PODA PODA YY SISTEMAS SISTEMAS DE DE CONDUCCIÓN CONDUCCIÓN EN EN CEREZO CEREZO (Prunus (Prunus avium avium L.) L.) Gamalier Lemus S. Ing. Agrónomo, M. Sc. José M. Donoso C. Ing. Agrónomo, M. Sc. E l cerezo es una especie frutal que se cultiva en regiones de clima templado frío, adaptándose muy bien a las regiones nórdicas y continentales de Europa. También entre las regiones VI y XI de Chile. El cerezo se caracteriza por ser una especie longeva y de lenta entrada en producción, si se compara con otros frutales de carozo como el duraznero y el ciruelo. Posee un hábito natural de crecimiento, frecuentemente erecto; con brotes que crecen, después de la poda, con ángulos de inserción muy cerrados en los primeros años de desarrollo, tiempo en el cual se debe procurar el establecimiento definitivo de las estructuras de la planta. En forma espontánea, es de pobre ramificación lateral, debido a una fuerte inhibición correlativa que ejerce el ápice en crecimiento sobre las yemas laterales, fenómeno conocido como acrotonía. De acuerdo a las características propias de la especie, las plantas de cerezo presentan tres desafíos que deben ser considerados en la planificación y manejo de un huerto: 1. crecimiento excesivamente vigoroso, lo que va en detrimento de la producción frutal. Portainjertos vigorizantes y podas intensas aumentan el vigor del crecimiento vegetativo, produciendo crecimientos de gran desarrollo o ‘chupones’, retardando la producción de fruta y disminuyendo los retornos económicos del huerto, 1 2. lenta entrada en producción o fructificación retardada. Utilizando portainjertos tradicionales y cortes de rebaje típicos, los cerezos difícilmente producirán una cosecha antes de la cuarta o quinta temporada de crecimiento. Además, cualquier factor que aumente el vigor de las plantas como suelos profundos y fértiles o exceso de fertilización, también tienden a retardar la entrada en producción y, 3. desarrollo de las ramas con ángulos cerrados, estos ángulos generalmente son débiles y susceptibles a sufrir quebraduras, aumentando el riesgo de infección de Pseudomonas syringae pv syringae, bacteria causante de la enfermedad denominada ‘cáncer bacterial’. Para romper la tendencia tradicional a tener árboles altos vigorosos y poco productivos, se debe intervenir utilizando: 2 A. B. C. D. Portainjertos enanizantes. Variedades de hábito productivo conocido, Alta densidad de plantación. Intervenciones de poda, que contempla abertura de ramas, utilización de tutores reguladores de crecimiento. E. Nutrición y riego acordes a un huerto moderno. A saber: A. La expresión vegetativa, como la reproductiva, está fuertemente relacionada con el portainjerto sobre el cual está creciendo la variedad. Portainjertos pertenecientes a la misma especie o de igual genotipo que la variedad (Prunus avium L.) como ‘Mericier’ confieren un alto vigor, mientras que aquellos de otras especies generan disminuciones en el vigor, pudiendo alcanzar hasta un 40% menos de desarrollo (Figura 1). Este efecto es causado principalmente por cierta incompatibilidad genética con la variedad comercial y/o por el reducido volumen radical que presentan estos patrones enanizantes. Con la introducción de portainjertos enanizantes, como los de la serie ‘Gisela’, algunas de las características negativas de las plantas de cerezo pueden modificarse. El tamaño de las plantas puede disminuir, se logra una mayor precocidad de la producción y las ramas forman naturalmente ángulos más abiertos. Sin embargo, sin el manejo apropiado, el calibre de los frutos puede verse afectado negativamente. Además de la disminución del vigor inducido por el portainjerto utilizado, se debe tener en cuenta otras consideraciones en el momento de elección del patrón a utilizar en el establecimiento de un huerto frutal: Las diferentes condiciones de suelo, características de resistencia o tolerancia a ciertas plagas o enfermedades, falta o exceso de agua y condiciones de salinidad (Cuadro 1). Figura 1. Relación de la disminución del vigor, en relación al patrón ‘Mericier’. Fuente: adaptado de Labra y colaboradores, 2005 y Gil, 2000. Cuadro 1. Características de los portainjertos más utilizados en Chile. Recomendaciones Portainjerto Marco de plantación Mericier ≥5x3m Débiles como 'Lapins', 'Sam' y 