que se indican a continuación.
Sistema que permite que la mayor parte de la fruta pueda
ser cosechada por operarios sin utilizar escaleras. Su
desarrollo es el resultado de la integración de una serie
de factores, que si no se combinan adecuadamente, puede
provocar un fracaso en su precocidad, productividad y
sanidad de los árboles: suelo pobre, un portainjerto de
vigor intermedio, que permita un equilibrio entre el
crecimiento vegetativo y la fructificación y un manejo
del agua que permita mejorar la inducción floral de los
cultivares menos productivos, es la exitosa combinación
de este sistema desarrollado en el norte de España.
La plantación pude establecerse desde 4 x 2 metros (1.250
plantas/hectárea) hasta 5 x 3 metros (667 plantas/hectárea). Después de la plantación, el eje se rebaja en primavera a una altura de 40 a 50 centímetros desde el suelo
(Figura 2), para inducir los brotes que constituyen las
ramas del vasito, de las cuales se eligen las 3 ó 4 mejor
ubicadas, estas ramas se deben cortar
a una altura de 15 centímetros del
primer corte (Figura 3). Sucesivas
podas de verano inducen brotación. Esta práctica se debe hacer
cada vez que el diámetro de la
rama supere los 10 a 12 mm
ó los 50 a 60 centímetros de
largo. Se pretende lograr
con estas podas, al segundo verano, unas 12
a 14 ramas secundarias que parten cerca
de la inserción de
la rama madre del
tronco.
Figura 2.
Despunte postplantación.
En el invierno siguiente es aconsejable instalar
dos alambres paralelos al suelo situados a ambos
costados de la hilera. Se deben guiar las ramas
para abrir el árbol y permitir una buena entrada
y distribución de la luz. Esta práctica es
especialmente importante para variedades
erectas como ‘Lapins’. Además, en primavera se
deben rebajar a 25 centímetros las ramas
secundarias con crecimientos de 50 a 60
centímetros. Al igual como los cortes de la
primera temporada todos los cortes de deben
efectuar al mismo nivel (Figura 4).
En un huerto adulto, se debe renovar la madera
frutal regularmente, para mantener el calibre de
la fruta. Para ello es necesario “apitonar” un
porcentaje de las ramas frutales cada año, para
que emitan brotes nuevamente, de manera que
cada 4 años toda la madera frutal sea renovada.
Esta labor, normalmente se realiza después de la
cosecha. Simultaneo a esta labor, se debe
mantener una buena penetración del la luz al
interior del árbol y el control del tamaño de la
planta, eliminando ramas dañadas o que
embosquen excesivamente al árbol.
Con el propósito de terminar con una planta
formada por 30 a 40 ramas de vigor medio que
serán la base de la producción frutal (Figura 5).
5
Figura 4.
Poda segunda
temporada.
Figura 3.
Poda primera
temporada.
(Adaptado de Ling,
2003).
(Adaptado de Ling,
2003).
Figura 5.
Poda tercera
temporada.
(Adaptado de
Ling, 2003).
MULTIEJE O “STEEP LEADER”
Recomendado para suelos fértiles, cuando se
pretende utilizar portainjertos vigorosos y
cultivares poco fructificadores, debido a que
tiende a disminuir un vigor excesivo. Esta es
la forma de conducción más utilizada en
Estados Unidos y se ha adoptado en Chile,
especialmente cuando se utiliza el portainjerto
Mazzard F 12/1 en suelos fértiles del valle
central. Este sistema no induce precocidad,
pero se puede manejar bien el calibre de la
fruta, además se realiza rebajando el árbol, al
momento de la plantación a una altura de 40
a 50 centímetros del suelo (figura 2). En el
primer invierno se deben elegir los ejes que
constituirán la estructura del árbol, dependiendo de la distancia de plantación y el vigor
otorgado por la combinación cultivar/
portainjerto se dejan de 4 a 6 ejes (Figura 6).
Se deben elegir ramas con ángulos de inserción abiertos y distribuidos de manera de
formar un adecuado volumen de follaje.
6
ser guiadas o abiertas por alambres o amarres al
tronco o puntales, también se deben despuntarse
a 60-90 centímetros desde su base.
Además, eliminar ramas verticales vigorosas,
dejando ramas temporales sin despuntar para estimular producción de fruta. Estas ramas se deben
remover una vez que el árbol comienza a fructificar y su crecimiento disminuye (Figura 7).
Es importante tener en cuenta, que este sistema
considera cada eje como un árbol individual en
espiral. En madurez (Figura 8) la poda debe
contemplar las siguientes labores:
•
•
En el segundo invierno, se debe despuntar a 60
centímetros de su punto de crecimiento cada
rama utilizada como extensión de la rama lateral
permanente. Las ramas secundarias, que pueden
•
renovación de la madera frutal para mantener
la calidad de la fruta producida, “apitonando” un porcentaje de las ramas viejas cada
año. Estas ramas secundarias no debieran
superar los tres años de edad, etapa en que
la fruta alcanza su óptimo productivo,
eliminar madera vieja que no permita una
buena iluminación de ramas productivas,
remover la madera pendular, esta tiende a
sobre cuajar y a producir fruta de bajo
calibre, y
Figura 6.
