UNIDAD 1: LA PRAGMÁTICA COMO DISCIPLINA La pragmática es una disciplina bastante reciente introducida por C. Morris que utilizó el término de pragmática por primera vez para designar la ciencia de los signos en relación con sus intérpretes. De este modo, la pragmática pasaba a ocupar un lugar junto a la semántica y la sintaxis: la pragmática toma el lenguaje tal y como se manifiesta, es decir, inmerso en una situación comunicativa concreta; básicamente capta la idea, suceso o acción que suscita en el momento determinado, la semántica hace abstracción de los usuarios y se centra en la relación entre los signos y los objetos a los que aquellos representan; y la sintaxis atiende sólo a las relaciones existentes entre los signos, prescindiendo de los usuarios y de los significados. La ciencia de los signos en relación a sus interpretes “La propia pragmática intentará desarrollar los términos apropiados para el estudio de las relaciones de los signos con sus usuarios y para poder ordenar sistemáticamente los resultados procedentes del estudio de esta dimensión de la semiosis. Términos como “intérprete”, “interpretante”, “convención” (cuando se aplica a signos), “tomar en consideración” (cuando es una función de los signos), “verificación” y “comprende” son términos de la pragmática, mientras que muchos términos estrictamente semióticos, como “signo”, “lenguaje”, “verdad” y “conocimiento” tienen importantes componentes pragmáticos”. Dicho de esta forma suena a trabalenguas y llega a ser inteligible, pero si se explica de una forma más practica como ser la siguiente forma: En términos pragmáticos, un signo lingüístico se usa en combinación con otros signos por lo miembros de un grupo social; un lenguaje es un sistema social de signos que media las respuestas de los miembros de una comunidad entre sí y respecto de su entorno. Comprender un lenguaje significa por tanto emplear sólo aquellas combinaciones y transformaciones de signos que no están prohibidas por los usos y costumbres del grupo social en cuestión, denotar objetos y situaciones tal y como lo hacen los miembros de ese grupo, tener las expectativas que los otros tienen cuando se emplean determinados vehículos sígnicos, y expresar las afirmaciones propias tal y como hacen los demás; en una palabra, comprender o usar correctamente un lenguaje significa seguir las reglas de uso (sintácticas, semánticas y pragmáticas) habituales en esa comunidad social. De esta forma llegamos a entender que es toda una ciencia llegar a entender y decodificar los signos y sus acepciones en relación a la situación que se suscita puede ser en una entrevista al igual que en un ambiente mas informal. Conductas lingüísticas Para Kantor (1975), la conducta lingüística es un acto comunicativo en el que quien habla, escribe, gesticula o dibuja, interactúa con dos objetos de estímulo simultáneamente. Dicho de otra forma, esta conducta realiza una doble interacción como lo define Kantor “interacción biestimulacional”, refiriendo al primero de estos como el receptor del mensaje sea una persona, un pedazo de papel, un animal, o una planta, y el segundo es aquello de lo que se habla, escribe, gesticula o dibuja, dicho de otra forma, aquello que se le está comunicando. Y porque es importante estudiar la conducta lingüística o por lo menos entender su definición, es porque esto nos permite entender el poder de la comunicación ya no solo a nivel literal sino también la trascendencia de dicha comunicación y/o mensaje a trasmitir al receptor. Formas lingüísticas La variación lingüística surge en el individuo, y más tarde puede extenderse a grupos sociales más extensos hasta que, si se estabiliza en una de las comunidades de las que forman el total de los hablantes, da lugar a que se produzca un cambio lingüístico. Como se desprende de los ejemplos que hemos mencionado, la característica extralingüística más importante que interviene en la variación lingüística es el lugar de origen del hablante. Pero además de ello, existen otras características extralingüísticas del hablante que también pueden reflejarse en el uso de la lengua. La más común es su estatus socio-económico. Muchas veces, en el mundo hispano, identificamos el estatus socio-económico con el nivel de educación de la persona y/o con su ocupación. Por ejemplo, si escucháramos a una persona decir [el pehkáo htá maloyráo] ('el pescado está malogrado'), mientras una segunda persona dijera [el peskáóo está maloyráóo], quizá interpretaríamos que la segunda persona pertenece a un estatus socioeconómico más alto que la primera. El habla exhibe las características lingüísticas propias del grupo social al que pertenece el hablante en el espectro social de su comunidad. Si el hablante pertenece a los estratos bajos de la sociedad en la que vive, tendrá menor contacto con los hablantes que pertenecen a los estratos más altos, pero más contacto con otros miembros de su grupo social. Esta distanda sodal, que es semejante a la distanda regional a la que hacíamos alusión cuando describíamos los dialectos, nos lleva a hablar de variación lingüística social o de sociolectos. El sociolecto está definido por las características sociales del hablante. Además del estatus socio-económico, otras características sociales que influyen en la manera de hablar de una persona son su edad, sexo; etc. En pocas palabras, cualquier característica