Nombre del estudiante: Angel Armando Méndez Chablé Nombre del trabajo: Investigación Materia: Practica Medica Nombre del maestro: Dra. Ana Laura Garduza Hernández Carrera: Licenciado en Medicina Semestre: 2do Semestre, grupo B Fecha de entrega: 14 - mayo- 2020 Instrucciones Realizar una investigación de las siguientes enfermedades exantemáticas: Sarampión Roséola Rubéola La investigación deberá de contener Definición Etiología Manifestaciones clínicas (enlistar signos, síntomas) Población de Riesgo Transmisión Diagnostico Tratamiento Prevención 1 imagen Cada enfermedad exantemática no deberá exceder a 5 cuartillas. Deberás utilizar letra Arial 12 justificado. El entregable debe ser en Word Sarampión Sarampión, una noción que tiene su origen etimológico en la palabra latina sirimpĭo, es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de manchas en la piel. De carácter contagioso, esta afección provoca tos, estornudos, fiebre y enrojecimiento en los ojos. Etiología El ser humano es el único huésped del virus del sarampión, un virus de alrededor de 120-140 nanómetros con un ARN monocatenario, miembro de la familia de los paramixovirus . Las proteínas H y F son las proteínas responsables de la fusión del virus con la célula huésped y la inclusión dentro de este. La vacuna produce en el individuo anticuerpos dirigidos contra las proteínas de la superficie del virus del sarampión, en particular, contra la proteína H. Los brotes de sarampión en Suiza y Baviera 2006/2007, por su parte, fueron causadas por el genotipo D5 proveniente de Tailandia o Camboya. Además, por razón que en determinadas regiones geográficas sólo hay un serotipo estable, la combinación de elementos provenientes de la superficie del patógeno, permite la fabricación de una buena vacuna para la región en donde se encuentre. El virus es muy sensible a factores externos tales como temperaturas elevadas, la radiación ultravioleta y, debido a su envoltura vírica, a muchos desinfectantes como, por ejemplo, los que contienen 1% de hipoclorito de sodio, 70% de etanol, glutaraldehído y formaldehído. Manifestaciones clínicas (enlistar signos, síntomas) Síntomas: Los signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. Los signos y los síntomas del sarampión generalmente incluyen: Fiebre. Tos seca. Resfrío. Dolor de garganta. Ojos inflamados (conjuntivitis) Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, en el revestimiento interno de las mejillas, también denominados manchas de Koplik. Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí. La infección ocurre en etapas secuenciales durante un período de dos a tres semanas. Infección e incubación. Durante los primeros 10 a 14 días después de contraer la infección, el virus del sarampión se incuba. Durante ese período, no tienes signos ni síntomas. Signos y síntomas inespecíficos. El sarampión generalmente comienza con fiebre leve a moderada, a menudo acompañada de tos constante, resfrío, ojos inflamados (conjuntivitis) y dolor de garganta. Esta enfermedad relativamente leve pude durar dos o tres días. Enfermedad aguda y erupción cutánea. La erupción cutánea consiste en pequeñas manchas rojas, algunas de las cuales están levemente elevadas. Los puntos y bultos en grupos estrechos le dan a la piel un aspecto rojo moteado. La erupción primero aparece en el rostro. Período contagioso. Una persona con sarampión puede propagar el virus a otros durante aproximadamente ocho días; ese período comienza cuatro días antes de que aparezca la erupción y finaliza cuando la erupción ha estado presente durante cuatro días. Población de Riesgo Principalmente en la infancia (entre 2-6 años), pero desde que se vacuna masivamente a la población infantil antes de la edad escolar, su incidencia ha disminuido en más de un 95% y afecta más a niños menores de 15 meses (aún no vacunados) y niños mayores no vacunados o que no han tenido contacto con el virus. Es muy raro en lactantes menores de 6-8 meses, ya que éstos están protegidos por los anticuerpos pasados a través de la placenta por su madre inmune. Transmisión El sarampión es un virus altamente contagioso que vive en las mucosidades de la nariz y la garganta de una persona infectada, y que puede propagarse