'Van'. Induce tardía entrada en producción, alta producción. Resistencia a la asfixia radical. Mazzard F12/1 ≥5x3m Débiles como 'Lapins', 'Sam' y 'Van'. Más homogéneo que Mericier. Colt ≥5x3m Débiles como 'Lapins', 'Sam' y 'Van'. Sensible a estrés hidrico, confiere buenos ángulos de inserción. Mahaleb 5x3ma 4,5 x 3 m Todos los que no presenten incompatibilidad. Sensible a asfixia radical, adelanta fecha de cosecha. CAB 6P 5x3ma 4,5 x 3 m Vigorosos y semivigorosos Gran emision de sierpes, resiste asfixia radical y sensible a suelos calcareos. Gisela 6 4,5 x 2,5 Vigorosos como 'Bing', 'Kordia' y 'Regina' Requiere estructura de soporte. Induce precocidad y alta producción. 5x3ma 4,5 x 2,5 m débiles como 'Lapins', 'Sam' y 'Van'. Confiere precocidad, no emite sierpes, retarda la madurez del fruto con respecto a colt. MaxMa 14 Cultivares Observaciones Fuente: Labra y colaboradores, 2005; Hartmann y Kester, 1999. B. En la elección de la variedad con relación a la poda, es importante conocer el hábito de crecimiento y la capacidad de desarrollo de la variedad a establecer (Cuadro 2). debe estar en relación, principalmente, a la combinación patrón-variedad utilizado, características del suelo y clima. Si las plantas no ocupan de manera eficiente el terreno en el cual se emplazan, se perderá una gran potencialidad de capturar energía solar, disminuyendo la cantidad de fruta producida. Por el contrario, si las plantas C. La distancia de plantación establecida en un huerto frutal juega un factor determinante en su productividad. La distancia de plantación Cuadro 2. Características de algunos cultivares de importancia en Chile. Características de la planta Variedades Vigor Hábito de crecimiento Santina Royal Dawn Rainier Stella Van Bing Kordia Lapins Regina Sweetheart Alto Medio Alto Alto Alto Alto Alto Medio Alto Medio alto Semi abierto Semi abierto Semi abierto Semi erecto Semi erecto Semi abierto Abierto Erecto Semi abierto Abierto Fuente: Labra y colaboradores, 2005. 3 crecen en mayor magnitud a las posibilidades del espacio dado, se producirá emboscamiento, pérdida de madera productiva, dificultando diversas labores de manejo como la poda y produciendo un envejecimiento prematuro de la planta. D. Las intervenciones de poda deben considerarse dentro del sistema global de conducción de las plantas. Además, la fecha en que se realiza la labor tiene un claro efecto sobre el desarrollo de la planta, mientras las podas en invierno, poseen un claro efecto vigorizante en el sector cercano al corte, mientras que, las podas en verano, aunque son consideradas debilitantes, presentan un conjunto de ventajas (ver Informativo Rayentué Nº 9, “Poda de frutales de carozo”) que nos permite recomendarla. VASITO ESPAÑOL SISTEMAS DE CONDUCCIÓN 4 Existe un gran número de posibilidades de conducción para formar las plantas frutales. En Chile, tradicionalmente el cerezo fue conducido de forma muy básica y con una escasa tecnificación, lo que originaba un vaso poco estricto. Si bien estas plantaciones pueden producir altos rendimientos, presentan una serie de desventajas en lo referente a los costos de explotación, tardía entrada en producción y a la calidad de la fruta obtenida. La cosecha, labor particularmente costosa en esta especie, requiere de plantas de fácil acceso, de baja altura, para hacer más eficiente la labor manual más compleja de este cultivo Por las características de la especie, el mejor sistema de conducción para el cerezo deberá ser el que contemple un alto número de árboles por hectárea y del menor tamaño posible. En la actualidad, se desarrollan en el país distintas posibilidades de conducción de huertos en alta densidad, como los que se indican a continuación. Sistema que permite que la mayor parte de la fruta pueda ser cosechada por operarios sin utilizar escaleras. Su desarrollo es el resultado de la integración de una serie de factores, que si no se combinan adecuadamente, puede provocar un fracaso en su precocidad, productividad y sanidad de los árboles: suelo pobre, un portainjerto de vigor intermedio, que permita un equilibrio entre el crecimiento vegetativo y la fructificación y un manejo del agua que permita mejorar la inducción floral de los cultivares menos productivos, es la exitosa combinación de este sistema desarrollado en