social que pueda separar a un grupo de otro puede contribuir a la diferenciación lingüística entre los hablantes de una lengua. Aparte de las características del hablante, también es importante para el estudio de la variación lingüística considerar dónde se está dando el intercambio conversacional (contexto), con quién estamos conversando (interlocutor), y de qué estamos hablando (tópico o tema). Generalmente, todos tenemos la oportunidad de movernos en diferentes tipos de situaciones conversacionales. Tenemos conversaciones con nuestros amigos y familiares en casa, pero también con personas que no conocemos, o con personas con quienes sólo tenemos una relación profesional. En nuestra vida diaria empleamos la lengua en una serie de contextos que pueden situarse desde el contexto más informal hasta el más formal. Algunos casos extremos que ejemplificarían el extremo informal y el formal serían una velada nocturna con amigos y una entrevista de trabajo, respectivamente. Sin embargo, no todas las situaciones son así de claras y diferentes. La formalidad relativa del contexto depende de muchos factores. Por ejemplo, la relación entre padres e hijos en algunos países de habla española, como Costa Rica, requiere que los hijos empleen la forma de respeto usted cuando se dirigen a sus padres, mientras que en otros países del mundo hispánico, como Perú, los hijos emplean la expresión informal tú con sus padres. BIBLIOGRAFIA http://autismoaba.org/contenido/conducta-ling%C3%BC%C3%ADstica ABAD F.; 1993; La Variación lingüística; fragmento extraido de ubicación virtual. ESCANDELL M.V.; 2006; Introduccion a ala pragmática, recopilación de material digital todos por derecho. MORRIS C.; 1985; Fundamentos de la teoría de los signos, Barcelona, Paidós, pp. 72-73. Morris, C; 1985; Fundamentos de la teoría de los signos, Barcelona, Paidós, p. 76. UNIDAD 2: GRAMÁTICA INGLESA Tradicionalmente se ha considerado que el estudio del significado en los lenguajes de especialidad2 ha estado ligado al conocimiento de sus terminologías, entendiendo como tal, la descripción del significado de los términos. Sin embargo, la realidad es distinta y, como así lo han constatado ya muchos lingüistas, el estudio de la terminología no consiste sólo en un análisis aislado de sus términos, sino que la investigación lingüística ofrece modelos y teorías acerca del significado que se pueden aplicar al campo del Ingles a. Semántica inglesa “Semantics and pragmatics study how languages organize and express meanings. Semantics concerns the meaning of linguistic expressions independently of the context in which they occur. Pragmatics is meaning in use / context.” La consideración del contexto en la semántica estructuralista supone aceptar la existencia de las distintas variedades del lenguaje. Por consiguiente, en este marco de investigación lingüística, se establece una metodología de estudio y sistematización de dichas variedades. Nos referimos al análisis del registro. El registro se define como la variedad de una lengua destinada a cumplir un fin comunicativo en un marco profesional o académico. En dicha variedad sobresale un conjunto de rasgos léxicos y gramaticales que, por repetirse con frecuencia y regularidad, le confieren un cierto sentido de unidad diferenciada (Alcaraz 2000: 23). La metodología del análisis del registro consiste en la identificación de dichos rasgos léxico-gramaticales. b. Principios reguladores de la comunicación humana Principio 1: es imposible no comunicarse. Todo comportamiento es comunicativo. Toda conducta de interacción comunica algo. Lo que uno/a comunique, regula, gobierna, influencia o controla al comportamiento del otro/a. Principio 2: toda comunicación tiene un aspecto de contenido y otro de relación (amistad, menosprecio, etc.). Los mensajes tienen la doble función de información y mandato. Es decir, puedes informar de que “no llueve”, pero también pedir a alguien que “no salga”, con la misma expresión. Dependiendo del tono de voz que se utilice, de los gestos, etc., además de mandar un mensaje de contenido (no me gusta algo), mandas un mensaje relacional (estoy enfadado/a contigo). Principio 3: la naturaleza de la relación depende de cómo se organiza la secuencia de hechos entre los comunicantes. En una relación no se puede definir qué comportamiento es la causa. En función de dónde pares la secuencia de los hechos, se está determinando un tipo de comunicación u otra. Cuando se da siempre vueltas al mismo punto, se habla de CIRCULO VICIOSO, es decir, no se puede avanzar en la relación por que se han producido errores en la puntuación de la secuencia. En los grupos sociales los mensajes mandatos se configuran como reglas. La modalidad de relación puede derivar las reglas de la relación. Principio 4: las transacciones de comunicación ocurren entre iguales o desiguales Interacción simétrica: Se tiende a igualar la conducta, la relación es de igualdad. Ninguno sobresale sobre el otro. Se establece entre compañeros, ciudadanos, vecinos. Interacción complementaria: La conducta de una persona complementa la de la otra. Interacción entre desiguales (médico-paciente, trabajador/a social-persona usuaria, farmacéutico/a-cliente, etc.). La razón de uno de los roles en función del otro. Una persona ocupa la posición superior o primaria, la otra, la inferior o secundaria. Las conductas son diferentes y