Selección de ejes.
Figura 7.
Poda anual en madurez.
(Adaptado de Ling, 2003).
(Adaptado de Ling, 2003).
•
planta en su conjunto, para estimular una
producción de calidad, por medio de una
buena entrada de luz al interior del árbol
(Figura 9).
despuntar ramas bajas, para vigorizar esta
zona del árbol y promover una producción
de cerezas grandes. Además, se debe
procurar mantener la forma piramidal de la
Figura 8.
Árbol maduro
antes de la poda.
Figura 9.
Árbol maduro
después de la poda.
(Adaptado de Ling, 2003).
(Adaptado de Ling, 2003).
7
SOLAXE
Como criterio general de poda, las ramas desde
la base hacia el extremo superior deben seguir
el patrón de mayor a menor tamaño.
Los sistemas en eje están predominando en la
industria chilena del cerezo, en la medida que
aumente el conocimiento sobre el manejo de
portainjertos se puede controlar: precocidad,
productividad y el tamaño de la planta. Entre
las modificaciones a los sistemas en eje, “solaxe”,
es una de las alternativas.
Este sistema fue desarrollado en Francia para
manzanos, el cual se ha adaptado con éxito en
cerezo. La idea es manejar las ramas laterales
alrededor del eje curvadas bajo la horizontal.
La técnica consiste en plantar el árbol sin
rebajarlo. Cuando el eje ha alcanzado la altura
deseada se curva a una posición bajo la
horizontal. Las ramas que aparecen desde el
suelo hasta un metro en el eje, se eliminan. En
el resto del eje, se estimula la brotación lateral.
Estas ramas deben curvarse, seleccionando las
mejor ubicadas para conformar el sistema. Los
brotes vigorosos que surgen de estas ramas se
eliminan y sólo se conservan dardos y brindillas,
de manera de que toda la planta quede en una
condición altamente fructífera y de fácil acceso
para los operarios (Figura 10).
El manejo de los árboles contempla, la regularización de la carga, la que se realiza por medio
CONSIDERACIONES
GENERALES
Figura 10.
(Adaptado de Lespinasse y Leterme, 2005).
8
de un proceso denominado extinción de dardos,
con lo cual se mantiene el calibre de la fruta y
se controla el vigor vegetativo. Esta operación
consiste en eliminar en invierno o pre floración
dardos débiles en la parte inferior de la rama y
donde exista un exceso de ellos, especialmente
en el extremo distal de las ramas y alrededor del
anillo que se forma en el cambio de año de la
madera frutal. Esta labor permite una distribución
más uniforme de la fruta a largo de la rama, junto
a una mayor aireación y por consiguiente la
menor incidencia de enfermedades. El porcentaje
de extinción de dardos, para lograr un efecto en
el calibre, varia entre un 10 al 30% dependiendo
de la variedad, portainjerto, edad der la planta,
mercado y condición general de las plantas.
El cerezo es extremadamente sensible a la falta
de luz. Para mantener bien iluminado todo el
sector cercano al eje, se elimina el follaje de esta
zona, lo que se conoce como la chiminea. Esta
operación permite tener dardos productivos por
una mayor cantidad de años cerca del eje central.
•
Realizar la poda en días con sol o con baja
humedad ambiental, para evitar la infección
a través de las heridas.
•
Procurar realizar la mayor parte de la poda
en verano.
•
Proteger los cortes de poda inmediatamente
después de ser efectuados utilizando una
mezcla de pintura látex y funguicida para los
hongos de la madera.
LITERATURA
CITADA
Gil, G. 2000. Fruticultura: El Potencial Productivo,
Crecimiento Vegetativo y Diseño de Huertos y
Viñedos. Ediciones Universidad Católica de
Chile, Tercera Edición. 342 pag.
Hartmann, H. y Kester, D. 1999. Propagación de
Plantas: Principios y Prácticas. Compañía
editorial continental, México. Séptima edición.
760 p.
Labra, E., Astudillo, O. y Riquelme, J. 2005.
Fruticultura: Establecimiento de Huertos de
Cerezos. Instituto de Investigaciones
Agropecuarias.
Centro
Regional
de
Investigación Raihuén. Boletín INIA, Nº 130.
86 p.
Lemus, G. 2005. El cultivo del cerezo. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional
de Investigación La Platina. Boletín INIA, Nº
133. 256 p.
Ling, L. 2003. Cherry training systems: selections
and devepment. Documento disponible en http/
/: eesc.ort.edu/agcomwebfile/edmat/PNW543.
pdf.
Lespinasse, J. et Leterme, E. 2005. De la taille à la
Conduite des Arbres Fruitiers. Éditions du
Rouergue. 326 Pag.
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