el norte de España. La plantación pude establecerse desde 4 x 2 metros (1.250 plantas/hectárea) hasta 5 x 3 metros (667 plantas/hectárea). Después de la plantación, el eje se rebaja en primavera a una altura de 40 a 50 centímetros desde el suelo (Figura 2), para inducir los brotes que constituyen las ramas del vasito, de las cuales se eligen las 3 ó 4 mejor ubicadas, estas ramas se deben cortar a una altura de 15 centímetros del primer corte (Figura 3). Sucesivas podas de verano inducen brotación. Esta práctica se debe hacer cada vez que el diámetro de la rama supere los 10 a 12 mm ó los 50 a 60 centímetros de largo. Se pretende lograr con estas podas, al segundo verano, unas 12 a 14 ramas secundarias que parten cerca de la inserción de la rama madre del tronco. Figura 2. Despunte postplantación. En el invierno siguiente es aconsejable instalar dos alambres paralelos al suelo situados a ambos costados de la hilera. Se deben guiar las ramas para abrir el árbol y permitir una buena entrada y distribución de la luz. Esta práctica es especialmente importante para variedades erectas como ‘Lapins’. Además, en primavera se deben rebajar a 25 centímetros las ramas secundarias con crecimientos de 50 a 60 centímetros. Al igual como los cortes de la primera temporada todos los cortes de deben efectuar al mismo nivel (Figura 4). En un huerto adulto, se debe renovar la madera frutal regularmente, para mantener el calibre de la fruta. Para ello es necesario “apitonar” un porcentaje de las ramas frutales cada año, para que emitan brotes nuevamente, de manera que cada 4 años toda la madera frutal sea renovada. Esta labor, normalmente se realiza después de la cosecha. Simultaneo a esta labor, se debe mantener una buena penetración del la luz al interior del árbol y el control del tamaño de la planta, eliminando ramas dañadas o que embosquen excesivamente al árbol. Con el propósito de terminar con una planta formada por 30 a 40 ramas de vigor medio que serán la base de la producción frutal (Figura 5). 5 Figura 4. Poda segunda temporada. Figura 3. Poda primera temporada. (Adaptado de Ling, 2003). (Adaptado de Ling, 2003). Figura 5. Poda tercera temporada. (Adaptado de Ling, 2003). MULTIEJE O “STEEP LEADER” Recomendado para suelos fértiles, cuando se pretende utilizar portainjertos vigorosos y cultivares poco fructificadores, debido a que tiende a disminuir un vigor excesivo. Esta es la forma de conducción más utilizada en Estados Unidos y se ha adoptado en Chile, especialmente cuando se utiliza el portainjerto Mazzard F 12/1 en suelos fértiles del valle central. Este sistema no induce precocidad, pero se puede manejar bien el calibre de la fruta, además se realiza rebajando el árbol, al momento de la plantación a una altura de 40 a 50 centímetros del suelo (figura 2). En el primer invierno se deben elegir los ejes que constituirán la estructura del árbol, dependiendo de la distancia de plantación y el vigor otorgado por la combinación cultivar/ portainjerto se dejan de 4 a 6 ejes (Figura 6). Se deben elegir ramas con ángulos de inserción abiertos y distribuidos de manera de formar un adecuado volumen de follaje. 6 ser guiadas o abiertas por alambres o amarres al tronco o puntales, también se deben despuntarse a 60-90 centímetros desde su base. Además, eliminar ramas verticales vigorosas, dejando ramas temporales sin despuntar para estimular producción de fruta. Estas ramas se deben remover una vez que el árbol comienza a fructificar y su crecimiento disminuye (Figura 7). Es importante tener en cuenta, que este sistema considera cada eje como un árbol individual en espiral. En madurez (Figura 8) la poda debe contemplar las siguientes labores: • • En el segundo invierno, se debe despuntar a 60 centímetros de su punto de crecimiento cada rama utilizada como extensión de la rama lateral permanente. Las ramas secundarias, que pueden • renovación de la madera frutal para mantener la calidad de la fruta producida, “apitonando” un porcentaje de las ramas viejas cada año. Estas ramas secundarias no debieran superar los tres años de edad, etapa en que la fruta alcanza su óptimo productivo, eliminar madera vieja que no permita una buena iluminación de ramas productivas, remover la madera pendular, esta tiende a sobre cuajar y a producir fruta de bajo calibre, y Figura 6. Selección de ejes. Figura 7. Poda anual en madurez. (Adaptado de Ling, 2003). (Adaptado de Ling, 2003). • planta en su conjunto, para estimular una producción de calidad, por medio de una buena entrada de luz al interior del árbol (Figura 9). despuntar ramas bajas, para vigorizar esta zona del árbol y promover una producción de cerezas grandes. Además, se debe procurar mantener la forma piramidal de la Figura 8. Árbol maduro antes de la poda. Figura 9. Árbol maduro después de la poda. (Adaptado de Ling, 2003). (Adaptado de Ling, 2003). 