a los demás a través de la tos y los estornudos. Además, el virus del sarampión puede vivir por hasta dos horas en el aire donde una persona infectada haya tosido o estornudado. Si otras personas respiran el aire contaminado o tocan la superficie infectada y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca, pueden contraer la infección. Es tan contagioso que, si una persona tiene la enfermedad, el 90 % de las personas que estén cerca de ella y que no tengan inmunidad también se infectarán. Las personas infectadas pueden transmitir el sarampión a los demás desde cuatro días antes de que les aparezca el sarpullido hasta cuatro días después de su manifestación. Diagnostico Por lo general, el médico diagnostica sarampión según el sarpullido característico de la enfermedad y de una mancha pequeña blanco azulada con un fondo rojo brillante (mancha de Koplik) que se encuentra en la pared interior de la mejilla. Sin embargo, muchos médicos no han observado nunca el sarampión y el sarpullido se puede confundir con otras enfermedades. Si es necesario, un análisis de sangre puede confirmar si el sarpullido es en realidad sarampión. Tratamiento No existe un tratamiento específico para la infección por sarampión establecida. No obstante, se pueden tomar algunas medidas para proteger a las personas vulnerables que se han expuesto al virus. Vacunación tras la exposición. Se puede administrar la vacuna contra el sarampión a las personas no inmunizadas, incluidos los bebés, dentro de las 72 horas de ocurrida la exposición al virus del sarampión para que los proteja contra la enfermedad. Si aun así la enfermedad se manifiesta, suele tener síntomas más leves y dura menos tiempo. Inmunoglobulina sérica. Las mujeres embarazadas, los bebés y las personas con sistemas inmunitarios debilitados que están expuestos al virus pueden recibir una inyección de proteínas (anticuerpos) llamada “inmunoglobulina sérica”. Cuando se administran dentro de los seis días tras la exposición al virus, estos anticuerpos pueden prevenir el sarampión o ayudar a que los síntomas sean menos graves. Prevención Un niño menos de 13 meses puede ser expuesto a veces a la infección del sarampión en el hogar. Puesto que todavía no han recibido la vacuna pueden ser vulnerables a la infección y sus complicaciones. Medidas tomadas para prevenirlos que mejoran la enfermedad dependiente conectado bajo si están o sobre seis meses. Para los niños sin vacunar entre 6 y 13 meses de la edad - darán un niño envejecido entre 6 y 13 meses que se exponga al virus de la vacunación normalmente la vacunación del MMR para proteger contra el sarampión que se convierte. La vacuna necesita ser administrada en el plazo de 72 horas de exposición a la infección. El niño necesita dos más dosis como parte del programa de vacunación de la niñez - aproximadamente 13 meses de la edad y otra antes de que el niño comience la escuela. Para los niños sin vacunar menos de 6 meses de la edad - para los niños con los moldes-madre que han tenido sarampión en el pasado, el niño es generalmente inmune a la infección del sarampión porque el molde-madre pasa conectado los anticuerpos protectores al bebé en la matriz. Estos anticuerpos protegen al niño para los primeros 6 meses de la vida. Si el molde-madre no ha tenido sarampión antes de que el niño pueda ser dado una inyección de la inmunoglobulina normal humana (HNIG). Imagen Roséola La roséola es una infección causada por un virus. Se caracteriza por el repentino comienzo de fiebres altas seguidas de aparición de sarpullido. Usualmente, este padecimiento se cura por sí sólo sin ningún problema y puede brotar en cualquier época del año, pero es más común en primavera y otoño. Etiología Herpes virus humano 6 y 7 familia herpesviridae. Manifestaciones clínicas (enlistar signos, síntomas) Si tu hijo queda expuesto a alguien con roséola y se infecta con el virus, la aparición de los signos y síntomas de infección, si es que aparecen, tarda generalmente una o dos semanas. Es posible infectarse con roséola y tener signos y síntomas demasiado leves como para percibirlos fácilmente. Algunos síntomas de roséola podrían ser: Fiebre. Por lo general, la roséola comienza con una fiebre alta y