encajan. La que ocupa posición superior tiene el poder. c. Elementos extralingüísticos en la interpretación de los mensajes Angela collados menciona que la CNV (comunicación no verbal) adquiere extrema importancia en diferentes fases del proceso de interpretación, ella considera que el intérprete que no perciba o comprenda este tipo de comportamiento tendrá una imagen distorsionada e inexacta de la situación en la que debe operar, o del propio discurso que ha de interpretar. Incluso afirma que el intérprete que no haga un buen uso de los elementos no verbales, podría desvirtuar su propia interpretación, en la medida en que no transmita correctamente el discurso original o superponga informaciones negativas acerca de su propia personalidad o estado de ánimo. Se afirma que todos los rasgos no verbales de una forma u otra nos ayudan a comprender mejor el mensaje, y al mismo tiempo lo complementan. Algunos estudiosos consideran que la investigación sobre la comunicación no verbal se encuentra aún en la fase de identificación, descripción y clasificación de signos y sistemas. Sin embargo, los conocimientos en la actualidad reflejan que los signos no verbales constituyen una parte esencial de la comunicación y de los medios de comunicación humanos. A tal punto, que para comunicar y comunicarnos utilizamos simultánea o alternativamente elementos verbales y no verbales. Para Flora Davis, la CNV es mucho más que un simple sistema de señales emocionales, que no puede separarse de la comunicación verbal. Ambos sistemas están estrechamente vinculados entre sí, ya que cuando dos seres humanos se encuentran cara a cara, se comunican simultáneamente en varios niveles, consciente o inconscientemente, y emplean para ello todos los sentidos: la vista, el oído, el tacto, el olfato. Luego integran todas estas sensaciones mediante un sistema de codificación, que algunas veces llamamos "el sexto sentido": la intuición. Esta importante investigadora reconoce la importancia del conocimiento de este tipo de comunicación en la vida de todo ser humano, pues según sus propias palabras,…. “ha agregado a mi vida una cantidad de placeres curiosos, ahora confío en mi intuición…”. Y quien duda que la intuición en la mayoría de los casos sea una excelente aliada para el trabajo del intérprete. Consideramos además que el conocimiento de la CNV puede facilitarnos nociones y capacidades que quizás no pudiéramos obtener de otra manera, nos permite conocernos mejor y por ende a nuestros interlocutores, y de igual manera nos imprime más confianza y estos son elementos que indudablemente sirven de mucho para el trabajo del intérprete. Flora Davis considera que… en la comunicación las palabras son tan sólo el comienzo, pues detrás de ellas está el cimiento sobre el cual se construyen las relaciones humanas —la comunicación no-verbal, y que además no representan la totalidad, ni siquiera la mitad del mensaje. Por otro lado, en su artículo “Códigos de comunicación no verbal”, José Lorenzo García refleja como la Comunicación no verbal nos ofrece muchas pistas que son importantes para lograr inferencias y conclusiones que nos permiten descifrar el mensaje enviado por el emisor y disminuir así la incertidumbre que nos puede provocar cualquier acto comunicativo y mucho más si este carece de signos lingüísticos que son más factibles al rápido análisis de lo expresado. El lenguaje no verbal varía de una cultura a otra, por lo que se corre el riesgo de que su interpretación sea muy diferente de las intenciones reales del emisor, por tal motivo una vez más, es importante para el intérprete tener un conocimiento, al menos mínimo, de este tipo comunicación. El conocimiento del lenguaje no verbal de la parte foránea involucrada en el acto comunicativo es de gran de utilidad; para lograr este objetivo, contamos con la opción de aprender a observar la cultura propia, para tener elementos de comparación con la cultura extranjera. Así seremos capaces de mejorar la capacidad crítica en relación a las características culturales y al proceso comunicativo propio y de los interlocutores. El intérprete debe ser capaz de elaborar un método de observación y auto observación de actitudes, conductas, estilos comunicativos y vivencias y debe ser consciente que la imagen que tenemos de la otra persona está filtrada por nuestras experiencias y nuestra cultura. Cada lengua o comunidad lingüística está sustentada por una cultura a veces muy sutil, pero muy propia, forjada a través de los años y que puede, y de hecho difiere en alguna medida de otras lenguas o comunidades lingüística y que ha de dominarse bien para poder lograr una comunicación más plena y profunda transcultural y lingüísticamente. Este fenómeno incluye desde el gesto que puede acompañar la expresión, lo implícito en cierta entonación, la connotación que pueda implicar un vocablo, hasta la alusión a una cita o suceso común para todos sus hablantes. Pero muchas veces sucede que la omisión, la ignorancia o el mal uso de estos elementos pueden, y en muchos casos entorpecen la comunicación, desde el malentendido hasta la incomprensión total. Bibliografía BERRIO-OTXOA et al; 2016; conceptos y principios de la comunicación efectiva, comunicación interpersonal y habilidades sociales en las relaciones de ayuda profesional Valiente Y; 2012; LA COMUNICACIÓN NO VERBAL Y SU RELACIÓN CON LA INTERPRETACION.