7 SOLAXE Como criterio general de poda, las ramas desde la base hacia el extremo superior deben seguir el patrón de mayor a menor tamaño. Los sistemas en eje están predominando en la industria chilena del cerezo, en la medida que aumente el conocimiento sobre el manejo de portainjertos se puede controlar: precocidad, productividad y el tamaño de la planta. Entre las modificaciones a los sistemas en eje, “solaxe”, es una de las alternativas. Este sistema fue desarrollado en Francia para manzanos, el cual se ha adaptado con éxito en cerezo. La idea es manejar las ramas laterales alrededor del eje curvadas bajo la horizontal. La técnica consiste en plantar el árbol sin rebajarlo. Cuando el eje ha alcanzado la altura deseada se curva a una posición bajo la horizontal. Las ramas que aparecen desde el suelo hasta un metro en el eje, se eliminan. En el resto del eje, se estimula la brotación lateral. Estas ramas deben curvarse, seleccionando las mejor ubicadas para conformar el sistema. Los brotes vigorosos que surgen de estas ramas se eliminan y sólo se conservan dardos y brindillas, de manera de que toda la planta quede en una condición altamente fructífera y de fácil acceso para los operarios (Figura 10). El manejo de los árboles contempla, la regularización de la carga, la que se realiza por medio CONSIDERACIONES GENERALES Figura 10. (Adaptado de Lespinasse y Leterme, 2005). 8 de un proceso denominado extinción de dardos, con lo cual se mantiene el calibre de la fruta y se controla el vigor vegetativo. Esta operación consiste en eliminar en invierno o pre floración dardos débiles en la parte inferior de la rama y donde exista un exceso de ellos, especialmente en el extremo distal de las ramas y alrededor del anillo que se forma en el cambio de año de la madera frutal. Esta labor permite una distribución más uniforme de la fruta a largo de la rama, junto a una mayor aireación y por consiguiente la menor incidencia de enfermedades. El porcentaje de extinción de dardos, para lograr un efecto en el calibre, varia entre un 10 al 30% dependiendo de la variedad, portainjerto, edad der la planta, mercado y condición general de las plantas. El cerezo es extremadamente sensible a la falta de luz. Para mantener bien iluminado todo el sector cercano al eje, se elimina el follaje de esta zona, lo que se conoce como la chiminea. Esta operación permite tener dardos productivos por una mayor cantidad de años cerca del eje central. • Realizar la poda en días con sol o con baja humedad ambiental, para evitar la infección a través de las heridas. • Procurar realizar la mayor parte de la poda en verano. • Proteger los cortes de poda inmediatamente después de ser efectuados utilizando una mezcla de pintura látex y funguicida para los hongos de la madera. LITERATURA CITADA Gil, G. 2000. Fruticultura: El Potencial Productivo, Crecimiento Vegetativo y Diseño de Huertos y Viñedos. Ediciones Universidad Católica de Chile, Tercera Edición. 342 pag. Hartmann, H. y Kester, D. 1999. Propagación de Plantas: Principios y Prácticas. Compañía editorial continental, México. Séptima edición. 760 p. Labra, E., Astudillo, O. y Riquelme, J. 2005. Fruticultura: Establecimiento de Huertos de Cerezos. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional de Investigación Raihuén. Boletín INIA, Nº 130. 86 p. Lemus, G. 2005. El cultivo del cerezo. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional de Investigación La Platina. Boletín INIA, Nº 133. 256 p. Ling, L. 2003. Cherry training systems: selections and devepment. Documento disponible en http/ /: eesc.ort.edu/agcomwebfile/edmat/PNW543. pdf. Lespinasse, J. et Leterme, E. 2005. De la taille à la Conduite des Arbres Fruitiers. Éditions du Rouergue. 326 Pag.