repentina, a menudo mayor de 103 °F (39,4 °C). Durante la fiebre o antes, algunos niños también pueden tener un ligero dolor de garganta, goteo nasal o tos. Además de la fiebre, tu hijo también puede tener inflamación de los ganglios linfáticos del cuello. La fiebre dura de tres a cinco días. Erupción en la piel o sarpullido. Por lo general, aunque no siempre, aparece un sarpullido una vez que la fiebre disminuye. El sarpullido consiste en muchas manchas o parches pequeños de color rosa. Estas manchas son generalmente planas, pero algunas pueden ser elevadas. Algunas manchas pueden tener un anillo blanco a su alrededor. Por lo general, el sarpullido aparece en el pecho, la espalda y el abdomen, y luego se extiende al cuello y los brazos. Es posible que en ocasiones llegue a las piernas y la cara. El sarpullido, que no produce picazón ni incomodidad, puede durar de varias horas a varios días antes de desaparecer. Otros signos y síntomas de la roséola pueden incluir: Irritabilidad en bebés y niños Diarrea leve Disminución del apetito Párpados hinchados Transmisión La transmisión de la roséola se hace generalmente de persona a persona por contacto con secreciones respiratorias, especialmente la saliva. Estornudos, tos, besos, contacto con flemas y juguetes que van a la boca y se comparten con otros niños son fuentes potenciales de contagion. En la mayoría de los casos, los pacientes son incapaces de identificar el origen de la transmisión ya que suele ocurrir, frecuentemente, a través de individuos que son portadores asintomáticos del virus. Explicando mejor: un niño se contamina con HHV-6, no desarrolla los síntomas de la roséola y pasa varios días siendo una fuente de transmisión del virus. Este niño portador asintomático puede pasar el virus a decenas de otros niños, especialmente si está en una guardería. Entre los niños recién-infectados, algunos desarrollarán los síntomas de la roséola, pero la mayoría de ellos se convertirá en nuevos portadores asintomáticos del virus. Diagnostico En la mayoría de los pacientes, la roséola se diagnostica clínicamente debido a su típica presentación de fiebre de 3 a 5 días seguida de rash cutáneo en niños menores de 3 años. Antes de la aparición del rash, es muy difícil establecer el diagnóstico ya que los síntomas son los mismos que de cualquier virosis común. En raras ocasiones, el médico puede pedir una serología, que es una prueba que investiga la presencia de anticuerpos contra la roséola en la sangre. Tratamiento La roséola es un cuadro benigno y autolimitado, y la mayoría de los niños ya se encuentra curada dentro de una semana después del inicio de la fiebre. El tratamiento recomendado es, por lo tanto, reposo, buena hidratación y control de la fiebre con analgésicos comunes, como el paracetamol o dipirona. Prevención Dado que no existe ninguna vacuna para prevenir la roséola, lo mejor que puedes hacer para impedir su propagación es evitar que tu hijo esté en contacto con un niño infectado. Si tu hijo tiene roséola, haz que se quede en casa y alejado de otros niños hasta que la fiebre desaparezca. La mayoría de las personas tienen anticuerpos contra la roséola para cuando alcanzan la edad escolar, lo que las hace inmunes a una segunda infección. Incluso así, si un miembro de la familia contrae el virus, asegúrate de que todos los integrantes del hogar se laven las manos con frecuencia para evitar la propagación del virus a cualquier persona que no sea inmune. Los adultos que nunca hayan contraído roséola de niños pueden infectarse de grandes, aunque la enfermedad tiende a ser leve en los adultos saludables. Sin embargo, los adultos infectados pueden transmitirles el virus a los niños. Imagen Rubéola La rubeola es una infección vírica aguda y contagiosa. Si bien por lo general la enfermedad es leve en los niños, tiene consecuencias graves en las embarazadas, porque puede causar muerte fetal o defectos congénitos en la forma del síndrome de rubéola congénita. El virus de la rubéola se transmite por gotículas en el aire, cuando las personas infectadas estornudan o tosen. Los humanos son el único huésped conocido. Etiología El virus de la rubeola pertenece al género rubiviridae, de la familia togaviridae, pose una cubierta exterior y un centro con una sola banda de ARN. Sensible al calor extremo de PH y una gran variedad de agentes químicos como el eter, acetona. El virus aparece en la sangre a los 5 y 7 días después del contagio y se dispersa por todo el cuerpo. una vez que se padezca la enfermedad el paciente adquiere inmunidad permanente, por lo que no vuelve a ser atacado por el virus. Manifestaciones clínicas (enlistar signos, síntomas) Los signos y síntomas de la rubéola suelen ser tan leves que es difícil notarlos, en especial entre los niños. Si los signos y síntomas sí se presentan, aparecen unas dos o tres semanas después de la exposición al virus. Suelen durar de uno a cinco días y pueden incluir lo siguiente: Fiebre leve de 102 °F (38,9 °C) o menos Dolor de cabeza Congestión nasal o con secreciones líquidas Inflamación y enrojecimiento de los ojos Ganglios linfáticos agrandados y sensibles en la base del cráneo, la parte trasera del cuello y detrás de las orejas Un sarpullido fino y rosado que comienza en la cara y se disemina rápidamente hacia el torso y los brazos y piernas, antes de desaparecer siguiendo la misma secuencia Dolor en las articulaciones, en especial en mujeres jóvenes Transmisión El virus de la rubéola se propaga mediante las gotitas que se expulsan con las secreciones respiratorias de los individuos infectados. Durante el embarazo, la rubéola puede transmitirse de la madre al feto a través de la placenta, causándole graves trastornos (esto es lo que se denomina rubéola congénita). El agente infeccioso llega a la faringe gracias a la inhalación de esas gotitas contaminadas. Una vez allí, pasa al torrente sanguíneo y alcanza el tejido linfático, donde queda alojado y se reproduce. Finalmente, cuando el virus ya se ha multiplicado lo suficiente, vuelve a pasar a la sangre. Es en este momento cuando el organismo comienza a responder a la infección, produciendo anticuerpos capaces de destruir al virus. El individuo infectado puede contagiar la enfermedad aproximadamente desde una semana antes de la aparición del exantema hasta una o dos semanas después. Una vez que una persona ha sido infectada, los anticuerpos que genera su organismo permanecen inactivos en el tejido linfático durante el resto de su vida. Gracias a ello, si en cualquier momento se vuelve a producir una infección, el cuerpo humano será capaz de combatirla. Diagnostico La erupción cutánea de la rubéola puede verse similar a muchas otras erupciones virales. Por eso, los médicos, por lo general, confirman la rubéola con la ayuda de análisis de laboratorio. Es posible que te realicen un cultivo de virus o un análisis de sangre, que pueden detectar la presencia de distintos tipos de anticuerpos contra la rubéola en la sangre. Estos anticuerpos indican si has tenido una infección reciente o en el pasado o una vacuna contra la rubéola. Tratamiento No existe un tratamiento específico para la rubéola. La actuación de los especialistas durante la enfermedad suele centrarse en el control de los síntomas y va dirigida a mitigar la fiebre y el malestar general, como si se tratara de un proceso gripal. Se recomienda reposo y el aislamiento del paciente para evitar nuevos contagios. Hay que acudir al pediatra si el niño con rubéola respira con dificultad o la tos dura más de cuatro o cinco días. Prevención Evitando el contacto con personas infectadas. Administrando gammaglobulina (inmunidad pasiva): en embarazas no inmunes o personas con riesgo especial que hayan tenido contacto con infectados. Vacuna antirubeólica de virus vivos atenuados (inmunidad activa): sola o en asociación con las vacunas antisarampionosa y antiparotiditis (triple vírica) que se administra, según el calendario vacunal, a los 15 meses y una dosis de recuerdo a los 6 años o a los 11 años si no recibieron segunda dosis antes de los 6 años. Vacuna antirubeólica de virus atenuados en mujeres en edad fértil no vacunada o inmunizada previamente (no deben quedar embarazada en los 3 meses posteriores a la vacuna). Imagen Bibliografía Ferreira-Guerrero, E., Montesano, R., & Ruiz-Matus, C. (1996). Panorama epidemiológico del sarampión en México. Gac Méd Méx, 132(1), 97-100. 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